viernes, 11 de marzo de 2022

POEMAS DE ARTURO MARASSO


 


Dicha

 

Dichoso aquel que vive en mansión heredada,

oye cantar los tordos que escuchó cuando niño;

ve llegar los inviernos entre lluvia y nevada

y siente el mismo acento de familiar cariño.

 

En la noche, en sosiego, a media luz, en torno

de la mesa o la lumbre, se conversa, en voz tierna,

de un viaje, de un recuerdo, de una ida sin retorno

–hace ya veintiocho años– a la mansión eterna.

 

Triste lágrima asómase y ocúltase, medrosa,

recuérdase la historia de la aldea, el pasado

tiempo de la familia, la niñez bulliciosa,

y se ve lo futuro al ayer arraigado.

 

Se lee el viejo libro con reposo, alguna hoja

anotaciones lleva del padre o del abuelo;

a veces una lágrima casual el texto moja

y se encuentra en las dulces páginas el consuelo.

 

El antiguo reloj de la pared aún suena;

vienen los largos días del estío, o el invierno;

son las noches oscuras o ya de luna llena;

aunque los años vuelen todo parece eterno.

 

Feliz aquel que vive en mansión heredada

con fontanares y árboles al pie de una colina,

y del otoño lánguido en la tarde nublada

ve rodar por los campos la lluvia y la neblina.

 

Fuente: 26 poetas argentinos (1810-1920), selección y presentación de Juan Carlos Ghiano, EUDEBA, Buenos Aires, 1961.

Tomado de:

http://lospoetasnovanalcielo.blogspot.com/2013/04/arturo-marasso.html

 

POEMAS DE INTEGRACIÓN

Vuelves, del seto asoman crecidas las granadas,

encuentras los amigos en los huertos natales,

hay un olor de frutas, de hierbas aromadas,

late en el aire cálido con temblor de cristales

la mañana, en las sombras guarda aún la frescura,

tres días tiene el zumo del racimo estrujado

de esta copiosa dulce primera uva madura,

en cántaro de arcilla de la hez se ha serenado;

huye el lagarto ardido de sol; en la colina

brota de hueca piedra con un manar de nieve

el agua, denso el ramo de ciruelas se inclina,

dice el zorzal de cuanto se ha amado, ajena embebe

la memoria; te entrega, viña de verano, el vino

nuevo; incumplidos sueños saben la confidencia

primigenia; anduviste de uno en otro camino

errante; brilla el álamo, atraía en la ausencia.

 

NIEVA

Nieva afuera… las brasas del hogar

Se cubren sutilmente de ceniza

Blanca; el sedoso gato se ha dormido

A calor del rescoldo; vieja Biblia

Yace olvidada en el sillón vacío;

Y me dijo: que dulce es la visita

Del invierno, en la casa en que nacimos,

Cuando congrega el frío a la familia

En torno al hogar, y un vago ensueño

Su suave seda de ilusiones hila

En el sosiego de las mansas horas.

En mí el mundo florece; y yo quería,

Ayer, labrar estrofas que no mueran,

Sin ver que sutilmente la ceniza

Cubre la brasa… Pero seré todo para ti, poesía.

Tomado de:

https://www.isliada.org/poetas/arturo-marasso/

 

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario