lunes, 21 de octubre de 2019

POEMAS DE FÉLIX GIMÉNEZ GÓMEZ


Resultado de imagen para félix giménez gómez(20 de noviembre de 1924, Departamento de Paraguarí, Paraguay - 14 de marzo de 2011, Lambaré, Paraguay)



MIS CANTOS




Mis cantos, que van mis cantos,

cantos de sangre y estrella;

pena, combate, esperanza,

de guitarra desenvuelta.

Mis cantos, que van mis cantos,

cantos de surco y trincheras;

endurecido lenguaje

de fábrica y sementera.

La música de mis cantos

es música verdadera;

voz de masas, pueblo en armas,

tras barricadas abiertas.

Cada palabra un impacto

–anhelo de opresa gleba–

contra la peste y el hambre,

la explotación y la guerra.

¡Son cantos tuyos, hermano,

éstos de sangre y estrella!

¡Tu canto anti-imperialista,

que es bala de pena obrera!


POEMA DE LA ALEGRÍA QUE VENDRÁ




Y vendrá la alegría con el alba en las alas

a romper el silencio tenaz de los sepulcros.

Sí, vendrá la alegría desprendida del árbol

de frondoso ramaje florecido de estrellas.

Sí, vendrá la alegría en los surcos del verso

y la blanca paloma abrumada de cantos...

Vendrá, vendrá montada, abrazada de incendios,

en las ancas terrosas de la antigua pavura.

Y por fin llegará... habiendo atravesado

el encendido río de todos los dolores.

En sábanas de llanto envolviendo sus sienes

donde palpita un sueño de reparada música.

Será la Patria, entonces, soñada estrellería,

un vivero de anhelos germinado en fulgores.

El viejo jazminero sacudirá sus hojas

y los capullos mustios reventarán luceros.

Tendrá del horizonte su resplandor de luces,

la vasta geografía de los surcos preñados.

Y en el aire sonoro de vegetal perfume

vibrarán las guitarras de todos los deseos.

Fulgurarán entonces los ojos sus presagios

de nuevos derroteros abiertos en la tierra.

¡Un torrente imperioso de puños liberados

extenderá a los vientos las más puras banderas!

Y montarán los hombres sus caballos azules

y saldrán a los campos repletos de simientes

a recoger el verde rumor de las canciones

y descubrir la siega tanto tiempo esperada.

El Paraguay inmenso –Patria de sol y monte–

no tendrá valladares su corriente serena.

Y tensará sus venas para albergar el grito

que llegue con el alba de luz recuperada.



(De: Luis María Martínez, ed.,

El trino soterrado, vol. I, 1985)


PAÍS, MI PAÍS




Te reconozco país, mi país,

Te reconozco pueblo, mi pueblo...

Ahí está Juan

Con sus pestañas de aserrín

Y la madera

Consumiéndole la mano

Dedo por dedo,

Uña por uña...

Con el puño roto de siempre

Y los ojos cargados

¿De dolor, de miedo, de nostalgia

O de esperanza?

No sé.

Lo reconozco,

Pero ya no lo recuerdo.

(Lejano el monte,

El agua agotó su murmullo

Y la diapasón del viento

Se acogió al silencio.)

Junto a él caminan

Con los brazos en vuelo

Y los dientes mohosos,

Más idos y más viejos,

José, Gaspar, Hilario,

Trío de estirpe anochecida

Y mustios geranios

Como esquirlas frustradas

En las palmas de sus manos,

Nido de callos

Y páginas entumecidas

De trágicas historias.

Veo a Andrés, roble abatido,

Sacudiendo cenizas

De su cabellera hirsuta,

Soñando, como siempre

En remotas estrellerías,

En campos azules y naranjas maduras.

Más allá Calí,

Con su nombre decente

Oculto en sus bolsillos

De remotas monedas

Y derrotadas sonajas,

Con su hosco silencio

Poblado de desconciertos

Y de pájaros desconocidos,

Y de ríos que buscan

Secretos horizontes.

¿Es mi país, mi pueblo?

Es, lo reconozco.

Siento sus raíces

–De yvyrapytã y de cal,

De tristezas y asombros–

Bullir en estas venas

Que desde las innombradas riberas

Donde me arrojaron un día,

Se alargan como flechas

ávidas de la humedad de estas orillas

De rocío y sol,

De aguas carcomidas,

De huellas y señales furtivas,

De clandestinos peregrinares.

Es mi país, lo reconozco,

Pero lo he olvidado

De tanto beber vientos extraños

y pisotear nostalgias.

(De: Me identifico, 2000)


EL SOL ABRASA EN SU CALOR...




El sol

abrasa

en su calor.

Y me

rodean

los látigos.



Duele el dolor

la vida

se desova.

¡Duele el dolor, duele el dolor!



La tierra

a trapa

el yuyal.

La noche

alumbra

el rescoldo apagado.



¡El cuervo busca

el árbol flaco.

El bello arroyo

muere en soledad!



El sol

abrasa

en su calor.

Duele el dolor

la vida

se desova.



¡Duele el dolor, duele el dolor!



La traducción al castellano corresponde a Susy Delgado.



Fuente: ÑE’RENDY, POESÍA GUARANÍ CONTEMPORÁNEA. EDICIÓN BILINGÜE. SELECCIÓN E INTRODUCCIÓN DE SUSY DELGADO. Grupo Editorial ATLAS, Asunción - Paraguay 2011. Espacio web: www.grupoeditorialatlas.com



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