martes, 29 de marzo de 2022

POEMAS DE DIANA MARLA VEGA REYES (NIÑOS QUE VUELAN)

 


El libro como objeto es un ejemplar con una bella factura, además, algunos de los textos tienen un código QR que lleva al lector a un enlace en donde encuentra algunos poemas interpretados en lengua de señas lo que le da un valor agregado de inclusión a la población con dificultades auditivas. De los primeros de la colección de la naciente y ya reconocida Editorial Fundación Trilce.

El libro en su parte literaria es un proceso creativo, en donde el autor no solamente nos lleva por un viaje interior a visitar sus paisajes afectivos; sino que es un verdadero viaje por las diferentes ciudades que habitan la capital. Aunque valga aclarar que esto puede aplicarse a cualquier ciudad del altiplano, pero parte de la reflexión y experiencia del autor en donde nos hermana con la humedad de la lluvia sabanera, el frío de las madrugadas, así como esa otra ciudad bulliciosa en donde hay paso a la maternidad, el desconsuelo, el Skate, y otros elementos urbanos. En resumidas cuentas, La autora nos lleva por los vericuetos de sus vivencias hasta hacerlas universales.

 

NIÑA

Descalza sobre el mármol

asustada por el eco de los pasos

como cualquier madre adolescente

Bella

Sola

Inmaculada y con frío

Haces milagros

a cambio de limosnas y claveles rojos.

 

NUDO

Eras yo pero rubia

eras yo pero alta

eras yo misma pero triste

pero tibia

pero suave

En el intento de romper tanta blancura

Construí un edificio de noches contigo

Luego armé un nudo con todas esas noches

y lo guardé en una caja con candados

En las noches con insomnio

la abro para llorar.

 

 

DESIERTO

El desierto no es lugar para invitar a los amigos

No hay conversaciones

ni cerveza

ni oídos que resistan

el estruendo de la piel cayéndose a pedazos

 

El desierto no es lugar para invitar a los amigos

 

Deja que tu sudor

se pierda solo entre la arena.

 

 

 

EXTRANJERÍA

Una vez

Extranjera de la raza

r a s g u ñ é

sin uñas el suelo

o l v i d é

el rostro de mi hijo

y el pelo dorado de mi hermana

f u m é

hasta hacer un agujero en mi pecho

p e d í

milagrosa las estrellas

y s i e m p r e

hubo cigarrillos esa noche

Esa vez

era una amnesia

que borraba las cosas amadas

Desde el fondo del agujero de mi pecheo algo me dijo

Las p l e g a r i a s

no son para pedir cigarrillos.

 

 

SKATEBOARDING

Rumor de rodamientos en el viento

la caída es el trueno

Llueven aplausos

llueve aire

llueve sol

Ollie al borde del arcoíris

ollie a la orilla del aguacero

olle en contra de la luz

Skateboarding

el rumor de rodamientos abruma

la gracia de los huesos estremece

El rodar es superior al vuelo.

 

 

TREMENTINA

El verde cambia ciento ochenta grados cada día

el azul a veces es gris

Son míos los olores que trasluce la ventana

el tiempo cicla como

una rueda cromática

el azul a veces es negro

Como Dios

veo a las nubes apagar Bogotá

Todo es mío

toda luz

todo segundo

todo espacio

todo espectro de sonido

Una vez vi un colibrí

azul y verde

Veo mis ojos en la ventana

a través de mi rostro la ciudad titila

El movimiento de tus huesos

tu quijada

tu frente

las falanges de tus dedos

se han ido a esa ciudad que titila y que veo desde acá como

si fuera Dios

 

 

DIAMANTES ROSA

Dios nos olvidó hace rato

El cumplió la promesa que mi madre no pudo

Una tarde se largó y nos dejó solos

 

No lo extrañamos

Un siglo después alguien entró a su cuarto

y se dio cuenta de que Él no estaba

 

Ni su ropa ni sus gafas ni su abrigo

ni el sombrero

niel retrato del planeta Tierra tomado desde la Luna

 

Sobre su cama

dejó cincuenta y dos diamantes rosa

Nos reunimos en su cuarto

en vela de un ausente

Desheredados

recordamos

Sus cantaletas

profecías

mandamientos

terremotos y plagas

(las pataletas de Dios)

 

-A ver qué van a hacer

Debió gruñir al marcharse.

Dejó la puerta abierta

Si pidió vacaciones o traslado

NO SABEMOS

 

Él nos ve desde la nube

mira fotos

oye música

lee noticias y poemas

Una vez quiso llorar

 

Poco a poco nos olvida

 

-Ya son grandes –refunfuña

 

-Ahí tienen a Maradona dice mirando sus manos

-Que hagan lo que se les dé la gana

 

Y lo hicimos

 

Ya no tenemos a quien llevarle quejas.

 

 

SABOTAJE

 

Las máquinas del pequeño taller mugen

con cada pedalazo de las operarias.

 

Las manos saltan

de la tela

al hilo

a la aguja

 como cabras

 

Las operarias se burlan del sistema

 

 Cada día

cuentan con ocho horas pagas

para no pensar.

 

CAPITALISMO SALVAJE

 

Una máquina de coser es una vaca

Cuando todos se van

Se deja caer sobre el piso helado de la fábrica

 

Sueña con pastizales tibios y yerba tierna

Sueña con manos que la ordeñen sin afán

 

Una máquina de coser es una vaca de acero

Ordeñada por manos que olvidaron el ciclo sagrado del sol

 

 

MILENA

 

En el brazo de Milena está tatuado un nombre en medio de un par de alas

Las vocales abiertas de “Anderson” vuelan sobre su cabeza

Revolotean como una aureola de luciérnagas

A veces se posan sobre su corazón y entonces ella suspira

 

Escribo

“Madres de Soacha”

En busca de una palabra que describa a las mujeres que perdieron a sus hijos

Y que tatuaron sus letras en medio de alas

Y que trabajan mientras las vocales de sus nombres vuelan sobre sus cabezas

y se posan a veces sobre al lado izquierdo de su blusa azul oscuro

 

Escribo otra vez

Milena

En busca de una palabra que describa a las mujeres que perdieron a sus hijos

 

Escribo

Gracias

En busca de palabras que describan la suerte de no ser como ellas

La suerte de pronunciar las vocales del nombre de mi hijo

cada tarde

cada mañana

cada noche en nuestras conversaciones

y que mi hijo vivo me responda

 

Escribo

Porque no he vuelto a ver a Milena

Ni a sus vocales angélicas

Y no quiero olvidarla.

 

ALFILER

 

Para unir dos telas

El alfiler causa una herida invisible

 

 

 

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