miércoles, 11 de febrero de 2015

“A VIVIR DE LA POESÍA”

“A VIVIR DE LA POESÍA”

Esta semana, intentaré dar un pequeño paseo, por lo que ha sido, y ha significado, mis días persiguiendo algo que desde niño me tiene atrapado, y que he querido asir como a una amante viscosa “La Poesía”, y escojo este tema, porque considero, que la mía no es una experiencia única, y mucho menos fuera de lo normal. Estoy seguro, como lo afirmaba la poeta María Mercedes Carranza: “En Colombia se levanta una piedra y saltan diez poetas”. (Yo agregaría en el mundo).

1. / Acercamiento

Colombia, es un país privilegiado culturalmente, el colombiano, lleva consigo una suerte de elementos vitales cotidianos, muy cercanos a la poesía y el arte en general, aun, desde niños, y en especial en las zonas rurales se convive con una riqueza representada en una serie de mitos y leyendas, así como de una gran cantidad de relatos de personajes locales, todos enriquecidos, por las exageraciones y relatos aumentados por los mismos narradores, que en casi todos los casos son los familiares. En varias ocasiones, tuve contacto con grupos familiares asentados en la ruralidad colombiana, allí sentado a la mesa, o en la cocina, tuve oportunidad de ser testigo presencial de cómo los padres cuentan maravillosas historias, no solo de ficción, sino como de un hecho trivial y cotidiano hacen una novela entretenida, más si se tiene en cuenta, que algunos son analfabetos; lo que no les impide con su pequeño bagaje lingüístico, elaborar complejas y divertidas narraciones, con un lenguaje sencillo, más no simple, que sería envidiado por cualquier nobel de literatura; es realmente maravilloso, y muchas veces regreso a esos lugares, para intentar aprehender esa sabiduría, y esa soltura en las maravillosas narraciones de los campesinos.

2. /Enamoramiento

Ya, en las ciudades, y en medio de los estudios, tanto de la primaria, y más aun en secundaria, el acercamiento a la poesía pasa de ser las narraciones de los familiares de mayor edad, a una dinámica más juiciosa y académica, es el momento en el que entran a nuestro universo las primeras letras de escritores infantiles, es la entrada a las narraciones universales, de los hermanos Grimm, de Esopo, Gabriela Mistral, Perrault y el colombiano Rafael Pombo, es este un momento muy importante, pues se quedan grabadas en la memoria y el corazón estos textos.

Una vez superada esta parte inicial de la infancia, y con este mínimo bagaje, cruzamos, al tiempo con la educación, a un momento crucial, en donde entre los primeros romances, todos nos convertimos de cierta manera en poetas en ciernes, es el instante, en que el amor llega a nuestra pubertad, entonces empezamos a practicar textos dulces, y en esa búsqueda muchos llegan, desde la música de letras románticas, a los poetas del enamoramiento, como Neruda, cuántos de nosotros puede decir que no recayó en ser un nerudito, o nerudiano al momento de escribir una nota para dejar en el cuaderno de una chica, y cuantos no soñamos o soñaron, con un amor lleno de la miel y las palabras melosas de Neruda, y dedicaron canciones de moda, de igual manera, muchos escribieron, o mejor escribimos pequeños versos en rima, para decirle a una mujer que estamos enamorados y deseamos atraerla, cuántos, luego de esa desilusión, no aprendimos que existen para cada estado de ánimo, poetas y poemas que poco a poco vamos descubriendo y serán nuestros compañeros por siempre. Algunos, no contentos con este acercamiento somero, intentamos ir más allá y tratar de cometer poesía, es en nuestra adolescencia; en casi todos, aparecen los primeros versos en cuadernos, para este caso las mujeres más cuidadosas elaboran delicados cuadernos adornados con dibujos de colores que guardan con celo entre sus maletas, y comparten apenas con su muy cerrado grupo de amigas íntimas en momentos de tristeza, y en una suerte de fe en el amor, así se pasa por un momento muy bello en la vida, pero algunos que lo intentamos, empezamos a buscar cómplices, y con ellos escarbar más allá de esta poesía amorosa, y llegamos al descubrimiento, que la poesía más que una colección de palabras es una posibilidad de vida, sin reparos iniciamos un trasegar acometiendo una suerte de textos, que consideramos poemas, y poco a poco descubrimos toda una gama de poetas,  de ahí escogemos a quienes nos acompañarán y llevarán en su barca, como lo hizo Virgilio con Dante,  así día a día decidimos algunos dedicarnos a Vivir de la poesía, y no vivir en el sentido de oficio económicamente rentable, No, es vivir en un estado que no es el de la realidad palpable, es un estado de casi ensoñación, que hace de cada poro una antena receptora del mundo, que entra a nuestra piel y sale de nuestro cuerpo en palabras que cada día intentamos que sean poemas, este a Vivir de la poesía, es una labor, una vida, un estado del alma.

3. / Compromiso

Cuando se asume un compromiso con este Estado del Alma, es un momento, en el que nos despojamos de nosotros mismos y hacemos de lo que queda uno con la literatura, y asumimos el compromiso de una entrega total y sin esperar nada a cambio, por lo menos nada en lo que significaría esto contraprestaciones económicas o materiales, no significa esto, que la miseria sea un común denominador, es más bien, no mercantilizar la palabra, y mantenerse en una independencia y recibir, si se logra algo, con desprevención las cosas que ella traiga, y sostenerse de cualquier manera, sin hacer del oficio de creador una posibilidad de vida, sino más bien que esta sea una vida. El creador, debe buscar su sustento, no en el comercio de sus palabras, sino en otros trabajos, que a su vez enriquezcan y apoyen su labor como cometedor de poemas y le permita dignamente vivir y tener a su alcance las herramientas, y los medios para seguir en su proceso creador.

4. / ¿Hasta cuándo?

Este es un compromiso a cadena perpetua, quien se enamora de la poesía o el arte, siempre estará en función suya, esta pasión se mete en las venas, circula por todo el cuerpo, y hace de tu piel su piel. Es una suerte de compromiso hasta la muerte, e incluso más allá, de eso dan fe, los grandes inmortales: Miguel de Cervantes Saavedra, Cesar Vallejo, Jorge Luis Borges, y tantos, como las artes han nombrado, y que sería un listado tan extenso, que no voy a hacerlo, y que es más bien una tarea individual, cada uno tiene su biblioteca personal, así como su discoteca, y en general su universo de gustos.

Espero, que estas líneas les lleven a una inflexión sobre su muy personal aporte, si lo desean, al panorama del arte.




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