jueves, 7 de marzo de 2024

POEMAS DE MAXIMILIANO ANDRADE

 

Cartas a la Princesa del reino Callampa

 

 

 

I

 

Allí entre la zarza y el recuerdo de una calle que fue tierra

 

Allí entre los postes ~entre los fierros y las marcas de neumático

 

Allí entre viviendas de emergencia y orégano y su cuerpo

 

Allí vive la niña princesa del reino callampa

 

II

 

Uno de sus ojos me ve

 

Estalla en mí su pupila carnosa

 

III

 

Miro desde mi ventana

 

Níspero ~ cartón y Cortina

 

Miro desde la vergüenza ~desde mi pared celulosa

 

Miro del cholguán ~miro desde lejos

 

En una calle ~en un pasaje ~ entre tanta y tanta casita que es pareada

 

Vi parirse una niña a si misma

 

Ser jardín y jengíbre y lechuga

 

Ser laurel y nogal y pimiento

 

IIII

 

Niña princesa del reino callampa

 

Desde esta reja ~pistilo de cobre

 

Te escribí tres cartas y ninguna fue para ti

 

 

 

Carta número uno:

 

La fábula del ciervo, el oso y la carne

 

“Todo poema es un acto político,

 

la poesía es un gesto animal.”

 

X CIERVO

 

hay un ciervo perdido en los pasajes de mi población

 

sus cachitos se esconden de vergüenza

 

no quiere salir

 

ya no pasan micros a esta hora

 

el ciervo tiene frío

 

se acurruca con ramitas y cajas de leche semidescremada

 

tiene miedo y yo no sé de qué

 

hay un bosque en la casa del vecino

 

hay un bosque y una tele de 52 pulgadas

 

la tele es más grande que los cachitos del ciervo

 

el ciervo tiene frío

 

me mira

 

pero ya no pasan micros a esta hora

 

XX OSO

 

le pusimos protecciones a las ventanas

 

rejas ~ fierros ~ alambre púa

 

no hay nada que a un oso detenga

 

a los osos les gusta el programa del morandé con compañía

 

les gusta tomarse una cerveza en el sillón

 

les gusta rascarse las motas de pelo

 

a los osos no les gusta sacar la basura

 

los osos mean las orillas de la taza

 

y cagan con la puerta abierta

 

no hay puntas que paren un oso

 

no hay osos que no tomen cocacola

 

XXX CARNE

 

el ciervo desgarra la carne

del oso

lo tritura ~ lo degüella

y con su sangre

 

pinta los postes de luz

y los árboles de su pasaje

 

 

 

Carta número dos:

 

Un sueño pintado en la pared de internit

 

 

2

 

Cuando se pintan los glaciares en las paredes de una pieza

 

se piensa que la pintura deja de ser egoísmo

 

los dedos se hielan

 

se congelan

 

se mueren

 

se abren

 

y caen

 

cuando la mancha del piso chorrea los bordes de la cama

 

se naufraga en el océano pacifico

las piernas se anclan a mamíferos que nadan en carne de mar

 

las manos son joyas ~ metal y veneno de peces

 

la cara es un hielo que a veces se arranca del trozo animal

 

el cuello un cristal que gotea pinturas azules

 

alfombra abisal

 

lo que comienza como un glaciar

 

se derrite en el internit

 

del tabique

 

              de una pieza

 

y el agua del deshielo

 

se escurre bajo la cama que flota sobre un río o un mar

 

1

 

el hijo de mi vecina tiene asperger

 

pinta las paredes de su pieza y recita cuentos de memoria

 

tiene un perro

 

todos los días le pone un nombre diferente

 

todos los días nace un perro nuevo que recoge sus pinceles

 

y le chupa las patitas

 

Jonathan pinta poemas con acuarelas que le compra su mamá en la feria

 

había un poema que decía así:

 

la pared está azul ~ azul y blanca

 

el niñito está en el medio de un glaciar

 

pero no está solo

 

el perro alfredo lo acompaña

 

el perro Jason

 

el perro Freddy

 

el perro triste

 

el perro azul lo tapa del frío

 

la tele está prendida en el discovery kids

 

el niñito nunca está solo

 

 

 

el poema es una pintura que nunca se acaba

 

Jonathan se queda dormido con el perro entre las piernas

 

su mamá escribe un cuento mientras el niño sueña

 

su mamá sonríe y lo pinta en la cama

 

su mamá llora porque su papá no vuelve

 

 

 

Carta número tres:

 

Carta abierta a un niño palestino a punto de morir

 

nunca fuiste de colocolo / nunca escuchaste las gotas de agua saliendo de la manguera / y cayendo a la tierra y cayendo a la tierra y cayendo a la tierra/

 

nunca el barro será enredadera en tu cuerpo / nunca un cóndor te dijo te amo de frente / ni pediste un matrimonio homosexual / nunca el vientre de tu madre te besó / como los besos que se dan en Chile / y nunca comiste la comida que hizo mi mamá / en junio o en agosto o el día de tu muerte / y nunca tu padre te vio desnudo en calzoncillos / y nunca fuiste mi amor o un detenido desaparecido / y nunca tu cuerpo fue tundra o desierto /y nunca tu casa fue tu propio cuerpo /

 

y nunca y nunca y nunca y todo eso

 

nunca mis ojos serán niños palestinos a punto de morir

 

 

 

Carta número 4 y ninguna fue para ti:

 

Mi amor

 

es una niña que vive entre las plantas

 

se esconde entre la ropa

 

en los alambres

 

en las paredes

 

nunca dijo

 

Por mí y por todos mis compañeros

 

su piel cree ser un vegetal aromático

 

y se funde despacito al ruderal

 

su pecho carcomido es un arbusto

las flores se entrelazan entre plástico y cemento

 

Mi amor

 

es una niña que vive entre las plantas

 

se tapa con sus huesos cuando tiene frío

 

come las uñas que le sobran

 

arma mediaguas con pelos que encuentra en su piel

 

 

duerme

 

siempre que encuentra su pecho

 

duerme

 

siempre que encuentra sus piernas

 

los filamentos de su cuero necesitan los rayos del sol

 

se queman y nacen y se queman y nacen

 

como una calle nueva

 

como nuevos órganos maltrechos

 

como un nuevo corazón

 

que el rostro de una niña se haga selva de su pueblo

 

que manos se hagan pétalos y hebras cuando crezcan

 

cuelgan las falanges de cornizas

 

caen de los dedos podridos

 

y luego

 

crecen desde el suelo entre los huesos

 

se alzan cultivados desde el compost

 

Mi amor

 

es una niña que vive entre las plantas

 

nunca tendrá más amigos que la tundra o el desierto

 

no será más que caderas aderidas al concreto

 

espera que el sentido eléctrico aniquile sus ganas de caminar

 

espera que un poste le caiga en la cabeza

 

nunca tendrá más amigos que su carne entre las ramas

 

que los restos de pan en las bolsas de basura

 

que el polvo mojado que circula entre los árboles

 

Mi amor

 

es una niña pegada entre las casas

 

orgánicas cadenas adheridas a sus pies

 

fibras carcomidas entrelazan sus caderas

 

y costillas que se abren como puertas de un hogar de material ligero

 

y clavículas de madera recubiertas con migas de pan

 

y poca cosa queda de una niña si ladrillos princesa construyen un país

 

 

 

Se levanta

 

las carnes se descuecen de la tierra

 

las hojas de desparraman por su frente de damero

 

erguido el cuello como un tronco que se quema

 

firme se alza de los tallos y el concreto

 

la niña mira a los ojos su reino botánico

 

las plantas se hincan se abrazan

 

la ciudad se hace pueblo y los pueblos son tierra

 

las rejas son de tierra

 

las paredes son de tierra

 

se caen los techos salvajes

 

caen porque es lo único que saben hacer

 

 

 

La niña mira a los ojos su tierra

 

no dice palabras

 

pero ama

 

como aman las plantas

Tomado de:

https://perros-romanticos.tumblr.com/post/92461636416/maximiliano-andrade

 

 

I

 

Una fogata que ilumine el silencio

 

 

 

Quemaré mi cuerpo con monedas con billetes con papeles de un vacío irrenunciable Para construir una ciudad que explote todo el tiempo

 

 

 

Estallar sólo con un fin didáctico

 

como un profesor que exhibe su muerte

 

para enseñarle a una estrella

 

a dar luz

 

 

 

II

 

El fósforo es una anécdota del incendio

 

 

 

Quizás si mi carne ardiera sería flor mi pecho de hielo azul Quizás si mi pecho fuera flor de concreto caería como las aves abatidas por el viento Estoy ardiendo como un fósforo mientras el fuego quiebra mi voluntad

 

 

 

Es imposible tener la imparcialidad

 

de un monje budista frente a la muerte

 

como el impávido ritmo de la bencina

 

al escurrir por los bordes de la piel

 

 

 

Quemarse a lo bonzo sólo reencarna el cuero vivo

 

 

 

La calma es una utopía geográfica en la carne

 

el verdadero incendio no siempre quema por dentro

 

 

 

III

 

Entre el ruido de las llamas de un incendio personal

 

 

 

Los hoyos que deja el cuero tenso calzan las cavidades de la pulpa derritiendo los ojos las manos la boca y todo agujero que sostenga algún rastro de voluntad o quizás queden sólo los espacios quemados suplantando un pecho de granizo azul

 

 

 

Nunca habla quien se quema

 

brama

 

muge

 

bala

 

 

 

Retumba entre paredes de concreto derritiéndose

 

 

 

IIII

 

Inmolar el bosque de una piel donde nunca hubo árboles

 

La agitada lucha entre los corpúsculos dentro de los pulmones desencadena el choque de mucosas congeladas que calcinan las paredes reverberantes de las perforaciones que dejó la contracción muscular

 

 

 

Encender el brillo de los ojos involuntariamente

 

al momento de llorar

 

 

 

Nada apaga

 

el resplandor sobre las córneas

 

 

 

Decir cien veces luz

 

no suplanta la luminosidad

 

 

 

IIIII

 

Quemar la casa propia

 

 

 

El argot de los huesos no sirve para nada Si los caldos y los jugos penetran la humedad simbólica de los intestinos La cornamenta se descalcifica La hiperlaxa coherencia del pellejo cede ante la brasa

 

 

 

No hay arrojo en la instrumentalización de la carne

 

 

 

Pensar un lenguaje de señas

 

que no necesite señas

 

 

 

Distraer la imparcialidad del tiempo

 

sin objetivos

Tomado de:

https://circulodepoesia.com/2017/02/diez-poetas-jovenes-chilenos/

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