El adolescente
¡Y yo que sería como una flecha,
camino al centro del alto santuario
que solo la sonrisa omnisciente
e implacable del arquero conoce!
¡Y yo que sería como una flecha,
indagando el camino del altar!
¡Pero hoy me deshago en mares de dudas!
Y los que saben el camino: nada.
¡Y los que lo conocen, no dicen nada!
Ni la muerta sonrisa del arquero
de noche fría y agria de sudores.
Pero vi, en la luz púrpura del alba
(y callé en mí, al instante al descubrirlo),
que la duda era el centro de la diana.
El emigrante
En cuartos de muy oscuros tapetes,
en todas las camas donde he dormido,
en las ciudades para mí prohibidas
ningún vecino sabe aún mi nombre.
Un mensaje en los montes, el pastor
entre hombres y huertos, un sendero.
Un pobre hombre sin hogar me condujo:
Soy un niño de planetas lejanos.
Un pobre hombre sin nombre me amparó
de rostros y países y ciudades.
Por calles y alamedas que pasé,
por casas y árboles de paz azul.
Yo vivo en las siluetas de horizontes,
días, atardeceres, viento, noches.
Lázaro
(desde un temprano sarcófago cristiano)
El muerto se levantó, se irguió y habló.
Y tomó pan y vino, y comió.
Pero la mirada y los gestos que mostró
a los demás
eran diferentes ahora.
Y todos, los que tenían escondida la muerte dentro de sí,
consiguieron ver la que él mostraba
—de oscuridad colmada—. Y fue así como él se liberó,
y ella desapareció.
Ahora, con más vida que todos los demás,
él iba por delante.
Canción de cuna española
Y la luna brilla mientras la noche llega.
Duerme, mi pequeño.
En toda Castilla es primavera.
Y en primavera el invierno se acaba.
¡Oh, el general Franco,
es nuestro único padre!
Tu propio padre ya no está,
tú no lo conociste.
Tu padre ha estado muerto desde hace muchos años.
Duerme, mi pequeño.
Esta noche en una prisión de Franco
serán treinta presos fusilados.
A tu propio padre nunca llegaste a ver.
Duerme, mi pequeño.
Ayer fue por Franco sentenciado.
Y esta noche treinta serán ejecutados.
¡Oh, el general Franco,
es nuestro único padre!
Tu propio padre ya no está,
tú no lo conociste.
Traducción de Carlos F. Cabanillas Cárdenas
UiT Universidad Ártica de Noruega (Tromsø)
Tomado de:
https://agradecidassenas.com/poesia-noruega/
Manifiesto
I
El primer mandamiento es claro y directo,
la mayoría siempre tiene razón
II
Predice lo que la gente confiará,
y ponte del lado del más fuerte
III
En caso de duda, dígnate hacer una pausa,
hasta que veas quién recibe el aplauso
IV
Elige tus declaraciones cuando hablas.
Cuente los costos del grupo para caminar.
V
No des demasiada libertad.
Pero apégate a lo que te traerá ganancias
VI
Dale a cada uno lo que adora,
cruza silenciosamente la puerta de tu jefe
(Porque la verdad trae dolor, necesidad y pavor,
mientras que las mentiras diarias traen el pan de cada día)
VII
Enrosca tu espalda, arrastrándote,
en cada hogar al que pertenecerás
VIII
Un hombre nunca es demasiado elogiado.
Haz todo lo posible para tenerlo en tu poder
(y con el escudo de la hermandad,
tu futuro será largo y bueno)
IX
Guarda cada chisme que escuches.
Se puede utilizar cuando estés allí.
(¡Pero ningún hombre discreto y discreto
le dirá que se aplica la maldición!)
X
Si estos mandamientos son tu guía,
tu vida futura está garantizada. ¡
La audacia siempre gana en tentación,
pero con prudente moderación!
Avanza con valentía hacia la misión elegida, un paso por
delante del resto.
Tomado de:
https://arneogtullen.blogspot.com/2010/09/jens-bjrneboe-in-english.html
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