EL NIÑO
A pedazos van cayendo
los terrones angustiados
del tiempo.
Afuera: el niño.
El pantalón roto
y el verdor pestilente.
Pájaros negros
-despiadados-
siguen su vuelo.
Él está solo
sin un ángel y sin un sueño.
Impasible. Inmóvil.
Sus ojos en la lejanía
miden su hambre.
A lo lejos: esplendor
cohetes a la luna
astronautas.
Siglo veinte.
Pero él
-solo-
Con el tiempo
a sus pies
cual perro dormido.
Tomado de:
https://www.narrativayensayoguatemaltecos.com/el-nino-poema-de-margarita-carrera/
Desde mi pequeña vida
Desde mi pequeña vida
te canto
hermano
y lloro tu sangre
por las calles derramada
y lloro tu cuerpo
y tu andar perdido.
Ahora estoy aquí
de nuevo contigo
hermano.
Tu sangre
es mi sangre
y tu grito se queda
en mis pupilas
en mi cantar mutilado.
Te he buscado en la entraña de tu nombre
Te he buscado
en la entraña de tu nombre
Guatemala.
He buscado
tu génesis
y tus dioses de maíz
y de vegetales alientos.
Te he buscado
en tu distancia
y en mi ausencia
en tu súbito llanto
y en tu sangre derramada.
Te he buscado
en tu dolor moreno
y en tu recia mirada de obsidiana.
En tus ríos
y en tus peces.
En los ángeles que arrastran
inmisericordes
las madréporas y los caracoles esforzados.
Tomado de:
Fracaso
Nada, amigos,
esto se acabó
No se dónde nací
ni por que
ni para que
pero me siento viva
y eso basta
No me habléis
de patria
ni de pueblos
ni de santos.
Mucho menos de sangre derramada.
Yo lo ignoro
hasta lo niego
y me parece un sueño
el dolor infinito.
Nada, sino que esto se acabó
y vivo conmigo.
La Roca Viva
Gracias, Amor, por esta dulce herida
y la blandura de mi sufrimiento.
Por la risa y el gozo y el lamento,
en tanta plenitud desconocida.
Bendito siempre, Amor, porque te siento
crecer en la ternura compartida
y por las aguas de tu mar sediento
que arrasa las orillas de mi vida.
Hoy sé que los rigores de tu fuego
consumió en llamaradas mi sosiego
y mi paz se hizo llanto y quemadura.
Ahora voy como barco a la deriva.
En los escollos de tu roca viva
rompió mi corazón su arboladura.
La selección es del crítico literario y escritor
Guillermo Lera Perez .
Tomado de:
https://lugarpoema.com/poesia-guatemalteca-margarita-carrera/
Canto a la escoba
Me gusta la escoba
en la soledad de mis manos
en su silencioso barrer de muerte
en su ocultarse
-cual niña solitaria-
tras la puerta dormida.
Sí.
Me gusta la escoba
en canto de limpieza
por su pelo entretejido
su cuerpo de espiga
y porque, loca,
va siempre
patas arriba.
Tu casa
Tu casa
este papel
que habitas
con letras.
Ahí tus huellas
tus palabras
tus silencios
tu lívido aliento
tus pausas de río y viento
tus alegatos precisos
en fin
despliegues de tu vida
obstinados sueños.
Poemas para estos días de sangre (I)
Todo listo:
el odio
el rifle descarado
y la risa del maldito.
Todo dispuesto:
Dios
con su banderita de venganza
y su trompeta
fría de silencio.
Cuerpos
sangre
gritos
y luego la metralla,
Eso es.
Y sangre.
Venid, ahora, vosotros
a ser cómplices
como el árbol y la flor
mudos de espanto.
Por un momento dejad vuestra tibia carreta
de quejumbrosos bueyes tristes.
Venid:
es sangre
nada más.
Sangre.
Y cuerpos destrozados.
Nada más.
Ya podéis seguir vuestro paso tranquilo.
Tomado de:
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