martes, 9 de enero de 2024

POEMAS DE JEAN-PIERRE SIMÉON


NO HAY MUERTE PARA LOS AMANTES…

 

1.

 

No hay muerte para los amantes que van

 

A la vida como se va al sol

 

Insolentes derriban la noche

 

Con un golpe de hombro

 

No creen en la desdicha

 

La saben de memoria

 

Pues el amor es el contrario de la ausencia

 

 

 

Los amantes se atienen a la realidad:

 

Ven el mediodía delante de su puerta

 

Un cielo llevado por el viento

 

Diadema en el polvo tal vez

 

Pero diadema

 

 

 

La realidad es simple a los amantes

 

El tiempo que pasa en la ventana

 

No les concierne

 

Se dan besos como se lee un paisaje

 

Su alegría es una leche caliente

 

Y el placer les hace buenos zapatos para el invierno

 

 

 

La vida es ruda y loca

 

La besan

 

Porque son rudos y locos

 

 

 

No son enemigos de la muerte

 

Sería hacerles demasiado honor

 

Y además ¿quién sería el enemigo de una piedra en el camino?

 

 

2.

 

Hay aquellos que buscan el amor

 

Y encuentran un pueblo perdido

 

Un reflejo de árbol en el estanque

 

Un caballo herido

 

Un asno cojo ¿qué sé yo?

 

El error es bueno

 

 

 

¿Amar no es encontrar acaso

 

Lo que no se buscaba?

 

¿Hallar lo que no existía

 

antes del hallazgo?

 

Otro cuerpo en el interior de un cuerpo

 

Un alma en el interior del alma

 

 

 

Vale mejor a veces

 

No llamar a las cosas por su nombre

 

Las borra

 

Es el caso para el amor

 

 

 

Por eso el poema dice del amor

 

Lo que nuestros silencios callan

 

Se cree en un error

 

Se tiene razón

 

Pero los poetas no son los primeros

 

En dar en el blanco por error

 

Todos los amantes felices lo prueban

 

 

3.

 

Amar es dar cuerpo a un misterio

 

Pero ¿cuál misterio?

 

Aquello muy extraño y común

 

Experimentar un exterior en lo más profundo de sí

 

 

 

Retomemos:

 

Juarroz dice que el fruto es el resumen del árbol

 

El beso ¿es el resumen del misterio?

 

¿La llegada del afuera a los labios?

 

 

 

Si doy mis manos y mis ojos

 

A la transparencia de una mirada

 

A la transparencia de una caricia

 

Esta transparencia, ¿da cuerpo al infinito?

 

 

 

Amar es por la carne ¿no es cierto?

 

Savia corteza cielos y soles

 

Fondo del río y copa del árbol

 

¿Y es así que nos llegaría el alma

 

Ese estremecimiento de infinito en la piel?

 

 

 

El alma es por la carne ¿no es cierto?

 

 

4.

 

Habría esta idea que nos queda en las manos

 

Después de que hemos dado en la otra

 

Cuerpo a nuestros deseos:

 

El amor es la belleza ahorrada por la muerte

 

Siempre y cuando la deseemos

 

 

 

Sea cual sea el cuerpo de la belleza:

 

Lluvia de pájaros

 

Ventana de una sonrisa

 

Cimas del corazón

 

 

 

Todo lo que nos parece imposible

 

Aun cuando tengamos la prueba

 

En el poema

 

 

 

Todo lo que de nosotros y fuera de nosotros

 

Nos desata del dolor

 

Esta idea imposible

 

Que perder es seguir naciendo

 

Duramente pero seguir

 

 

 

El amor es la belleza ahorrada por la muerte

 

Lo que permanece en el hálito

 

Después que hemos respirado la belleza

 

Ese agregado de aire

 

Como una alegría de la mañana

 

 

 

Que la muerte de la noche no alcanza

Tomado de:


 

 

La cuerda del árbol

 

 

Estamos​​ hechos a imagen de los árboles

 

Pero por desgracia menos valientes que ellos

 

Nacen de pie​​ y​​ no se rinden​​

 

Si no ganados por​​ los​​ vientos de fin del mundo

 

 

 

La espera inmóvil de nada los justifica

 

Ignoran el tedio esa enfermedad de hombre

 

Les gusta lo que​​ viene​​ siempre

 

De la tierra obscura y profunda

 

Que transforman en hojas, flores y frutos

 

Les satisfacen el​​ sol y la lluvia

 

Un vuelo de gorriones los corona​​

 

 

 

Bajo el beso del cielo

 

El árbol como el hombre tiembla

 

Pero no necesita la fábula de un dios

 

Para obtener la fuerza que lo sustenta​​

 

 

 

Oh el árbol que bebe el sol y la nieve

 

Que en la tempestad se levanta contra el relámpago​​

 

Que humilla al hombre inclinado ante la muerte

 

Es la obstinación vertical​​

 

 

 

Árbol callado en donde canta el mundo

 

Libre contra su destino porque impávido​​

 

Permanece abierto a lo que no tiene fin

 

Devorando el espacio​​ 

 

 

 

Árbol cuya tranquilidad hace seña​​

 

Entre los terciopelos de la tarde

 

A los amantes solitarios

 

A los animales errantes y a las almas perdidas

 

Ser sin finalidad ni pesar

 

Que no cuenta sus hojas​​

 

Cuya​​ corteza sana sus​​ heridas​​

 

 

 

Cuerpo hambriento de cielo

 

Soledad atravesada​​

 

Por la gran gesta del universo​​

 

 

La cuerda del silencio

 

 

Al igual que usted sin duda

 

Yo tengo el recuerdo​​

 

De un ritmo misterioso como hojas que tiemblan

 

Cuando no hay viento​​

 

 

 

¿Es​​ ese corazón que late en las calladas cosas

 

En la piedra la luz la madera

 

Y que se escucha por la piel​​

 

Y que nos llega a la frente como una​​ cálida​​ nieve

 

¿Lo que se llama comúnmente el silencio? ​​​  ​​​​

 

 

 

¡Oh silencio del mundo!

 

Perdido como una lejana alegría​​

 

Cortéjanos de nuevo​​

 

¡Oh silencio carnal!

 

Que da un cuerpo al alma

 

Habremos vivido mal

 

Si negamos nuestras manos a los besos que das

 

 

 

Eres​​ algo así​​ como el reverso del día

 

Que no es la noche​​

 

Sino la profundidad de un canto

 

O eres en el cuerpo de los amantes

 

Después del amor ese temporal extendido

 

Y tranquilo que queda en la sangre​​

 

 

 

Lo intento en vano

 

Ningún​​ lenguaje se te acerca​​

 

Pero​​ sabemos​​

 

Como sabemos​​ a​​ pesar nuestro que el pulmón respira

 

Que eres el cielo interior de nuestras vidas

 

El último color ausente

 

 

 

Silencio que la ciencia ignora

 

Pero que incluso el niño enamorado de una rama escucha​​

 

Silencio que pasa en el ruido de los hombres

 

Como culebra que se desliza entre la hierba

 

 

 

¿Pero qué es en el fondo de todo

 

Esta gran paz despreocupada​​

 

Que nuestro cuerpo llama

 

¿Cómo una caricia perdida?

 

 

La cuerda del​​ pájaro

 

 

Toda la aventura humana

 

La grave aventura humana

 

¿Vale el canto inútil del pájaro?

 

Que despierta el aire

 

En la frescura de una mañana?

 

 

 

¿Qué quedará del mundo después del mundo?

 

Si no por suerte​​ el eco ligero como una seda

 

Del canto del pájaro

 

¿Y de su tranquila mansedumbre? ​​

 

 

 

¡Oh, la gran pobreza del canto del pájaro!

 

Tan desnuda tan frágil

 

¡Como su ala entregada al viento!

 

¡Oh, esta pobreza que nos juzga!

 

¡Y ante la cual las ciudades se desmoronan!

 

 

 

¿Alguien ha visto dormir​​ a un pájaro?

 

Vuela o canta o mira

 

Inmóvil​​ ​​​​

 

El tiempo atravesar el espacio​​

 

El pájaro no piensa

 

No sueña como nosotros en la muerte futura​​

 

Hace de la presencia algo simple

 

Una paciencia que madura como un fruto

 

 

 

El pájaro nunca teme perder la luz

 

¿No es él acaso

 

Si el invierno la roba

 

Quien cruzará el infinito del cielo

 

¿Para volver a encontrarla?

 

 

 

El secreto del pájaro:

 

Su vuelo y​​ su canto​​ no son un oficio

 

Son gracias concedidas ​​

 

Y este privilegio:

 

Se alimenta de nada a ras de suelo

 

Él que conoce profundamente la altura

 

 

 

¿Qué es la poesía?

 

Palabra de hombre hecha pájaro​​

 

Y en esa palabra que asciende

 

Expansión del hombre en sí mismo

 

Por arriba de sí mismo

 

Morada entre la muerte de las hojas y la llama de los soles

Tomado de:

https://circulodepoesia.com/2024/01/tres-poemas-de-jean-pierre-simeon/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario