Ángel de la guarda
Si no sufres de hambre
si no pasas horas enteras
midiendo el vacío a tu alrededor
si no te importan los fracasos
los caminos minados
si las distancias no te afectan
si no tienes frío
si lo mismo te da
un callejón o un apartamento
si no sientes dolor
Si tus heridas son de aire
qué te importa la vida
no te cortan los servicios
no te embarras en los charcos
ni te espichan en el bus
ni te enamoras
ni te embriagas
ni sabes soñar despierta
Ángel de la guarda
sé por qué sólo buscas compañía
Muerte I
En algún lugar del ataúd la muerte escribe versos
ve por las ranuras la procesión de los gladiolos
toma café
se mira al espejo
en los agujeros de la madera
descifra constelaciones y galaxias
toma brandy
hace bolas de humo
cuenta sílabas y espía por el ojo de la cerradura
la labor ingeniosa de la hormiga
En algún lugar del ataúd la muerte siente frío
está sola
camina en círculos
se calienta los brazos
acaricia las cortinas púrpuras
y siente que la nostalgia camina tras su sombra
en algún lugar del ataúd la muerte llora
está pensando en cambiar de oficio
Alquimistas ambulantes
Muerte II
Por nuestras venas no corre sangre
sino óxido
ríos de tiempo erosionan las rocas
de nuestras vidas
Por nuestras venas
corren cosas viejas
una noche de miedo
un paseo por el bosque
los juegos que se quedaron atrás
Por nuestras venas corre niebla
espacios abiertos llegan a los ojos
cuando estamos tristes
para que lloremos
Por nuestras venas corren voces
sonidos que estallan cuando llegan a la boca
para que cantemos cuando estemos contentos
o gimamos
cuando estemos lejanos
Por nuestras venas corren enanos con
destornilladores
nos aflojan la piel
los ojos
los recuerdos
Cuando terminan
quedamos desparramados en una caja
Por nuestras venas
corre la muerte
Guerra I
Para variar estamos en guerra
Contra los zancudos porque nos hurtan los sueños
Contra las polillas
porque juegan con la luz descrestando nuestro
asombro
Contra las cucarachas
porque a hurtadillas reciclan las sobras de nuestra
noche
Contra los mosquitos
porque nos roban la pereza
y elevan por el aire la metáfora de nuestra sangre
Contra las pulgas
porque envidiamos sus volantines de fiesta
y sus gambetas en las cuevas tibias de las colchas
Contra los piojos
porque piensan por nosotros
y conocen los lugares secretos de nuestras calvas
Para variar estamos en guerra,
a veces nos matamos
para combatir la rutina
Poesía
La poesía es un oráculo:
ten cuidado al leerla en voz alta,
ten cuidado al interiorizarla,
no le des ese pan a la memoria,
y sobre todo,
cuida lo que dices
cuando te lances a esgrimir versos,
que la poesía es un oráculo terrible,
así como da la vida,
da la muerte.
Tomado de:
https://www.omni-bus.com/n19/poesia.html
SEPULTURERO
Decoro a los muertos
que lívidos y vestidos de lila
me echan en cara
los horribles ornamentos,
los afeites y el griffin que les huele a podrido.
Nunca les pregunto si quieren tinto
o un ponqué con sabor a lágrimas,
los maquillo y les abro la ventana a la muerte,
a la perezosa tarde que los aguarda
entre bajeles de rancios aromas
solo para que la gusanera se frote las manos.
NO
No se monta al bus por la puerta de atrás,
a No le compran nada,
desciende infeliz,
regresa a la avenida
limpiando todos los sí que avanzan meneando la
cabeza.
En los semáforos No pide
y mientras pasan los autos
No sueña con manos blandas
que descienden desde otras nubes
para tomarlo en brazos y mecerlo.
A veces No duerme bien,
le alcanzan las sobras para comprar el vestigio de
los sueños.
No visita la playa, reconoce el sabor marino
en la brisa menuda que le baja del ojo
y le llena la boca de oleajes amargos.
Con los dos palmos de vida que le quedan
No sube a la luna
como si fuera la muerte.
BALAS
Las balas de los policías no matan,
son elementos mágicos que zumban por el aire
y se dispersan entre el gentío
sólo para darle compás
a los que marchan.
Pero no matan.
Son inofensivas,
los soldados las toman al desayuno
para combatir las órdenes de latón.
Las balas salen felices de las armas,
aplauden desde el aire las consignas,
pero no matan.
Los orificios en los cadáveres
son ecos del hambre y la tristeza.
MUERTE
En algún lugar del ataúd la muerte escribe versos
ve por las ranuras la procesión de los gladiolos,
toma café,
se mira al espejo;
en los agujeros de la madera
descifra constelaciones y galaxias.
Toma brandy,
hace volutas de humo,
cuenta sílabas y espía por el ojo de la cerradura
la labor ingeniosa de la hormiga.
En algún lugar del ataúd la muerte siente frío,
está sola,
camina en círculos,
se calienta los brazos,
acaricia las cortinas púrpuras
y siente que la nostalgia camina tras su sombra.
En algún lugar del ataúd la muerte llora,
está pensando en cambiar de oficio.
ADIVINA
Ahora que tienes en tus manos
la nobleza del viento
y la aguja del sol,
zurce con tus versos
la historia final de tus días.
Que nada te quede a la deriva,
aúna risa, mar y aroma,
pues todo cabe en el poema que te habita.
Reúne las cosas y dale música a tus días
con tus versos florecidos.
Acábese o no el mundo,
la fuerza que mana,
la fuerza que genera y da vida,
hacen de ti un ave encantada,
un ave de emocionados ritmos.
Toma el vuelo
que yace a tu lado cuando ríes
y no mires atrás al emprender el viaje
hacia tu centro,
que tu poema te llena de astros.
EL SUICIDIO DE PAPUS
El del 17
calma sus angustias con trazos de vino
y pan mojado de niebla,
el espejo le equivoca el gesto.
La del 16
dibuja en sus senos la punta del deseo
que se torna calor entre las venas.
No se volvió a saber nada
de los que vivían en el 15,
algunos dicen que en las noches cálidas
un tufo secretea aromas rancios bajo el vano de la
puerta.
En el 14 dos niñas se hacen masajes,
siembran flores en sus cuevas
con besos que hunden los dedos.
Los del 13 se han traicionado,
no advierten que paso frente a sus gritos.
En el 12 la comida se enfría,
la madre reprende a su hijo
por odiar el presidio que llaman colegio.
En el 11 un viejo agoniza,
las burbujas de oxígeno le quitan gotas de sueño,
lo dejan de lija en el cuarto vacío.
Buena fiesta en el 10,
el carnaval de los cuerpos
brilla con las ondas del baile.
El 9 se arrienda,
en los rincones las polillas sueñan con telas,
un fantasma vela una roseta vacía.
Del 8 salen vapores,
manjares se cocinan en las ollas,
tiritan de alegría los encantos del horno.
Los muebles del 7 hablan de los moradores
y de sus extraños rituales que tienen durante las
horas de sueño,
presiento fábulas de aire en el canto de sus
balas.
La señora del 6 habla con sus matas;
oyen la misma música,
beben de idéntico vaso,
comparten la pensión.
En el 5 una perra sueña,
echada al lado de la silla presiente pasos
imaginarios,
al olfatear la caída ladra sobresaltada.
Era bonita la del 4,
ahora su departamento lo invaden los niños,
puedo ver cómo estrellan su algarabía
contra las paredes que se achican.
Alguien suma en sus bolsillos,
es el vendedor de seguros del 3,
acumula deudas entre las pólizas.
La pareja de ancianos del 2
mira sin asombro la televisión que los hastía.
En el 1 el portero anota en un cuaderno las horas
tediosas,
doblegado por las venias bosteza,
hoy será amarillista.
ÁNIMO A DOS MANOS
No saltes
Sugieren las voces de paso
al recordar que allá no se diferencian las horas,
días y noches son paños
mudos y teñidos de barro
Salta
Arengan los días de tus días ya muertos.
Tu nombre olvido y todo tu exaltado yo
al llegar barrerá
la gente atormentada del andén
No saltes
Murmullo tras murmullo hemos visto en el humus
el lento deambular del gusano
que se aproxima a degustar las yemas de tus ojos
Salta
Somos las heridas y sabemos cuán inútil
se yergue la esperanza;
en mortaja, ya sabes lo que eres
No saltes
Esos presagios que te hablan
se escaparon de la vida
flácida,
solo van de ventana en ventana
pidiendo limosna a los paupérrimos
que añoran el día plañidero
Salta
Tu viaje son escombros,
cenizas de polvo hechas ceniza,
ideas funámbulas que trataron de volar
con rocas en el cuello
y un mar de soles apagados en el bolso
No saltes
Hay pájaros que traen con el pico la estación
y el filo del sol en la memoria,
hablan en voz baja y sin embargo ruedan
contigo en la barca que te lleva
Salta
El olvido es otra orilla que retorna
con los cánticos encendidos
de las voces apagadas.
Nada. Nada arde en otro mundo
salvo la sombra que aquí dejas vigilante
No saltes
Hay segundos que se pueblan
con el batir de albatros
que ríen y entierran la tormenta,
hay espejos que se abren
como árboles que cantan
Salta
Sentirás el brillo de la hierba
bajo el río centinela
que se lleva tus desgracias,
olerás en la raíz del origen
el aroma del pétalo de miel
Salta No saltes Salta No Saltes Salta No saltes
Salta No saltes Salta No
Dicen las voces en un lento diluir de tiempo entre
las sobras.
Inútiles, vanas, voyeristas, ignoran que siempre
hago caso
Omiso.
Tomado de:
https://eugeniasancheznieto.blogspot.com/2018/06/jaime-londono-espantapajaros.html
Ahorcado
Que bello el ahorcado,
Da vueltas, lame el viento su lengua,
Con su silencio de péndulo
Marca un grito de ayer.
El ahorcado mira a tierra,
Viaja en su sueño la muerte
Y con su mirada volátil
Rechaza su origen,
La naturaleza de la tarde,
La bulla de los niños
Y el estrépito del sol en las cabezas.
El ahorcado duerme de espaldas al aire,
Es un fruto maduro, estalactita henchida de dolor;
Sus ojos blancos sueñan con la noche
Y con el polvo que levantan las sirenas y los
gritos.
Que bello el ahorcado
Nos enseña que la vida se atora en la garganta.
Cuando era puta
Cuando era puta
fisgoneaba bajo las enaguas de la noche
El cielo picoteado por las estrellas
Disfrazaba mi tristeza con un brandy amargo
En el rojo encendido de mis labios
Para que los hombres no habitaran mi boca
Que es un canto sagrado.
Cuando era puta era casta al enamorarme
Y volaba de esquina a esquina
Hurtando la sonrisa de los emboladores
Que brillaban mis piernas
De los que apresaban mis sueños
Y los molían a golpes
Y no era falso ir a misa.
Cuando era puta fui libre.
Olores
Si te persigue el olor a fétido
Será que tu madre te busca a gatas
Para enredarte sus pañales
Y confundirte con sus angustias;
Si te persigue el olor a amarillo,
No creas que el sol se derrite
Atónito y triste ante tu mirada,
Viene tu padre batiendo un pañuelo
Con el que se limpió tus miados.
Si te persigue el aroma ocre,
No creas que se ha revenido la tumba donde agonizas,
Es tu cansancio que ya empieza a perseguirte.
No dejes que te persiga el aroma de la naftalina
Que te protege y te confirma,
Chupa alcohol y deja que el olor a tufo
Te bautice, te nombre y te enlagune.
Pónle cuidado a los olores,
Si tu culo huele a rosas
Te persigue la muerte.
Tuerto
Al tuerto no le tienen confianza,
No le echa ojo al carro
Y deja derramar la leche mientras cocina una
sonrisa,
Sólo ve de medio lado.
Dudan de él y lo tildan de falso,
Mientras llora por un ojo, por el otro
Sueña con la oscuridad y con los pétalos que
duermen,
Durante el baile de la noche
Cierra el ojo bueno y abre el tuerto
Para vigilar el sigilo de las sombras.
Las mujeres lo aman, creen que tiene el ojo tuerto
Para alagarlas cuando pasan.
Algunos piensan que es tuerto de mentiras,
Que se ha maquillado un ojo para jugar al espía,
Al cómplice de los rateros, pues no les echa ojo.
Pero si la noche tiene un sólo ojo
Por qué el tuerto habría de tener dos.
Perro
Si tenemos perro debemos levantarnos temprano
Para que nos pasee el perro.
El hombre es el mejor amigo del perro,
No importa si tenemos hambre,
Primero es la comida del perro,
El baño del perro,
El sueño del perro y las cosas del perro.
Creemos que el perro nos hace felices
Nos bate la cola
Nos llena de microbios la cara cuando nos lame
Ensucia el jardín, el tapete y la cama.
Nosotros aprendemos del perro
Nos gusta que nos saquen a pasear
Que nos acaricien
Que nos dejen dormir todo el día y que nos sean
fieles.
Nosotros también gruñimos cuando estamos furiosos
Sacamos la lengua cuando estamos cansados
Movemos la cola de la sonrisa cuando estamos
contentos.
Aprendemos del perro que debemos cuidar las cosas
Y que todo el mundo debe servirnos
Si no tiene espejo compre un perro.
Espejo
Adán al revés es nada (Unamuno)
Unamuno no sé
Eva al revés es ave
Samaritana al revés Ana tira más
Noé al revés Eón
abad al revés daba
asir al revés risa
mar al revés es ram
memoria del agua
amor al revés Roma
Rama al revés amar
hales al revés selah
orar al revés es raro
otro orto
Ares al revés será
Éter reté
Ario oirá
salir rilas
TV VT
Seres invertidos Seres
río al revés oír
des sed
nos son
se es
solos al revés solos
Seres invertidos Seres.
Quién dijo que en este mundo
no nos rondan los espejos brujos.
Manos arriba
Todos los días levantamos la mano
para responderle presente a la rutina;
pedimos la palabra para soñar,
en los atracos nos levantan las manos
durante las requisas los soldados nos izan las
manos,
el cura nos excomulga con las manos levantadas,
para echarnos desodorante levantamos las manos,
con las manos en alto pedimos perdón,
los insultos vienen en las manos levantadas,
en el ataúd nos dejan bajar las manos
porque no cabemos.
Un hombre mirando al sudoeste
La imaginación es un fantasma,
nos enseña con metáforas sencillas
el placer del vuelo y la fiesta del olvido.
Sus bocetos señalan el lugar
donde contemplo la fortuna
de hallarme lejos de las sombras.
Todos pueden subir a sus nimbos
como si estuvieran nublados por el opio,
nadie les solivianta el peso
de los días aciagos.
Nos dan choques eléctricos
los exorcistas y los siquiatras,
nadie debe espantar la realidad
que nos atormenta y evapora.
Gracias a los parajes de la imaginación
huimos del tedio
y alcanzamos el horizonte del deseo.
Si no fuera por su fantasma
todas las religiones
carecerían de fundamento.
Caruso
Siempre que me canto
me sorprendo con la cascada de ruidos
que se van por el sifón.
Me canto en la ducha para limpiar mi voz
del cascajo que dejan los fantasmas
de mis días infelices.
Entonando entono
sones de sobras,
racimos de instantes,
melodías compuestas de risa.
Tras las muchachas
ensayo tocatas,
y si tomo la batuta
una que otra cae en mi canto.
Me canto de todo,
y cuando me hallo en medio de la calle
los espíritus impulsan la lluvia,
siempre hay que afinar bajo la ducha.
https://www.omni-bus.com/n19/poesia.html
Gallinas
I
El huevo es el centro del universo,
casi todos gustan que les den huevo,
lo costoso vale un huevo,
la cautela enseña a ir como pisando huevos;
hay vidas que tienen huevo,
los proyectos precisan huevos,
quien no logra su meta es una hueva.
II
La vida nos ampolla,
y cuando rompemos el cascarón
nos pica la desdicha;
las meseras culecas nos ayudan a clavar el pico,
sus picos nos sacan de la pollería de la rutina;
hay quienes no siguen la gallina gorda de la
norma,
son los picados gallos de pelea o los pregoneros
de la luna.
III
Somos buenos herederos de las gallinas:
de nada armamos una empolladura,
organizamos cócteles y nos gusta el arte
-una galería es una gallera en silencio-
la mayoría busca pollitas que píen
y sepan empollar la polla.
Algunos cloquean a solas,
buscan las respuestas en el granero del universo.
IV
Somos tan gallinas
que el gavilán de la muerte
nos saca corriendo del gallinero.
Ponido
La palabra ponido no tiene puesto,
va por el poniente con los ojos largos
y un llanto seco en su poro desierto,
como un perro que ladra perro
se inventa caballos y galopes
que devoran vientos en la sed del vuelo.
Aunque tiene más ritmo que puesto,
todos los correctores de estilo le cierran las
puertas
como a cualquiera que no entra porque no entra,
será que yacen sobre su gramática exacta
como los muertos que están muertos
dentro de su geografía ortográfica.
Pero qué bello sonaría han ponido un país extraño
en mi memoria para que lo recorra con los sueños,
o han ponido mi historia en duermevela
bajo el ángel de una lámpara apagada,
o te han ponido a ti que no me sueñas
como guía de mis pasos pensativos.
Quizá un día lea en un libro
aquí han ponido las gallinas de mis sesos.
Paisaje de cartón
Los insectos odian el campo
semántico.
La lluvia es árida,
los árboles sudan tinta
por andar tan tiesos
sobre cimas gramaticales.
Nada útil,
nada fértil
para una tarde de Cante Jondo
entre las ramas.
El río que lo recorre
siempre lleva las mismas letras
muertas sobre el renglón.
Al llegar la tarde
solo el gramático y el gorgojo
campean esos parajes.
Como profe escuelero
el ácaro ortográfico
los recibe con los brazos abiertos.
Flores muertas sobre flores muertas,
tizne y hollín en grupos,
nada sirve para el vuelo;
tristeza con tristeza la comarca
que junta los caminos
por donde se pasea la ausencia.
Embellecedor
Cuando bebo te sueño entre meandros y corales
Ataviada de asombrosos hábitos y de melodías
Que se contorsionan en tu aire gris de humo.
Cuando bebo no asisto al funeral de tu muerte,
Camino por la cuerda floja
De mi copa a la copa de tus labios
Y a mi risa la agitan las olas.
Cuando bebo,
Sueño que luces como una mermelada en el desayuno
Y me gusta habitarte, deambularte,
Olfatear tu rosa negra
Y navegar tu mar rosado que no tiene algas.
Si no bebiera se burlarían de mí en los bares,
Eres tan linda cuando bebo.
Buena suerte
Deseaba cambiar mi suerte,
Salí a buscar un trébol de cuatro hojas,
Lo hallé tímido y mudo
Sobre las manos del rocío.
Me observó temblando.
No lo toqué,
Buena suerte tuvo el trébol,
Me fui a casa a ver el cactus.
Deseo
De la palabra aljibe
extraje todas las monedas que sobornaron deseos
para comprarme el espeso viento
que ahora enrollo bajo los árboles
en largas hojas de silencio.
Recostado contra la añoranza
prendo el torbellino
con la lumbre de la tarde.
De cuando en cuando
echo volutas de nada
donde embarco los ojos
hacia la luz que se deslíe.
Solo pido que no haya manzanas
que me lleven a una teoría.
Lianas de humo
Mi abuela me llevaba a las misas de gallo
vestido como gallina de alquitrán,
en los zapatos brillantes veía el tiempo del ruego
y la cara atormentada de los santos.
Por el peso de las súplicas
los pabilos se caían de cansancio
y le prendían fuego a los atriles de hierro,
monaguillos corrían en sus trajes rojos
con matacandelas para conjurar la llamarada.
Mientras yo veía a mi abuela jubilarse de
rodillas,
la legión de hippies subía como ángeles
en volutas de marihuana hasta el campanario
y más allá;
las letanías colgaban en racimos
y el cura se santiguaba al ver a todos esos
cristos
desfilar por el atrio.
De tanto acompañar a mi abuela a la iglesia
de Lourdes en Chapinero,
aún conservo en el aliento el gusto
por la hierba santa.
Tomado de:
https://www.laotrarevista.com/2024/05/poemas-jaime-londono/
BALAS
A todos los que matan en las marchas pacíficas
Las balas de los policías no matan,
son elementos mágicos que zumban en el aire
y se dispersan entre el gentío
sólo para darle compás
a la cadencia de los que marchan.
Pero no matan.
Son inofensivas,
los soldados las toman al desayuno
para combatir las órdenes de latón.
Las balas salen felices de las armas,
aplauden desde el aire las consignas,
pero no matan.
Los orificios en los muertos
son ecos del hambre y la tristeza.
POESÍA
Arde porque es de agua
y se frita entre las hojas y las ramas.
Anda a tumbos por las voces
y pasa de grito en hasta los confines
hasta los más confusos lugares.
Y arde como el cielo que chispea
mientras danza en los labios el refugio de la
muerte.
Se caldea, se crepita,
su canto labra en lava las letras de fuego,
las palabras en las que se mece el universo.
Arde porque es de viento
y sabe a nube a paso a piso
a las cosas leves que se llevan los cometas
a los bichos que cantan la canción del verano
mientras el calor se duerme sobre la tierra que
pasean las hojas.
Arde en frutos de libros encendidos
y nombra, y te nombra
mientras el poeta duerme en su regazo.
FORJA
Golpea duro el metal con el martillo
regrésalo al fuego
dóblalo para que reflexione
extiéndelo con el mazo
hasta que cante el yunque vigoroso.
Dale vuelta a la piedra de amolar
que la velocidad la saque chispas al acero.
Prueba el filo con tu lengua
así cada verso
podrá despescuezar la carne
para que brille el poema
o trasmigre la vida.
Tomado de:
http://antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/colombia/jaime_londono.html
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