CASCADA DE COPA
Escribid mi nombre en el libro de la noche
Donde yo anuncio la venida de un océano más negro
A la caída de los pájaros que han perdido sus alas
Sobre los follajes en que sangra el sol
Es preciso saber sonreír a cualquier precio
Ser el paseante de un bosque de árboles negros y
blancos.
Las araucarias puede servirnos de puentes levadizos
O de lo contrario todo estaría perdido
Al borde de un espejo sin fondo
Donde un gran pájaro de nieve imita las cascadas
Decidme
Dónde hay una reina que devore el corazón del
prisionero
Decidme
Cuántos ángeles pueden nadar en una gota de agua
LAS DEGOLLABLES
Bellas a un aire de nadar
Se desnudan visten ropajes propios
Y sobre sus cuerpos presumen la clave
Del encanto de las chacales
Del tigre de la ronda
Mejor vestidas que jamás errantes sanguinarias
Aquí están consumiendo varillas de leche
Sorteando sus partes de azar
Entregan sus peinados a la silla maldita
Las chacales tatuadas con armiño
Son éstas panteras del orgullo henchidas de virtud
Con un cuerpo por roja rosa de la ronda
Evaporada sobre sus bocas todas semejantes
A la risa de la boa que encantan
Más puras están ebrias fascinadas envenenadas
Lobas obsesivas en el tratado de sus detalles mágicos
Liberáis por avaricia los enigmas favorables
Vuestros cuellos semejantes al hastío de las cascadas
Vuestros cuerpos semejantes a la pereza
Libres ya de ligaduras crean un pacto de dicha
Así con marcas de amor las adorables de las horcas
Viven de un cielo prestado a la ciudad perdida
Y como arrogantes vestiduras en los más crueles
paisajes
Los pájaros son su ropaje de Medusas
Cantan a la llegada sobre la costa de granito
Sueñan cuándo vendrá el gran día
Hollad las rocas bellas gavilanes
JEAN ARTHUR RIMBAUD O LA SUITE NEGRA
El, que jamás ha osado poner precio a sus sueños,
Vio a los centinelas escupir los más espléndidos
tapices
A ellos, los mismos que un día negaron las uvas del
delirio.
El Festín de las Gracias lo había maldecido.
Bebía un licor extraído de todos los pantanos.
Donde la más bella aventura se perdía en sus propios
misterios.
Mientras los aldeanos le veían salir de Les Ardens.
¡A dónde iba cuando en los graneros ardían los mitos
del silencio?
¿Hacía qué radas de desventura en qué oscuros caballos
de espuma lloraba a orillas del mar?
Ángel por demonio su ensueño se ha saciado.
Con los heliotropos mea las estrellas
Cuando las Furias le soplaban las orejas
Y su cabeza de fauno ardía por las hidras
Por el ángel que afeitan vive siempre sentado
Prófugo de sí mismo quienes le adoraban eran los
malditos
Los que pedían sus visiones a un Leviatán de los
paraísos infernales.
Ellos han besado sus manos igualmente lamidas por
larvas en desorden.
Ellos amaban al infante prodigioso.
Alquimista de vocales hechicero castigado despierta.
Rompe las llaves mágicas que guardaban su clave
Y contra toda piedad arroja el mismo hastío.
Tomado de:
http://sol-negro.blogspot.com/2008/03/cinco-poemas-de-carlos-de-rokha.html
***
Este es el vino,
ésta su amapola de delirio y ésta
su cruel paloma que en mi sangre vive
como una isla en un espejo oscuro.
Es entonces que vuelve ese morado vuelo
a cubrirnos las sienes de un juego alucinado.
Ahora estalla el rubí que lo aprisiona
y de su centro de callada esfera
una inmortal abeja asciende en torno. (…)
Tomado de:
https://www.instantedevinos.com/blog/2018/05/el-vino-segun-carlos-de-rokha/
“Transito solo”
Quiero decir que grito y me sale un sollozo.
Me sale un corcel muerto por la espiga
y por las estrella me abundan dinosaurios.
Me da miedo la lluvia cuando pienso
que habré de entrar desnudo entre sus arcos.
Me duele el abedul de hoja egipcia
y el grito de mi mar por ser espuma.
Me duele tanto todo y siempre digo
que he de volver, pero me acalla un eco.
Quiero decir que grito y me sale un sollozo.
en Memorial y llaves, 1961
Tomado de:
https://descontexto.blogspot.com/2010/03/transito-solo-de-carlos-de-rokha.html
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