Esto es exactamente lo que algunos dirigentes políticos hacen siempre, y es que para nadie es un secreto, y ni siquiera vale la pena nombrarlos, pero aquellos quienes otrora ostentaban la dignidad de presidentes, y desde cuyos puestos de mandatarios ordenaron persecución a quienes en el exterior denunciaron ampliamente la sistemática violación de los derechos humanos en Colombia, hoy se erigen como guardianes de una supuesta transparencia, y pretender salir a hablar, y según ellos mismos a denunciar los acuerdos, y los malos manejos del gobierno de turno, y lo mejor es que pretenden ser portadores de la verdad, no cabe duda, que esa verdad por la que hoy luchan, es la misma que mientras estuvieron en el poder defendieron con dientes y uñas, y por la cual cometieron cualquier cantidad de violaciones a los derechos humanos, y que de manera habilidosa hoy han salido del país, para no enfrentar a la justicia.
Por esta razón, ellos miran la paja en el ojo del gobierno actual, pero justifican y niegan la gran vara en el ojo propio, como las pruebas, y las salidas del país lo dejan en claro
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