JAN VAN EYCK
A Manuel Durán
Espacio de este cuarto, en el redondo
espejo del fondo la espalda de los novios,
minuciosas descripciones, presente,
minuciosas.
Redondo espejo, ¿es su doble? Más bien, disminuido
el otro lado del cuerpo, la no visible imagen.
Los novios no se miran: ella con los ojos
bajos, él, erguido pero inclinado un poco,
sombrero sobradamente sombrero,
Heraaut Le Sin, de Lucca Arnolfi.
(Italia rema, río a río, hacia el Norte,
Flandes y Holanda descienden hacia Italia).
Arnolfi, brazo levantado, promesa, ¿el distraído amor?
Quietud del espacio. La luz penetra
por la ventana: a la izquierda, a la derecha
la cama roja y oscuro rojo en las cortinas.
Esta azorada muchacha
vestida de verde oliva, y las mangas azules.
Las cuatro inmóviles manos se mueven, movimiento
detenido este baile de manos blancas.
En el redondo espejo, de espaldas
(Flandes desciende hacia Italia)
el espacio secreto y transparente
de este cuarto.
BRUJAS
A Anna María y Joaquín
Las agujas de la iglesia no se ven,
respiramos niebla en el aire de la plaza
de los canales. Navegan patos serios,
el agua es oscura, opaca, verde.
Toquen campanas en la niebla, campanadas
pesadas en la niebla. ¿Eres Brujas
normalmente ennieblada?
(Comercio y lana y niebla, exportas, siglo XIII;
te acaban, casi, las guerras, siglo XVI).
San Salvador, Mercado el Viejo, se esconden
en la niebla. Yen las aguas los patos
navegan con reposo. Pasean, ríen, los niños
y las niñas, Capilla de la Sangre, aquí San Juan.
Hans Memling, alemán, y eres de Brujas,
preciso, sin niebla, y colores oscuros
brillan y de nuevo brillan en lo oscuro.
Pasión de la luz, Hans Memling, todo es reposo
cuando afuera los sentidos viven de niebla.
MOZART
Si me preguntan: ¿quién?, contesto Mozart.
Schünberg, el de la noche
lógica escribe, vendrá después el canto.
Mozart no, es melodía.
(Leed las cartas).
La Linz, dos días,
las Misas ruegan, ruegan, eterno es el
espíritu. También inmortal el cuerpo:
entre el gozo y el dolor, todo alegría.
Eine Kleine ... Quisiéramos oirte siempre.
Si me preguntas: ¿quién?, contesto Mozart y nombres
absolutos.
¿Por qué te pareces tanto a Novalisjoven
musicalmente muerto y renacido?
El bosque, de brisa a brisa, es canto.
Si me preguntan: ¿quién?, contesto Mozart,
solamente Mozart.
Tomado de:
Gradas
a Ana María
I
Las estrellas nos miran lentamente
cierran sus ojos las bahías. El arco
de luz cerca los cabos en la ruta del fuego,
foques, banderas en las barcas, fosco
el fuego atónito de las naranjas,
en el aguanueva de los naranjales. Las bridas
de caballos pensados, pesados, imaginados,
lentamente nos guían igual que las estrellas,
cobarde noche, no puede con nosotros
tu oscuridad de marivientos
y raíces en el acantilado. Ah, todo canta, canta
en las encrucijadas del desierto: arco breve del mar.
Calamar, astro-nieve, lentamente
me deslumbran (el sol en las espumas
hace castillos breves de marinieve y trigo).
Los labriegos se mueven? leve moverse?
Como en casa de Brueghel, como
Los ríos se mueven; no, que se anudan
en las pinturas altas de balcones abiertos,
en las huellas en un sueño que reflejan
las purísimas
aguas de un ojo que no veo
ni puedo ver con ojos
carnales, oh dioses del mar, oh dioses encendidos.
(Grupo exacto e intacto de flores amarillas
en las sendas del bosque, en los atajos
de la vista me cercan, beben, cantan ?no,
no me cercan. Ah, barcas. Lentamente
los ángeles de viento y de poniente
ríen, las flores de los áloes
me esperan no sé dónde o lo sé poco,
más allá de las fuentes
oh barcas. Todo es ejercicio de belleza
sobre las olas azulencas.)
Los áloes, las miradas del cabo
?mar adentro?, flores de espuma, crecen.
Mediodía. Todo es silencio y en la roca
el mirar Tuyo crece, nunca
visible, mas visible eternamente
como la ola visible arena toda
como tronco y maderas todos leves
como la luz sencilla memoriosa
Mente.
(Chillan gaviotas-naves oro leve y Dios
pensar del pensamiento horrorizado el pico
restauradoramente-isleño y cree y creo
mimosaluzcongojahonestaohfleuve
de mirar irritado, malquiere, maloduele
oh barcas, barca, barcas
oh las barcas)
Una hoja navega en este río
y es verde y pura mar de luz y mar.
XI
Barcas de mar azul,
los olivos ramos y remos de todo pájaro
hablan, cantan, Gregorio, con luz
que no admite tinieblas. Se abren los libros,
se abren todos los signos ?barcas, barcas?
las estrellas nos miran lentamente,
cierran sus ojos las bahías. El arco de la luz
a pesar de Dolor, canta, todo canta,
cuando las naranjas maduras, en el campo
verde caen y son luz,
ah, mar, de barcas, barcas, barcas,
en la bahía abierta, en el cristal
de la bahía de las barcas, barcas, cuando
las naranjas se abren en el cielo.
(Versión de Andrés Sánchez Robayna)
Cerezas
a Octavio Paz
en su aniversario
Rojas las cerezas,
rojo el claustro iluminado
de vidas limpias. Claridad.
¿El sol, cántico de fuego?
Rojas las cerezas?
todo luz, todo mar
todo claustro.
Poemas de:
https://www.poemasde.net/poemas-de-ramon-xirau/
Espacios del Mar
"Los sagrados espacios del mar"
Swinburne
Lentamente la luz del día,
el secreto de las olas
cantan
el pájaro del alba.
Dentro, dentro del cuerpo
del mar, peces rojos
renacen en silencio
-alas el espacio del aire.
Miradas en las olas
si
son
sagrados espacios del mar.
Ánimo del viento
1
Brevísima brizna
tan breve
el verde de la brizna.
2
Chisporrotea la luz
incendio de naranjas
incendio de pálidas naranjas.
3
Ileso el aliento del alba
arenas sueñas paraíso,
naves en la calma
ileso aliento del árbol.
Fuego
Dorado el pez
(la habitación blanca estrecha).
Dorado el pájaro
(la noche blanca y estrecha).
Dorado el fuego
(el hogar en rescoldos y estrecho).
La noche,
pájaros,
sencilla
espuma limpia.
Tomado de:
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