jueves, 3 de noviembre de 2022

POEMAS DE MAGDA ISANOS


Hijo mío, no me busques…

 

Hijo mío, no me busques. Todas las cosas

te van a hablar de mí con razón.

Cuando yo no sea más,

no digas: “Ya es tarde para mi madre”.

 

Sabes, yo voy a reír en las flores

y voy a cercar muchas veces

con las nubes y la lluvia los corrales

allí, donde una vez, pasé mis mediodías.

 

Si sufres, llámame por la noche,

y yo vendré al lado de tu corazón

aunque debería traspasar el horizonte

y también al mar con mis alas.

 

No tengas miedo de mi rostro cambiado.

No digas: “¡Mi mamá nunca fue así!”

Tú vas a reconocer mi voz de cuento

en los árboles delante de las ventanas.

 

Vas a comprender que soy yo por tantas señas,

cuando llegue hasta el lado de tu cama

y haré que el aire sea fresco,

bajando junto a ti todas las estrellas.

 

Tú vas a saber que mamá está cerca

también en la manera que tienen de callar todas las cosas –

en el dolor y la inquietud del mañana –

y en el olor de la membrilla y del pan.

 

Vas a reconocerme y a sonreírme en tu sueño.

Y en cuanto a mí, cuando vea que el sol se levanta,

voy a llevar mis ángeles y a volar

por si acaso me asalta el temor de no devenir rocío y morir…

 

 

Poema

 

Al principio fue la palabra AMOR.

Tu respiración llegaba a mi

rara, como un soplo de viento, y el viento mismo

se quedaba junto a nosotros como una respiración misteriosa.

Yo recuerdo de aquellos tiempos solamente

los lugares ensombrecidos por donde pasábamos

y el cielo alto. Las otras cosas, si vienen,

las encuentro de pura casualidad, como te encuentro a ti;

para siempre el mismo reloj tocaba la hora…

Para siempre el mismo reloj tocaba la hora:

parece que todas las cosas del mundo tendrían

una única muerte en un sólo corazón.

En vano aparto la niebla diluida:

los árboles inclinan sus ramas encima de nosotros

y nos quedamos solos en la noche

en medio del agua que se desborda.

Al principio fue mi orilla, la tuya,

y entre nosotros EL AMOR, como un océano muerto.

Por primera vez el sol, mientras pasaba

               del uno

                           al otro

caí, pájaro de oro asesinado entre las olas.

Después, sin que lo supiéramos, seres rapaces

descendieron de las orillas, caminaron sobre las aguas.

Eso permaneció unos miles de años. Luego, finalmente,

criaturas marinas vinieron para morder en las orillas.

Ahora nuestra frontera mordida se parece al

perfil de los continentes; y las almas

a la flor inconstante hecha de la espuma del mar,

que el viento destruye o se seca sobre las rocas.

Al principio entre nosotros fue una sola palabra.

Ahora cientos de palabras muertas se animan

cuando tu respiración llega hasta mí,

rara, como un soplo de viento…

 

 

Interior

 

Mis días han pasado en esta casa

ociosos como las almohadas del canapé,

quietos como las niñas de los tiempos pasados.

Candil debajo del icono, tú ¿por qué tiemblas?

 

¡No sé a quién se parece la Madre de Dios!

Mamá, a veces, ella se parece a ti.

Las dos habéis tejido y lavado la ropa blanca,

y al anochecer os habéis acostado más tarde que todos…

 

Quiero los retratos y los rincones

en donde los silencios se esconden para ronronear

como gatos solitarios.

La casa se llena de vuelos y de cortinas sonámbulas…

 

Quisiera ir a buscar en la cómoda de madera

(donde la luz cae como un impulso)

naranjas y manzanas y encontrar en la ropa

los manos de una niña... matas delicadas …

 

 

Dios de las fronteras

 

Un Dios de las fronteras se queda entre nosotros,

el beso permanece en sus hombros

y yace allí, olvidado, pudriéndose como la manzana

que los dos un día mordimos.

 

Nos acordamos que fue amargo.

Sobre los senos de escarcha, después en las caderas

tu pelo centelleaba abundante con su llama,

así como lo veo sin cesar desde entonces.

 

Ahora tú estás tan lejos y todos los sueños son sólo ceniza.

Una ola rica de humo y desastres

ava que corre, la losa donde nos sentamos.

 

Ahora comprendo que hasta el día de la muerte

el Dios de las fronteras nos separa,

de la edad del fuego, de los corazones y los astros.

Tomado de:

http://www.archivopdp.unam.mx/index.php/63-traducciones/traducciones/3467-073-traducciones-antologia-rumana-magda-isanos

 


ÁRBOL DE DAMASCOS

 

 Esta mañana me despertó

 un impaciente rascado en la ventana,

 los dedos-ramas

 del damasco que floreció durante la noche.

 

 Al principio no lo reconocí

 entre el derroche de tanto blanco y rosa

 pensé que un ángel se había abatido

 rompiéndose un ala en el árbol.

 

 ¿Podría ser el damasco? Pensé.

 Entonces molesto por mi silencio

 me tajeó la mejilla con una rama floreciente.

 Entonces lo vi.

 

 el amigo de la infancia que amaba.

Tomado de:

http://inutilesmisterios.blogspot.com/2018/11/seis-magnificas-poetas-rumanas.html

 

 

Sueño vegetal

Te dejaría, alma, despedida,

y un árbol fuera, quieto y contento,

con flores en lugar de pensamientos,

viviéndome sin bien ni mal la vida.

 

En algún bosque montañés, lejano,

cuando las aves se alegrarán más,

mi frente el sol rozara con su mano

y el cielo con sus lágrimas mi faz.

 

Y llegará la lluvia que lavare

el polvo de las penas que sufrí;

y libre de raíces, para mí

la noche hará zarcillos estelares.

 

La luna llena pesaré en balance -

curioso nido que enlazado aguanto;

de luz y savia embebido tanto,

que no habrá árbol que a mí me alcance.

 

Con un violín tocando en cada rama

celebraré la dicha de existir;

y el mágico concierto al concluir,

veré que el bosque acude y me aclama.

Tomado de:

https://lyricstranslate.com

 

 

NO SÉ CÓMO HA OCURRIDO

 

No sé cómo ha ocurrido.

La juventud se ha ido, se ha acabado.

El arco de mis cejas ha cedido.

Ya no es orgulloso y definido.

 

¿Dónde están mis preciados días,

y mi verano de trigo y achicoria?

No buscaré ni recordaré.

Todo era más bonito ayer.

 

La luz plana

no me seduce ni me engaña.

Todas las frutas que he anhelado

han madurado y en sueños florecido.

Así es. No sé cómo ha ocurrido.

 

La tierra es diminuta y el horizonte ha encogido.

No ocurren milagros ni caen estrellas,

como en las noches de mi adolescencia.

 

Magda Isanos

Poemas (1943)

Tomado de:

https://avionesdebabel.wordpress.com/page/3/

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