Rusia Virginal
Buscando El dorado en la nieve
o una furia sutil, ¿quién lo sabe?
mi ejército partió de sus cuarteles
(Darío, Carlos de Suecia, Bonaparte)
marchando sobre la Rusia virginal. Y cada uno
encontró la derrota por el mero hecho
de quemar los pueblos antes y no al final.
La única huella sobre aquella tierra virgen
es de aniquilados ejércitos extendidos como larga cicatriz
con la nieve sanadora sobre la piel.
¿Cuál es el precio de esas guerras inútiles?
En la destrucción de las tropas no veo tanta pérdida.
Podría reclutar un nuevo ejército
fácilmente para esta campaña.
Pero no mis ricos maizales, que una vez marcaran
la frontera rusa, rotos por el paso
reunidas para la invasión, de mis propias fuerzas.
***
Confidencias en el bar
Bueno, al ser tú de la otra punta de la ciudad
te diré como conservar un trabajo cómodo.
En las salas de diseño y en el laboratorio
llevo puesto mi traje de faena y parece
de tal manera, que me envían de la fábrica.
Piensan los trabajadores que vengo de otra sección.
Los intermediarios y elegantes encargados
creen que debo tener alguna influencia con el jefe.
Así que llave y pluma conjugando
nunca dejo que transmitan rumores
de que para ellos soy inútil
y obtengo, por no hacer nada, de todos el salario.
***
El pequeño y sucio acusador
¿Quién le invitó? ¿Qué hacía aquí aquel gañán
pequeño e insolente, grosero y compulsivo?
Al dejar el sofá, dejaba tras de sí una mancha.
Según mi esposa incluso intentó sobarla.
Pero era peor, si, como ocurría con frecuencia, le pillábamos
robando o pellizcando el trasero de la doncella; miraba
lascivo,
el morro brillante, en el labio un cigarrillo
dando a entender: “Tú y yo estamos en el mismo barco¨.
Ayer le obligamos, casi por fuerza,
a ir a la parroquia o morir de hambre,
de lo segundo quedamos en no sentir remordimiento.
He aquí de nuestro justo regocijo el comprobante
ahora huido el pequeño acusador, claro está,
de responder a su acusación nunca seremos capaces.
***
Lucifer
No quiso Lucifer matar a Dios,
sino reducir su autoestima.
Cansado del esplendor donde la sombra no moraba,
la quimera del rebelde era el sueño
de un Dios desconcertado, enojado sin medida
y llevado casi en el llanto a implorar
“Yo construí este Cielo para satisfacer a Mis ángeles,
y aun así no te gusta. ¿Qué más quieres?”
En este punto, claro, con la más Divina compasión,
Lucifer, misericordioso y hábil,
mostró pronto a su Señor un Cielo tal
que los ángeles no podrían rehusar.
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Autor: Norman Cameron. Traductor: Imanol Gómez Martín. Título:
Poesía. Editorial: El Desvelo. Venta: Todostuslibros, Amazon, Fnac y Casa del
Libro.
Tomado de:
https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-norman-cameron/
Balada a su amante
Falsa belleza que, aunque en apariencia hermosa,
arte rudo en acción, y me ha costado caro,
duro como el hierro y más difícil de desgastar,
nombre que significó el final de mi carrera,
encanto que hace daño, constructor de mi féretro,
ohgresa que exiges la muerte de tu amante, ¡
joven sin piedad! Mujer, ¿me oyes?
¡Debería ayudar a un hombre, no arrastrarlo al fango!
Mucho mejor hubiera sido buscar
ayuda y reposo en otra parte y mantener limpio mi honor,
en lugar de dejarme llevar por la desesperación
a huir en angustia y deshonra.
"¡Ayuda ayuda!' Yo lloro: "Vosotros, vecinos todos,
acercaos;
¡Cada uno traiga agua para mi fuego furioso!'
La compasión exige que todo verdadero competidor
ayude a un hombre, no lo arrastre al fango.
Tomado de:
https://www.poetrynook.com/poem/ballade-his-mistress#google_vignette
Confianza en las tabernas
Bueno, ya que eres del otro lado de la ciudad,
te contaré cómo tengo un trabajo fácil,
en las salas de diseño y en el laboratorio
estoy vestido con un mono, y así finjo
que estoy por negocios desde la fábrica. .
Los trabajadores creen que soy del otro lado.
Los intermediarios y los comisionados inteligentes
creen que debo tener alguna influencia con el jefe.
Así que, jugando con la llave inglesa y la pluma,
nunca dejo que se corra el rumor
de que no sirvo para nada en ninguno de los dos
y recibo la paga de ambos por no hacer ninguna de las dos
cosas.
Tomado de:
https://www.oatridge.co.uk/poems/n/norman-cameron-publichouse-confidence.php
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