sábado, 18 de abril de 2020

POEMAS DE YEHUDA AMICHAI (Ludwig Pfeuffer


Letra de Yehuda Amichai (יהודה עמיחי) - ES

Abierto, cerrado, abierto

1,
La vida es el jardinero del cuerpo. El cerebro,
un invernadero herméticamente cerrado
con sus flores y plantas, ajenas y raras
por su sensibilidad, por su temor a extinguirse.
El rostro, un elegante jardín francés de contornos simétricos
y senderos circulares de mármol con estatuas y bancos para descansar,
lugares donde tocar y oler, desde los que mirar, un verde laberinto
en el que perderse, y Prohibido pisar y No arranque las flores.
Lo que queda por encima del ombligo, un parque inglés
pretendidamente libre, sin ángulos, sin caminos de piedra, natural,
humano, a nuestra imagen, según nuestro gusto,
con los brazos unidos y la gran noche alrededor.
Y la parte baja del cuerpo, bajo el ombligo, a veces una reserva natural,
salvaje, espantosa, asombrosa, una reserva mal conservada,
y a veces un jardín japonés, concentrado, lleno de
premeditación. Y el pene y los testículos son rocas tersas
bruñidas rodeadas de negra vegetación,
precisos senderos cargados de sentido
y calmada reflexión. Y las enseñanzas de mi padre
y los consejos de mi madre
son pájaros que pían y cantan. Y la mujer que amo
es las estaciones y el tiempo cambiante, y los niños que juegan
mis hijos. Y la vida es mi vida.

2,
Soy el profeta de lo que ya ha ocurrido. Leo el pasado en la palma
de la mano de la mujer que amo, pronostico la lluvia que ya cayó,
soy un experto en las nieves del año pasado, conjuro los espíritus
de lo que siempre ha ocurrido, preveo los días de antaño,
dibujo los planos de casas que ya se han caído,
profetizo la pequeña habitación con sus pocos muebles
-una toalla puesta a secar sobre la única silla,
el arco de la ventana, curvado como nuestros cuerpos cuando se aman.

3,
Creo, con una fe inquebrantable, en la resurrección de los muertos.
Sólo el hombre que desea regresar a un lugar amado
se deja un libro, una maleta, una fotografía, sus gafas,
a la espera, pues ha de volver: por eso los muertos dejan
las cosas que tuvieron en vida, porque volverán.
Una vez llegué, entre la niebla de un largo otoño,
a un cementerio judío abandonado -por los vivos, no por los muertos.
El guardián era un experto en flores y en las estaciones del año,
pero no en tumbas judías. Y también él dijo: noche tras noche
se entrenan para la resurrección, los muertos.

4,
Mi madre era profeta, y yo no lo sabía.
No como Miriam, la profetisa que danzaba con platillos y tambores,
no como Deborah, que se sentó bajo un árbol para juzgar a la gente,
no como Hulda que adivinó el futuro que vendría,
sino mi profeta particular, silenciosa y tenaz.
Estoy condenado a que me ocurra cuanto predijo,
y ya estoy al final de mi vida.
Mi madre fue profeta cuando me dijo
el hazlo y el no lo hagas de cada día, refranes
para un sólo uso: serás perdonado,
quedarás exhausto, eso te hará bueno, te sentirás
una persona nueva, te gustará, no
serás capaz, no te gustaría, no debes intentar
cerrarlo, sabía que no lo recordarías, no te olvides
de descansar, sí, tú puedes.
Y cuando mi madre murió, todas sus pequeñas predicciones
vinieron juntas en forma de una gran profecía que aguarda para cumplirse
la visión del final de los días.

5,
En las salas de espera del olvido
los paisajes de las paredes se vuelven lentamente
retratos, ojos y nariz, frente y mentón,
y los retratos se convierten en paisajes,
montaña, valle, bosque, campo.

6,
Recuerdo un problema en un libro de matemáticas
sobre un tren que sale de un lugar A y otro tren
que sale de un lugar B. ¿Dónde se encontrarán?
Nadie preguntaba nunca qué ocurriría entonces:
¿se detendrían, se cruzarían, chocarían?
Ningún problema hablaba de un hombre que sale de A
y una mujer que sale de B. ¿Dónde se encontrarán,
se encontrarán realmente, y durante cuánto tiempo?
Como en aquel libro de matemáticas: por fin he llegado
a las páginas finales que incluyen las respuestas.
Ahí donde estaba prohibido mirar.
Ahora por fin puedo hacerlo. Ahora compruebo
en qué acerté y en qué estaba equivocado,
y sé lo que hice bien, lo que hice mal,
cuanto ya no podré arreglar.

7,
La casa de Hulda supo mucho en su día, y olvidó mucho.
Al este, la central eléctrica, ahora sin luz,
sus motores quietos como personas, y al sur
el convento de monjas silenciosas
no muy lejos de las vías del ferrocarril.
Una vez al día aún pasa un tren, como un espíritu conjurado.

8,
Vivimos en muchas casas y dejamos retazos de memoria
en cada una de ellas: un periódico, un libro marcado, un mapa arrugado
de alguna ciudad lejana, un cepillo de dientes olvidado haciendo guardia
en un vaso
-que es también, a su manera, una vela memorial, una luz eterna.

9,
Layla, noche, la más femenina de todas las cosas, es masculino
en hebreo, pero también el nombre de una mujer.
Sol es masculino y puesta de sol, femenino,
la memoria del masculino en el femenino, y el deseo
de una mujer en un hombre. Es para decir: los dos, es para decir: nosotros.
¿Y por qué Elohim, Dios, es plural? Porque todos Ellos
están sentados a la sombra de un emparrado en Akko,
jugando a las cartas. Y nosotros estábamos sentados en una mesa cercana
y yo cogía tu mano y tú cogías la mía en lugar de las cartas, y también
nosotros éramos masculino y femenino, plural y singular,
y bebíamos té árabe con almendras tostadas, dos sabores
que no se conocían y se convirtieron en uno singular en nuestras bocas.
Y tras la puerta del café, cerca del cielo, alguien dijo:
“No nos hacemos responsables de objetos olvidados o perdidos”.

10,
Los amantes dejan sus huellas en el cuerpo del otro,
llenas de evidencias físicas, palabras inacabadas, testimonios, un arrugado
par de jadeos, un periódico con la fecha exacta, y dos relojes, el de él y el de ella.
Cada mañana marcan los contornos del otro
igual que la policía marca la posición del cuerpo en la carretera
con tiza. Los amantes se rinden el uno al otro,
se reservan el derecho a permanecer en silencio.
Si se separan,
dibujan un retrato robot y lo señalan con el dedo
gritando: ¡Es él! ¡Es ella!
Tomado de:

MI HIJO HUELE A PAZ


Mi hijo huele a paz,

Cuando me acerco inclinándome

No es únicamente olor a jabón.



Cada uno de nosotros ha sido un niño que olía a paz

( Ya no hay ni un solo molino de viento

Que mueva sus aspas en el país ).



Oh país rasgado como vestiduras

Que no pueden ser más remendadas

Y de ancestros duros y solitarios en las sepulturas.

Silencio mutilado de los niños.



Mi hijo huele a paz

El vientre de su madre

Le ha prometido

Aquello que Dios no puede prometernos.


OTRO POEMA DE PAZ




Mi amada no estuvo en la guerra,

Ella aprende el amor y la historia

De mi cuerpo, y sus guerras.



De noche cuando mi cuerpo transforma

La guerra en paz, ella se sorprende.

Su sorpresa es su amor y su aprendizaje.

Sus guerras y su paz. Su sueño.



Me hallo ahora en mitad de la vida.

Momento cuando se comienza

A reunir los conocimientos los detalles

Y los mapas exactos

De un país que no ocuparemos nunca

Y de un enemigo de una amante

Cuya frontera jamás atravesaremos.



ESTUVIMOS TAN CERCANOS


Estuvimos tan cercanos el uno del otro

Como dos números de una lotería

A un decimal de distancia,

Uno de nosotros ganará, tal vez.



Cómo es bello tu rostro y tu nombre impreso en ti

Como el empaque de una conserva maravillosa :

Fruto y nombre de fruto.  Estás aún dentro ?



Vendrán los años, los días

Serán tan dulces como las noches

Y bellas para todos aquellos

Que no se preocupan más del tiempo.

Será entonces cuando sabremos.


COMO LA HUELLA



Así como la huella de nuestros cuerpos

Ningún signo de nuestra presencia quedará aquí

El mundo se cierra detrás de nosotros,

La arena se  endurece.



El tiempo ha acordado una cita

Para cuando no estés,

Una brisa empuja ya las nubes

Que no lloverán más sobre nuestros rostros.



Tu nombre está ya incluido en la lista de pasajeros,

En los registros hoteleros

Cuyos nombres solos

Entierran el corazón.



De los colores que me hacen ver y soñar,

De las tres lenguas que conozco,



Ninguna podrá ayudarme.




POEMAS DE ACHZIV




1



Toda la noche has quedado despierta boca arriba.

Había otro viento, un viento como tú.

La claridad de la luna lanzaba otra reja distinta sobre el muro.

“ La llave está bajo la piedra al pie de la puerta.”

Dibujado por los restos de cigarrillos

Apareció el perfil de tu cuerpo por tierra

En la madrugada.

2



Alrededor de la palabra difunto : “ Hemos amado”

Cubierto de algas sobre la arena.

Se congregaron los curiosos.



Hasta tarde escuchamos el testimonio

De las olas contarnos cómo ocurrió.


3



Tus llantos átalos a una cadena

Y tú conmigo.



En la casa semidestruída

La luz sola habita.

De la oscuridad ellos crean una platería fina

Para la cena última.



Pez mi boca,

Peces tu boca tu seno :

Anudaron la noche.



Y hay una noche de luna

Más blanca que el día del perdón.

Tus llantos rompieron la cadena.

Huyeron lejos.



4
En la arena fuimos un cancerbero de dos cabezas

Mostrando los colmillos : en la tarde

Una de tus piernas estaba al este, la otra al oeste

Y yo medio-apoyado sobre las mías

Mirando desconfiadamente a todo lado, rugiendo

Guardando mi presa.



Quién eres ?

Un niño de la diáspora

Capelo sobre la cabeza. De otro lugar otro tiempo.



De noche estamos juntos sin memoria

Ni sentimientos. Músculos

Que se tienden y se apaciguan.

 5



He aprendido

A hablar a tu sexo

Como a un rostro.



Hablo su lengua primera

Plegada y hecha de una materia más antigua

Que toda la memoria de los libros.



Ella se dirige a nosotros

Jugando,

Como a su lejana descendencia.



Lejos de aquí en otro continente del tiempo

Los Rabinos muertos de mi infancia

Levantan las piedras tumbales

Por encima de sus cabezas.

Sus almas sujetas al nudo de mi vida.

Dios mío, Dios mío,

Por qué no me has abandonado ?

6



Cómo es eso de ser mujer y sentir

Un vacío entre las piernas, una curiosidad

Bajo la falda en verano, en el viento

Y aquella insolencia detrás ?



Un hombre debe vivir con ese paquete

Extraño entre las piernas. “ Dónde quiere usted

Que lo ponga ? “ me pregunta el sastre

Que toma la medida de mis pantalones,

Y no sonríe.



Cómo es eso de tener una voz entera

Que no se rompe ?

Eso de vestirse y desvestirse

Por deslizamientos ondulaciones caricias,

Como bañada en aceite de oliva,

Untando el cuerpo con tejidos delicados, ligeramente

Sedosos entre quietos murmullos rosa o malva ?

Un hombre se viste con gestos rudos

Cierres y aberturas difíciles,

Los ángulos y los huesos batiendo el aire

El viento enzarzado en las cejas.



Cómo es sentirse mujer ?

Y tu cuerpo que te sueña.

Cómo es hacerme el amor ?



Restos de mujer sobre mi cuerpo

Y marcas de hombre sobre el tuyo

Anuncian el infierno

Que nos está abierto

Y tu muerte y la mía.


POEMAS PARA UNA MUJER




1



Tu cuerpo es blanco como la arena

Donde nunca han jugado los niños



Tus ojos tristes y bellos

Como flores pintadas ilustrando un libro de escuela



La cinta de tus cabellos cayendo

Como el humo del sacrificio de Caín :



Debo matar a mi hermano

Él debe matarme.



2



Si abres tu abrigo mi amor debe ensancharse.

Si portas ese sombrero blanco y redondo

Mi sangre debe enrojecerse.



Por todas partes donde amas

Hay que vaciar el mobiliario de la estancia.

Y del mundo los árboles mares y montañas

Dado que el mundo es estrecho.


3



Cuando sonríes

Las ideas serias se fatigan.



A tu lado de noche los montes no son sino silencio.

De mañana la arena se desliza contigo hacia el mar.



Cuando me haces feliz

Las industrias pesadas callan, todas.


CANTO REAL, DE AMOR



Eres bella como las profecías

Y triste como las que no se realizan

Sosiega como la paz, después.

Negro de la soledad blanco del jazmín

Tu boca tiene colmillos de loba y de reina.



Tu vestido corto es de ahora

Pero tu llanto y tu risa son antiguos

Tal vez del libro de otros reyes.

Nunca he visto la espuma en el belfo de un caballo de guerra

Pero cuando haces espuma con el jabón sobre tu cuerpo

Entonces veo.



Eres bella como las profecías

Que jamás se realizan.

Y es por tu cicatriz real

Que pasan mi lengua

Mis dedos sobre la suave herida.



Con el talón de tus zapatos golpeas

Las rejas de la prisión que me rodea.

Tus anillos locos

Lepra santa de tus dedos.
De la tierra viene de nuevo

Todo lo que no querías ver más :

Pilar y consola, jarra y cornisa, restos de vino.



Hay muchas caras escondidas aquí

( De los unos y los otros ).

La noche se corona de oro ciego

Pesa sobre los placeres

Con el peso de la realeza y la fatiga.


TUS CABELLOS FUE LO ÚLTIMO QUE SECÓ



Tus cabellos fue lo último que secó

Cuando estuvimos lejos ya del mar

Cuando las palabras y la sal en nosotros enredadas

Terminaron por separarse

Y tu cuerpo no mostraba más

Los signos de terribles antecedentes.

Fue en vano que olvidamos ciertas cosas

Para poder regresar a la playa.

No volvimos.



Hoy recuerdo los días en que tu nombre

Estaba impreso como el nombre de un barco.

Y cómo entre dos puertas abiertas

Vimos a un hombre pensar y cómo mirábamos

Las nubes con aquella mirada antigua

Heredada de los ancestros

Acechando la lluvia,

Y cómo de noche, cuando el mundo se enfría,

Tu cuerpo guarda su calor largo tiempo

Como el mar.

POEMA PARA TAMAR




Mis ojos quieren desbordar

Como dos lagos vecinos

Para contarse uno al otro

Todo lo que han visto.



Mi sangre tiene numerosos parientes

Que no la visitan nunca.



Pero cuando mueren

Mi sangre hereda.


MALICIA TRISTE



Con malicia triste has aprendido

A extraer el amor del mundo.

Con voz destemplada e insolente

Pronuncias palabras ligeras

Y tu cuerpo se eriza de cabellos

En los lugares de la profecía.

Pero tu piel es la piel externa

De todo lo sucedido.

De noche cuando te acaricio

Yo acaricio guerras y reyes antiguos

Y naciones enteras errantes o pacificadas.



Tengo tu mano en la mía

En la tuya un pañuelo y llantos

En el llanto sal

La Sal de las Sales.


POEMA DE AMOR



Las gentes se utilizan entre sí

Para cicatrizar el dolor

Se entremeten

En sus heridas existenciales

Por el ojo, el sexo,

La boca y la mano abiertas.



Se tienen fuerte unos a otros

Para no dejarse partir.


CÓMO FUE



Cómo fue

Cuando el agua bebida de noche

Devenía todo el vino del mundo ?



Y las puertas, no recordaré nunca

Si se abrían hacia dentro o fuera

Y los botones al lado de la puerta

Para encender la luz, sonar o callarse.



Era lo que queríamos.  Era bien eso

Lo que queríamos ?

En nuestro tres piezas

Cerca de la ventana abierta

Me has prometido que no habrá guerra.



En lugar de anillo de matrimonio

Te di un reloj: tiempo bueno y redondo,

El fruto más maduro

Del insomnio y la eternidad.


DESDE TODOS LOS MUERTOS



Desde todos los muertos de todos los tiempos

Desde todos los vacíos en el rango de los soldados

Desde las hendiduras en el muro

Desde las puertas que no cerramos bien

Desde las manos que no estrechamos

Desde la distancia entre los cuerpos

Que no acercamos

Un inmenso territorio se extiende y prolifera

Llanura, desierto

A donde sin esperanza irá nuestra alma, tras la muerte.


EN ESTE VALLE



Para que una brisa ligera

Pase ahora sobre mi frente

Pienso en ti

En este valle excavado

Por múltiples aguas sin edad.

Desde sus cuestas llegan voces

De hombres y máquinas

Destruir, construir.



Hay amores imposibles

A desplazar.

No mueren sino en su lugar en su tiempo

Como un viejo mueble desmañado

Que no desaparece

Sino con su casa y su techo.



Este valle es la esperanza

De recomenzar sin tener que morir

De amar sin olvidar el otro amor

De ser como el viento

Que ahora pasa

Por azar.



VIVIR ES AL MISMO TIEMPO CONSTRUIR EL NAVÍO



Vivir es al mismo tiempo construir el navío

Y el puerto. Y continuar a construir el puerto

Hasta bien después que el barco haya naufragado.



Para terminar : no recuerdo sino la bruma.

Y quien no recuerda nunca la bruma

Recuerda cosa alguna ?
Tomado de:



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