domingo, 7 de febrero de 2021

POEMAS DE ANA HATHERLY

(8 de mayo de 1929, Oporto / 5 de agosto de 2015, Lisboa, Portugal)


 

SIN AMOR

 

Vivir sin amor

Es como no tener a donde ir

En ningún lugar

Encontrar casa o mundo

 

Es contemplar el no-suceder

El lugar donde todo ya no es

Donde todo se transforma

En el recinto

De donde todo cambió

 

Sin amor caminamos errantes

De nosotros mismos, desconocidos

 

Descubrimos que nunca se tiene a nadie

Más allá de nosotros mismos

Y ni eso se tiene

Tomado de:

http://www.laraizinvertida.com/detalle.php?Id=2090


Esta noche morirás

Esta noche morirás.

Cuando la luna llegue a tocar mi rostro,

habrás salido de mi cama

y el que busque la marca de tus pasos

encontrará ortigas creciendo

sobre tu nombre.

Esta noche morirás.

Cuando la luna llegue a tocar mi rostro,

habrás dejado mi cama

y una gota de sangre seca

es la marca de tus pasos.

En el corazón del tiempo hay una maquinaria intrínseca

y en la casa del tiempo la hora es un adorno.

Cuando la luna llega a tocar mi rostro, tu sombra extinta marca

el final de un eclipse horario de una partida inminente y el tiempo

borra tus huellas en mi nombre.

Constante.

Ese es el mar.

La luna llega a tocar mi cara y encuentra ortigas creciendo

sobre tu nombre.

El mar es que moriste.

El mar va a ser de noche y ver la luna tocar mi cara cuando te vayas

y las hojas ensangrentadas crezcan en mi cama.

La fiebre es una pira incomprensible como la aparición de la luna

y la opacidad del mar.

En mi cama la luna tocará mi rostro y tu ausencia es un

prisma, un girasol en panoplia.

Ahora la luna llega despacio y el mar es el lecho que te has

dejado, una infructuosidad mía buscando la huella de tus

pasos sobre mi rostro.

La noche es para que busque la huella de tus pasos.

Esta noche la luna tendrá un halo de flores concéntricas

de gotas de tu sangre y la sombra iridiscente de mi cama

es tu rostro inminente.

La luna es una flecha.

Te fuiste es el silencio en forma de lanza.

Esta noche me levantaré de mi cama y cuando la luna llegue a

tocarme la cara aullaré como un lobo.

Clamaré por tu sangre extinta.

Desearé tu carne viva, tus miembros escasos,

tu lengua suelta.

Tu útero, luna.

Gritaré y enterraré mis uñas en tus ojos hasta que

el mar se abra y la luna pueda tocar mi rostro.

Esta noche me voy a arrancar un pelo y en tu ausencia hago

un péndulo para interrogar a la luna por que te queda y la marca

Tus pasos son la razón mágica por la que la luna puede salir de

noche y crecer ortigas en mi cama.

Y si encuentro la huella de tus pasos tamizaré

tu corazón con alfileres para que te hayas ido es la razón

mágica por la que puedes morir tú mismo.

Cuando la luna viene en forma de lanza, perforará a un pájaro

para leer en sus entrañas la dirección que dejaste y la marca de

tus pasos consiste en los ojos abiertos de un pájaro roto.

Ah, pero la luz de la luna es una pluma en mi cama y la luna es el regazo de

tu muerte para que finalmente puedas tocar mi cara.

 

Ana Hatherly, en “Poesia 1958-1978”

 

Humildad

humildad

lo salvaje en letra pequeña

       antídoto a laberintos

                                              telares

                                              acecha

                                              eclipsa

 

oh embargo

       que cita

       ese constante capricho de

 

Ana Hatherly, en "improbabilidades de una calculadora"

 

El poeta es un guardián

el poeta es un guardián

 

guarda la diferencia

mantiene la indiferencia

 

en lo incierto

mantiene la certeza de la voz

 

Ana Hatherly, en "Um Calculadora de improbabilidades"

 

Príncipe

Prince:

Fue de noche cuando llamé a tu puerta

y en la oscuridad de tu casa viniste a abrir

y no me conocías.

Fue una noche

y mil

noches cuando llamo a tu puerta

y vienes a abrir

y no me reconoces

porque nunca llamo a tu puerta.

Sin embargo,

cuando llamé a tu puerta

y abriste,

tus ojos de repente

me vieron

por primera vez,

como siempre, a la vez, es la primera,

la última

vez que me acerco

y me ves.

Era de noche cuando llamé a tu puerta

y viniste a abrirla

y me viste

como un náufrago susurrando cualquier cosa

que nadie entendiera.

Pero era de noche

y entonces

supiste que era yo

y viniste a abrirte

en la oscuridad de tu casa.

Ah, era de noche

y de repente todo eran sólo

labios hinchados que

cubrían el cuerpo con remolinos flotantes

de palpitaciones temblorosas que revoloteaban por el rostro.

Besé tus ojos por dentro

besé tus ojos pensé

besándote pensando

y estiré su mano sobre mis pensamientos

corrieron hacia ti lo

mío jamás logrado la

imposibilidad deseada

de solo ser capaz de pensar por ti misma.

 

Hay mil uno

las noches en que no llamo a tu puerta

y vienes a

 

abrirme Ana Hatherly, en "Una calculadora de improbabilidad"

Tomado de:

https://www.citador.pt/poemas/a/ana-hatherly

 

Las palabras se acercan.

 

Las palabras se acercan:

sostienen y sueltan

son montañas de espuma

que se deshacen

en la arena del habla

 

Soltar los frenos

abrir claros con miedo

pausar en peligro

 

O no:

matar,

ahogar,

separar definitivamente

 

Amando mucho

nos quedamos sin palabras

 

Historia de la chica loca.

 

 

Buscaron por toda la casa, por toda la tierra,

 

Nadie la encontró.

 

Ella estaba en el techo

detrás de la chimenea.

 

Miré las estrellas y canté.

 

¡Estaba tan feliz y en paz!

Miré las estrellas y canté.

 

 

 

¡Dios mío, estás loco!

 

Lo tomaremos.

 

¡Estás tan

feliz!

 

Miré las estrellas y canté ...

 

Anna Hatherly, Un ritmo perdido

 

Poeta barroco.

 

Un poeta barroco dijo:

Las palabras son

los lenguajes de los ojos

¿Pero qué es un poema

que no sea

un telescopio del deseo

fijado por la lengua?

El vuelo sinuoso de los pájaros

Las altas olas del mar

La calma del viento:

Todo

Todo cabe en las palabras

Y el poeta que ve

Llorar lágrimas de tinta.

 

Yo te canto Ana Hatherly.

 

Te

canto para que existas definitivamente canto

tu nombre porque solo las cosas que se cantan

realmente son y solo el nombre pronunciado inicia

la magia actual

canto tu nombre como el hombre hizo

el fuego del roce de las piedras

canto tu nombre como invoca el brujo

la magia de la medicina

Canto tu nombre como una fiera aullante

de

cómo pequeños animales beben en arroyos después de que

las grandes bestias

te acorralan

y definitivamente existes en mis ojos

siempre abiertos porque siempre son mis ojos

los ojos del niño al que siempre estamos

frente inmensidad de tu espacio

 

Te canto

y mis ojos siempre abiertos son la pregunta

pendiente instantánea de mi interrogatorio

 

e interroga las cosas en tu ser nocturno

en tu ser oscuramente presente en tu claridad

oscura

Y como siempre

mis ojos siempre están abiertos para ti

 

símbolo de todo lo que se me escapa

como apretar el aire entre mis manos

y querer agarrarte

 

oh sustancia te

canto

 

con la fragilidad de todo lo que existe antes de

una eternidad demasiado nocturna para nuestros

ojos infantiles ante tu

futura antigüedad

Y nuestra voz es una pequeña ola en el fondo

de tu océano de materia

Un leve estremecimiento solo en el asombroso espesor

de tu éter

Ah en el aire es que todo pasa

en el aire de la noche de épocas olvidadas

que previamente desconheceremos

en el espacio es que todo pasa

y el espacio es una gran quietud

donde nuestros ojos penetran

en no saber que tan lejos

hay

más allá

del más allá donde todo pasa

 

(…)

 

Acorrala a

quien te gusta quien pronunció el esotérico Mantra tu nombre

acorrala y llora

por el polvo que se filtra en todas las

cosas levantarte como plancton

Oh Madre

matriz de criaturas inferiores que se arrastran

a tus pies cubiertas de polvo

ese polvo que amenaza con sumergirnos a cada momento

Oh araña enorme tejiendo tu telaraña de polvo

Oh que desintegra todo y todo lo que construyes

Ah cómo lamemos tus manos duras

Oh que nos abofetee los ojos con tu sombra

Enorme

Oh

 

que dejas tanto espacio para el silencio

de los mil pétalos

de los mil brazos espléndidos en tu abandono

de los murmullos

de los trazos

sangre derramada sobre el mundo

Oh

¿por qué estás siempre tan apretando?

¿y estás siempre ausente

de tu constancia en todas las cosas?

 

 

 

(…)

 

Ana Hatherly

 

Poemas de Eros Frantic y Contemporary

una calculadora de improbabilidades

Quimera, 2001

Tomado de:

https://textosdepoesia.wordpress.com/category/ana-hatherly/

 

 

 

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