DERECHO A LA FELICIDAD EN EL SIGLO XXI
Disertaciones
en tiempos de transición
1. ¿Qué es la felicidad?
Sobre
este particular un sinnúmero de filósofos y pensadores de todos los tiempos,
desde la antigua Grecia, hasta los post modernos han dado a conocer ampliamente
su opinión sobre este particular; a continuación, intentaré dar una idea sobre
el tema, y al final mi ambición, más allá de lograr un consenso sobre este
particular, deseo que el lector de estas líneas, se interrogue, y saque su
propio concepto, desde la honestidad de su reflejo en el espejo, un diálogo
necesario y primordial para acceder a este estadio que es ser feliz.
Cada
época, cada etapa del desarrollo de la historia de la humanidad, ha contado,
con una suerte de definición, o escala que determina si los individuos
circunscritos en ese tiempo, son felices, y en especial de que manera llegan, o
que los hace felices.
2. ¿Qué hace feliz al ser humano?
Esto
depende exclusivamente, de cada periodo de la historia, lo que para algunos
puede ser el actuar con bondad, para otros será el conocimiento, y así
sucesivamente va mutando esta escala de felicidad, y se va adecuando a las exigencias
de la sociedad, y de los valores de la misma en cada momento histórico.
3. ¿Es posible ser feliz en el siglo XXI?
Sin
duda esta es una pregunta, que a diario nos atormenta. En mi concepto, el ser
humano está perfectamente provisto de todo para ser feliz, independiente de si
se considera creación divina, o producto de la evolución, todos los seres sobre
la tierra, tienen en sí la capacidad de ser felices. No deseo, que mis palabras
sean tomadas, como las locuaces afirmaciones de un exitólogo, o de un terapeuta
de la nueva era, y mucho menos con un embaucador teológico, vendedor de
paraísos.
4. Estamos equipados para ser felices
Totalmente,
tenemos todo lo necesario, para cultivar, y cosechar la felicidad,
independiente de que creamos que esta se da a partir de una acumulación de
objetos, o de cosas, que nos llenan de orgullo. Los bienes materiales, que
hacen parte del confort de las personas, más no de la felicidad, son un
espejismo, que no busca otro objetivo más que confundir a los sujetos, para que
a partir de la acumulación enfermiza de bienes, considerarse felices. Nada más
lejos, pues esta miope visión de la felicidad, obedece únicamente a una
fracción de esta, y una fracción minúscula, y de la que se vale la sociedad ce
este siglo, para negarle al ser humano, una verdadera, legítima y auténtica.
5. Felicidad en tiempos de transición
Pensar
que estamos en medio de un periodo de transición, no es más que un lógico
pensamiento, el mundo nunca está quieto, la historia se mueve, a un periodo lo
sigue otro así que casi siempre estamos inmersos en un periodo de transición de
una época o periodo a otro.
6. En Colombia
En
Colombia, estamos en un periodo crítico, pues Colombia aspira a pasar de un
estado de guerra, a un estado de paz y reconciliación, esto cambia totalmente
el panorama de la felicidad, y es que no me cabe la menor duda, aunque suene
traído de los cabellos, que muchos nacionales, más no la mayoría, se han
sentido muy cómodos en medio de un conflicto bélico como el nuestro, pues para
muchos se ha convertido, en fuente de riqueza, sin importar que para otros, la
mayoría, solo ha traído tragedia y pobreza. Pero como se trata de un país
considerado demócrata, con esos velos nos han vendido la idea, de gobiernos que
el gobierno de turno, a través del uso de la fuerza y del acoso por parte del
ejército y los organismos de seguridad, han logrado un mínimo de tranquilidad,
esta es por decirlo una manera muy superficial de tomar la paz, pues se toma
como un mero hecho de seguridad, y no como lo que realmente es, y es una paz
que parta del consenso, y del diálogo social, de un estado que provea de equidad
y justicia a todo el componente social, y no de una farsa, que parte del
ejercicio de la fuerza, y de las armas, lo que no produce un sentido de paz más
allá de una coyuntura temporal corta, y no de un estado de paz más duradero en
el tiempo.
7. En busca de la felicidad
Buscar
la felicidad, debe considerarse el fin del ser humano, pues, cual otra puede
ser la finalidad, y el premio del ser humano, sino es ser feliz.
Para
ser feliz en realidad no creo que se necesiten demasiadas cosas, pues cuando se
reduce la felicidad a cosas, se complica el asunto, es mejor tratar de
encontrar la felicidad en cada individuo, como resultado de un examen personal,
honesto y meditado que arroje como respuesta, las cosas, y el entorno que
garantice el ser feliz. En mi caso el asunto es breve, pues un buen número de
libros, un techo, y buena música, logran hacer de mi un ser feliz, además de
libertad, y ante todo tiempo para pensarme, y auscultar mi cerebro en busca de
ideas, son cosas que me hacen feliz, no necesito una billetera abundante, ni
propiedades en el exterior, pues he descubierto, que mientras sea capaz de
seguir construyendo mi universo personal en la cabeza, seré feliz.
8. El sueño de la felicidad
Hay
que perseguir, sin descanso este fin, el de la felicidad, sin pensar que se
puede fracasar, pensemos en llegar a un lugar, sin que este sea infierno o
paraíso, no hay que pensar en llegar a ese lugar íntimo, en donde cada uno
halla el modelo de felicidad, pues cada uno es un modelo diferente, y para cada
individuo, la felicidad es diferente, sobre este particular no creo que exista un
modelo que se pueda construir en una línea de ensamblaje, no, es un proceso
único y personal para cada persona, que solo necesita honestidad, amplia
visión, y mucho temple.
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