Entre armas, guerra, fuego, ira y furores
Entre armas, guerra, fuego, ira y furores,
que al soberbio francés tienen opreso,
cuando el aire es más turbio y más espeso,
allí me aprieta el fiero ardor de amores.
Miro el cielo, los árboles, las flores,
y en ellos hallo mi dolor expreso,
que en el tiempo más frío y más avieso
nacen y reverdecen mis temores.
Digo llorando: «¡Oh dulce primavera,
cuándo será que a mi esperanza vea
ver de prestar al alma algún sosiego!»
Mas temo que mi fin mi suerte fiera
tan lejos de mi bien quiere que sea,
entre guerra y furor, ira, armas, fuego.
Pincel divino, venturosa mano
Pincel divino, venturosa mano,
perfecta habilidad única y rara;
concepto altivo do la envidia avara
si te piensa enmendar, presume en vano.
Delicado matiz que el ser humano
nos muestra cual el cielo lo mostrara;
beldad cuya beldad se ve tan clara
que al ojo engaña el arte soberano.
Artífice ingenioso, ¿qué sentiste
cuando tan cuerdamente contemplabas
el subjeto que muestran tus colores?
Dime, si como yo la vi, la viste,
el pincel y la tabla en que pintabas,
y tú, ¿cómo no ardéis, cual yo, de amores?
Ponzoña que se bebe por los ojos
Ponzoña que se bebe por los ojos,
dura prisión, sabrosa al pensamiento,
lazo de oro crüel, dulce tormento,
confusión de locuras y de antojos;
bellas flores mezcladas con abrojos,
manjar que al corazón trae hambriento,
daño que siempre huye el escarmiento,
minero de placer lleno de enojos;
esperanzas inciertas, engañosas,
tesoro que entre el sueño se parece,
bien que no tiene en sí más que la sombra;
inútiles riquezas trabajosas,
puerto que no se halla aunque parece;
son efectos de aquel que Amor se nombra.
Horas alegres que pasáis volando
Horas alegres que pasáis volando
porque a vueltas del bien mayor mal sienta;
sabrosa noche que en tan dulce afrenta
el triste despedir me vas mostrando;
importuno reloj, que apresurando
tu curso, mi dolor me representa;
estrellas con quien nunca tuve cuenta,
que mi partida vais acelerando;
gallo que mi pesar has denunciado;
lucero que mi luz va obscureciendo;
y tú, mal sosegada y moza aurora;
si en vos cabe dolor de mi cuidado,
id poco a poco el paso deteniendo,
si no puede ser más, siquiera un hora.
Ay, sabrosa ilusión
¡Ay, sabrosa ilusión, sueño süave!,
¿quién te ha enviado a mí? ¿Cómo veniste?
¿Por dónde entraste el alma o qué le diste
a mi secreto por guardar la llave?
¿Quién pudo a mi dolor fiero, tan grave,
el remedio poner que tú pusiste?
Si el ramo tincto en Lete en mí esparciste,
ten la mano al velar que no se acabe.
Bien conozco que duermo y que me engaño,
mientra envuelto en un bien falso, dudoso,
manifiesto mi mal se muestra cierto.
Pero, pues excusar no puedo un daño,
hazme sentir, ¡oh sueño pïadoso!,
antes durmiendo el bien, que el mal despierto.
Ojos claros, serenos
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.
Tomado de:
https://www.isliada.org/poetas/gutierre-de-cetina/
MADRIGAL
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué si me miráis miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.
SONETO
Horas alegres que pasáis volando,
porque a vueltas del bien, mayor mal sienta;
sabrosa noche que, en tan dulce afrenta,
el triste despedirme me vas mostrando;
importuno reloj que, apresurando
tu curso, mi dolor arrepresenta;
estrellas (con quien nunca tuve cuenta)
que mi partida vais acelerando;
gallo que mi pesar has denunciado,
lucero que mi luz va oscureciendo,
y tú, mal sosegada y moza aurora:
si en vos cabe dolor de mi cuidado,
id poco a poco el paso deteniendo,
si no puede ser más, siquiera un hora.
Tomado de:
http://www.prometeodigital.org/SIEMPRE_CETINA.htm
Como Garza Real
Como garza real, alta en el cielo,
entre halcones puesta y rodeada,
que siendo de los unos remontada,
de los otros seguirse deja el vuelo,
viendo su muerte acá bajo en el suelo
por oculta virtud manifestada,
no tan presto será de él aquejada
que a voces mostrará su desconsuelo,
las pasadas locuras, los ardores
que por otras sentí, fueron, señora,
para me levantar remontadores;
pero viéndoos a vos, mi matadora,
el alma dio señal en sus temores
de la muerte que paso a cada hora.
Al Monte Donde Fue Cartago
Excelso monte do el romano estrago
eterna mostrará vuestra memoria;
soberbios edificios do la gloria
aún resplandece de la gran Cartago;
desierta playa, que apacible lago
lleno fuiste de triunfos y victoria;
despedazados mármoles, historia
en quien se ve cuál es del mundo el pago;
arcos, anfiteatros, baños, templo,
que fuistes edificios celebrados
y agora apenas vemos las señales;
gran remedio a mi mal es vuestro ejemplo:
que si del tiempo fuistes derribados,
el tiempo derribar podrá mis males.
Tomado de:
https://www.poemasde.net/poesia/gutierre-de-cetina/
No mirÉis mÁs
No miréis más, señora,
con tan grande atención esa figura,
no os mate vuestra propia hermosura.
Huid, dama, la prueba
de lo que puede en vos la beldad vuestra.
Y no haga la muestra
venganza de mi mal piadosa y nueva.
El triste caso os mueva
del mozo convertido entre las flores
en flor, muerto de amor de sus amores.
De la incierta salud desconfiado...
De la incierta salud desconfiado,
mirando cómo va turbio y furioso
Betis corriendo al mar, dijo lloroso
Vandalio, del vivir desesperado:
"Recibe, ¡oh caro padre!, este cansado
cuerpo de un hijo tuyo, deseoso
de hallar en tus ondas el reposo
que negó la fortuna a mi cuidado.
Haz, padre, que estos árboles que oyendo
la causa de mi muerte están atentos,
la recuenten después de esta manera:
'Aquí yace un pastor que amó viviendo;
murió entregado a Amor con pensamientos
tan altos, que aun muriendo, amar espera'".
Si el justo desear, padre silvano...
Si el justo desear, padre Silvano,
jamás pudo moverte entre pastores,
si del rabioso mal de los amores
el corazón salvaje has hecho humano,
ruega al numen celeste que la mano
de su piedad extienda a los clamores
que Dórida le hace, en los ardores
de una fiebre crüel, llorando en vano.
Si alcanzo de los dos tanta ventura,
vuestra gloria será más verdadera,
y más para sufrir mi desventura.
Y cuando lo contrario el hado quiera,
no perezca, señor, tal hermosura:
menor mal es que yo en su lugar muera.
Como al pastor que en la ardiente hora estiva...
"Como al pastor que en la ardiente hora
estiva
la verde sombra, el fresco aire agrada,
y como a la sedienta su manada
alegra alguna fuente de agua viva,
así a mi árbol do se note o escriba
mi nombre en la corteza delicada
alegra, y ruego a Amor que sea guardada
la planta porque el nombre eterno viva.
Ni menos se deshace el hielo mío,
Vandalio, ante tu ardor, cual suele nieve
a la esfera del sol ser derretida."
Así decía Dórida en el río
mirando su beldad, y el viento leve
llevó la voz que apenas fue entendida.
Fuego queme mi carne y por encienso...
"Fuego queme mi carne y por encienso
baje el humo a las almas del infierno;
pase la mía aquel olvido eterno
de Lete porque pierda el bien que pienso;
el fiero ardor que hora me abrasa intenso
ni melle corazón ni haga tierno;
niégueme pïedad, favor, gobierno
el mundo, Amor y el sumo Dios inmenso;
mi vivir sea enojoso y trabajado,
en estrecha prisión dura y forzosa,
siempre de libertad desesperado,
si viviendo no espero ya ver cosa
-dijo Vandalio, y con verdad jurado-,
que sea cual tú, Amarílida, hermosa."
Mientra el fiero león...
Mientra el fiero león, fogoso, ardiente,
con furioso calor nos mueve guerra,
mientra la madre de Aristeo atierra
los árboles, las plantas, la simiente,
entre altos montes de soberbia gente,
que al helvecio feroz el paso cierra,
me hallo en otra clima, en otra tierra
de la mi cara patria diferente.
Allá Febo no tiene hora reparo;
acá muestra mudar orden el cielo,
y con helada nieve nos castiga.
Entre estas diferencias se ve claro
cuál es mi mal, pues ardo en medio el hielo
y en el fuego se hiela mi enemiga.
Tomado de:
http://www.poetaspoemas.com/gutierre-de-cetina
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