Poesía
Poesía,
¿Cómo hallaste el camino hacia mí?
Mi madre no habla albanés bien,
Escribe cartas como Aragón, sin comas ni puntos,
Mi padre vagaba por los mares en su juventud,
Pero tú has venido,
Caminando por la acera de mi tranquila ciudad de piedra,
Y has tocado tímidamente la puerta de mi casa de tres
pisos,
En el número 16.
Hay muchas cosas que he amado y odiado en la vida,
Para muchos problemas he sido una “ciudad abierta”,
Pero de todos modos....
Como un joven regresando a casa a altas horas de la
noche,
Exhausto y quebrantado por sus vagancias nocturnas,
Aquí́ también estoy yo, de regreso a ti, Agotado después
de otra aventura, Y tú,
Sin rencor por mi infidelidad,
Me acaricias tiernamente el cabello,
Mi última parada,
La poesía.
Traducción: Robin
Urquhart
Tomado de:
https://www.lamajadesnuda.com/ismail-kadare/
PAPÁ
Una noche llegó borracho,
sentándose cerca del fuego tiró lejos
su vieja gorra, sacó
el diario del bolsillo.
Nada contó por qué había bebido.
Mamá dijo: "Vaya una a saber".
Alguien había criticado en el diario
los versos de su hijo mayor.
En el bar repleto de ruidos y humo
le mostraron el recorte del diario,
alguien dijo: "Jodida
la poesía de tu hijo".
A los versos de su hijo nunca nadie le prestó
un interés particular.
Esa noche fue la primera vez,
entre el espeso humo del estrecho bar.
CREDO
Pros ternándome sobre tu suelo, Albania,
como el oráculo del templo de Dodene,
siento tu vapor rojo que me embriaga
y entonces canto.
Y si suele suceder que la canción no tiene hilación,
quiere decir que debo andar borracho
y, en consecuencia
mucho más sincero.
NOCHE DE HELSINKI
De repente la lluvia se detuvo,
la gente se apura.
En fila corren
abrigados
hacia los dancings.
Solamente las estatuas quedan en sus pedestales,
como si temiesen que sus lugares fuesen ocupados
por los seres vivientes.
En la calle los dos corremos.
Las estatuas bien pueden tomarse un descanso,
no queremos sus lugares a ningún precio;
¡Oh, qué aburrimiento quedarse en un pedestal!
Bajo la lluvia somos eternos
esta noche, juntos los dos.
Tomado de:
https://inutilesmisterios.blogspot.com/2015/02/al-rescate-los-poemas-de-ismail-kadare.html
‘Pijamas y aeropuertos’
Zumbando se posan las moscas
sobre las listas de los pijamas,
y los aviones, con estruendo,
sobre las pistas de los aeropuertos…
No me abandones jamás, vasto mundo.
¡Jamás tus puertas me cierres!
Hay amores pequeños,
primeros amores (nº 1),
devaneos
que zumban en la memoria como moscas,
que preparan chocolate,
que lavan camisetas;
hay amores grandes, libres como el viento,
desperdigados al azar por todo el mundo,
que no saben dónde estamos,
que dónde se encuentran no sabemos.
El amor pequeño reclama la devolución de fotografías;
a los grandes amores se los lleva el viento en los
andenes;
son sus sollozos semejantes a sirenas,
a las sirenas resonantes de las separaciones.
¡No me abandones jamás, vasto mundo!
¡Sobre las listas de mis pijamas
sigan descendiendo los aviones!
Que en la cuerda de mi ventana cuelguen,
agitadas por el viento,
las camisetas de las nubes;
que se instale el sol
en el casquillo de mi lámpara de noche.
Tomado de:
https://blogs.20minutos.es/poesia/category/ismaaal-kadarao/
Incluso cuando
Incluso cuando mi recuerdo debilitado
ya no se detenga más que en las paradas principales,
como los tranvías después de la medianoche,
yo no te olvidaré jamás.
Guardaré en la memoria
el crepúsculo inmenso y silencioso de tu mirada,
y este gemido ahogado contra mi boca
como los copos de una nieve loca.
Es hora de separarnos.
Me voy lejos de ti.
No hay que extrañarse.
Sin embargo, alguna noche, los dedos
de otro en tus cabellos vendrán
a entrelazarse con los míos, unos dedos
de miles de kilómetros de largo.
Horarios de trenes
Adoro los horarios
fijados en las pequeñas estaciones,
plantado en un andén mojado contemplando
los raíles hasta el infinito.
Lejano grito de locomotora. ¿Qué dice?
(¡Vaya usted a entender lo que farfullan las máquinas de
vapor!)
Trenes abarrotados, vagones cisterna, vagonetas llenas de
mineral
desfilan sin cesar
por la estación. Así pasan a través de ti los días de tu
vida
cargados de voces, de señales, de ruidos
y del pesado mineral de los recuerdos.
En el golfo de Riga
Hacia Suecia han partido las nubes
derramando a cántaros la lluvia sobre las playas
y sobre nuestros grises pensamientos.
Pronto me alejaré yo también,
Birgit, en dirección opuesta.
Tú te quedarás aquí
en el taciturno repiqueteo de la lluvia ininterrumpida.
Las locomotoras silbarán día y noche
pero ningún convoy me llevará a ti.
Serás tú la que vengas desde la lejanía bañada por la
noche, las olas,
como una estatua que camina sobre las aguas.
Oscura, la gravilla;
azulada, la arena del desierto;
así te acercarás a mí sin tregua,
hermosa extranjera.
Sin poder jamás atracar,
te mantendrás siempre a distancia,
bañada por la noche, las olas que danzan,
los recuerdos transformados en estatuas.
El abrigo sobre el hombro, en una mano
la maleta, en la otra un ramo de claveles rojos;
tal vez conserves aún
esta imagen de mí, de pie en el último vagón
del convoy,
en la estación de Riga Norte,
hace ya tiempo.
Túneles
Estación de Arbatskaya.
Una rama se va por la izquierda,
otra huye por la derecha.
Adiós, nos hemos dicho.
Los empleados del metro
han levantado sus banderitas
y los túneles nos han engullido
como las fauces negras del olvido.
Tomado de:
https://www.revistaaltazor.cl/ismail-kadare-2/
Campos invernales
Campos sembrados
con cabezas de visires y bajaes,
condes y coroneles:
silba el viento sobre ellos.
Una hoja que vuela,
una crin de caballo
y las plumas de un ave
se convierten de repente
en símbolos, enseñas y grados.
El llano desolado invoca viejos fantasmas
(cuántas veces en verano
dictaron que aquí era invierno).
Pero el trigo brotará dentro de poco,
se esfumarán esos espectros por ahora,
hasta que, tras la cosecha y las primeras lluvias,
otra vez se presenten.
Exorcismo
¿Qué era ese vago resplandor como de la otra vida?
¿Por qué un fuego pareció engendrar otro fuego,
aunque helado, y dentro del gemido,
qué fue esa especie de queja?
Aéreas máscaras se proyectaban aquí y allá
como llamas en busca de un rostro en que posarse.
¿Por qué una mujer se incorporó gritando en sueños:
“me estoy quedando estéril”?
Y ¿qué risa era aquella
que se rasgó por dentro
y desplomó como ruina?
Otra vez vagan en busca cada cual de su cabeza,
angustiados por no hallarla. ¿Dónde, dónde? ¿Cuál?
En la llanura invernal quedará flotando su congoja.
Troya resucitaba.
Y Grecia se estremeció de angustia.
Los hombres de Estado se reunieron.
Por todas partes cundió la alarma.
El ejército estaba alerta. La policía. Los filósofos.
Las cárceles y los diplomáticos.
Todo estaba a la espera.
Se debatió largo tiempo qué partido tomar.
Se abrieron los archivos,
las crónicas antiguas fueron consultadas.
Hasta que al fin se halló la solución:
llamar a lo aedos
para calmar los ánimos, amputar Troya.
Separar Troya de Grecia
como se extirpa un tumor,
para salvar a Grecia.
Y así se hizo.
Ismaíl Kadaré (Gjirokastra, Albania, 1936), Antología
poética, Pre-Textos, Valencia, 2014
Traducción de Ramón Sánchez Lizarralde
Tomado de:
https://campodemaniobras.blogspot.com/2017/01/ismail-kadare-dos-poemas.html
El vuelo en forma de V de los gansos salvajes
Formaron la letra
la única que conocen:
la magnífica V
y se fueron volando.
Algo que dejaron atrás,
algo que atraparon en las nubes.
Gracias, alas,
por todo lo que hiciste.
Con esa sola letra
en el gran cielo,
como una estantería,
nos despertaron añoranza.
El águila y la media luna.
Cinco siglos lucharon en frentes
en el cielo de Albania
junto a las chispas
Sin embargo, sería Derrota a la luna creciente,
un día,
un águila con dos cabezas.
Tomado de:
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