ENTRE EL SUEÑO Y EL DESPERTAR
¿Acaso viniste?
¿Viniste aquí,
o fue la caída de una muralla?
¿Acaso trocaste la herida en sangre,
te apoderaste de mis ilusiones,
me obsesionaste con tu partida,
o era que las galaxias se movían?
Me froto los ojos, froto… y froto
¿Has pasado cerca de las hojas de palma?
¿Has convertido el silencio en un demonio?
Habitas mi cuerpo
y penetraste mi barco.
¿Acaso ondulaste la tierra,
agitaste el mar
y convertiste en monstruo la flor?
Las manchas de tinta en tu camisa
tus huellas en los poemas,
tu anhelo viene del otro lado de las ventanas,
son detalles que observo.
Me despierto de mis ilusiones.
Mi cabello se derrama gota a gota.
¿Te inclinaste sobre mi pecho
en ondas de cariño,
estrechaste mi cuello contra tu pecho
en ondas de nostalgia?
Para poner fin a nuestra guerra,
habíamos cosechado el néctar
y estrujado la palma
¿Acaso viniste?
¿Estuviste aquí?
Te busco por las calles de la ciudad,
calle a calle,
pregunto por ti a las estaciones,
estación a estación,
espío los secretos de las mujeres,
secreto a secreto,
rompo mis cuerdas
e interrogo a los pobres,
pobre a pobre,
afino mis cuerdas
y reprimo mi pesimismo.
He preguntado por ti a los pasajeros del aeropuerto,
a los que llegan y a los que parten,
a los hombres y a los genios.
Me dirían lo mismo si vinieras,
o fueras un imposible
que nunca llega.
Viniste,
no viniste.
Late mi corazón.
Convertiste mi cuerpo
en arena fina y
enturbiaste mi barro.
Codificaste mis libros.
Sembraste en mí la duda en mí misma.
Tu extraña y misteriosa fantasía invade
mis costumbres y mi calma,
me hiciste entrar en la inquietud del tiempo
y ahora el lugar está lleno de tus misterios.
Y ahora me pregunto:
¿Viniste acaso?
¿Viniste de verdad o fue el poder del sueño?
¿Viniste de verdad
o fue el batir de las alas de las gaviotas?
DESPUÉS DEL TIEMPO
Organizo las botellas del tiempo,
hora a hora,
día a día,
luna a luna,
y siempre, siempre,
lleno mi vida,
en este inmenso vacío,
con algo de poesía,
un poco de amor,
mucha tristeza y exceso de nostalgia.
Ahora preparo los ácidos amargos
y bebo a solas la dosis que me queda.
JAULA
Me duelen estos pájaros molestos
cada vez que sus alas se agitan en el espacio
y se ponen a cantar como si se estuvieran burlando
de mi dominio,
o quizá piensen
que estoy sola en este asedio.
Tomado de:
https://revistabanipal.com/tres%E2%80%88poemas-de-fawziyya-abu-khalid/
El poema del agua
Sumergió sus dedos en el desierto
y escribió un poema con agua de espejismo.
Tomado de:
https://poemsinspanish.club/poesia_arabe/
Resquicio
Nuestra puerta está cerrada con cientos y cientos de cerrojos,
pero la raíz de una rosa rasca la puerta del corazón
y entra por la fuerza.
¿Con qué sobornó al celador?
Tomado de:
https://otrosdialogos.colmex.mx/cinco-poemas-de-mujeres-arabes-en-traduccion
La menopausia
Erigió su propia trampa
en la redondez de la granada de su hombro.
Pero fue dominada por las sentencias de la edad
y por las obligaciones de la política.
Se sentía presa cada vez que se adormecía
o le daba un ataque de tos.
La rendición la humillaba
como una espina negra en su garganta.
Extracción
Le extrajeron los dientes de leche
y se enjuagó con tinta.
Repudió la obediencia que le había apuñalado en su vida,
alcanzó la madurez
y nada más superar la fase inicial,
encendió una pequeña hoguera
en la que apenas cabía ella misma.
La serpiente
Lanza su silbido con preguntas.
La atmósfera de las tentaciones la rodea mientras lo
ríos se retuercen;
brillan las esencias del terror de su saliva venenosa.
Inyecta el antídoto para su veneno
en los vasos sanguíneos de la feminidad
para poner fin a la fase menguante del mito de la
serpiente y Eva.
Una pregunta
Jugó al escondite con los niños
lanzó al aire aviones de papel
fundió con la arena el espejismo
y dio forma a muñecas de lluvia
y a velas para hacerse a la mar.
Su figura se curvó
formando un signo de interrogación, y se perdió
en una muchedumbre implacable
con sus rasgos distintivos.
Tomado de:
https://tallerigitur.com/poesia/fawziyya-abu-jalid-arabia-saudita/11787/
mariposas
Cuando me abandonaste,
no necesité una elegía
porque habías plantado
en mi corazón un vuelo de mariposas
cuyo camino sigo
como un beduino que sabe
rastrear perfectamente las huellas
de su yegua traunt.
Dos niñas
Para mi madre Noor, poeta, cuyos versos tomo prestados
Me aferro al dobladillo de su vestido como un niño colgando
De la cuerda de una cometa inamovible
Subo por su trenza como una ardilla trepando a un avellano
Al final de la tarde saltamos desde de un mundo a otro
jugamos en el viento
como gorriones que abrieron la puerta de la jaula
Ella me enseña
nombres de flores
las estaciones de lluvia
amor de nuestra patria
yo le enseño
la terquedad y la picardía . . .
Compartimos una manzana e innumerables sueños
Pintamos un paraíso de preguntas sobre la faz del desierto
Nos rociamos con el agua del espejismo
acompañamos a una cierva fugaz
Tomado de:
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