SIN AMOR
Vivir sin amor
Es como no tener a donde ir
En ningún lugar
Encontrar casa o mundo
Es contemplar el no-suceder
El lugar donde todo ya no es
Donde todo se transforma
En el recinto
De donde todo cambió
Sin amor caminamos errantes
De nosotros mismos, desconocidos
Descubrimos que nunca se tiene a nadie
Más allá de nosotros mismos
Y ni eso se tiene
Tomado de:
http://www.laraizinvertida.com/detalle.php?Id=2090
Esta noche morirás
Esta noche morirás.
Cuando la luna llegue a tocar mi rostro,
habrás salido de mi cama
y el que busque la marca de tus pasos
encontrará ortigas creciendo
sobre tu nombre.
Esta noche morirás.
Cuando la luna llegue a tocar mi rostro,
habrás dejado mi cama
y una gota de sangre seca
es la marca de tus pasos.
En el corazón del tiempo hay una maquinaria intrínseca
y en la casa del tiempo la hora es un adorno.
Cuando la luna llega a tocar mi rostro, tu sombra
extinta marca
el final de un eclipse horario de una partida inminente
y el tiempo
borra tus huellas en mi nombre.
Constante.
Ese es el mar.
La luna llega a tocar mi cara y encuentra ortigas
creciendo
sobre tu nombre.
El mar es que moriste.
El mar va a ser de noche y ver la luna tocar mi cara
cuando te vayas
y las hojas ensangrentadas crezcan en mi cama.
La fiebre es una pira incomprensible como la aparición
de la luna
y la opacidad del mar.
En mi cama la luna tocará mi rostro y tu ausencia es un
prisma, un girasol en panoplia.
Ahora la luna llega despacio y el mar es el lecho que te
has
dejado, una infructuosidad mía buscando la huella de tus
pasos sobre mi rostro.
La noche es para que busque la huella de tus pasos.
Esta noche la luna tendrá un halo de flores concéntricas
de gotas de tu sangre y la sombra iridiscente de mi cama
es tu rostro inminente.
La luna es una flecha.
Te fuiste es el silencio en forma de lanza.
Esta noche me levantaré de mi cama y cuando la luna
llegue a
tocarme la cara aullaré como un lobo.
Clamaré por tu sangre extinta.
Desearé tu carne viva, tus miembros escasos,
tu lengua suelta.
Tu útero, luna.
Gritaré y enterraré mis uñas en tus ojos hasta que
el mar se abra y la luna pueda tocar mi rostro.
Esta noche me voy a arrancar un pelo y en tu ausencia hago
un péndulo para interrogar a la luna por que te queda y
la marca
Tus pasos son la razón mágica por la que la luna puede
salir de
noche y crecer ortigas en mi cama.
Y si encuentro la huella de tus pasos tamizaré
tu corazón con alfileres para que te hayas ido es la
razón
mágica por la que puedes morir tú mismo.
Cuando la luna viene en forma de lanza, perforará a un
pájaro
para leer en sus entrañas la dirección que dejaste y la
marca de
tus pasos consiste en los ojos abiertos de un pájaro
roto.
Ah, pero la luz de la luna es una pluma en mi cama y la
luna es el regazo de
tu muerte para que finalmente puedas tocar mi cara.
Ana Hatherly, en “Poesia 1958-1978”
Humildad
humildad
lo salvaje en letra pequeña
antídoto a
laberintos
telares
acecha
eclipsa
oh embargo
que cita
ese
constante capricho de
Ana Hatherly, en "improbabilidades de una
calculadora"
El poeta es un guardián
el poeta es un guardián
guarda la diferencia
mantiene la indiferencia
en lo incierto
mantiene la certeza de la voz
Ana Hatherly, en "Um Calculadora de
improbabilidades"
Príncipe
Prince:
Fue de noche cuando llamé a tu puerta
y en la oscuridad de tu casa viniste a abrir
y no me conocías.
Fue una noche
y mil
noches cuando llamo a tu puerta
y vienes a abrir
y no me reconoces
porque nunca llamo a tu puerta.
Sin embargo,
cuando llamé a tu puerta
y abriste,
tus ojos de repente
me vieron
por primera vez,
como siempre, a la vez, es la primera,
la última
vez que me acerco
y me ves.
Era de noche cuando llamé a tu puerta
y viniste a abrirla
y me viste
como un náufrago susurrando cualquier cosa
que nadie entendiera.
Pero era de noche
y entonces
supiste que era yo
y viniste a abrirte
en la oscuridad de tu casa.
Ah, era de noche
y de repente todo eran sólo
labios hinchados que
cubrían el cuerpo con remolinos flotantes
de palpitaciones temblorosas que revoloteaban por el
rostro.
Besé tus ojos por dentro
besé tus ojos pensé
besándote pensando
y estiré su mano sobre mis pensamientos
corrieron hacia ti lo
mío jamás logrado la
imposibilidad deseada
de solo ser capaz de pensar por ti misma.
Hay mil uno
las noches en que no llamo a tu puerta
y vienes a
abrirme Ana Hatherly, en "Una calculadora de
improbabilidad"
Tomado de:
https://www.citador.pt/poemas/a/ana-hatherly
Las palabras se acercan.
Las palabras se acercan:
sostienen y sueltan
son montañas de espuma
que se deshacen
en la arena del habla
Soltar los frenos
abrir claros con miedo
pausar en peligro
O no:
matar,
ahogar,
separar definitivamente
Amando mucho
nos quedamos sin palabras
Historia de la chica loca.
Buscaron por toda la casa, por toda la tierra,
Nadie la encontró.
Ella estaba en el techo
detrás de la chimenea.
Miré las estrellas y canté.
¡Estaba tan feliz y en paz!
Miré las estrellas y canté.
¡Dios mío, estás loco!
Lo tomaremos.
¡Estás tan
feliz!
Miré las estrellas y canté ...
Anna Hatherly, Un ritmo perdido
Poeta barroco.
Un poeta barroco dijo:
Las palabras son
los lenguajes de los ojos
¿Pero qué es un poema
que no sea
un telescopio del deseo
fijado por la lengua?
El vuelo sinuoso de los pájaros
Las altas olas del mar
La calma del viento:
Todo
Todo cabe en las palabras
Y el poeta que ve
Llorar lágrimas de tinta.
Yo te canto Ana Hatherly.
Te
canto para que existas definitivamente canto
tu nombre porque solo las cosas que se cantan
realmente son y solo el nombre pronunciado inicia
la magia actual
canto tu nombre como el hombre hizo
el fuego del roce de las piedras
canto tu nombre como invoca el brujo
la magia de la medicina
Canto tu nombre como una fiera aullante
de
cómo pequeños animales beben en arroyos después de que
las grandes bestias
te acorralan
y definitivamente existes en mis ojos
siempre abiertos porque siempre son mis ojos
los ojos del niño al que siempre estamos
frente inmensidad de tu espacio
Te canto
y mis ojos siempre abiertos son la pregunta
pendiente instantánea de mi interrogatorio
e interroga las cosas en tu ser nocturno
en tu ser oscuramente presente en tu claridad
oscura
Y como siempre
mis ojos siempre están abiertos para ti
símbolo de todo lo que se me escapa
como apretar el aire entre mis manos
y querer agarrarte
oh sustancia te
canto
con la fragilidad de todo lo que existe antes de
una eternidad demasiado nocturna para nuestros
ojos infantiles ante tu
futura antigüedad
Y nuestra voz es una pequeña ola en el fondo
de tu océano de materia
Un leve estremecimiento solo en el asombroso espesor
de tu éter
Ah en el aire es que todo pasa
en el aire de la noche de épocas olvidadas
que previamente desconheceremos
en el espacio es que todo pasa
y el espacio es una gran quietud
donde nuestros ojos penetran
en no saber que tan lejos
hay
más allá
del más allá donde todo pasa
(…)
Acorrala a
quien te gusta quien pronunció el esotérico Mantra tu
nombre
acorrala y llora
por el polvo que se filtra en todas las
cosas levantarte como plancton
Oh Madre
matriz de criaturas inferiores que se arrastran
a tus pies cubiertas de polvo
ese polvo que amenaza con sumergirnos a cada momento
Oh araña enorme tejiendo tu telaraña de polvo
Oh que desintegra todo y todo lo que construyes
Ah cómo lamemos tus manos duras
Oh que nos abofetee los ojos con tu sombra
Enorme
Oh
que dejas tanto espacio para el silencio
de los mil pétalos
de los mil brazos espléndidos en tu abandono
de los murmullos
de los trazos
sangre derramada sobre el mundo
Oh
¿por qué estás siempre tan apretando?
¿y estás siempre ausente
de tu constancia en todas las cosas?
(…)
Ana Hatherly
Poemas de Eros Frantic y Contemporary
una calculadora de improbabilidades
Quimera, 2001
Tomado de:
https://textosdepoesia.wordpress.com/category/ana-hatherly/
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