A CONSTRUIR UNA NUEVA SOCIEDAD
La incompetencia
de los estados
Está
claro, que día a día queda más al descubierto, como los estados pierden
competencia, o mejor, se quedan cortos para asumir y coordinar a sus
ciudadanos. Este comportamiento obviamente es causado por el carácter
capitalista de la sociedad de hoy, estamos inmersos en una dinámica social, que
decidió acabar con el concepto de los dioses, no para liberarnos de esa pesada
carga, sino para desocupar nuestra mente y así apropiarse de ella. La sociedad
moderna ha practicado en nosotros una suerte de lobotomía, y en ese lugar
afectado, con falsas promesas de libertad, nos han sembrado una falsa moral,
que tiene como fin sustituir ese viejo concepto de Dios, por una serie de
cosas, en especial aquellas que produzcan placer, y que por tal motivo nos
ciegan, y nos muestran falsos caminos y felicidades.
El estado nos miente y nos esclaviza con promesas falsas
No
es ningún secreto, que constantemente, desde que nacemos, esta sociedad nos
convierte en seres dignos de ser felices, pero esa felicidad solo es posible en
la medida en que nos encadenan a toda una serie de conceptos, preceptos y
falsos paraísos, solo buscan alienar nuestra mente, desde los primeros años de
colegio, sino antes desde el seno de la familia, nos hacen rendirnos a una
suerte de principios, que cada vez tienen menos que ver con el verdadero valor
del ser humano.
La Familia
La
sociedad, desde tiempos inmemorables se ha demarcado dentro de algún tipo de
moral, y ha establecido una serie de condicionantes, que le suponen a la final
ostentar un poder sobre la humanidad; para ejercer dicho poder, primero ha dado
un gran poder al concepto de Dios, esto con el único fin de encadenar a los
espíritus libres, y a partir de allí, ha creado su célula fundamental: La
familia. Esta se ha erigido como pieza fundamental de la sociedad, y en este
sentido es la encargada de formar, o mejor deformar a los individuos desde su
nacimiento hasta su entrada en la escuela.
La Escuela:
La
escuela, continúa con el adoctrinamiento de los futuros ciudadanos, en este
caso, el conocimiento no es utilizado como herramienta liberadora, sino todo lo
contrario, se convierte en el lugar en donde se va moldeando al futuro
ciudadano, entregándole un conocimiento pequeño y fragmentario, que impide que
este ser humano, que ha sido arrojado a un mundo opresor, y de carácter
capitalista, se pregunte, y elabore su realidad, a partir de otros principios
que vayan más allá de los dioses, o de las enseñanzas de la familia. Cuando el
individuo sale del seno de la familia, ya es un ser apocado, con un concepto
sesgado de la moral, y con un sueño esclavo, que tan solo tiene deseos
hedonistas, que lo hacen aun más susceptible de caer bajo el influjo de la
sociedad y obedecer sin resistencia alguna. Esto es un gran logro de la
escuela, la cual se ha olvidado del ser que necesita adquirir conocimientos
para liberarse, y ahora le entrega apenas lo necesario, para que no piense y
sea mano de obra barata y sin riesgo de sublevarse.
La sociedad capitalista un redil que hay que romper
Es
necesario, romper las gruesas cadenas de la ignorancia, y el hedonismo, para
lograr rescatar al ser humano, al individuo, no a la sociedad, sino al
individuo, y no como parte de un todo, ni para que este logre su superación
personal, no, debemos dejar libre el espíritu del hombre, dejar que este se
proyecte en el tiempo y el espacio, de ser necesario, al margen de la sociedad
actual.
Necesidad de un nuevo orden social
Sea
como sea, el hombre de hoy, y pese a todo lo que se erige en contra de él,
tiene una necesidad imperiosa de cuestionarse y proponerse un nuevo horizonte,
uno en donde el auténtico ser humano, viva en libertad, en libertad para pensar
y pensarse, en construir y construirse con una nueva forma de organización por
encima de los viejos modelos como el socialista o el capitalista. Hemos visto
que las llamadas democracias son hoy por hoy sociedades fallidas, al igual que
el socialismo, ambas han demostrado clara y convincentemente que pueden llegar
a convertirse en meros reinados
despóticos y que es hora de plantear una nueva salida, otra solución que estoy
seguro que tarde o temprano alguien se tomará el trabajo de teorizar sobre el
particular.
Nuevas relaciones de poder
Las
nuevas relaciones de poder deberían plantearse no desde la sumisión de lo
económico, sino más bien ser transversales al conocimiento, es preferible un
nivel de relaciones basadas en el respeto a la libertad y la individualidad
esto a su vez engalanado con un nuevo concepto del saber, y permitir que el ser
humano individual se desarrolle a placer, a partir del conocimiento y el
cultivo de la sensibilidad y el arte, este será el respeto a la diferencia, al
saber, no solo al saber que nos convierte en mano de obra, sino aquel que nos
permite superar estos estadios de pequeños, y nos permita proyectarnos como
seres pensantes, reflexivos, y con aspiraciones, estas no hedonistas, sino de
superación por el simple derecho a un bienestar más allá de la mera acumulación
de cosas, pues puede ser más satisfactorio acumular experiencia y pensamientos,
que lingotes de oro o barriles de petróleo.
Un nuevo modo de gobierno
Esta
es otra pregunta que deben contestar los especialistas, y la verdad no soy uno
de ellos, pues se necesita una suerte de gobierno, o de coordinación, pero no
como se hace hasta ahora, que el gobierno simplemente subyuga, moldea a su
antojo, y finalmente se nutre de los seres en su seno. Prefiero la palabra
coordinar, a gobernar, pues en el caso de gobernar se establece una relación de
dominio, mientras que en coordinar estamos todos presentes y no como
subordinados, pues no creo que ningún ser humano deba subordinarse a ningún
otro, creo en colaborarse y coordinar, no en dirigentes y dirigidos, pues los
primeros han demostrado a través de la historia su egoísmo y fracaso, y los
segundos se han convertido en meros esclavos.
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