Crimen alevoso en Arauco. Asesinato de una diabólica mujer, por ser bruja
Un
crimen muy alevoso
sucedió de un de repente,
ultimaron a una bruja
porque embrujaba a la gente.
El
Mercurio dio el detalle
de ese terrible cinismo,
y yo aquí sin egoísmo
lanzo el versito a la calle.
En donde quiera que me halle
siempre soy bien noticioso,
franco, y con mucho reposo
los hechos voy apuntando,
para seguirles narrando
un crimen muy alevoso.
La pagó
a nueve la Barto,
por diabólica contaron,
dos hombres la asesinaron
con rabia y coraje harto,
y en este verso que ensarto
todo lo pondré al corriente,
como persona ocurrente
voy diciendo aunque lo siento,
el hecho que les comento
sucedió de un de repente.
Después
de quemarle el pelo
a la Berto, con torpeza,
le cortaron la cabeza
sin temor y sin recelo;
la escondieron por desvelo
muy cerquita de la suja.
Veremos hoy si dibuja,
dijeron los de la chanza,
y pruebo que por venganza
ultimaron a una bruja.
Una
niñita que había,
hijita de la finada,
salió muy desesperada
a llamar la policía,
la cual con gran valentía
corrió muy ligeramente.
Si han tomado a un delincuente
tendremos que ver la causa,
le dieron la muerte a pausa
porque embrujaba a la gente.
Al
fin, la maga hechicera
fue muerta con sus magías,
cesaron las picardías
en la población entera,
esa chonchona altanera
en todo era muy franca,
nadie le ponía tranca
si volaba a otras partes,
y hoy estará por sus artes
donde llaman Salamanca.
El espantoso crimen de la calle del Porvenir
A causa
de una mujer
pasa lo que sucedió,
estando en una jarana
este crimen ocurrió.
En la
calle Porvenir,
en la misma capital
se ha ocasionado este mal
como les voy a advertir;
también les voy a decir
en lo que van a leer
no se pudo sostener
el hechor enfurecido
y este crimen ha ocurrido
a causa de una mujer.
El
suicida un tal Arturo
que se nombra de tal suerte
este infame dio la muerte
a otro por celo impuro
con un puñal muy seguro
al momento lo finó,
el corazón le partió
con aquella arma de acero
por un amor lisonjero
pasa lo que sucedió.
Celebrando a Rebolledo
se hallaban los mencionados,
después salen desafiados
a lidiar su mal deseo;
el crimen fue horrible y feo
como lo escribo en mi plana
chicha una damajuana
tenían y chacolí.
Luego una muerte hubo allí
estando en una jarana.
Les
diré que se llamaba
Lucha la niña causante;
presto allí su mismo amante
hizo lo que se palpaba;
al momento se fugaba
después que al sexto mató;
el cadáver se encontró
después de aquella contienda
y en aquella remoliendo
este crimen ocurrió.
Al fin
mucha admiración
ha causado esta herejía
y pronto la policía
llegó con gran precisión
a tomar indagación
según como les refiero:
el suicida traicionero
se fugó como lo sé
y el hecho espantoso fue
en casa de un caballero.
El chileno inteligente
Quisiera volverme gringo
e hiciera una maquinita
para salir de visita
en ella el día domingo.
Primero
formaré un tres
que por el aire girara
que en un minuto volara
más ligero que un pequén
que no llevara vaivén
y más regüerto que un pingo
cien ejes y un solo mingo
le hiciera bien armonioso
para ser más ingenioso
quisiera volverme gringo.
De palo
hiciera a la gente
y economizar la ropa
y en mi tren irme a Europa
como un hombre inteligente.
Llegaría de repente
a la nación más bonita
a traer una damita;
de aquel más lindo tesoro
formara una línea de oro
e hiciera una maquinita.
También
un torno he de hacer
con las mejores ideas,
los edificios con ruedas
de quitar y de poner,
en seguida he de aprender
la inteligencia maldita,
trabajaré una cajita
cómoda para mi viaje
y estudiar un buen lenguaje
para salir de visita.
He de
construir un caballo
gobernado por tornillos
de resorte los colmillos
y la cola como un rayo.
También he de hacer un galle
con alas de un tapingo
y haré con lo que distingo
una guitarra por JUAR
para salir a cantar
en ella el día de domingo.
Al fin
estoy fabricando
las máquinas sacadoras
para que en veinticuatro horas
salgan los pollos gritando;
también estoy trabajando
un puente de reja fina
y una escala cristalina
de cristal de una alta esfera:
pasaré la cordillera
y llegaré a la Argentina.
Fusilamiento del reo José Agustín Espinosa
A la
pena capital,
el hechor se sumarió
pues con la vida pagó
el sangriento criminal.
El gran
Consejo de Estado
al reo negó el indulto;
he aquí en lo que consulto
de que hoy sea fusilado;
pagó su pena el malvado
porque él se hizo fatal.
El hecho fue sencional (sic)
como el diario lo ha narrado,
y el hechor fue sentenciado
a la pena capital.
Le hizo
unas observaciones
el sacerdote a este reo,
lo puso a rezar el creo
con fervientes oraciones.
«Olvida las ilusiones
que tu vida se cumplió.
El Redentor te llamó
como dueño poderoso
y en este día penoso
el hechor se sumarió».
Estando
ya preparado
entre congojas y grillos,
y al ruido de los anillos
va triste y desconsolado;
gemía aquel desgraciado
cuando al banquillo llegó.
El oficial preparó3
a los rifleros de frente,
y el penoso delincuente
pues con su vida pagó.
Ya la
vista le vendaron
atado con un cordel
y un sacerdote con él
taba (sic) cuando le tiraron.
Cuatro balas le pasaron
al corazón del mortal,
pagando el fenomenal
el delito desatento,
y murió en aquel momento
el sangriento criminal.
Al fin
quedó inanimado
al darle el golpe de gracia
y con la santa eficacia
quedó muy bien auxiliado.
Lo echan al carro sagrado
para irlo a sepultar,
tengan bien de contemplar
este caso sin segundo
ejemplarizando al mundo,
fue al sepulcro a descansar.
Disputa de los cuatro seres
Se
hallan en contradicción
disputando cuatro seres,
con mucho arrojo y poder,
dos hombres y dos mujeres.
Habla
el sueño en alto grado
con un esfuerzo espantoso,
dice pues lo poderoso
no hay otro igual en lo creado;
al sabio más elevado
lo hace perder la razón,
yo me fundo en la opinión
sobre lo que esta sublima
y por ver cuál queda encima4
se hallan en contradicción.
«Justo
es que mi voz responda
-dice el amor con empeño-:
a mí no me vence el sueño
cuando me toca la ronda;
de mis bríos que se esconda
hasta el más valiente alférez.
Yo gobierno a los placeres
y con las damas me trato;
estamos en alegato
disputando cuatro seres.»
Con sus
verdades cabales
dice el hombre y no mitiga
que siempre con su fatiga
mata a gentes y animales.
Está visto en los anales
que éste los ha de vencer.
Yo les doy a conocer
porque es un sexo temido;
muy bien los habrá vencido
con mucho arrojo y poder.
«Yo soy
la sed, dura y fuerte,
que triunfo aquí; les prevengo:
por la potestad que tengo
solo me vence la muerte.
Dios me dice de esta suerte:
'Puedes matar si tú quieres'.
Cumplo bien con mis deberes
y en obedecer me fundo;
recorrimos todo el mundo
dos hombres y dos mujeres».
«Por
fin advierto, señores,
aprobando el parecer
y me ha querido vencer
la sed con fuerzas mayores;
hasta los antecesores
supieron: con esta bella
el viviente se querella;
sobre ésta, porque es la ruina
una fiera femenina,
no hay quien se oponga a ella».
Padecimientos de Jesús a lo divino
Entre
sus padecimientos
dijo Jesús con su dolor:
«Por causa del pecador
sufro tan crueles momentos».
«Los
judíos sin demora
al creador de la luz
le mancharon su capuz
con la sangre redentora
-el manso cordero implora-
ante aquellos desatentos
se entregó a los sufrimientos.
En el suplicio que estaba
dijo que les perdonaba
entre sus padecimientos.
En
capilla lo pusieron
por una falsa sentencia
y Judas sin advertencia
con Herodes lo aprendieron;
hiel y vinagre le dieron
todos llenos de furor,
los indignos con rencor,
le ofenden con veleidad.
«Trátenme con más piedad»,
dijo Jesús con dolor.
Al
publicarse el sumario
los bienhechores oraban
y los malos injuriaban
al maestro en el Calvario.
Un fariseo contrario
de aquel drama fue el autor.
Angustiado, el hacedor
decía con toda fe:
«En esta cruz moriré
por causa del pecador».
Asistió
a aquel lugar santo
haciendo duelo María,
y se oscureció aquel día.
Del padecimiento tanto
se anegó en un tierno llanto
la madre en graves lamentos,
y el siervo en esos momentos
decía todo llagado:
«Por redimir al pecado
sufro tan crueles tormentos».
Al fin
también Lonjino
pidió perdón sin tardanza
por herir con esa lanza
aquel costado divino.
Pánico aquel uno y trino
quedó estando coronado,
y su sangre ha derramado
con millares de sinsabores,
y por los pecadores
de sus contrarios burlados.
Versos humorísticos
A la
mujer del vecino
yo se lo estaba poniendo
el sombrero en la cabeza
que se le estaba cayendo.
Me dijo
la vecinita
de que le hiciera un favor
por un abrazo de amor
que me dio la pobrecita,
cuando la encontré solita
le declaré6 mi amor fino,
cual si fuera ángel divino
bajado de la mansión,
le diera mi corazón
a la mujer del vecino.
Ella me
dijo hasta cuándo
con la esperanza me tiene
de ver que hacia mí no viene
ya me voy menoscabando,
de a poco la fui estrechando
para irla entreteniendo,
cuando ya la vi sonriendo
traté de quedarme quedo,
y un lindo anillo en su dedo
yo se lo estaba poniendo.
Una
ocasión que su esposo
a un paseo se marchó
y a ese tiempo llegué yo
donde ella con gran gozo
la llevé muy delicioso
de la cocina a la pieza,
y al verle tanta belleza
le dije sin ataranto:
«Verdad que le asienta tanto
el sombrero en la cabeza».
Cuando
a la pieza entró
ardía en vívida llama
y en una lujosa cama
en el acto se acostó.
A su lado me invitó
pronto la fui entreteniendo,
y no sé qué estaba haciendo
ella cuando a mí se arrima,
yo le eché la ropa encima
que se le estaba cayendo.
Por
último, divertido
hoy les cuento sin querella;
diciéndoles me dio ella
lo que era de su marido.
El amor no fue fingido
que me brindó la ladina;
me prometió serme fina
y engolfarme en los placeres.
Por eso entre las mujeres
no hay pues como mi vecina.
Versos de literatura
Un día
estando pescando
al borde de una laguna,
del claro cielo la luna
los rayos me estaban dando.
Cuando
nace la mañana
hacia el lado del oriente,
respirando el suave ambiente
se nos presenta galana
la blanca Rosa de Diana,
la principia perfumando
y así se sigue alegrando.
En tiempo de primavera
vi oscurecerse la esfera
un día estando pescando.
El
tiempo primaveral
hermosea a la Colina,
con la brisa vespertina
se mece el árbol frutal,
nacen de lo vegetal
las flores de una en una,
la dulce y jugosa tuna
principia a madurar,
y los peces vi saltar
al borde de una laguna.
Cuando
aparece la Aurora
a sus hermosos balcones,
le brindan dulces canciones
toda avecilla canora,
les priva su voz sonora
la desgracia y cruel fortuna,
gorjean como en la cuna
siempre en la parte sombría,
porque les da la alegría
del claro cielo la Luna.
Luego
que se oculta el Sol
se oscurece el mundo luego,
y pronto color de fuego
aparece un arrebol;
como un precioso farol
sigue el lucero alumbrando,
solo para ir aclarando
a mi mente sin reproche,
de la diosa de la noche
los rayos me estaban dando.
Al fin,
noche y claridad
son dos cosas desiguales,
que sirven a los mortales
por toda una eternidad;
la bonanza y tempestad,
el frío con el calor,
lo marchito y lo verdor,
lo propio y todo lo ajeno,
el bueno y el mal terreno,
ha hecho el gran Hacedor.
Versos autorizados
Quien
por la fuerza es latino
alega sin son ni ton,
no sigue la fundación
por salirse del camino.
Yo
nunca he sido profano
en asuntos de cantar,
ni me gusta reparar
si va turbada el baqueano,
al moderno y al anciano
le elogio el tema fino,
mas cantando a lo divino,
sobre algún texto sagrado,
se ve que va equivocada
quien por la fuerza es latino.
Si uno
por astronomía
canta un verso sin errores,
le contesta otro de amores
por seguir con la porfía
suspende su fantasía
a la tercera región,
buscando en la elevación
algún tema que fundar,
solo por acompañar
alega sin son ni ton.
Jamás
sigue un tema fijo
a aquel que más se autoriza,
y si ve en lo que improvisa
un tremendo revoltijo,
si las falta les corrijo
dice que soy reparón,
sin rima ni puntuación
escribe el poetastro el canto
y por su poderío es tanto:
no sigue la fundación.
Por la
Sagrada Escritura
cantan muchos y hacen mofas
y ensucian con sus estrofas
la bella literatura,
se remontan a la altura
por buscar lo cristalino
y si acaso un torbellino
los envuelve con esfuerzo
le echan de todo en un verso
por salirse del camino.
Al fin,
los que hay aplicados
a cantar sin ser autor,
aprendan versos, es mejor,
de esos que hay imprentados.
Allí hallarán los fundados
la métrica y consonancia,
solamente la elegancia
está en los versos impresos,
pero aquellos que son lesos
los hace hablar la ignorancia.
Un hombre asesinado y después el cuerpo despedazado
No solo
en Chile, señores,
se ve el crimen nefando;
por donde quiera que yo ando
oigo ayes y clamores.
El día
tres del presente
llegaron a la ciudad
dos bandidos sin piedad
asesinando a la gente;
cuál de todos más valiente
era de esos salteadores,
porque sepan mis lectores
les cuento estos ultrajes,
y hay seres más que salvajes
no sólo en Chile, señores.
A un
hombre asesinaron
siendo que estaba despierto,
y después que estuvo muerto
el cuerpo despedazaron,
al basural lo botaron
para marcharse cantando,
y el finadito pensando
siguió de martes a martes.
Aquí en toditas partes
se ve el crimen nefando.
El
cuatro, según indicio,
cuando el cuerpo se encontró,
como el rayo circuló
por el pueblo la noticia;
los guardianes con caricia
pronto salieron buscando,
puerta en puerta preguntando
si han visto a los mentecatos
y encuentro asesinatos
por donde quiera que yo ando.
No
encontrando quien los roche
se pavoneaban los cacos,
bueno si serán bellacos
esos hijos de la noche,
se les vio andar en coche
tomando finos licores,
maldigo a los malhechores
por su mucho atrevimiento,
al ver que a cada momento
oigo ayes y clamores.
Al fin
la prensa peruana
el crimen no ha publicado,
y a mí como me han contado
se los narro en esta plana.
Es gente muy inhumana
la que habita en el planeta:
a su semejante aprieta
diariamente el pescuezo,
por eso es que este suceso
lo detallo como poeta.
Poeta nacional chileno
Imp. G. Weidmaun Valp. QUEBRADA DE MÁRQUEZ N.
114
Tomado de:
el aumento de los poetas
Si mueven una basura
encontrarán a un poeta
preparando una escopeta
i escribiendo sus locuras
Un día unos cachureros
escarbando en un basural
encontraron un panal
de poetas bullangueros
de los grandes aguaceros
saldrán estos sin figura,
ni conocen la escritura
i profanan los reptiles
brotan cantores por miles
si mueven una basura.
Despues venia pasando
al oir un instrumento,
i vi que ivan por el viento
unos cantores cantando
Venian improvisando
de una manera indiscreta
como al toque de retreta
trasmontándose al cogollo
si en la tierra abren un hoyo
encontraran a un poeta.
Vi que el mar botó a la playa
con su tempestuosa nubia
i quedaron como lluvia
los autores de esta talla.
Lo que les cuento no es palla
sino que es verdad completa,
cuando apareció esta veta
sembrada quedó la tierra,
vienen como dando guerra
preparando su escopeta.
Por cuarta vez encontraron
de sabios una pandilla
donde a pala i carretilla
a un foso los votaron.
Como callampas brotaron
otra vez estas linduras,
hablando hasta de los curas
sin gastar delicadeza
pasan de punta en la mesa
escribiendo sus locuras.
Al fin hasta en la cabaña,
i en los estensivos prados
se encuentran autorizados
saiendo como sizaña
el demonio los engaña
por si los puede perder.
Muchos no saben leer
i opinan por su historieta
hasta los niños de teta,
hoi profanan por saber.
En Las Maravillas del Mundo (1936) de José
Hipólito Casas Cordero.
Tomado de:
https://lacitadeunacita.wordpress.com/tag/jose-hipolito-casas/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario