(16 de septiembre de 1883, Endon, Reino Unido - 28 de septiembre de 1917, Oostduinkerke, Koksijde, Bélgica)
Otoño
Una pizca de
frío en la noche otoñal;
yo iba
caminando
y vi la luna
rojiza inclinarse sobre un seto
como el rostro
rubicundo de un granjero.
No me detuve
para hablar, pero asentí con la cabeza,
y alrededor
melancólicas estrellas
con el rostro
blanco como niños de ciudad.
Imágenes
Yazgo solo en
el pequeño valle, en el calor del mediodía,
en el reino de
sonidos amortiguados.
El aire
caliente susurra con lascivia.
Los signos de
las alondras como el sonido de distantes
inalcanzables
arroyos.
El ocaso
Una corifeo,
codiciosa de aplausos,
poco dispuesta
a abandonar la escena,
en una última
diablura alza un dedo del pie,
despliega una
lencería escarlata de nubes púrpuras
a pesar de los
murmullos hostiles en la sillería.
SOBRE EL MUELLE
Sobre el
silencioso muelle a medianoche,
enredada entre
los altos cabos del mástil,
cuelga la luna.
Lo que parecía estar tan lejos
no es más que
un globo, olvidado por un niño después del juego.
EL POETA
Sobre una mesa
amplia, lisa, se recostaba extático,
en un sueño.
Había vivido en
los bosques, y hablado y caminado con los árboles.
Había dejado el
mundo
y de regreso
trajo esferas y pétreas imágenes
de coloridas
gemas, duras y definidas.
Con ellas
jugaba, en un sueño,
sobre la mesa
lisa.
EL DIQUE
(Fantasía de un
caballero rendido en una fría, amarga noche)
Hace tiempo, en
finuras de violín hallaba el éxtasis,
en un brillo de
tacones dorados sobre el duro pavimento.
Ahora veo
que la calidez
es la materia misma de la poesía.
Oh, Dios,
empequeñece
la vieja manta
del cielo, carcomida por estrellas,
para poder arroparme
con ella y descansar en paz.
EL MALECÓN
(La fantasía de
un caballero venido a menos,
en una noche
amarga y fría)
Alguna vez en
el vuelo de violas
éxtasis
encontré
y en el
destello de dorados tacones
sobre el
adoquinado.
Ahora veo que
tibieza es substancia de poesía.
Oh, Dios,
empequeñece
la vieja manta
de los cielos
carcomida de
estrellas,
para volverme
en ella
y tenderme a
mis anchas.
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