viernes, 9 de junio de 2017

POEMAS DE EDGAR BAYLEY

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(Buenos Aires 1919-1990)

EL BRAZO



Entrega tu sueño
al pájaro del alba.
Tú ya no puedes penetrar el aire.
Vuelve
con los brazos abiertos,
en silencio.
No despiertes al mar.
Entrega tus tambores.
No te expliques nada,
deja al cielo la noche.
Ya es hora.
Cada recuerdo queda
con su guerrero propio.
No te expliques nada,
no pidas el rescate
ni la palabra justa.
El nido abre su piel
para alojar tu voz.
La rosa del viento
aclara tu alfabeto.
Los coros descienden
a la luz de otra luna.

Yo entrego mi temor
y la esperanza.
Toda noche vuelve
al borde del espejo.

Vuélvete,
deja tu nombre
y tu defensa.
En el claro del viento
otra palabra te sorprende.
Los árboles giran
quince años atrás.
La espesura del alba
ha cambiado los tiempos.

Abandona más todavía;
espanto,
trinos,
el agua de siete colores,
tu mano sumergida,
aquella rosa,
estos labios
y el sombrero
de los cuatro puntos cardinales.

Deja fluir tu brazo
sobre el mundo.
Nada más que tu brazo.

(de Buenos Aires, poesía, Buenos Aires, 1954)



OFICIO DE VIENTO Y SOMBRA



frente a las pruebas de la noche
coraje de prolongar con tu voz
el silencio opulento

por aquí he marchado
al alba
retenido
pasajero
entre el viento y la sombra
entre las ramas

no relegar a un mundo aparte
las donaciones del viaje

me tiendo a su costado
conozco el fluir de este camino
esta mezcla de mí mismo
de mis manos
esta ignorancia

coraje otra vez para ser
al mismo tiempo
la piedra y el horizonte
y descubrir entre los anuncios del desprecio
los indicios del sol
de un camino abierto
reconquista del mar y la intemperie



(de La vigilia y el viaje - Poemas 1944-1960, Buenos Aires, La Razón Ardiente, 1961)

MARTES DE CARNAVAL



a Jorge Souza
  a Paco Urondo

lejos de helena de troya
del hotel notre dame
de hans de islandia
y del mar de hojas desiguales y motores ahogados
lejos del sombrero olvidado en la última estación
lejos de las madrugadas y los días siguientes
de las cruces y el pálido fuego
circuido por vagabundos
lejos de la sonrisa del bien perdido
de la bahía y la noche rectangular
lejos del sol piel del amor
de la eugenia posible
de la madurez esquina posible del mundo
lejos del ascenso de la incisión más bien
de la ternura a la raíz del sur
lejos del punto de vista y los párpados lentos
de algunas islas detenidas para siempre
en el corazón y en las manos
lejos de algunas calles
de algunos dolores y compromisos
de escenas a la luz de las estrellas
y de conversaciones entre caballeros
lejos del rostro
lejos del trapecista internacional
lejos de la cascada
por donde corre tu vida
lejos de los nombres
de los días sumergidos en la amistad y el amor
lejos de las líneas telefónicas
de los precios módicos y los sueldos mensuales
lejos de las organizaciones
y de las plazas a la hora del amor
lejos del insulto
del olvido y las intemperancias
de algunas trompadas y grescas
de algunos incidentes policiales
lejos de la pálida existencia
de la oscura o la brillante
lejos de la caída o el ascenso
de algunas noches en blanco
de algunas pasiones en procura de lo absoluto
de canales por donde iban tus días sin saberlo
hoy recorres las calles de tu ciudad
es un martes de carnaval
quisieras ver otra vez algunos rostros
hace unos años pasaste la treintena
y procuras dominar unas pocas palabras
desconoces el nombre del porvenir
y el horario de los trenes
tengo hijos y amigos
voy al encuentro del día siguiente
las máscaras me rodean
bebo en un viejo vaso
entro en la caravana
oh mis lecturas mis embarcaderos
abro las puertas de par en par

(de Obra poética, Buenos Aires, Corregidor, 1976)




ABRIR LA PUERTA


me pregunto
y es una pregunta inmoral
si servirá de algo abrir esa puerta
que da al patio
a la tierra
al viento del mundo
a los pasos de la gente
me pregunto
si servirá de algo escribir
a estas horas de la noche
en el silencio de mi habitación
con la puerta cerrada

sería tan sencillo
me digo
abrir por fin la puerta
y asomarme y mirar
dejando que me lleven
los pasos y la sombras del camino
me pregunto si servirá de algo explicar
por qué no explico
cuando tanta palabra y confidencia
intentaron traducirme
y ponerme al descubierto

si servirá de algo abrir la puerta
me pregunto
y andar por el patio
por el mundo entre la gente
abrir de par en par la puerta
para que todo pueda cumplirse
como la hoja de un cuchillo al extremo de un puente
como la red y el roble que salvan la alegría al final del espectáculo
como el canto de las aguas y el susurro de la siesta
como la playa en sombras y el lecho infinito de los amantes reencontrados

para que todo pueda cumplirse
la luz la noche la inocencia
el nombre que pasa entre las ramas
la puerta se abrirá enteramente
se abrirá por fin la puerta
por si alguno
quiere volver a entrar o salir
o curiosear entre mis cosas
o esperarme mientras vuelvo
y si tardo y no regreso
salir al viento
y olvidarme


(de El día, 1968. Luis Soler Cañás, Generación poética del 40, Buenos Aires, ECA, 1981)



LOS DESIERTOS REALES



los desiertos reales
los mares imaginarios:
no hay palabras para elogiar a esta magnolia
tampoco hay forma de destruir las palabras
ni el oficio de florista

(guarden compostura:
en la soga de colgar se agita la flor blanca)
una tez de flores de cerezo
la última gota de sangre
los desiertos reales
los mares imaginarios
no pueden compararse a esta magnolia


(de Nuevos poemas 1977-1981, Antología personal, Buenos Aires, CEAL, 1983)



TODO EL VIENTO DEL MUNDO


No he de volver al aire. Caminos. Caminos del libre odio, sombras, torpezas que rescatas en la espiral. Serpiente del lanzamiento. Odio, razón de vida, vino del sueño del sueño vidente, cosecha entre las rocas. No he de volver al aire. Condena, sospechas, abolición del hermano, cuerpo renegado de un pan sin justicia, cielo negro, tronco hostil, heridas del alba, floración lenta del rechazo.

No he de volver a la playa secreta ni cosecharé en la noche los frutos ocultos. Caminos del delirio mudo. Separación. Golpes en la muralla. Ilusión taciturna de la palabra-calle de la furia. Allí mismo, flor de la guerra, destrucción del valle, lógica del poder. Tierra de nadie, aridez del rechazo propio. Rechazo de los otros, sangre del desamor. Dominio del cuidado. Estrategia del desprecio. Libre serpiente, sembradora de la renuncia y la negación.


Nadie se consuela, nadie se compadece en las arenas del desprecio. Los días no colman ninguna ternura. Con los ojos abiertos, con la memoria vacía, asistimos a la fiesta de la destrucción. Ni ellos ni yo. No será parea nadie la patria verdadera. No serán para nadie las linternas y la confianza. Reino de la traición, sin dudas ni dioses. Juegos del odio, milagro de la crueldad.

Pero el viento prosigue, más allá de la humillación y la alegría, cantando la transformación de los colores, igualando el desprecio con la esperanza, el cuidado con la inocencia. El rechazo, al quedar solo, se hace habitable. Se establece, habla sin declamación ni cálculo.


Es mi propiedad en la arena. Es una voz al borde de la destrucción. La negación que hace un hombre, todos, más allá del cuidado. Va a nacer del asco un rostro.

Los ojos abiertos mirarán por fin.

Alguien es finalmente para sí mismo, para los otros. La catedral del desprecio abre sus ventanas. La libre serpiente llama, descubre. No hay caídas ni impaciencias en esta luna fría. No hay temor en las fronteras del bosque. El reflejo cede ante el agua de la fuente.

Un nombre. Una lucidez fraternal. Un nacimiento. El mundo llega a ser un tú. Canto. Luz en la piedra fecundada. Nos reconocemos. Luminoso cielo oscuro. Sangre del desamor enamorada. Rostro del hermano. Admisión del sí mismo en el rechazo. Lentamente surge la compañía de los otros. Un camino. Nos volvemos viento. Todo el viento del mundo.


(de Antología personal, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1983)
Fuente: zoopat


El casamiento

falta poco para el casamiento
si fuera como antes no es que pretenda explicarlo no estoy contando nada un día cada uno sabe en estos días presentarse en estas horas como si fuese cada uno cada uno para toda la vida y saberlo te felicito ahora empieza de verdad empieza el sueño otro me vuelvo al sueño al uno del todo
de golpe gracias
porrón rastra compañía encontré lo que buscaba
cuesta un testón el viaje el día en que te conocí me
doy cuenta a mediodía hay un momento en que todo
está bien las calles el trompo bajo la lluvia
mucho más como tus manos como la siesta
el sol castiga tus rodillas el empedrado
cuesta un testón este viaje esta medusa
ida y vuelta
a orillas del mar una amatista un ciervo
un brasero a orillas del mar
un hilocarril y luego la puerta tallada el incensario
cuesta poco subir cuesta bienteveo
miró de nuevo la calle
miró el porrón vacío
todo está igual
como en tiempos de
con olor a desinfectante
a polvos de arroz
y azúcar quemada y canela
el casamiento
mis espaldas mi juventud
me voy en serio
hay pocas oportunidades para un hombre así
el coronel que no sabía
años pasaron el lenguaje de los dioses
¿por qué te casas conmigo?
caían lentamente cada uno en la vida secreta
esperas demasiado de la obediencia de un hacha
de un arpón
falta poco para el casamiento


Me doy cuenta



ahora que viví entre dos labios
ahora me doy cuenta que no es nada
que no es nada cantar cuando se han ido
que no es nada tanto ambiguo color tanta pereza
pisar mi ambigüedad mi gallo insomne
equivocar mi bandera y mi osamenta
ahora que viví oculto abajo
ahora me doy cuenta que no es nada
mirar hacia el fondo si ha quedado
la muerte al fin trajeada de ambrosía
ahora que viajé de noche solo
y subí de un salto a la colina
ahora me doy cuenta que no es nada
pensar que mañana o que pasado
me doy cuenta claramente que no es nada
que no es nada el desamparo y la volanta
que no es nada no haber visto
haber quedado en tanto imaginar y no haber sido
ahora me doy cuenta que no es nada
ahora que miré a mi hermano cara a cara
y le vi el perdón y la pobreza
me doy cuenta claramente que su avío
que su modal su lucha se despegue
anuncian por estanques y por cuartos y burbujas
la prenda venidera el duro filamento de ser hombre

Es infinita esta riqueza abandonada

esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro
cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas
distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza
abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha
extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos
islas remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de
todos de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza
abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas
vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas
veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío
no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza
abandonada.

Reconquista

1
esto lo digo por el flamenco y el polen
por el aire
por el viaje
que de tanto recorrer
y desandar
se me ha vuelto pan todo romero
2
si estoy o no estoy
(quimera verdad campana)
lo mismo da
para el mar y la araucaria
3
avanzan las sombras y las luces
poco a poco
en la bahía 
¿estoy despierto?
¿juego mal?
¿elijo bien la flor de mi destino?
todo es igual
victoria o exterminio
igual al fondo de la gruta

4
la casa la partida
el comején la duda
y engaño altar portón estría
nada importan al topo y al orante
5
florecer florecer
una y otra vez
en la tormenta
agridulce escozor
molienda diaria
todo sirve
6
en este salir entrar
en este incendio
ni esparto ni exorcismo
ni manantial
ni cuenca taza
ni escafandra:
sin auxilios
nada más que el rumbo cierto
7
¿pero en qué ribera
hachón
o salamandra
surgirá la fe o la pregunta?
8
¡qué difícil el rostro
el ademán
la altura!
¡oh qué bueno es estar
de verdad
en todo instante
conservar el bastón en la borrasca
aventar la duda
la señal aciaga
madurar
cobijar la adormidera
inocencia y vigilia en una mano!
9
volver
entonces volver
al sueño
al mediodía
y dejar que convivan los jazmines
con los ojos de buey y los lagartos
10
dejar que un rostro oval
un piano
la sentina
surjan de improviso
en la negra muralla embanderada
11
esto veo lentamente
reconozco el monte y el camino


Al Conde de Lautremont

al que ha dejado abierta la mirada de seda del pulpo
el ojo saliente del sapo y el higo comedor de asnos
al que fue hasta el extremo de la sangre donde hierve la inocencia
y rescató la bujía del sueño y la cuerda tensa de la libertad
un cielo de cabellos mojados
una noche de alabastro
un buey rojo de alas batientes
un arriate de leña y carbón
una marsopa ocular
una ciudad resucitada
al que ha dejado abierta la herida del vampiro aullante
las garras y los órganos chupadores
los reinos flemáticos del viejo océano
las quijadas del tiburón y ls entrañas acuosas de la raya
un granero con todos los nombres del mundo a la luz de la luna
una caracola de inocencia
un encanto lúcido después de la fiebre
unas pupilas de sol naciente
un golpe de tambor al extremo del punzante azul
al que ha dejado abierta la larga cicatriz sulfurosa
la boca cuadrada de baba oscilante
la lámpara sumergida con alas de ángel
el vientre de la araña de donde emergen dos adolescentes vestidos de azul
un estallido de naipes
un lecho de ondas claras en todas direcciones
un puerto sin solapas para abordar ensueños
un alfabeto de puertas
una llama de ojos azules
al que ha dejado abierta la esperanza vencida renaciente
la sorda ciénaga la inmensa esquimosis sobre el cuerpo de la tierra
y la crueldad recorriendo como un cometa aterrador
el espacio sanguinolento
un trompo ardiente que flota en el lago a medianoche
un domador que avanza con su ojo de humo
un rosario de espejismos en una cajafuerte
un verano sin fronteras que aniquila a los guardianes
la tea de los jueves que abre todas las puertas
al que sostuvieron los vientos los arrebatos de cólera y las enfermedades del orgullo
la gota de esperma y la gota de sangre
que corren lentamente a lo largo de las secas arrugas
y el pedestal de gigantes acuáticos en el vientre vacío
un cielo en pie que almacena nuestras memorias
el amor oculto a la vera del camino
un atardecer un rastro de plumas y de hocicos
una infancia rescatada liberada extendida como una risa un zumbido un arco una espuma
un fruto un cráter un nido una aurora una rama en la constelación de nuestro sueño
porque al fin
la eternidad que brama como un mar
distante se aproxima a grandes pasos


AMIGA QUE DESCUBRES QUE REBELAS

amiga que descubres que revelas
entre las ramas y la caída brusca del sueño
y el diurno ascenso y el remolino
y los derrumbes y los rastros y todo el sabor y la marea
amiga que llegas y nombras
y conoces el sol y la penumbra
y el ojo del éxtasis y el radiante sapo
amiga tierra
inocente despierta
en el fin del mundo
me acerco a tu flor carnívora
y al bosque y a la lluvia
al espíritu santo
y a la empañada cúpula de vidrio
púrpura de agonía de la victoria temblorosa
descubridora perdiz de hielo ardiente ausencia
eternamente voz y cebra y rosa y nácar
y zapallo y espuma y crujido de grillos entre el pasto
para decir toda tu llama
el reino de tus celdas transparentes
no basta mi amor ni mi palabra
ni las puertas
ni el sonido de unos tallos azules
quizá mi esperanza alguna taza o el ramaje del día


Decisión


partiremos la hogaza del abandono y la esperanza
para volver al acero al viejo abeto la avenida
para avanzar en el fulgor velado
porque no podemos ser ajenos a la estrella que nos une
no podemos abandonar el camino que nos marca
   esa estrella
temer la batalla
seducidos por el engañoso estanque
por su falsa efímera comodidad
porque no compensa esa soledad cualquiera
el rico ahora de dos amantes reencontrados
somos nosotros y juntos quemaremos la lejana ruina
y unir nuestras bocas y cuerpos y frutos
de nuestros soles propios
de nuestras banderas silencios espumas bendecidas
nuestro amor es el único azar posible
el solo camino despierto
el único sueño que nos devora y alimenta
que nos da nombre y nos da impulso
para vencer el repecho
y vivir juntos
convencidos por fin del canto que nos guía
decididos en la esperanza en el cielo y la rosa
decididos
mi amor
decididos

 Poema


cuando llegas
a la hora precisa
algo se despierta

es la hora de tu piel
de tu mediodía
el sol sigue su camino

los niños se agolpan
en los puntos cardinales
tu voz
tu puño vuelve a aclararse

dios mío
deja que por una vez sola
mi palabra ruede a la luz del día

todo es inmortal
ahora
y al viajero que llega
fatigado y tarde
le es permitido callar su nombre
comprendemos
le dicen
puedes sentarte a nuestra mesa

tanta libertad
tanta ardida mudanza
no ha sido en vano
los ojos se vuelven
a la mañana del sueño
han visto lo suficiente
en la calle
entre las sombras
en el aire
en el grito
en el pecado y la salud
han conquistado su alegría


   Ni razón ni palabra


cada noche los sueños inmolan tu pena y tu culpa
de frente al olvido
a la pregunta y la canción inexcusable

es necesario empaparse herirse hundirse
buscar el estallido hasta decir: perdón no soy el mismo
pero el fuego desgrana tus razones de tierra
debes perder la luz plena
los motivos de la victoria
agrio pesado cruel
la ciudad te vuelca te vacía
corazón vacío
miseria burbujeante

no es preciso razón ni palabra
para este airado hogar
que nadie después sume su nieve o su festejo
despierto queda allí en su momento
en cambio y permanencia
en nube recia
en la libre mano
y el cabalgar del sueño


   Cuando el aire


cuando el aire se puebla estoy presente
canta la puerta el fuego la esperanza
conoces tu nombre y la sangre de su sueño
la tierra donde amanece el día
cuando la luz llega canta mi silencio


es suficiente el lejano retumbar del trueno
la verde falda de la montaña
y este momento ayer mañana
es suficiente
confiar esperar
estar despierto


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