MÁSCARAS
He aquí que existimos en el límite de la mentira
que nuestra vida es impalpable
que estas personas representadas pertenecen
a un dueño de otro orden.
Cumplimos cabalmente en escena
ante el gran público. Así recreamos bajo los astros
y acudimos a una cita en los vientos
saliendo al paso de nuestras fiestas.
Nuestro corazón está prestado a otros personajes,
murmuramos un sueño y nuestros labios no son
responsables,
somos bellos o nobles según las circunstancias.
Nos asalta un delirio azaroso
y caemos en los escenarios bajo una voluntad extraña.
Y no tenemos vida,
pues andamos sobre ruedas en un país desconocido
cuyas flores nos interesan de manera frívola
y cuyas mujeres nos aman en alcobas de falsedad.
Producimos un fuego y su corazón azul
crepita con más fuerza que el nuestro
en tanto arden los leños a la manera de sangre.
Nos permitimos ser extraños. Falsos.
Llevar una emoción no sincera.
Mientras andamos, desterrados de nuestro cuerpo
en un interminable paseo.
del
libro El Reino (1958)
PAJARITO QUE VENÍS TAN CANSADO
Pajarito que venís tan cansado
y que te arrecostás en la piedra a beber
Decime. ¿No sos Polimnia?
Toda la tarde estuvo mirándome desde No sé dónde
Toda la tarde
Y ahora que te veo caigo en cuenta
Venís a consolarme
Vos que siempre estuviste para consolar
Te figurás ahora un pájaro
Ah pájaro esponjadito
Mansamente en la piedra y por la yerbita te acercás
— “Yo soy Polimnia”
Y con razón que una luz de resucitados ha caído aquí
mismo
Polimnia riéndote
Polimnia echándome la bendición
—Corazón purísimo,
Pajarito que llegas del cielo
Figuración de un alma
Ya quisiera yo meterte aquí en el pecho
darte de comer
Meterte aquí en el pecho
Y que te quedaras allí
lo más del corazón.
del
libro Adiós Escuque (1974)
Tomado de:
https://vomiteunconejito.wordpress.com/2020/01/14/poemas-de-ramon-palomares/
CUANDO EL VENADO Y EL TIGRE DE MAR...
Podrida la tierra
con esos fieros y terribles del mar.
Achicaron los hombres volviéndolos
un pasto.
¡Ya no hay camino que no pasen!
Llegó el día de meter los críos y las mujeres en la
niebla.
Todos los hombres bajarán
Por uno y otro lado
Por las alturas y la tierra
Entre los ríos
sobre piedras y espumas
Como puntos de lluvia
y piedras
Como cabellos de mujer
y monte
y más que hormigas
bajarán
Anequemocane y Macuto
y Paisana
y Mamo y Paramaconi y Tiuna
y Tamanaco
y Conopoima y Terepaima y Chicuramay
y Sorocaima y Aramaipuro
-Pide a tuds dioses, invasor.
Limpia muy bien tus armas!
Qué día
Qué fuego
Cuando se unieron la neblina y las olas
Cuando el venado y el tigre de mar
Se hicieron a la guerra!
QUE TIEMBLEN LAS CULEBRAS ENEMIGAS
Ahora comenzará a temblar la tierra
a quejarse el monte
a revolverse el agua
¡Nunca vieron tanta fuerza regada!
Nadie juntó los hombres así como el Tigre del cielo
Y los jefes de piel verdosa y plumas
de arrendajo
-Flecheros ellos,
y corredores y saltadores-
suenan su selva
Unos se pintaron de alcatraz y gaviota,
porque traen sus flechas como puntos de espuma
como ojos de peces,
y vienen con estrépito
sonando caracoles y huesos
En sus gritos corre el sol de las aguas
¡Que tiemblen las culebras enemigas
Que tiemblen las bestias enemigas!
Tomado de:
https://lapoesiaalcanza.com.ar/poemas/375-ramon-palomares
DICIEMBRE ANDANDO POR EL CIELO
A
Carlos
—"Díganle que me van a vestir de Virgen María
Que ya
tengo aquí el vestido y la banda azul que lleva"
Ai nos veiamos por las calles
"Que
si aquí no tienen al Niño Perdido"
Ella iba montada en una burrita
Yo le traia la bestia de cabestro
"Que
al Niño Jesús Perdido
lo venimos
a buscar..." seguíamos
"¡Pobre Virgen Maria!" —decía la gente
Los Reyes Magos bien rascados
caracoleando los caballos...
"¡Cuidado con esas bestias!"
Velas y faroles incendiaban las calles
los músicos reventaban sus cuerdas Y el cielo
arrebataban las pastorcitas
"Miren! Miren!" —decía la gente
—El cielo más parecía un barco...
"¡Miren!"
Entonces tú volvías la vista:
"Después nos vemos Ya Sabes?"
De todo corazón.
1974
MI PADRINO TIENE UNA PESADILLA
Al
Catire Hernández
Se despertaba dando gritos:
—Déjenlo! No se metan con él
Déjenlo!
Y abría tamaños ojos
hasta que se encontraba de nuevo
Entonces se tocaba el corazón
Suspiraba...
Ay cómo estaba cansado de ese largo viaje
hasta tantos años atrás
en los patios de café
por los potreros,
en las calles empedradas donde rechinaban los cascos de
tanta bestia...
—La noche está pesada - decía
El tiempo está pesado - decía
La vida está pesando mucho... mucho
MI MADRE SE DESPIDE
A
Régulo Villegas
Qué tiempo es éste que no tiene sábados
Qué tiempo es éste todo esperas
Adónde están las fiestas que dijeron
Los domingos que decían Dónde fueron!
Perdida en mis enfermedades
Asaltada por fieras hambres
Dios Qué fue de tu misericordia!
Me remedié con haces de leña
Con remojo de ropas me sustentaba
Pero este cuerpo no resistía su carga
Agachado se hundía y se apagaba
Ai fue cuando les dije a ustedes
—"Hijos que me han costado tantas muertes
Vayan y
acójanse a otro pecho
Dios no
desampara al que cría
Ya los
veré si un día regreso"
Só1o Dios sabe que al volver
No tuve ya paz ni remedio
El alma vuelta unos breñales
y el corazón borrando nieblas
Jesús Por
qué un pago tan grande
Dime por
qué todo es tan negro
Si te
ofendía nuestra pobreza
¿Por qué
nos aventaste al suelo?
DESPEDIDA DE LAURENCIO
—Apúrate
—Vamos
Y vos lejos, más lejos
—Vamos
Y mucha gente, mucha gente
Ay aparto la gente, me abrazan, lloran
¡Párate Laurel, Laurelito, Zorro, párate!
Pasé la mano por el vidrio
Vi tu nuca
—donde te mataron—
Ay que tengo miedo Siete
Rucha, Mi Poe tengo miedo
—No tengás miedo Zorro No tengás Miedo
Mirá que hay flores Ves? Flores
(Y el olor de la muerte sos Vos, Laurel)
Y ahora todos llorando Todos
y tranco las mandíbulas y aprieto la boca
Todos llorando Todos
Aquí comenzás cantar
"...las aves cruzan los campos"
Ay que tengo miedo Rucha, Mi Poe
—Estoy aquí, muy cerca Zorro
Bajamos los escalones
"...todo es silencio y calma"
Te asechan Te asechan ¡Te asesinan!
Misa
no hace un año que vinimos a otra
No mires pa trás ¡No mirés!
—Siete, Siete, oigo una música
Es noche. Muy oscura
se fueron las aguas
"Por la cuesta del arroyo"
Va sudando el de alante / Suda
Y tocando la marcha
Nos paramos en las esquinas por las posas / Le cae a uno
agua bendita
Tan pálido allí ¡Tan pálido!
¡Muerto!
En la Iglesia agarré unas palmitas que te pusieron
les dije
—Hola Zorro, hola Laurel
y me dijiste
—Quiúbo Siete, Quiúbo Mi Poe?
La casa de abajo toda reventada
Iba llorando
Y los almendrones: "Ay que este era el gallo de
Laurencio / Cuídenle
ese animal Ay que eso era adoración con él"
Cambiaron los cargadores
"sigue corriendo el agua, Suspiro..."
(esa era su canción, su canción)
Y ya pasamos la quebrada
—Me pusieron un flux que era tuyo oís Rucha?
A tu medida
Dijo el Cementerio
—Ya me traen al Laurel en sangre
le tocaba el primero
Voltiamos a mirar
Arriba Arriba
donde nacimos / donde nos levantamos
a puro sufrir
"Todo en silencio y calma
y alrededor"
Alrededor de la urna que ya está ensogada
porque ya te van a bajar
—El fluz que nos cambiamos Rucha, Vítes?
Ya están discutiendo cómo bajarte
—Mi Poe, Sietecito ¡No me dejés!
Y los enterradores
"eso estaba que era pura agua, ya está limpia"
Pero ya comenzaron Ya comenzaron a taparte
te ponen cemento y
ya no veo la urna
—Adiós Zorro
(Tomá esta piedrita)
Y comoibaquedarme con los demás No yo me Fui abajo
bien abajo
solo.
Elevaban un volantín
un volantín
por el matadero y lejos
"Las aves cruzan los campos"
miré el cielo
Voltié
Ya no eres
más que Flores
Flores
Oí
—Adiós Rucha. Adiós Mi Poe, Sietecito
Adiós
—Sí Zorro, Sí Laurel
Adiós
Se fue yendo la gente, yendo
y unos pajaritos, unos pajaritos por el monte
VIEJO LOBO
A
Micha y Armando Romero
Al decimocuarto domingo del año
—Amanece! —dijeron
Y yo salí a la luz
Cuántas flores Rosas que duraron un golpe
pues desde muy temprano mi alma sola
repasó versos, frondas y amor
en las hebras amargas. Y asi crecí
entre hermanas suaves y tías católicas
y por la edad de adolescencia
zarpé lleno de sueños.
Después pasaron lentos años
se alejó el aire de los viajes y el viento
me amarró a esta casucha
¡Qué plantas desgreñadas Y siestas
Y noches que escribían en un oscuro diario!
Un corazón ocupado de amores turbios, alma en vilo
sin ley
En cuanto a los demás:
Perros sin fiereza acesando sobre mugres migajas
—un dinero, un poder
una vida de más preponderancia
No es que yo fuera puro si no
que al poco de correr
vi entre ellos mi alma hirviendo y mascullando
Y ya no me quedaba más que
una huerteceja: tres matas de maíz y estos tapiales
Ai vinieron ustedes.
Y para qué vivir si no
para recuerdos o para andar de arriba abajo
que decían de mí
Ay Dios Lástima de hombre!
Y yo del fondo de mi vida hacía brotar un verso
unn verso Sí un verso como una flor
reseca y arrugada
Y entredormido musitaba mi sueño:
Irme, Irme muy lejos
Quieres escucharme otra vez?
"Adiós Adiós la Flor de este jardín...
Adiós su
señoría El Obispo
Adiós
Adiós al General...
Frases de mi saludo a compás
Y subo con mi bastón de vero
pueblo arriba donde mis hermanas lloran por mi suerte.
Desde lejos me odiaban y desde lejos
yo también odiaba
Yo era un resabio
y era un asiento de bebida que tenía que dejarse
Adiós las viejas fiestas, los poemas
el gusto por los discursos de orden
Otros llegaban más mezquinos, más prácticos: Un habla
empalagosa y vulgar.
¡Cuarenta años entonces! Todo
qué rápido y amargo.
De
PUERTA DE GOLPE
EL HIJO PRÓDIGO
Démen lo poquito que sea
—Pues bueno hijo, está bien,
La madre llorándole y rogándole Cómo se resignaba?
No es por nada —decía— El hombre es viento
Ai se estuvieron regateando Pero
Ya todo estaba listo: la maleta el caballo
Diéronle la busaca!
Y los consejos!
Pero él pura impaciencia
Ai mismito se les perdió de vista
—Que así es la vida— se dijeron los viejos
¡Mírennos al muchacho!
Y por su parte él dijo a andar y andar
Ya por montañas, por laderas por llanadas
ciudades y pueblos Aquello era un pasar
La riqueza, el placer, Eso llevaba
Gastaba con apetito En prudencia era un pichonzuelo
¿Dónde estará la vida? Preguntaba
¡Si será en esas torres!
Las ventanas de las casas eran bien altas
Los comerciantes se le apartaban
Pasó el mar pero estaban las perlas agotadas
Allí si vio querubines rostros Mujeres celestiales
Pero igual iba agriándose y secándose
Si No Necesidad Qué era?
—Ya no quiero andar mas —dijo— Aquí me quedo
Eso eran pegujales. Se echaba el pico y salian chispas
Ai mismo arrió la brújula — Me vuelvo
La vida se me yela
Vino al regreso
Y eso eran gente y gente
—Mire Qué pasó Cuéntenos
Ai mismo apareció una colina
Una colina bien arrasada
Y el arrase era de una casa
bestias quemadas Las puertas Los techos
eran tizones yertos
—Dios Qué es esto!
Y dónde están los viejos
Y las muchachas Los peones Qué se hicieron?
Era puro silencio
Volvió la espalda y echó a andar
Se veía al hombre yendo y yendo
El camino iba por un desierto
Salió el sol y volvió y se hizo tarde
Abrió la luna
y se vio un puerto
Eso era una trampa Un hueso Un amargo hueso
Los barcos aposentados lloraban
Llegó una enorme tempestad
La tempestad bramaba y bramaba
Los Barcos Qué alaridos
Entonces lo llamaron
—Venga —le dijeron— Esta es su casa
La casa era una gran noche. Oscuridad era esa casa
Le decían —Vea donde estan sus viejos— Vea
Y ai mismo quedó ciego
Oiga Oiga dónde están
Y en los oídos le ardió el yelo
Se puso el ciego negro
y él quejarse y quejarse
Y el mar era blanco y era imposible y negro el cielo
Ai salió él y detrás iba persiguiéndolo
—No —decía— Yo no soy —Déjenme
Pero al momento lo alcanzaron
Y entró la noche y batió el mar
Cosido a puñaladas sobre la arena aquel hombre
boqueaba
y arriba se veía el cielo hueco
—Ay cómo has pagado hijo—
decían los que escuchaban y miraban
Y se pusieron todos a llorar.
LA CAÍDA
A
Don Santiago
Estaban ellos sumamente contentos entre tanta flor
que todo les parecía perlas:
La luna, las iglesias, eso era como ponerles vino en las
bocas
Bebían y se sentían estrellas
olían y eran aires
Y cuando andaban los yerbazales los cubrían
Y si iban por el agua se volvían sus pies peces
Y si querían volar ai mismo iban arriba
Nadie les decía "NO!"
De casas tenían
unos rosales.
Y ella le hablaba a él preciso
Y él a ella era un solo y puro agrado
Y vaya para aquí y andemos para aquel punto
y en eso se recorrían por todo
La tierra igual y el cielo igual y siempre aquel deleite
Si acaso que en la oscuridad los asombraba un ángel
o que de lejos tocaban músicas.
Y de comidas
eso era un hábito de tomar manaes y vinos de las hojas
y las bandejas les volaban y las mesas se tendían solas
Pero como se sabe había también una gran mata
una gran mata negra de terciopelo negro
Lejos
Y la colina donde estaba era de sangre
moviéndose y moviéndose
y los pájaros estaban allí secos
viendo y pendientes
Y más acasito había un manzano
y el manzano estaba siempre llamando
y llamaba y llamaba
y de las mismas hojas y de las ramas
era puro llamar
—Vengan —decían
Vengan
Y se sentía como un regusto, una provocación
Vengan y cómanse esta florecita
Un gajito nomás
Y por la tierra era un recio aroma de comida
Ai mismo apareció la serpiente que era magia de la noche
y
magia del dia
que por sus lomos aleteaban gallos
y por los ojos refusiles
y adentro de ella se oían bailes y mucho canto
La cabeza se le mecía como una flor
y de sus oídos se cuajaba un perfume
mareando
y todo corazón volaba.
Ese cuerpo echaba días y noches
y se envolvía en raros plácemes
Y al hombre le dijo
—Que usted no sabe
Que usted de verdad no ha tocado ni olido
Que esto no es manaes ni vino ni comida sosa
Y aquel era un darle y darle a entender
—Que usted no sabe
... Que esto es más que elixires
Pero él era de un material duro y seco
él era de una piedra muy recia
y aunque su corazón le diera vueltas
y aunque su hígado se le revolviera
No caía y No caía
Y en cambio ella era húmeda
porque estaba hecha de tela, un suave género
y el dicho le debió entrar más bien por los pechos
pues estaban hechos de flores
y los pétalos de flores no resistieron
y la culebra le rodeó los pechos, le dobló
y le curvó como si estuviera en el patio, echada
entre las matas
y esa savia se suavizaba más y más
y los condujo entre una claridad muy alta
y allí los esperaban otros ojos
y otras gargantas
y aquello era un solo canto
agua y trompetas y montañas...
Y les vino otro oír, y aún ellos hacían por zafarse
pero sólo amagaban
Y sintieron un soplo
un soplo áspero
Y en medio del valle encima de una sangre
aquel árbol tan negro
y la sangre moviéndose
y aquellos pájaros pendientes, vuelta y vuelta,
Y subía el árbol y les cerraba el día y lo mismo
les cerraba la noche.
Y vieron unas hojas en el viento
y a lo lejos unas flores resecas
y se miraron
y se estremecieron.
EL JUGADOR
Yo soy como aquel hombre que estaba sentado en una mesa
de
juego
Y al promediar la tarde ya estaba bien basado
Y dio y dio hasta que estuvo rodeado de montones de
plata
Y ya en la tardecita era puro de oro
Y le llegaban mujeres y le ponian los brazos al cuello
y él se reía
Y estaba lleno de joyas, lleno de prendas
y los ojos y las orejas eran de fina joyería
y los bigotes y la barba eran de verdad piedras! Y muy
Muy preciosas!
Y a las nueve ya estaba en su apogeo
Y la mesa y los jugadores y los que estaban en lo
alrededor
brillaban
Y aquello eran nomás soles Y un gran sol que era él
Y esa casa era un solo resplandecer y resplandecer
Y mientras más entraba la noche
más y más claro se hacía
Y el tiempo iba y venia y así
hasta que todo era una gran montaña
Y el hombre estaba en el centro y en lo más alto del
monte
Y se veía como una enorme piedra roja y en lo alrededor
todos eran de oro y todos de monedas
riéndose con aquellos dientes que chispeaban
y hablando con sus lenguas de porcelana y rubíes.
Entonces eran como las doce Y el reloj
dijo a dar las doce
Y al ratico nomás quedaba la casa
Y al ratico
nomás quedaba la sala con la gente brillando y brillando
Y ya no quedaba sino la mesa y los montoncitos de oro
Y el hombre miraba a todos lados
Y abría la boca y miraba
Y desaparecieron las mujeres Y vio los montoncitos de
ceniza
Y se quedó desnudo
Y se puso a llorar
Ai se dio cuenta Que todo se le había vuelto noche
Y resplandores Nada!
Todo de luto y hosco
Y esos ojos de él vieron una luz
y volvieron en sí
Y volvieron a mirarse como era él
Y tendio la mano sobre los montoncitos de ceniza
sonriendo
Ya me voy —dijo
Me voy como me vine —dijo
"Adiós"
Y se fue por lo oscuro.
De
VIEJO DIABLO
Tomado de:
http://www.tinta-china.net/r_palomares_8.htm
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