domingo, 24 de marzo de 2024

POEMAS DE ISABEL FRAIRE


a William Carlos Williams

 

Terrible conocerte

                                    a través de los años

hombre atemorizado por tu soledad

                            con los ojos abiertos

                                                   viendo

                                                   viendo

 

hasta el máximo de luz que capta el ojo humano

                                   te penetraba

                                   te abrías a recibirla

                                               observando

                                               incansable

                        detalles          lineamientos                graduaciones

                                                           de luz

                                   tenues

                                               cambios

                                                           de atmósfera

                                           penumbras

                                   en el corazón de cada ser

                        sabiéndote

en el centro                          de una flor terrible

            que se abre cada año

                        para devorar al que mira

 

 

 

 

Escribir al azar

            poema tras poema

 

es jugar a las cartas

 

barajar           eternamente

 

    sin pero también           con

 

sentido

 

 

una vez más intentar         dar en el clavo

 

                        decir     lo que se quiere decir

 

                                      lo que se puede decir

 

                        lo que no sabe uno que quería decir

 

 

SENTIDO DEL ARTE O TAMBIÉN AQUÍ HAY UN CÍRCULO

 

y ése es Miguel Ángel

             ese viejo

                          que sostiene

             a la Virgen

                        que sostiene

             a Cristo

y Cristo                     Cristo somos nosotros

           tú y yo                        todos

y también somos los ojos

           que sostienen           con su mirada

           (que es la de Miguel Ángel)

a Miguel Ángel

                        que sostiene

                                                              a la Virgen

que sostiene

                  a Cristo

     que somos

                   nosotros

 

De Kaleidoscopio insomne. Poesía reunida (FCE, 2004)

Tomado de:

https://pajaroslanzallamas.blogspot.com/2015/07/tres-poemas-de-isabel-fraire.html

 

 

Ahí está el jardín

 

Ahí está el jardín

desde que llegamos hemos estado pensando

             plantar más flores

         arrancar las yerbas

 quitar una pila de basura vieja que hay en un rincón

 

una o dos veces lo hemos regado

 

después nos hemos conformado con la lluvia

                     que cae

                             cada cuatro o cinco días

 

cuando llegamos

             una o dos flores violáceas    ágiles

                             translúcidas

                                       flotaban en el aire

                       destacadas contra el verde refrescante y umbroso

 

después aparecieron más

 

cada día había nuevas   milagrosas   corolas

                       meciéndose   entre tallos

                             y hojas esbeltas

 

poco a poco

           acabaron de salir todas las flores

              se agotó la cosecha

 

unos meses más tarde

            como movidos

                   por un impulso mágico

         dos rosales juntos

                se llenaron de flores

                             que luego

          

                                   unánimes

                                    se marchitaron

 

desde entonces

 

             cada tres o cuatro días

                             decimos

 

            hay que comprar semillas

                         abonar la tierra

                         regar

                         cortar las flores secas

        quizás lo hagamos

entretanto

         el jardín

sigue su propia vida   y nosotros la nuestra

 

 

Día de verano

 

Día de verano

hilo de araña   plateado   meciéndose

puente delgado y tenso

contra un azul profundo blancas nubes

verde claro e intenso     contrastado con sombras

pasó la primavera         se aproxima el invierno

vuela un pájaro            un ladrido se oye en la distancia

               mientras      el sol

              aquí       calienta

               nada   por ahora   se mueve

el hilo de la araña       se destaca     meciéndose

                         frágil

                         resistente

                              tendido

 

               de lo oscuro     a lo oscuro

 

Isabel Fraire (Monterrey, México, 1934-Ciudad de México, 2015), Poemas en el regazo de la muerte, Editorial Joaquín Mortiz, México, 1978

Tomado de:

https://campodemaniobras.blogspot.com/2020/03/isabel-fraire-dos-poemas.html

 

 

La ciudad luz

 

 

 

I

el metro de París es una malla subterránea

que nutre

y que desangra

como los laberintos de las minas

la luminosa vida de la superficie

 

avanzamos

de oscuridad a oscuridad

por un túnel de luz amarillenta

caminamos

por largos corredores

de pie inmóviles nos desplazamos

sobre escaleras automáticas

o bandas sin fin

como muñecos

o maniquíes mudos

de oscuridad a oscuridad

 

hasta que de pronto

inesperadamente

salimos

a cielo abierto

y nos deslumbra

la blanca perfección clara y precisa

de Notre Dame

 

 

 

II

la atmósfera del Sena

 

sol blanco contra nubes blanquecinas

 

un blanco puente tiende lentos arcos

 

sobre agua que corre del pasado a nosotros

 

cargada de recuerdos

que enlaza con los nuestros

 

 

como enlazan gaviotas en picada

los reflejos del sol

sobre las aguas

. . .ave. . .

. . .morituri. . .

 

 

 

III

nuevamente

descendemos

bajo la tierra

 

aquí un hombre sentado sobre el suelo se ha quitado una

bota

para mostrar el muñón deforme de su pie destrozado

mientras tiende una mano

 

más allá nos salen al encuentro los gritos destemplados

de un muchacho que canta acompañándose con su guitarra

la gorra sobre el suelo

una canción de ritmo alegre y pegajoso

con cara de paralizada desesperación

 

junto a ellos pasan sin mirarlos las hordas

 

hace diez horas que salieron de sus casas

a calles negras y heladas

ahora que regresan

las calles están de nuevo negras y heladas

a veces los rostros

carentes de expresión

son recorridos

por pequeñas flexiones musculares

 

 

 

IV

durante el trayecto y luego en los andenes

nos sale al encuentro

un anuncio tras otro

que promete la felicidad a bajo costo o en abonos

 

bastará con comprar

un par de medias un dentífrico un terreno

o la marca de televisión que logra

la feliz unión de la familia

 

(sobre el muro se despliegan las caras felices de los niños

que contemplan la imagen de un vaquero

y detrás las caras felices de los padres

que ven por fin felices a sus hijos)

 

en una de tantas estaciones

junto a máquinas dispensadoras de cigarros y dulces

hay un escaparate en donde varios maniquíes

exhiben el efecto de diversas pelucas

 

uno de ellos

mediante un ingenioso mecanismo

muestra el contraste entre calvicie y pelo

al elevarse y descender

rítmico y lento

un frondoso tupé de cabello natural

 

 

 

V

el día veintiséis de noviembre

en la estación Louis Blanc

del metro de París

hubo una explosión

que redujo a escombros la taquilla

e hirió a algunos pasajeros

 

la detonación fue prodigiosa

pero las causas no se han aclarado

 

quizá se haya debido

a la acumulación de desesperaciones sin salida

que tarde o temprano tenían que estallas

 

 

 

VI

que tarde o temprano

estallarán

haciendo volar por el aire blanquecino

junto a las gaviotas

trozos del blanco puente que tiende sus lentos arcos

sobre el Sena

ante los ojos espantados

de las gárgolas proféticas de Notre Dame

 

mucho hay que decir en defensa del acto

de levantarse todos los días en la mañana

poner el radio, leer los periódicos, desayunar

preguntándose

ya, a esa hora,

qué mundo es éste

de qué llenar las horas para que se mantengan

erguidas

qué labor emprender que aunque sea un espejismo

nos deslumbre por un rato

con qué barrer las cenizas de todos los temores

de todas las dudas

que dejan en nosotros pesadillas y noticias

y el sabor vacío del pan comido

con ansiedad o sin hambre

 

recomenzar el juego

iniciar una vez más con un acto cualquiera

el movimiento de las piezas

sospechando que, ahora como siempre caeremos en la

trampa

que la trampa es el único final posible

para las piezas de que disponemos

pero de todas maneras seguir el juego

mantenerlo vivo para un hipotético relevo

que tenga más malicia o saque nuevas piezas de

la bolsa

 

pocos gestos en rigor tan heroicos y quizás tan inútiles

como desplegar una vez más el periódico

mientras tomamos lentamente, a sorbos, la primera taza

de café

 

 

 

 

todo este siglo veinte es un largo pataleo

de agonizante?

de niño en trance de nacer?

 

 

Europa

 

en este minicontinente

superpoblado y supercomunicado

hasta en las revistas más sofisticadas

aparecen los anuncios

 

hombre aburrido busca

mujer aburrida

para compartir aburrimiento

 

 

 

 

El tiempo vuelto a perder

 

 

 

intento varias veces releer un párrafo de Proust

 

sentada en una banca del tren subterráneo

 

junto a dos jóvenes mal vestidos

que hablan alborotadamente en un idioma extraño

 

frente a carteles enormes que anuncian inversiones

y pomadas para el pelo

 

no entiendo nada

 

 

CONCLUSIONES

no hay que intentar leer a Proust en el tren subterráneo

 

no se puede leer a Proust en 1974

 

Proust ya no es válido

 

lo que no es válido es el tren subterráneo

 

no entiendo a Proust porque no entiendo el tren subterráneo

no entiendo el tren subterráneo porque estoy llena de Proust

 

todos estos sentidos son proustianos

 

Proust es el ojo el tren subterráneo es el objeto

 

nunca hubo identidad entre ojo y objeto

 

1974 es la fusión de Proust y el tren subterráneo

en el ojo de su incompatibilidad

 

 

Amor y teatro

 

 

I

 

gesticular mirando con el rabo del ojo hacia el espejo

 

espejo ante el espejo

 

para qué

 

en el fondo

no soy no puede nadie ser

sino esta nada

este ojo

 

este cero que se refleja en otro cero

 

y el amor más glorioso

dos ficheros de imágenes

que por azar coinciden

 

 

II

 

Y SIN EMBARGO

 

quiero sacar mi yo

de detrás del espejo

y clavarlo en el tuyo

sin remedio

 

 

 

 

 

Utopías contemporáneas

 

 

 

el otro día en una fiesta

hablé con una chica llamada Desirée (hazme favor)

 

su renombre produjo ecos

románticos

históricos

hasta platónicos

 

resultó que trabaja programando una computadora

y así como otras gentes sueñan a colores

ella cada noche sueña

en un lenguaje de computadora

compuesto de

flechas que son órdenes

inflexibles

lógicas

 

me resulta imposible confesó

desenvolverme en una relación humana

 

todo lo reduzco a signos a flechas a órdenes

 

de noche

tengo pesadillas

en que formo parte de una computadora enorme

hasta que llega la hora

de levantarme para ir a trabajar

 

 

 

 

 

 

a veces me irrita darme cuenta de que escribir está lleno de

trampas

aprender a escribir es aprender a manejar trampas

y forjar las propias trampas lo que se llama genio

 

cómo entonces hablar

de la misión sagrada del poeta

o tonterías por el estilo?

 

el arte es artificio

 

poco después de escritas estas líneas

como un súbito milagro

constato con sorpresa

que el sol como un mago que se divierte

comienza a jugar con los reflejos

de mi pluma

trazando círculos de luz sobre la sombra del muro

que crecen y decrecen se abren y se cierran

dibujando espirales

de reflejos

irisados

 

como si de pronto una espectral cola de pavorreal

se presentara

a burlarse de mí

sugiriéndome irónica

que el sol es un mago que hace trampas

 

 

 

 

sentido del arte o también aquí hay un círculo

 

 

 

y ése es Miguel Ángel

ese viejo

que sostiene

a la Virgen

que sostiene

a Cristo

y Cristo Cristo somos nosotros

tú y yo todos

y también somos los ojos

que sostienen con su mirada

(que es la de Miguel Ángel)

a Miguel Ángel

que sostiene

a la Virgen

 

que sostiene

a Cristo

que somos

nosotros

 

 

a Virginia Woolf

y todo ha de terminar en un oleaje de amargura

que rompe sobre su cabeza mientras avanza lentamente

dando la espalda al mundo

que estalla como una pústula

 

las olas estallan contra la costa

 

el veneno se acumula lentamente

pujante efervescente

multiplicándose las causas y los síntomas

de la putrefacción

hasta que las membranas se rompen incapaces ya de

contenerlo

y se derrama

horror indescriptible profecía realizada

 

estallan estallaron estallarán

 

y sin embargo

hay momentos

en que el mar es un remanso que llena el horizonte

y se justifica

la intensa voluntad

la voluntad de ver

de verlo claro

de llenarse

de ese momento eterno

en que el mundo es perfecto

visible

radiante mecanismo

 

una ola tras otra reproduce

chorreante su equilibrio esplendoroso

Tomado de:

https://materialdelectura.unam.mx/index.php/poesia-moderna/16-poesia-moderna-cat/173-082-isabel-fraire?showall=1

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