Sobre la muerte de amigos en la niñez
No los veremos en el cielo con la barba poblada
ni bronceándose entre los calvos del infierno;
si acaso, al final de la tarde, en el patio desierto de
la escuela,
componiendo un anillo o juntando sus manos
en juegos cuyos nombres se nos han olvidado.
Ven, memoria, ayúdame a encontrarlos en las sombras.
Tomado de:
http://jordidoce.blogspot.com/2009/05/donald-justice.html
Hay una luz de oro en ciertas pinturas antiguas
1
Hay una luz de oro en ciertas pinturas antiguas
que representa una dispersión del resol.
Es como la felicidad, cuando somos felices.
Proviene de todas partes y ninguna al mismo tiempo, este
sol,
______y los pobres soldados tendidos al pie de la cruz
______comparten por igual su caridad a cara y cruz.
2
Orfeo vaciló junto al oscuro río.
Después de tanto mirar hacia adelante, miró hacia atrás.
Creemos que entonces cantó, pero la canción se ha
perdido.
Al menos pudo ver otra vez a su amada detrás.
______Yo digo que la canción pudo ser así: Ay, prolongar
______ahora el dolor sería todo lo que hay que
prolongar.
3
El mundo está lleno de polvo, padre. Vamos a trabajar.
Un día la enfermedad se irá de la Tierra por siempre.
El huerto florecerá; alguien tocará la guitarra.
Nuestro trabajo quedará muy firme y limpio y para
siempre.
______Y todo lo que sufríamos por haber existido
______será olvidado como si no hubiera existido.
El turista de Syracuse
Uno de esos hombres que podría ser un vendedor de coches
o un turista de Syracuse o un asesino a sueldo.
John D. MacDonald
Tú no me reconocerías.
La mía es la cara que brilla en
los húmedos espejos de los lavabos
mientras buscas el interruptor.
Mis ojos tienen la expresión
de los fríos ojos de las estatuas
atentos al regreso de sus palomas
de la comida que les has arrojado,
y yo permanezco en mi esquina
con la paciencia del mármol.
Si me muevo un poco, es
exactamente al mismo ritmo
de la sombra del toldo
bajo el que estoy esperando
y con cuya negrura parece
que ya me haya mezclado.
Hablo raramente y siempre
en un murmullo tan silencioso
como el de la gente que rodea
a las víctimas de los accidentes.
¿Debo confesar quién soy?
Tengo todos los nombres, o ninguno.
Soy el vendedor de coches usados,
el turista de Syracuse,
el asesino a sueldo, esperando.
Me quedaré aquí para siempre,
como alguien que ha perdido
el autobús, —familiar, anónimo—
en mi esquina habitual,
la esquina en la que tú giras
hacia ese lugar al que ahora
no deberías llegar.
Nota
Syracuse, ciudad del estado de Nueva York, E.U.A., no
Siracusa, ciudad de la isla de Sicilia, Italia.
Persona desaparecida
Ha venido a denunciarse a sí mismo
como persona desaparecida.
Las autoridades
le entregan los formularios,
que él sabe cómo han esperado
con la conocida paciencia de los barberos
en sus pequeños locales, inactivos,
afilando sus navajas de afeitar.
Pero ahora que estos espacios de su vida
le miran fija e inexpresivamente,
esperando a ser rellenados,
no sabe por dónde empezar.
Temeroso de no poder ofrecer siquiera
una descripción de sí mismo,
pide un espejo.
Le tranquilizan diciendo
que no puede estar en ninguna parte
sino donde se encuentra
en ese preciso momento,
y que, por el momento, está allí.
Y él tal vez quiera creerles,
pero en el espejo
ve qué es lo que falta.
Es él mismo
a quien ve allí, emergiendo
lentamente desde lo oscuro
de una habitación amueblada
tan solo por oscuridad,
alguien que no recibe correo
y es conocido por la propietaria únicamente
por apartarse a sí mismo de sí mismo,
y a quien le quedan años todavía
antes de que pueda confiar a la luz
este último disfraz, él mismo.
https://poesiayotraszarzas.blog/tag/donald-justice/
Ausencias
Está nevando esta tarde y no hay flores.
Solo hay este sonido de caer, silencioso y remoto,
Como el recuerdo de escamas descendiendo las teclas
blancas
De un piano de la infancia, fuera de la ventana,
¡palmas!
Y la pesada cabeza del cereus, inclinada,
Pronto para dejar caer su blanco o amarillo-blanco.
Ahora, solo estas pobres flores de nieve en un montón,
Como el recuerdo de un vestido blanco derribado. . .
Ha caído mucho.
Y yo, que
he escuchado por un paso
Toda la tarde, escúchalo ahora, pero ya se está cayendo
Ya en la memoria. Y las terribles escamas descendiendo
En el piano silencioso; la nieve; y las flores ausentes
abundando.
Donald Justice, "Ausencias" de Collected Poems
. Copyright © 2006 de Donald Justice. Utilizado con permiso de Alfred A. Knopf,
una impresión de Knopf Doubleday Publishing Group, una división de Random House
LLC. Reservados todos los derechos.
Variaciones sobre un texto de Vallejo
Me moriré en Paris con aguacero ...
Moriré en Miami bajo el sol
En un día en que el sol brilla mucho,
Un día como los días que recuerdo, un día como otros
días
Un día que nadie conoce ni recuerda todavía
Y el sol brillará luego en las gafas oscuras de los
extraños
Y a los ojos de unos amigos de mi infancia
Y de los primos sobrevivientes junto a la tumba,
Mientras los cavadores, apartados, a la sombra quieta de
las palmas,
Descansar sobre sus palas y fumar,
Hablar en español en voz baja, por respeto.
Creo que será un domingo como hoy
Excepto que el sol saldrá, la lluvia se habrá
detenido,
Y el viento que hoy hizo que todos los arbustos se
arrodillaran;
Y creo que será domingo porque hoy,
Cuando saqué este papel y comencé a escribir,
Nunca antes nada había parecido tan en blanco
Mi vida, estas palabras, el periódico, el domingo gris;
Y mi perro, temblando debajo de una mesa por la
tormenta,
Me miró sin comprender
Y mi hijo siguió leyendo sin hablar y mi esposa se
durmió.
Donald Justice está muerto. Un domingo salió el sol
Brillaba en la bahía, brillaba en los edificios blancos,
Los carros avanzaban por la calle lentamente como
siempre, tantos,
Algunos con los faros encendidos a pesar del sol,
Y después de un rato los cavadores con sus palas
Caminé de regreso a la tumba a través de la luz del
sol
Y uno de ellos clavó su espada en la tierra
Para levantar unos terrones de tierra, la marga negra de
Miami,
Y esparcí la tierra, y escupieron,
Dándose la vuelta abruptamente, por respeto.
Donald Justice, “Variaciones sobre un texto de Vallejo”
de poemas nuevos y seleccionados. Copyright © 1995 de Donald Justice. Reimpreso
con el permiso de Alfred A. Knopf, una división de Random House, Inc.
Pantoum de la Gran Depresión
Nuestras vidas evitaron la tragedia
Simplemente yendo y viniendo,
Sin fin y con poco significado aparente.
Oh, hubo tormentas y pequeñas catástrofes.
Simplemente yendo y viniendo
Nos las arreglamos. No hace falta lo heroico.
Oh, hubo tormentas y pequeñas catástrofes.
No recuerdo todos los detalles.
Nos las arreglamos. No hace falta lo heroico.
Hubo las celebraciones habituales, los dolores
habituales.
No recuerdo todos los detalles.
Al otro lado de la valla, los vecinos eran nuestro coro.
Hubo las celebraciones habituales, los dolores
habituales.
Gracias a Dios nadie dijo nada en verso.
Los vecinos eran nuestro único coro
Y si sufríamos, nos callamos.
En ningún momento nadie dijo nada en verso.
Fueron las lástimas y los miedos ordinarios que nos
consumieron,
Y si sufríamos, nos callamos.
Ningún público conocería jamás nuestra historia.
Fueron las lástimas y los miedos ordinarios que nos
consumieron.
Nos reunimos en los porches; la luna se elevó; éramos
pobres.
¿Qué audiencia conocería nuestra historia?
Más allá de nuestras ventanas brillaba el mundo real.
Nos reunimos en los porches; la luna se elevó; éramos
pobres.
Y pasó el tiempo, tirado por caballos lentos.
En algún lugar más allá de nuestras ventanas brillaba el
mundo.
La Gran Depresión había entrado en nuestras almas como
niebla.
Y pasó el tiempo, tirado por caballos lentos.
Nosotros mismos no sabíamos cuál era el final.
La Gran Depresión había entrado en nuestras almas como
niebla.
Teníamos nuestros defectos, quizás algunas virtudes
privadas.
Pero nosotros mismos no sabíamos cuál era el final.
La gente como nosotros simplemente continúa.
Tenemos nuestros defectos, tal vez algunas virtudes
privadas,
Pero es por pura casualidad que escapamos de la
tragedia.
Y no hay trama en eso; carece de poesía.
Donald Justice, "Pantoum de la Gran Depresión"
de Collected Poems . Copyright © 2004 de Donald Justice. Reimpreso con permiso
de Alfred A. Knopf, Inc.
Tomado de:
https://www.poetryfoundation.org/poets/donald-justice#tab-poems
No hay comentarios.:
Publicar un comentario