III
Hay en el maravillarse de vivir, en su estupor, como
una nada.
*
Nadie es sino por su exterior, no siendo uno consigo
mismo.
*
Alguna cosa nos domina. Sí, sin duda nos domina y
quiere aquí, y sin embargo nos ignora.
Que sin
nosotros no es, pero estando nosotros allá no es tampoco, ya no es. Que no nos
sabe allá, y sin embargo nos obliga...
*
Es aquello que no existe lo que nos confunde. ¿Por qué
si no existe? O es que sin embargo “sería”, de alguna manera, aquello que no
existe. O aún más, ¿es porque no existe que nos confunde? ¿Realmente por qué no
existe?
*
¿Qué es esto que parece agotarse por momentos, para
dejar paso a la calma que reina, que reina también por momentos?
*
Se piensa una cosa. Ella es extrema. Ella es verdadera.
Ella no es de hecho cierta al ser extrema. Se aleja. Respiramos.
*
El tiempo parece acechar la ocasión para precipitarse.
*
Todo tiende hacia ...Hacia que, nadie lo sabe, no
obstante tiende hacia...
*
Todo, el todo, no obedece más que a sí mismo, pero
obedece.
*
Aquello que nos oprime no tiene voz. No domina sino
callándose. No reina tal vez más que por su silencio.
*
Hay siempre alguna cosa, en algún lugar, que debe ser
apaciguada.
*
Todo aquello que arde tiene resplandor. Todo aquello
que resplandece también arde.
*
La hoja amarillenta ha perdido ya vigor en el árbol de
otoño… Pero es el sol, el oro del sol quien la seca y finalmente la hace caer.
*
Eso va o no va hacia su fin. Depende del momento.
*
Alguna cosa empuja a hacer y deshace al mismo tiempo
aquello que se hace por su impulso, en su aliento. Desea, parece, en un mismo
movimiento, que a aquello sea y se anule.
*
El árbol que alguien cortaba se derrumba pesadamente.
Se ha, como dicen, acostado, haciendo su lecho del follaje caído entre un gran
ruido —de su propio ser— derribado.
*
Se va de la vida hacia la muerte, y no a la inversa. Lo
invisible manda, y no al contrario.
*
¿Qué es aquello que habla en lo árido, en todos los
lugares sin belleza cuando habla?
*
¿Sufres? No, alguna cosa se desgarró en el tejido de
las cosas. Y esto sucede en ti.
*
Hay, en este mundo que es, en el seno de este mundo que
es, un mundo que no es. No es distinto de este mundo que es.
*
El fundamento de las cosas está en el fondo de las
cosas, en efecto. Su fondo más bajo, sumergido. No aquello que las sostiene,
sino aquello que quiebran con su peso, con su belleza. Ellas mismas no
descienden sino como ruina, no lo conocen sino derrumbándose.
*
Aquello que es amenaza tal vez lo que no es, tanto como
lo que no es amenaza lo que es.
*
Todo aquello que dura está en estado de pérdida.
*
Venida del sur, una tenue bruma de tormenta camina
sobre los prados, como un ser vivo.
*
Un punto de partida que no es nunca y continuamente
sino punto de partida, sin llegada. Un arranque que se consume.
*
El mundo circundante, en su totalidad y continuidad,
camina hacia su fin. Si uno tuviera sobre él la verdadera mirada; lo
suficientemente morosa o desde bastante alto, no se vería sino esta fatal
usura.
*
No hay sino un mundo: éste. Es la forma más desnuda del
sufrimiento.
*
El mundo no es admisible y soportable sino como mundo
creado. Es inadmisible también, insoportable, si no es un mundo creado.
*
Todo aquello que la vida ofrece, ella anula más de lo
que da. Se diría que ella no se confirma como vida, como vida que va, sino
anulándose.
*
Esto se desploma sin fin más de lo que dura. Esto se
hunde y se alimenta no osamos decir: se sostiene— de su durable hundimiento.
*
La historia no cambia nada en el mundo. Se agrega a lo
invisible.
*
La historia se hace con seres que no tienen nada que
ver con ella, pues son reales, cuando ella no es sino sueño.
Tiene
necesidad de ellos justamente porque son reales, para ser, por ellos que sufren
y mueren, ella que no es sino sueño.
*
Nada es alcanzado en la historia. Todo no está sino
indefinidamente a punto de serlo. El tiempo es el lugar del casi.
*
La historia continuamente retrocede. Se sirve de sí
misma en pasado. Tiene muy poco que ver con el presente, desprecia todo
presente.
*
En medio de las brazas una parte de una rama totalmente
consumida por el fuego; enteramente ella misma aún, en su forma. De un rojo
sombrío. Admirablemente en suplicio.
*
Si uno pudiera alcanzar la privación de todo sin sufrimiento,
¡Qué felicidad!
*
A veces, el mundo, un instante, sosiega al mundo.
*
Todo es real y todo es sueño. Al mismo tiempo.
IV
No somos sino palabras, pero a nosotros mismos algo nos
calla.
*
La gota no sabe que ella es gota porque está en el mar.
Pero, gota, ella tampoco sabe que es mar.
*
Aquello que no se alcanza, aquello que está fuera de
alcance, permanece fuera en efecto, desposeído tanto como nosotros que no
podemos alcanzar.
*
Dios no se calla. Simplemente no dice nada porque no
tiene la palabra. La palabra es sólo humana.
*
No hay templo en el jardín del paraíso, y la tumba está
vacía hasta la resurrección.
*
Hay un canto de aquello que se gasta, está herido,
declina o se va. Es probable que no haya canto más que ahí.
*
Todo ser abismado en la pena (en el dolor), por
mediocre que sea en la cotidianeidad, es entonces grande por abismado.
*
Es por la falta de lugar para detenerse que uno camina.
Por la falta de saber que uno piensa, habla, escribe. Por la ausencia de dios
que uno es santo.
*
El silencio y la paz ¿No serían sino el reverso de
aquello de que la muerte es el derecho?
*
Dios no existe como existe el mundo… Sin duda. ¿Pero
entonces cómo existe el mundo?
*
El viento nocturno estremeciendo las hojas es otra cosa
que el viento. Como —agua de la noche.
*
Uno no sabe que ha nacido, como no sabe que ha muerto.
¿Y qué se puede realmente del intermedio?
*
Lo que amamos en la verdad, no es la verdad, es que
ella sea la verdad.
*
El olvido envuelve y recoge lo olvidado con más
seguridad que la memoria.
*
“La nada no puede ser…”. Pero aquello que no puede ser,
simplemente no puede ser, no tiene este mortal “Poder”.
*
El agua no se encuentra con el agua sin mezclarse, el
agua no encuentra el agua sino para mezclarse.
Al viento le
falta aire, el agua tiene sed.
*
El ser no es un bien deseable. (Dios no tiene ser). Es
por esto que es Dios. Sin ser.
*
¿Mi nada de antes de nacer sería una nada? ¿Y mi nada
después de la muerte será otra? ¿La misma u otra?
*
No podemos saber, ni siquiera imaginar el puro
comienzo. No tenemos conciencia, confusamente pero con fuerza, que del fin.
*
Se sentía llevado a reflexionar, en un movimiento
profundo del ser, en aquellos que ya no son, precisamente como ya no siendo, no
como habiendo sido. Los muertos piden otra forma de memoria: Memoria inversa,
que se refiera a ellos no como habiendo sido, sino como no siendo ya. Que los
reúna de otra manera. Como no siendo.
*
¿Hacia dónde ocurre la caída infinita? ¿Hacia arriba o
hacia abajo?
*
Cuando el abismo no tiene fin uno no sabe que cae.
*
Los muertos no saben de la muerte —como los vivos que
somos no sabemos de la vida, siendo únicamente vivos.
*
Todas las derrotas se pierden en la muerte y se
olvidan. Las victorias no.
*
El alma subsiste después de la muerte, pero ya no vive.
Es su placer, aquello que esperaba.
*
En todo aquello que se va, la salud, los bienes, la
vida, cuando se va, alguna cosa viene.
*
La desgracia hace visible el doloroso invisible.
*
Uno busca algo para reconfortar el pobre corazón. Se
busca ávidamente. Y se encuentra. Misericordiosamente se encuentra.
*
Lo último no puede concebirse sin horror. Más vale que
no haya nada último.
*
Muchas de las cosas que digo me vienen de un allá
desconocido y, por mi parte, lo deposito en aquello que no es humano.
*
El paraíso se perdió. Pero no, tal vez, aquello que le
precedió.
*
No hay que apoyarse en dios. Dios no está
verdaderamente para nada. Para nada.
*
¿A quién sirves? No lo sé. Pero a un dueño, sí. Sin
rostro, mudo.
*
La idea que salva no se comunica, si se comunica ya no
es la idea que salva.
*
Sí, todo es vano, pero ¿por qué tanto ardor para
decirlo?
*
Si yo pudiera enseñarles algo sería que no tendría nada
o casi nada para enseñar. Si pudiera convenceros, sería que no han ustedes
comprendido. No puedo sino ganármelos.
*
Cada uno de nosotros es una sima, en la que no se cae.
*
En la noche a punto de llegar, el cerezo en flor,
inmóvil, irreal, pálido vigilante.
*
No me escuchen más, sino en la medida que escuchan a
veces la lluvia, el viento.
Tomado de:
Requiem - Poema
(extractos)
Mientras pueda regresar, no ha hecho realmente el
viaje.
Si todo es un sueño, también lo es la muerte. A menos
que ella sea el despertador.
Quizás no estemos realmente más muertos, en la muerte, de
lo que estamos, en la vida, realmente vivos.
Tenemos que borrar la vida de vez en cuando.
Por eso hay noche, sueño.
La vida transcurre lentamente, en el árbol otoñal.
Vida feliz, lánguida y pacífica.
Preparándose para el sueño prolongado.
Cuando la muerte obra, ¿es en el ser o en la nada?
El cuerpo necesita descansar.
Deja que la mente descanse.
Y el corazon.
Deja que el amor descanse.
Muerte: el último y supremo cansancio, insuperable,
insuperable.
Cuando llegue la muerte, no tendremos que pensar más en
eso, para que sea la muerte.
Tendremos que dejar de pensar.
Aún vivo ...
Feliz temblando en este "quietud".
Pero de hecho solo vivo quieto.
¿Sigue vivo?
En la muerte descansaré en mí, descansaré solo en mí.
Por eso es importante, tan pronto como esté vivo, ser
su propio descanso.
Es la salida de este mundo que se desgarra, agonía.
La entrada a la nada solo puede ser discreta y suave.
¿Quizás la muerte es inconsolable para ser muerte?
Nadie podrá decir nunca si la vida o la muerte tiene la
última palabra.
¿Quizás ninguno de ellos lo tiene?
En el momento de la muerte, la vida no es más que lo
que es: poco peso.
Entre la rosa y tú, está el vacío de la rosa y de ti.
Empujadas por el viento lejos del árbol, las hojas de
arce caídas se vuelven más atrevidas hacia la puerta.
Algunos incluso entran a la casa, visitantes
humillados.
Las raíces son el árbol al revés, de noche.
Tomado de:
https://www.wikipoemes.com/poemes/roger-munier/index.php
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