LA BELLA FICCION DEL DURMIENTE
Yo sé que tú has venido quedamente ´
A ver como dormía y te has marchado.
Temo, oh mi Dios! que inconscientemente
Mi actitud que dormía te haya desamorado.
Si vinieses otra vez, avisa previamente
Pues ante la mujer, aun durmiendo
Es preciso fingir divinamente
Para que en nosotros dioses siga viendo.
Se teatral y al lado de la esposa
Suena despierto siempre y no reposa.
Su ilusión entre en, noche y día
y hasta cuando te dejen en la fosa
Bajo la losa fría
Queda durmiendo bellamente y procura
Una fingida y teatral postura.
CUANDO VIENES
Te acercas hacia mí
Como una blanca risa de magnolias
Que conciertan armónica alegría
Y CUANDO ESTAS
Se me enguirnalda el corazón en fiesta.
Cuanto agradecimiento me conmueve!
T a n t o
Que se anuda mi voz
Como un blanco collar en mi garganta.
Mil jardines cantan en tus ojos.
CUANDO TE VAS
Son tus dos pies dos coplas bien ritmadas
Cuyos pasos componen serenatas
Sobre la clave cascabelera de las piedras.
Anda y escucharé
Cuando te alejes
Parecerás un verso que se acaba.
ENEMIGOS: LIBRO Y MUJER
Se acercó y cerró el libro
Que yo leía y dije:
El libro y la mujer muy mal se compaginan.
Celosa estaba ella
De que por el libro huyera yo
De sus caricias hábiles.
Sobre mis rodillas erigió su trono
Y toda mi lectura se esfumó
Entre el acre perfume de su pelo.
Ya no me quedaba más que un tenue cabo ´
De ironía y misógino sarcasmo
y en cada beso había sal de sátira.
Hasta eso también se perdió todo
En su regio cabello ´
Y fui solo un pelele del deseo
Que compra a las mujeres con mentiras.
Luego, al abrir de nuevo el libro neutro
Tuve rabia de mí, mas posóse en mis labios
Como un rayo de sol
La noble y clara y frígida ironía
Y me dije, ¡Aleluya!
¡Qué muestro ser un hombre todavía!
HAIKAIS AMÉTRICOS
Un copo de nieve desciende
Columpio, paracaídas de un alma
Que regresa a la tierra
dulcemente.
* * *
Cuando me miras
El sol se apaga.
Dame días de luz y soleados.
* * *
¿Por qué se vuelve la veleta
Hacia donde tú estás?
Te busca el viento y llora
En donde no te encuentra.
* * *
- ¿Entiendes este verso?
-Hago más, le sobre-entiendo.
-Así ha de ser, sobre-pásale
Y vuela sobre el sentido.
* * *
La noche presentóme
En su pizarra azul
Una cuenta de estrellas.
¿Cómo podré pagar
Si no es en besos?
* * *
¡Aleluya, aleluya!
Ya definí el amor:
Es un recontrarecontraste
De afinidades contraopuestas.
* * *
Yo vi en las cunetas
Desgarrones de almas
De los transeúntes
Trozos de poetas.
* * *
Un árbol desnudo
Vienen las estrellas
Le visten de hojas
El alba las seca.
* * *
La luna en el árbol
Posada es araña
Que en las ramas caza
Como en red, estrellas.
* * *
Algo insignificante me dijiste
Y por ello llegaste
Al confín de mi alma.
ELOGIO DE LA POBREZA
Casta mi Señora la Pobreza ˜
A quien sirvo con tanta humilitad!
La vestimenta mía es la casaca
Desta Princesa de los pies desnudos ´
Y el ojal raído deshiloso
Es la Gran Cruz de la Orden de los Míseros.
Mis bolsillos son ricos de agujeros
¡Bien allanado tengo el corazón
En servidumbre tuya!
Tus caricias me han roto los vestidos
Y mi cuerpo es todo mi equipaje.
En un pardo ropaje,
Soberana Indigencia,
Quiero seguirte siempre como un paje
Que te ensalce, te honore y te agasaje.
GRABADO DE DURERO
Estaba allá el árbol cargado de pomas
Que para Cezanne pudieran servir.
La serpiente enorme enroscada al árbol
Un silbo estridente de locomotora
Cortando los tímpanos, dejaba oír.
Con su cola lucida dibujaba signos
Obscenos y Eva tenía los ojos
Brillantes y ojeras; a la sombra estaba
Adán, nuestro Padre, pensando en el mal
Con el pecho lleno de ambición extraña:
Quería ser Dios. No lejos jugaba
Un cordero blanco con un gran chacal.
La serpiente el cuello alargo alcanzando ´
El fruto prohibido del árbol fatal ´
Mientras con la cola iba acariciando
Muy mañosamente los muslos de Eva. ˜
Y luego la dijo: Adán, tu marido
Es un pobre hombre, le falta osadía:
Teme que en comiendo el fruto prohibido
Vengan grandes males, pierda el Paraíso
Y esas son mentiras que Dios inventó.
Prueba tu primero, probadla los dos
Y veréis entonces que Dios os engaña
¡Comed y pecad que quien peca es un Dios
AL IMPRESOR DE MIS VERSOS
Como un auriga que fustigara ideas
En tu carro de guerra
Oh impresor!
A trallazos de electricidad
Vas en albos papeles
Como en cielos polares
Encendiendo pensamientos.
¡Tensas poleas y ruedas gigantescas
Y mil nervios de acero
Y resortes tenaces!
¿Dónde vas con tanto movimiento?
De todos modos dentro
De unos cuantos mil años
Ya se habrán apagado
Todas esas estrellas.
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