DECIR AHÍ ES UNA FLOR DIFÍCIL
decir ahí es pintar todo de pájaro
decir ahí es estar atraído
por la palabra áspera
cardo
y por el cardenal cardenal
decir ahí es decir todo de nuevo
y empezar por el caballo:
el caballo está solo
ahora está solo
no hay ahora oscuro
no hay ahora de silencio
no hay ahora de palabra
no hay ahora de silencio contra la pared:
el caballo está solo es decir está negro
saltó por encima de la blanca
purísima realidad
el caballo está ahí
fuga
por las hendiduras del día
florescencia
como la luna fluye
el caballo salta por encima de su sombra
salta por encima de su silencio
salta por encima de la realidad
salta por encima
de un universo todavía negro
antes de la suma
antes de la cima
de los colores:
montaña verde sobre cielo azul
la silueta del caballo es colorada
colorada de sol cuando se oculta
ahora se oculta
ahora se hunde en el caballo
moneda de sol
no hay ahora de silencio
no hay ahora de palabra
no hay ahora de caballo
Excelente lenguaje, excelente.
Puro, blanquísimo, una flor: azucena.
Los pájaros cantan en pájaro. Los castores
comen en castor. Los humanos
hablan en humano, mano a mano, tocan
su voces en la conversación. ¿Brillante?
Se dice brillante. New York se dice New York.
Lenguaje de plata se dice lenguaje de plata. Para
un siglo de oro se dice para un siglo de oro. Góngora,
Góngora, Ya era hora, cordobés, ya era hora, cordobés.
Llaga se dice fácilmente.
No consigo
estar de acuerdo conmigo:
Dudo, titubeo. ¿Qué debo decir que esté conmigo
De corazón, no tanto de lenguaje?
Es que el lenguaje es tanto. Y mientras
Al costado mi hijo espera,
Al costado mi hijo espera,
Al costado mi hija espera,
Pacientemente al costado mi mujer espera:
Son tres hijos y mi mujer al costado del poema,
Al costado de mi desacuerdo conmigo.
¿Qué es esta justificación tentativa de una tiniebla
como si no tuviera derecho? La izquierda
no me lo quita sea lo que sea ese derecho no civil,
estar a una doble sombra, la de la.
Árboles referí que estaban al costado, esa paisajística
Ingenua: yo y al costado árboles en prolongación, voy con ellos,
Rasgos de una querencia con un yo central, pampa
En el dibujo, charreteras de mi camisa, hombros de mi cabeza.
Es que no consigo estar de acuerdo yo profundo
Con yo profundo, va uno por su lado y otro por su lado
Ladeados reconociendo lados de los que dudo, soldados
No israelíes tipificados en su tipo ni soldados por soplete
A mi yo –mijo incaico de rodillas ante lo que cae- sino
Soldados por el sol dados a la infancia del cubilete.
por la dignidad el mendigo despega, uruguayo
derechos humanos son desde que nace
toda la vida durante el paso por el lomo de la ballena
figura de fuente de la abundancia
surte
se enseña en la escuela sin loro
sobre el pupitre sin loro
niño, ser sin loro
ni flor de loto
debajo de un cielo de espaldas al pasto
la dignidad por la que el mendigo despega
de la mano que le deja caer
de las caídas de la mano
una indigencia que no se reduce
sino en necesidad, no en esencia
una casa que embriaga la sobriedad
escancia el éxtasis
eso en el mundo en que hay todo escasea
estaba un enero a los 14 años
en la estancia de mi padre en Tres Cruces
tierra límite entre Tacuarembó y Salto
tenía un garrafón de agua, una guadaña para cortar la yerba mala
extendida
un perro, un caballo, todo el sol de la mañana a pique, soñaba
ahora que no estoy allí recuerdo la estancia de mi padre
el garrafón de agua, la guadaña, la extendida yerba mala
el perro, el caballo, todo el sol de la mañana, ya no sueño
sueño con soñar lo que soñaba -todo junto-
ese enero en el campo con el sol a pique
que So-shu soñó
salvo en mí
no está mi padre
a William Rowe
la leyenda del poema que
no es desde hace mucho
la leyenda del poema que no es sino yendo
esas serían las nuevas incrustaciones
las grietas en la roca, las hendiduras, ahí
ningún metal, oro menos, amalgama
huevos en la grieta mientras vuelve a la caza
lo que viene del fondo del tiempo aparece, cotidiano
el día cierto, no se puede mentir, se experimenta entre
común, no común, viven mojarras, saltan pulgas
la mirada técnica, incisiva, técnica, distante
ojos apretados hasta un filo de lámina, esa, exacta en el corte
la mirada de la pregunta, la que quiere saber qué hay
dentro de un topo, qué más que órganos, vísceras, sangre
la mirada del vecino, la mirada del anciano, la mirada del niño,
no
un niño abre los ojos, suelta sus labios
corazón comunica corazón
Comuna con Comuna, en una tea el cruce de aldea a ciudad
pigmentos del fuego, incisiones negras en el rojo amarillo
lo que se derrite, lo que chispea desparrama, llamas voladas por
el viento
y una idea encendida que va de tea en tea, idea de día, de noche
antorcha
todo un espacio para sí mismas
antorchas
la leyenda del poema que no es sino yendo pasa por París, 1871
La Comuna, ahí ve si se queda, si sigue, se diluye
está muy cerca de lo que hablo
amor jugado, amor cumplido
reserva de vulnerabilidad
la palabra es larga, el lugar no es otro
poeta no es más ni menos que otro sin lugar
el que se hace un lugar entre palabras
difícil que se haga un lugar entre silencios
uno entre millones sin más ni menos humildad
los que vienen subiendo por la Bicentenario
habían salido de Honduras “porque tenemos miedo”
los que se hundieron en el tránsito Venezuela-
Trinidad Tobago por lancha en tres horas
tardó en arder, ahora arde la mujer en México
matan diez mujeres al día en México
arde de una ira tan antigua que atraviesa
el musgo de las piedras de Tenochtitlán
a esto lo cambian las mujeres y el clima
el calor y el calor, uno de mujer
otro de polo que se derrite y ola que se levanta
el mar que vuelve se retira para volver
y envuelve a la Madre Naturaleza, esa metáfora
de lesa humanidad -algo lo tenía que hacer
Comuna de París, Cabaret Voltaire, los tres primeros
años de la Revolución Rusa y mayo del 68
Internacional Situacionista, Woodstock
yippies contra la producción
momentos impensables, vislumbres de un abismo
que salva -porque nada salva ni la hondonada a donde van a dar
los cantos muy cantados en la reina red
o los aún inéditos en ensayo nocturno
-la Gran Nada de los Maestros de la Nada
-si el frío regresa
no vendrá a pedirme a mí cobijo
él tiene su casa
soy de los fuegos de invierno
Tomado de:
https://www.zendalibros.com/7-poemas-de-eduardo-milan/
POLÍTICA la música y política la arena,
políticos el viento y sus alrededores.
Político el silbido de la serpiente
superficial sobre la arena superficial,
su seseo dejó una huella. Vean:
SSSSSSSSSSSSS -dejó una huella.
El viento sobre la arena la borrará,
su goma de borrar seseos, silbidos
para que sólo haya un silbido sin tiempo,
el suyo, sin memoria. Porque si no es de la memoria
de lo que se trata de qué se trata esta embestida
de la bestia que se vistió de nosotros, de plural,
de primera persona del plural: masa.
Más que de pan habría que hablar de Pan,
Pan los trajo aquí donde la ausencia es mayúscula.
EL POEMA que se dio
cuenta
Que permanecería sólo en la deriva
De escribir sobre el poema
Salvaba así su vida. No temas -se dijo-,
El tema del poema es el poema.
Fuente que se alivia: parió.
Autonomía, autonomía.
Grito que se despliega por el pueblo
Que sobre sí mismo se dobló
Por un momento, respiro, por aliento,
Al poema le salvaste la vida.
Y también lo invisible, inocente
Reino que no se reduce.
UN POETA dice de otro:
«este tipo miente». Y nubes
ciñen su entrecejo, y las ovejas
suspenden su serena flotación.
¿Cómo lo sabe? Era una escritura
poéticamente correcta, iba
contra lo establecido del lenguaje cotidiano
y también contra lo establecido del poético,
volvía sobre sus pasos -no exactamente:
un surco más abajo- cumplía:
con las generales de la ley, imagen tras imagen,
fila india que entre dos levanta humo,
olía a incienso fuera de la recámara,
avanzaba hacia un Japón barroco, inexistente.
Y se oía el trote de un caballo.
¿Cómo supo el poeta que mentía el otro?
Es muy difícil no mentir en poesía,
entre una imagen, no mentir, y la siguiente.
Pero se puede. Lo leí en Miguel Casado.
«LA CRÍTICA brutal a todo
lo existente»
incluye una crítica brutal al lenguaje poético
un lenguaje que venía -parecía-
salvado de todas -sólo el insecto
la poesía que cree que en su lenguaje está cuidada
no está cuidada en su lenguaje
- «contame un cuento para dormir, papá»
-te cuento: la poesía es lugar que no tiene lugar
eso lo hace un lugar de gran coartada de vida
lo que no tiene lugar no se destruye
la lucha es por los lugares y los bienes
verdaderos males para los que no los tienen
rima asonante
la muerte de la poesía es de una belleza perfecta
funerales de lo que no tiene lugar
luto de lo sin lugar
góndolas cubiertas en procesión por los canales
Venecia negra
Casanova murió, sigue la poesía
Cita: Marx
NO ESTÁ en ti estar,
reina irreal, con un triste,
A su lado, asoleado de pena,
Ni en un triste con una que se va con la primera
Risa más lejos de lo que parece,
Esto es así, así es esto, el revés de lo mismo.
Por eso todo el mundo los veía raro,
Por eso murmuraban a su espalda el primer poema
Nacido en el río, a la orilla que crece, puro
Crepitar crédulo, zumban libélulas.
Tomado de:
https://nuevaprovenza.blogspot.com/2019/08/cinco-poemas-de-eduardo-milan.html
Humildad, la fuente inagotable...
Humildad, la fuente inagotable
de recursos naturales es un río
que no quiebra, un río
que fue lluvia, una elevada
vertiente que cae
como toda la plata, finalmente.
El hombre del rocío en la cabeza
y en los hombros, el famoso rocío
de los prados, hoy canoso,
no es más que la humildad que anda,
el otrora verdura de las eras, cabizbajo.
No está solo: una bandada
anda empapada como voz de Neruda.
Ese río, dios mortal del mar,
renace en meaculpa de la lluvia.
Inventarse otro corazón...
Inventarse otro corazón
con ritmo lento, parece ser la idea.
Este presente será una eternidad
menos la falta, parecería el augurio.
Un corazón con falta puede andar
mucho más lento, con su seguridad
vacía. Las palabras podrían acompañar
como muletas la falta del corazón,
el gran faltado. El corazón, no yo,
es el faltado y las palabras sin corazón.
Es El faltado.
Jugados como siempre...
Jugados como siempre
estuvimos, como echados
aunque fuese sin echar fuera del mundo, dados
a las condiciones reinantes, a la eterna
imprecisión del hecho en sí
que se sustrae, cortante
o en secreto: ese caracol
que no escucha sino su ruido interno
de mar, que oye llover
particularmente sobre sus chapas
gotas precisas, las traslúcidas,
las que filtran toda densidad, toda viscosa
sofocación: botas entrando a la Universidad
cuando la aurora, sabia, distraída,
como un golpe de caballos fuera de épica.
No volver sino volver...
No volver sino volver
a decir, ahora adherido
a tu piel, que da lugar. Hablo
de tu piel que es de lo poco
que conozco y esplende.
No soy más que la sombra de tu cuerpo
pero puedo hablar, sombra que habla
pero habla. Soy un residuo de un cielo,
el tuyo, un azul abierto.
Palabra, no busques tu cuidado...
Palabra, no busques tu cuidado
como una piedra preciosa buscaría
un resguardo de los ojos ávidos
de un pueblo en busca de pureza.
Aquí la pobreza es entrañable, un poema
un intento mayor, el de salir.
Como esos elementos sometidos a altas,
muy altas temperaturas se subliman
para perder su peso original, grave,
no como piedras preciosas que descienden,
vete como esos elementos por el aire.
No pureza: felicidades para ti.
Piedad o compasión...
¿Piedad o compasión
la tuya, sombra?
Piedra de la piedad, en todo caso,
por el que tropieza, compasión
por los arrepentidos, por los con dolores
cóndores del habla. ¿Y cuál
sino ésta? La de haber hecho derivar
el cóndor del dolor, como un ancestro.
Como lo prueban estos como picos
de los últimos acentos, sombra.
Pierde peso, pierde peso...
Pierde peso, pierde peso,
todo consiste en perder peso,
hundidos en la nieve de un regreso
imposible. En aquella infancia suiza,
polvo ahora de otras sienes, en la América
hecha trizas en su nombre, en el barro de
su nombre, en su chocolate nadie vive.
¿Y quién vive en la Europa de sus sueños
o en su Asia entrecerrada? Dobladuras
de la memoria para que quepa en el sobre,
para que medialune el recuerdo. Noticias,
no eres tú. Ahora estamos en presente
como en un para siempre preciso,
pájaros de un aire de otro reino, azules.
Por qué amo tu locura...
¿Por qué amo tu locura,
tu desparpajo, tu falta
de reloj y tus atajos
cuando estoy prácticamente a punto
de caer de cabeza en el abismo?
O sea en ti. Pero no sólo
eso: hay mucho más de ti que quiero
y no revelo. Esa lámpara
que enciendes en el fondo.
Señora mía que no quieres pertenecer...
Señora mía que no quieres pertenecer
porque insistes en que así te pierdes
a ti misma como de vista: mire bien,
voy hacia usted con este sentimiento
que he logrado juntar todo este tiempo
sin poco esfuerzo. Voy a su escondrijo
donde te escondes detrás de las moradas,
voy con todo mi capital a cuestas -vea bien
Roma mía, estos ahorros de amor para tu rosa.
No te me ocultes más, no se me niegue no
el pan de amor que incluye toda clase,
son momentos de desintegración mayor,
no totalice la noche del tanteo
que ciego soy, ceguera tú, ambos de amor.
Fíjese que voy con la ciudad encima,
recuerda el triste caballo de madera.
* * *
Estas palabras de amor entrecortés, estadas,
estas palabras estadas en el canon,
en la boca de los que las dijeron antes
-y fueron muchos -ahora quieren ser preciosas
a puro sentimiento. Por poco tiempo
estadas -y luego fueron de la boca de otros
por un momento, uno solo, de temblor.
Temblor, temor a ser rechazadas por la oreja
interrogante, "¿qué dices?", puesto el signo
de caracol enfrente. Ese beso no se dio.
Recíbelas, fírmalas con la firmeza de tu lengua,
langue de otra sangre si ignoras el signo.
* * *
Señora que dejas mucho que desear
al alcance de mis ojos pequeños
-pequeños: que no se detienen-: no tientes
al pobre de capital, no aumentes la tensión
de la ausencia. Entiende, mucha es la falta
en estos tiempos de roer tan duro, de colinas
y valles, de limones y rosas, de afueras
y adentros -sobre todo de adentros.
Ya está la intemperie en llaga viva,
no le propongas calor.
* * *
No demasiado
pero sí mucho.
no demasiado como masa
diluyendo al creyente en ti,
quitándole intensidad: "aquí estoy",
dile al que huye, "regresa a casa",
Mucho es el sentido que se ha perdido en la marcha
de ir hacia dónde, en la mancha de ir hacia
o en la de ir: se ha perdido el sentido
a sí mismo, ensimismado.
Sin sentido de mí estás dormida en tu sueño,
no yo, vuelve tú.
* * *
El poema de amor todavía va.
El canon de este tiempo dice: aquí no.
El Colorado ausente, esplendor ausente
entre dos o más de dos: no hay lugar,
El implosivo, explosivo, extraterrestre pecho:
no. Pero existe el poema de amor, va.
Hay que decirles a esas cosas que sí existe
el poema de amor: entrañable de oscuras,
pudorosas o impúdicas, olorosas quizás.
* * *
El que oculta en su manga un castillo,
guarda una fortaleza debajo,
una odisea que no dice, una estación espacial:
tiene artefactos, tiene futuro,
en silencio le funciona una industria militar.
Debo decirlo: triste de mí que nada tengo,
absolutamente nada de absoluto, ni su sombra,
ni unas migajas como consuelo de amigo
a excepción de ti: sola contra la guerra,
tú contra los blindados, ciegos dados.
Sin profundidad que reubique...
A Antonio Ochoa
Sin profundidad que reubique
las estrellas en la noche nueva
pasa el poema hacia la pregunta:
¿para qué sirvo? ¿Para qué todo esto?
Desdén, dolor,
desencanto en los ojos antes
encantados, poco pan con mano preparada
por dinero. Para esto:
como alivio del hambre milenaria
de los hombres que no tienen
más que eso.
Todo está ligado...
A Eduardo Vásquez
Todo está ligado
como para separar el pájaro
del aire y condenar al aire
como irrespirable. Todo está
ligado: toda la ciudad es un templo
-se refiere José a Sarajevo-, no sólo
las iglesias. Rosas llaman a los cráteres
donde estallaron granadas.
¿La llamada frivolidad, los tacones altos
de la adolescente, tan criticados por mí
como vanos en la adolescente que no veía
la bomba, el hambre, Sarajevo? Son los distintos
tiempos, lo que aquí se hace pero no resuelve
otro tiempo, lo que en otro tiempo se hace
pero no resuelve aquí. De oeste a este,
de norte a sur: el que decide no está
en el perfume que quieres, el que decide
el bombazo quiere estar en Dios.
Y la bomba es demasiado física, demasiada materia
condensada, tanto
como para estallar: el bombazo como nostalgia
de la explosión original, un deseo
de retroceder a un pequeño dios autorizado o de que,
más adelante en el tiempo,
llueva llanto.
Una rica me dijo que los pobres...
Una rica me dijo que los pobres
no tienen sentimiento. Era una lírica,
un yo profundo, una garza. Hay gente pobre,
en cambio, apegada
al ritmo del corazón de sus hijos,
a su llanto, a sus palabras bajas
que no alcanzan la estatura del Sentido
o recortadas, en sus brotes.
Un plátano, para ellos, es un plátano,
un beso, un beso, sobre todo el de la madre,
la mano del padre en la cabeza es un momento
de ascensión, ascender a la mano del padre.
Hay algo inminente cuando comen: comen, amiga lírica,
como si fueran a perder lo que está puesto
ahí adelante, comen con nostalgia, el plato
se coloca en el futuro, allí donde decían
los apaches: «Algún día comeremos una buena comida».
Esto es muy general, a grandes rasgos, esquemático,
pero como el amor no conoce espera, quema.
Tomado de:
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