sábado, 19 de noviembre de 2022

POEMAS DE LENRIE PETERS


HEMOS LLEGADO AL HOGAR

 

Hemos llegado al hogar

Desde la guerra sin sangre

Con el corazón abatido,

Nuestras botas llenas de orgullo

De la verdadera matanza del alma,

Y nos hemos preguntado

“¿Cuánto cuesta

ser querido y después abandonado?”

 

Hemos llegado al hogar

Y traído la promesa

Escrita en colores de arco iris

A través del cielo – para enterrar,

Pero no es el momento

De colocar coronas

Por los crímenes de ayer.

La noche amenaza,

El tiempo se disuelve,

 

Y nada conocemos

Del mañana.

Los tambores borboteantes

A la estrella hacen eco.

El bosque aúlla

Y entre los árboles

El oscuro sol aparece.

Hemos llegado al hogar

Cuando vacila la aurora

Cantando canciones de otras tierras,

La Marcha Fúnebre

Que nos viola los oídos,

Sabiendo que toda nuestra tradición y nuestras lágrimas

Se juegan al cara o cruz de una moneda.

 

Hemos llegado al hogar

Al pie de las verdes colinas

A beber el grito cálido

Y suave del canto de los pájaros.

A las playas ardientes

Donde los botes salen al mar

A desgranar la cosecha del océano

Y las tenaces gaviotas se hunden

Y deslizan volcando besos sobre las olas.

Hemos llegado al hogar

Donde a través del relámpago

Y la lluvia atronadora,

La peste, la sequía,

El espíritu empapado

Se demora en el camino arenoso

Sosteniendo los torturados restos

De la carne,

Ese espíritu que no pide

Al mundo favor alguno

Sino la dignidad.

 

Tomado de:

https://blogs.culturamas.es/blog/2015/09/12/lenrie-peters-gambia-8guia/

 

 

La cerca

Allí, donde el oscuro pasado y el futuro mezclan

sus nebulosas esperanzas y aspiraciones

, allí yazgo.

 

Allí donde la verdad y la mentira luchan

en un combate interminable y sangriento,

allí yazgo.

Allí donde el tiempo avanza y retrocede

sin un momento de pausa para suspirar

allí yazgo.

 

Allí, donde el cuerpo envejece implacablemente

y sólo la mente débil puede vagar,

allí me acuesto con el alma abierta de asombro.

 

Allí donde todos los opuestos llegan

a plagar los sentidos internos, pero no se fusionan.

Sostengo mi cabeza; y luego ingeniar

para detener el movimiento constante.

mi cabeza da vueltas y vueltas,

pero no he estado bebiendo;

Siento las olas flotantes; me tambaleo.

 

Parece que el mundo ha cambiado su juego.

pero soy yo quien no ha cruzado la valla.

 

Allí donde entran en conflicto la necesidad del bien

y el "hacer el bien".

ahí miento.

© por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

 

****

ella vino en cortinas de seda

Ella vino en cortinas de seda

y pechos desnudos.

Artemis velada; sentado

En un nido de águila

Blandiendo la espada

y lo prohibido

Menos torpe en un sueño.

 

Ella me entregó la palabra

Sellado en el algodón

Atado en un acertijo sin fin

Amor y odio sin amor

Veneno de la serpiente de coral

Como el misterio de Saturno

 

Suave mariposa alada

con el grito sin voz durante el día -

Cazadora de la virilidad lisiada Tirano

desigual por la noche

Visitando las cuevas de Hysterus

Donde duerme el leopardo herido

En la verde luz de la paz.

 

Caminando en la niebla

Entre los monumentos con cámaras

Apiñados como carámbanos

En la corriente paciente

Que se alimenta de cansancio

Ella suaviza sus arrugas

Y se prepara para el asalto.

Amor, palabras sin brillo,

mil veces maltratadas tantas

veces bañadas en sangre

 

, déjame lavarte

como el frenético tamiz de oro,

déjame conducirte a

 

través de la densa multitud

sobre el montículo fálico

hasta el manantial de cristal

donde he encontrado

el más puro ser vivo.

© por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

Tomado de:

https://allpoetry.com/Lenrie-Peters

 

 

ISATOU MURIÓ

 

Isatou murió

cuando solo tenía cinco años

y estaba llena de orgullo

incluso antes de saber

cuán pequeña era la pérdida

que trajo a tan pocos.

Su madre lloró

casi agradecida

de que la privaran tan pronto.

Y no vio la sonrisa

Tan tierna como la raíz

De la planta que despunta

Que cerró sus ojos.

Los vecinos lloraban

De acuerdo a la paga que tenían

Y pensaban que gran fiesta

Pudo haber sido también su boda.

El padre la miró

con ojos de mármol y dijo:

"¿Quién derramó el perfume

mezclado con el rocío de la mañana?"

 

 

LENRIE PETERS, (n. 1932), Gambia

Traducción José Alberto de Oliveira

Rosa do Mundo

2001 Poemas para el Futuro

Assírio & Alvim

3ª edición

2001

Tomado de:

https://www.portalentretextos.com.br/post/lenrie-peters-gambia-n-19328207

 

****

Los paracaidistas dicen

El primer salto

Te arrebata la respiración

Los pies al aire molestan

Hasta que te acostumbras.

 

La tierra firme

No está donde la dejaste

Cuando te zambulles

Primero la cabeza tal vez

 

Mientras escuchas

Hablar a tus arterias

Aprendes a sostener la esperanza.

 

De repente estás sólo

Sosteniendo una sombrilla

En un lugar ventoso

Cuando la cálida tierra

Te alcanza

Te sosiega

El interregno vibrante ha terminado

 

Tratas de aterrizar

Donde el herbaje verde se entrega

Y cargas tu morral

A través de los campos

 

La violenta llegada

Descoyunta las articulaciones

La tierra no tiene adónde ir

Estás en el punto de mira

 

Saltando a través de mundos

En tiempo condensado

Después de la torpe caída

Estamos siempre en el punto de mira

 

* * *

 

Considera uno pequeño

Que podrías tomar

A lo largo de su recorrido

Frugal. No, circunspecto.

Su olvido prominente

Cimentado en humildad

Exaspera la idea

De energía. Diez años

Para alcanzar algún bocado

Verde en Marte

Es nada para un caracol; moralmente.

Bocado y clorofila

Esperarán amargos

Una generación o dos

Hasta que algún desamparado caracol

Se los apropie con

Menos arrebato; más fortuna.

 

Los caracoles temen la rapacidad

Prefijo de locura,

Como el rayo vagando

Por el cielo- ¿Dónde

¿Golpeará o morirá?

Los caracoles son infaliblemente

Sensatos e irónicos.

 

Deja a los vientos violentos

Llevar fantasmas hacia al mañana.

Vientos para holgazanear en

Desnudos árboles desérticos; atemporales.

Los caracoles se demoran oscuramente

En arenales, cercas, sombras a medias

Esencialmente frescas, esencialmente vivas.

¡Eternamente esforzándose, eso es todo!

 

* * *

 

Estas son las briznas de hierba

Sobre las que caminaste

Estos tus cabellos perdidos

Engarzados en el viento silencioso

Estos los pétalos

De tu encarnada florescencia

Este es mi corazón

El granero atestado

 

Este ardiente corazón reposará

Bajo una piedra; lavado

Por un frío arroyo transparente

Que con él pueda fluir

Mi sangre alrededor de tus bañados pies

Mis lágrimas sobre tus labios

 

Nunca, nunca, será encontrado allí

Nunca hasta los llamados

De otra reconstrucción del amor

Hasta que en tu arrobadora presencia

Esta agonía atemporal sea disipada

Entonces desde los años muertos

Como hojas marchitas rejuvenecidas

El amor valeroso desterrará al miedo.

 

Traducciones de Raúl Jaime Gaviria

Tomado de:

https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/74_75/peters.html

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