Comimos
galletas juntos
Cuervos que se parecen a sus madres…
Coche amarillo-calabaza y galletitas dulces… arcoíris…
calle nocturna…
Este es el mundo que encontré al final de la belleza y el
pesar.
Éramos cinco entre todos.
Cuervos felices por haberse hecho cuervos
me hablaban de vez en cuando
pero yo no lograba oír lo que decían. Parecían decir:
¿Comemos galletas juntos?
¿Comemos galletas juntos?
Eso era lo que yo entendía y asentí con la cabeza.
Del mofle del auto salía un humo color arcoíris,
rociado como pintura.
Ninguno de nosotros miró hacia atrás
pero todos lo sabíamos, y nos hicimos más cercanos e
íntimos,
como hermanas reconciliadas después de una amarga disputa,
y en nuestros corazones entró la calidez del amor.
Nos tomamos de las manos, y yo sonreí como la hermana menor
del cuervo.
Los cuervos se preocupaban por mi futuro y me alentaban,
como hermanas amables y atentas… el tiempo del sueño,
las lágrimas corrían tímidamente por mis mejillas, esto es
lo que llaman el aroma del arcoíris,
esto, una historia de amor entre hermanas que viajan juntas
en auto,
una calle color negro sin nada más que desear, esto es
la familia, la comida caliente, el tiempo del afecto,
y el futuro que hemos anhelado tanto.
Sentí odio y temor de abrir mis ojos.
Este es el mundo que encontramos al final de la belleza y
el pesar,
mientras como galletas junto a mis cuatro hermanas,
dulces palabras que resuenan en mis oídos:
Hoy comimos galletas juntos,
Hoy comimos galletas juntos.
Autos que murmuran mientras corren,
hermanas, sentí amargura por haber nacido con ojos,
y sentí odio y temor de los hombros caídos, los brazos, el
torso,
de estas dos manos y piernas que se van a podrir y
descomponer.
Al final de la belleza y el pesar de comer galletas juntos,
hay otro sucio y maloliente mundo de carne, sangre, semen y
excremento
que yo odio.
Mientras comíamos galletas juntos,
mascando galletas juntos,
ya no pude seguir llamando hermanas a los cuervos,
eventualmente salté fuera del coche, que corría a gran
velocidad.
Sangre, sangre, sangre, me sangraba la rodilla. Aléjense,
hermanas… aquellas hermanas que realmente se alejaron, este
es
el sonido del tañido de una promesa que se desprendió y se
fue.
Este es el olor de una familia irrevocablemente fisurada,
una calle color sangre que no podría ser más conspicua,
esta es la guerra, la comida fría y rancia, el tiempo del
odio,
el tiempo presente que tanto odiamos,
ya no sentía odio o miedo de cerrar mis ojos.
El carro donde iban los cuervos desapareció en la
distancia,
se fue el arcoíris,
un mundo donde cosas como las galletas para compartir
no pueden ser encontradas.
En el tiempo en el que las hermanas desalmadas,
las galletas desmoronadas,
rodaron y cayeron del toldo color calabaza,
como el olor a sobaco de los cuervos que se pega a la punta
de la nariz,
Comimos galletas juntos,
Comimos galletas juntos,
una voz que huye,
un arcoíris, una calle nocturna, un tiempo que ya nunca
vendrá.
Traducción de Eduardo Padilla
Tomado de:
http://grafografxs.uaemex.mx/?p=hwang
Dos corazones nacidos muertos
Como un payaso empujado a esta tierra boca abajo
Doce años con demasiados dulces
Dos pies caminan en el aire vacío continuamente
El tiempo, como un ladronzuelo, muere en la oscuridad
, poco a poco, con hipo, los
gorriones lo disfrutan.
Hasta que el demonio de treinta y seis años se me acerca y
me señala
(con hipo)
Hasta que el diablo con un cuchillo negro hiere el cuello
del niño de doce años
Como un payaso que tiembla de ansiedad
(hipo, hipo)
¡El hijo de esta tierra, vivo o muerto, no lo sé!
Doce años empujados a esta tierra,
La cigarra dentro de
mi oído no puede dormir.
(Publicado originalmente en Azalea: Journal of Korean
Literature and Culture , volumen 5 [2012])
Canción del pez
Un pez en el tanque escucha:
el canto de un pájaro fluye junto a la ventana
y el pájaro saluda:
"¿Cómo está, Sr. Pez?"
El pez responde
Flexionando sus branquias:
Dos burbujas de agua .
El pez en la pecera escucha:
El canto del pájaro entra por la ventana
Y el pájaro pregunta:
"¿Tú también tienes un canto?"
El pez escucha:
El pájaro se despide,
“Cuídese, señor pez”
El pez responde
Sacudiendo sus aletas:
Dos burbujas de agua.
(Publicado originalmente en Azalea: Journal of Korean
Literature and Culture , volumen 5 [2012])
Su rostro es un campo de batalla
Como el momento en que la manecilla de segundos da el
sexagésimo paso
Empujando la parte posterior de la manecilla de minutos que
ataca la manecilla de horas
Su cara es un campo de batalla.
Como niños en un cementerio público donde pasa un desfile
festivo
Que beben diez copas de empujones y tragan veinte copas de
disputas
Cuyo objetivo es derribar
Su cara es un campo de batalla.
Ella es rápidamente amada y rápidamente olvidada.
En medio de la oscuridad, una mujer llora, una segunda
mujer llora
Una tercera sale corriendo
Como toses interminables dos mujeres se escupen en la cara
con un espejo de por medio
(Publicado originalmente en Azalea: Journal of Korean
Literature and Culture , volumen 5 [2012])
https://jaypsong.blog/2012/06/04/her-face-is-a-battlefield-by-hwang-byeong-seung/
Saliendo del armario
Tal vez mi verdadero yo sea la parte de atrás de mi cabeza
Te vuelves más honesto detrás de mí
Yo, que quiero saber más sobre ti
Tal vez debería caminar hacia atrás
Después de frotar mi cara contra el suelo desnudo
Otro yo real es mi ano
, pero para ti mi ano es absolutamente repugnante
. Yo, que quiero saber más sobre ti,
tal vez debería hablar con mi ano
, desgarrando mis labios, diciendo por favor, ámame.
Me da vergüenza
Llevas muchos animales vergonzosos como yo
Dentro de tus bolsillos y en lo profundo de tus cajones
Cada vez que te avergüenzas
De odiar tu vergüenza
Escribes y borras una postal
Te cortas y atas la muñeca
Te vuelves abuelo o tía abuela que murió hace cien años
¿Estás avergonzado? vamos a darnos la mano
Tu mano está dentro de la primera página que arrancaste
(Publicado originalmente en Azalea: Journal of Korean
Literature and Culture, volumen 5 [2012])
Tomado de:
https://jaypsong.blog/category/hwang-byeong-seung/
Primero
El niño entra
y sale
vacilante
como una cabeza de rata
que inspecciona el exterior de su agujero
¿De qué sirven las piernas?
La niña
espera
como la nuera de la rata
Tumbada boca abajo bajo el suelo
Tic tac tic tac
El sonido del segundero del reloj
Va y viene
Como una pelota de ping pong
Golpeando sus cabezas por turnos.
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¿De qué sirven las piernas?
La niña
espera
como la nuera de la rata…
Tomado de:
https://theamericanreader.com/first-other-poems/