Epitafio
Cuando nombré a Dios
comencé a hundirme.
Aquí la sangre salpica de la herida.
Aquí está cortado de tal modo
que veo a través de TODO.
El narciso es el más puro
porque va quemando todo a la vez.
Mi nombre escrito es un combate con las tinieblas.
Una cantina en Querétaro
Veo un caballo que lanza un gemido cuando se encuentra
con los ojos de otro caballo.
Son hermanos, ángeles con manzana,
membrana del subsuelo.
El sol en vuestras crines es para ambos.
¿Por qué me rasgáis, potrillos celosos?
¿Por qué pataleáis como jenízaros?
Los caballos son animales sagrados, ambos son César
Vallejo.
Porque a través de nosotros no corren cantidades, sino
el espíritu y el fuego.
¿Es posible que el genio de un poeta muerto
se divida en dos ríos y que se rasgue como un pañuelo?
Son una sola figura y eso es pan para millones.
Mis brazos son los dos del mismo largo.
Mis piernas son para todos los pueblos del mundo.
Mi beso no es cadena y mirad:
este es el pneuma que respiraba Jacob Boehme,
virginal, si bien lo llevo en el pecho,
como llevan las mujeres del Karst agua en cántaros
sobre la cabeza.
Y si voy a tener que seguir escuchando
los pequeños problemas burgueses del Concilio
de Nicea y ser testigo de la matanza
de cuadros probados en la guerrilla, tendrían que
volver, potrillos, derecho a la oscuridad.
En esta cantina son capaces de reventarlos
con cuchillos mientras estoy
tranquilo tirando las monedas
por mi copa de alma blanca
Tomado de:
https://circulodepoesia.com/2016/07/poesia-eslovena-tomaz-salamun/
CARTAS A MI MUJER
I
Seré fusilado un
Día
que será
compacto y
fresco.
II
Saluda a Darko si viene.
Yo soy vuestro hijo.
Yo soy tu
sol negro.
III
Observo a una hembra que
mira
enajenada.
Fuma furiosamente un cigarrillo.
IV
Una mariquita gana
el trabajo de retazos por cada
punto negro y
rojo.
V
La tribu
del Libro roe los huesos en gelatina y
mermelada.
La naturaleza va
en dirección contraria.
VI
Es con el fascismo y con la muerte con los que soy más
benévolo.
Si fuera
Hitler, habría
hecho rebanadas de Eva Braun.
Una de las primeras
fotografías de él siempre me llena
de alegría.
Esquiando, en los Alpes,
con una gorra verde con goma.
Las cenizas puestas a cocción piadosamente,
se siguen elevando
hacia el cielo.
VII
En mi opinión
las tortugas
viven tanto
tiempo porque no distinguen
los colores.
VIII
Morir sobre una piel.
Mirar las montañas por la ventana.
Cortar en carne y sangre lo que lleva el viento.
Este es mi tiempo.
IX
En las bellas formas se esconde
una herida.
Los arroyos y los campos están
en tablas.
En aquél entonces no había
puentes de hormigón armado. Si
el corazón no mira hacia afuera
de los arcos, no mira
a ningún sitio.
Los estigmas son domesticación
y olvido.
INSECTOS, PÁJAROS
Noto
la mano de dios en mi nuca.
¡Quién osa aplastar mi cabeza!
Miro
a una avispa muerta.
Está en un papel blanco, bajo una inscripción
negra: llamar a Junoš.
Imprime este gesto vacío en mí. Imprímelo.
Dios es el vacío.
Su cabeza, un tumor de carne pestilente
de un semental. Le ha caído a un lobo en la nieve.
Qué quieres
gaviota, ¡vuelve al río Hudson!
No rasgues mi cuerpo con relámpagos.
¡Ventana! No me mires fijamente.
He oído que tienes
las manos blancas,
señor del Vacío.
Nunca las he visto.
De Balada para Metka Krašovec (Vaso Roto, 2013)
Traducción de Xavier Farré
Tomado de:
http://pajaroslanzallamas.blogspot.com/2013/11/cinco-poemas-de-tomaz-salamun.html
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