viernes, 5 de febrero de 2021

POEMAS DE INGRID JONKER

  (19 de septiembre de 1933, Douglas / 19 de julio de 1965, Three Anchor Bay 1, Ciudad del Cabo, Sudáfrica)



Mujer embarazada

 

Estoy echada bajo la costra de la noche, cantando,

encogida en la cloaca, cantando,

y mi descendencia está en el agua.

 

Juego a que soy niña:

uchuvas, uchuvas y brezos,

florecitas olorosas blancas, anís

y el renacuajo se desliza

entre las babas por la corriente,

en mi cuerpo

mi figura de espuma blanca;

pero ay cloaca, cloaca

mi descendencia está bajo tus aguas.

 

Membrana roja cantando sin cesar nuestra canción de sangre,

yo y mi ayer,

mi ayer me pende del corazón,

mi gladiolo silvestre, mi mundo arrullador,

y mi corazón que canta como un grillo

mi corazón grillo canta como un grillo;

pero ay cloaca, cloaca

mi descendencia ha ido a parar a tus aguas.

 

Juego a que estoy alegre:

mira cómo danza el cocuyo!

la medialuna, una carita húmeda y temblante -

pero en la mañana, esa comadrona que cojea

friolera y gris sobre colinas deslizantes,

yo te empujo a través de la costra hacia la luz,

oh búho triste, gran búho de la luz diurna,

fuera de mis entrañas pero ensuciado

por mis lágrimas ensuciado

y contaminado de tristeza.

 

Ay cloaca, cloaca

estoy echada cantando y temblando,

cómo podría estar de otra manera sino temblando

teniendo a mi descendencia bajo tus aguas...?

 

 

 

He buscado el camino de mi cuerpo

 

He buscado el camino de mi cuerpo

y no encontré más que extrañas cicatrices en el polvo

Huellas de antílopes azules elefantes y leopardos

visibles en el claro secreto del camino blanco

¡Oh! yo sólo quería conocer tu sombra, cabrita montés

y el exiguo peso de tu cuerpo huyendo

 

 

El niño

matado de un tiro por los soldados en Nyanga

 

El niño no está muerto

el niño levanta el puño contra su madre

que grita África grita el aroma

de libertad y brezo

en barriadas de corazón acorralado

 

el niño levanta el puño contra su padre

en el cortejo de generaciones

que gritan África gritan el aroma

de justicia y sangre

en las calles de su orgullo en armas

 

El niño no está muerto

ni en Langa ni en Nyanga

ni en Orlando ni en Sharpeville

ni en la comisaría de policía de Philippi

donde yace con la cabeza traspasada por una bala

El niño es la sombra de los soldados

que hacen guardia con fusiles y carros blindados y cachiporras

el niño está presente en todas las asambleas y legislaciones

el niño mira expectante por las ventanas de las casas y en los corazones

de las madres

el niño que sólo quería jugar al sol en Nyanga está por todos lados

el niño que se ha hecho un hombre recorre toda África

el niño que se ha hecho un coloso va por todo el mundo

 

Sin un pase

 

 

 

Ingrid Jonker. Humo y Ocre. Editorial Universidad de Antioquia. 2015

Traducción de Agustín B. Sequeros.

Tomado de:

http://vocesdelextremopoesia.blogspot.com/2020/03/4-poemas-de-humo-y-ocre-de-ingrid-jonker.html

 

TE REPASO

 

Te repaso

sin principio ni fin

repaso tu cuerpo

El día tiene una estrecha sombra

y la noche cruces amarillas

el paisaje no cuenta

y la humanidad es una fila de velas

mientras yo te repaso

con mis pechos

que imitan la cavidad de tus manos

 

de Humo y ocre, 1963

Traducción de Agustín B. Sequeros

Tomado de:

https://libroemmagunst.blogspot.com/2014/11/ingrid-jonker-2-poemas-2.html

 

Mariquita

 

como recuerdo de mi madre

 

Ocre resplandor

 

y rompe una luz

fuera del mar.

 

en el patio trasero

en algún lugar entre la ropa lavada

y un árbol lleno de granadas

su sonrisa y la mañana

repentina y pequeña

como una mariquita

que cae sobre mi mano

 

(tomado de: Yo repito)

Traducción de Carlos Ciro

Tomado de:

http://erranciasdesombra.blogspot.com/2014/11/un-poema-de-ingrid-jonker-mariquita.html

 

Mi abrazo me dobló

 

Mi abrazo me dobló

mis pechos se llaman

los dos protagonistas

y mis manos encierran mis secretos

 

en una habitación lejana

detrás del otoño caído

mira tus ojos confundidos

al espejo de tu cuerpo

 

 

Escrito para su amigo, Andre © por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

 

25 de diciembre de 1960

Pabellón ciento treinta en el pasaje de la derecha.

Son las cinco de la mañana porque el carro de la leche se

ha ido con sus caballos, los ojos relucientes

a las bayonetas de las farolas.

El veinticinco de diciembre de mil novecientos sesenta.

Los niños duermen

en medias navideñas entre satélites

caballitos, revólveres y caramelos

Duermen, ante las sirenas del sol

ante los bombarderos que son mariposas

duermen en tus medias navideñas y velas.

En Hospital Hill hay un árbol en llamas.

Pabellón ciento treinta en el pasaje de la derecha.

Seguro que bebió una botella de brandy

y pasó horas en una tienda de oxígeno.

Sabes que era un alcohólico de

su primer vaso ". (¡Mire, el resplandor

del brillante cañón de la pistola apunta sobre la ciudad!)

“Sí, pero, una vez él mismo dijo

que estaba escuchando a su Dios muerto.

¿Sus últimas palabras? No

, simplemente se quedó quieto y con los ojos muy abiertos ".

Ward ciento treinta. Ha sido

atendido, con los ojos cerrados, las manos ya cruzadas,

toda la habitación como un escudo en alto.

 

Y en el alféizar de la ventana ya contraluz

la mantis en oración sin fin.

 

A la muerte de Dylan Thomas. © por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

 

L'Art poetique

 

Para esconderme como un secreto

en un sueño de corderos y esquejes

Para salvarme

en el saludo de un gran barco

Manera de almacenar

en la violencia de un simple recuerdo

en tus manos ahogadas

para ponerme en mi palabra

 

 

© por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

Tomado de:

https://allpoetry.com/Ingrid-Jonker

No hay comentarios.:

Publicar un comentario