HEMOS LLEGADO AL HOGAR
Hemos llegado al hogar
Desde la guerra sin sangre
Con el corazón abatido,
Nuestras botas llenas de orgullo
De la verdadera matanza del alma,
Y nos hemos preguntado
“¿Cuánto cuesta
ser querido y después abandonado?”
Hemos llegado al hogar
Y traído la promesa
Escrita en colores de arco iris
A través del cielo – para enterrar,
Pero no es el momento
De colocar coronas
Por los crímenes de ayer.
La noche amenaza,
El tiempo se disuelve,
Y nada conocemos
Del mañana.
Los tambores borboteantes
A la estrella hacen eco.
El bosque aúlla
Y entre los árboles
El oscuro sol aparece.
Hemos llegado al hogar
Cuando vacila la aurora
Cantando canciones de otras tierras,
La Marcha Fúnebre
Que nos viola los oídos,
Sabiendo que toda nuestra tradición y nuestras lágrimas
Se juegan al cara o cruz de una moneda.
Hemos llegado al hogar
Al pie de las verdes colinas
A beber el grito cálido
Y suave del canto de los pájaros.
A las playas ardientes
Donde los botes salen al mar
A desgranar la cosecha del océano
Y las tenaces gaviotas se hunden
Y deslizan volcando besos sobre las olas.
Hemos llegado al hogar
Donde a través del relámpago
Y la lluvia atronadora,
La peste, la sequía,
El espíritu empapado
Se demora en el camino arenoso
Sosteniendo los torturados restos
De la carne,
Ese espíritu que no pide
Al mundo favor alguno
Sino la dignidad.
Tomado de:
https://blogs.culturamas.es/blog/2015/09/12/lenrie-peters-gambia-8guia/
La cerca
Allí, donde el oscuro pasado y el futuro mezclan
sus nebulosas esperanzas y aspiraciones
, allí yazgo.
Allí donde la verdad y la mentira luchan
en un combate interminable y sangriento,
allí yazgo.
Allí donde el tiempo avanza y retrocede
sin un momento de pausa para suspirar
allí yazgo.
Allí, donde el cuerpo envejece implacablemente
y sólo la mente débil puede vagar,
allí me acuesto con el alma abierta de asombro.
Allí donde todos los opuestos llegan
a plagar los sentidos internos, pero no se fusionan.
Sostengo mi cabeza; y luego ingeniar
para detener el movimiento constante.
mi cabeza da vueltas y vueltas,
pero no he estado bebiendo;
Siento las olas flotantes; me tambaleo.
Parece que el mundo ha cambiado su juego.
pero soy yo quien no ha cruzado la valla.
Allí donde entran en conflicto la necesidad del bien
y el "hacer el bien".
ahí miento.
©
por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos
****
ella vino en cortinas de seda
Ella vino en cortinas de seda
y pechos desnudos.
Artemis velada; sentado
En un nido de águila
Blandiendo la espada
y lo prohibido
Menos torpe en un sueño.
Ella me entregó la palabra
Sellado en el algodón
Atado en un acertijo sin fin
Amor y odio sin amor
Veneno de la serpiente de coral
Como el misterio de Saturno
Suave mariposa alada
con el grito sin voz durante el día -
Cazadora de la virilidad lisiada Tirano
desigual por la noche
Visitando las cuevas de Hysterus
Donde duerme el leopardo herido
En la verde luz de la paz.
Caminando en la niebla
Entre los monumentos con cámaras
Apiñados como carámbanos
En la corriente paciente
Que se alimenta de cansancio
Ella suaviza sus arrugas
Y se prepara para el asalto.
Amor, palabras sin brillo,
mil veces maltratadas tantas
veces bañadas en sangre
, déjame lavarte
como el frenético tamiz de oro,
déjame conducirte a
través de la densa multitud
sobre el montículo fálico
hasta el manantial de cristal
donde he encontrado
el más puro ser vivo.
© por el propietario. proporcionado sin cargo con fines
educativos
Tomado de:
https://allpoetry.com/Lenrie-Peters
ISATOU MURIÓ
Isatou murió
cuando solo tenía cinco años
y estaba llena de orgullo
incluso antes de saber
cuán pequeña era la pérdida
que trajo a tan pocos.
Su madre lloró
casi agradecida
de que la privaran tan pronto.
Y no vio la sonrisa
Tan tierna como la raíz
De la planta que despunta
Que cerró sus ojos.
Los vecinos lloraban
De acuerdo a la paga que tenían
Y pensaban que gran fiesta
Pudo haber sido también su boda.
El padre la miró
con ojos de mármol y dijo:
"¿Quién derramó el perfume
mezclado con el rocío de la mañana?"
LENRIE PETERS, (n. 1932), Gambia
Traducción José Alberto de Oliveira
Rosa do Mundo
2001 Poemas para el Futuro
Assírio & Alvim
3ª edición
2001
Tomado de:
https://www.portalentretextos.com.br/post/lenrie-peters-gambia-n-19328207
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Los paracaidistas dicen
El primer salto
Te arrebata la respiración
Los pies al aire molestan
Hasta que te acostumbras.
La tierra firme
No está donde la dejaste
Cuando te zambulles
Primero la cabeza tal vez
Mientras escuchas
Hablar a tus arterias
Aprendes a sostener la esperanza.
De repente estás sólo
Sosteniendo una sombrilla
En un lugar ventoso
Cuando la cálida tierra
Te alcanza
Te sosiega
El interregno vibrante ha terminado
Tratas de aterrizar
Donde el herbaje verde se entrega
Y cargas tu morral
A través de los campos
La violenta llegada
Descoyunta las articulaciones
La tierra no tiene adónde ir
Estás en el punto de mira
Saltando a través de mundos
En tiempo condensado
Después de la torpe caída
Estamos siempre en el punto de mira
* * *
Considera uno pequeño
Que podrías tomar
A lo largo de su recorrido
Frugal. No, circunspecto.
Su olvido prominente
Cimentado en humildad
Exaspera la idea
De energía. Diez años
Para alcanzar algún bocado
Verde en Marte
Es nada para un caracol; moralmente.
Bocado y clorofila
Esperarán amargos
Una generación o dos
Hasta que algún desamparado caracol
Se los apropie con
Menos arrebato; más fortuna.
Los caracoles temen la rapacidad
Prefijo de locura,
Como el rayo vagando
Por el cielo- ¿Dónde
¿Golpeará o morirá?
Los caracoles son infaliblemente
Sensatos e irónicos.
Deja a los vientos violentos
Llevar fantasmas hacia al mañana.
Vientos para holgazanear en
Desnudos árboles desérticos; atemporales.
Los caracoles se demoran oscuramente
En arenales, cercas, sombras a medias
Esencialmente frescas, esencialmente vivas.
¡Eternamente esforzándose, eso es todo!
* * *
Estas son las briznas de hierba
Sobre las que caminaste
Estos tus cabellos perdidos
Engarzados en el viento silencioso
Estos los pétalos
De tu encarnada florescencia
Este es mi corazón
El granero atestado
Este ardiente corazón reposará
Bajo una piedra; lavado
Por un frío arroyo transparente
Que con él pueda fluir
Mi sangre alrededor de tus bañados pies
Mis lágrimas sobre tus labios
Nunca, nunca, será encontrado allí
Nunca hasta los llamados
De otra reconstrucción del amor
Hasta que en tu arrobadora presencia
Esta agonía atemporal sea disipada
Entonces desde los años muertos
Como hojas marchitas rejuvenecidas
El amor valeroso desterrará al miedo.
Traducciones de Raúl Jaime Gaviria
Tomado de:
https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/74_75/peters.html
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