IX, Discurso sobre la rehabilitación de lo real cotidiano.
en el campo en el campo en el campo donde los hombres
solo llegan hasta las rodillas
y las rodillas solo son buenas para los lados
Cuento mis días de mandarina blanca
y veo la noche obscena de Cadillac
merodeando mis días de mandarina blanca
para un paseo por la obscena carretera de Cadillac
y en el campo en el campo y en el campo
donde las hermosas muchachas hermosas están solo hasta
el cuello
y el cuello, lo bueno es solo hasta la punta del pie
mientras que la punta, de proporciones más nobles,
llega al cerebro y las flores de la cabeza. ,
Recuerdo mis amores vínculos indestructibles
y veo una panoplia de ciudadanos del mundo
durmiendo en mis brazos vínculos indestructibles
para que pueda escribir con ella, justo al lado,
la gran historia de amor justo hasta el cuello
y en el país en el país que es divertido en el país
donde el poeta el poeta solo está hasta el penacho
y el penacho que el bien solo depende del fantasma
mientras que el fantasma, ahora ahí está,
no es otro que lo divino. niño (prometido)
uso mis ojos grandes son buenos y abiertos
y veo la noche (en ne passe pas)
dice grandeza de alma. Honesto porque.
Calafateo por obras.
relativamente cascada
y ahora no hay mucho más
en el país donde los hombres solo lleguen a la altura
de la
rodilla y lo bueno sea tan barato
La nave espejo.
El barco espejo
no navegues, cabalga
Tu mar es el bosque
que sirve de nivel
Al anochecer, espejos
sol y luna en los flancos
Entonces el tiempo le gusta
acostarse con el
Los armadores no aman
Tu ruta clara
(Vista de movimiento
uno diría que se detiene)
Cuando llega a la ciudad
ningún muelle lo alberga
Tu sótano no trae nada
nada lleva a la partida
Voces y aire pesado
eso es todo lo que lleva
Y en el mástil de espejos
una especie de puerta
Sus diez mil capitanes
tener la misma cara
El mismo cinturón oscuro
el mismo grado y rango
Cuando uno se rebela
hay diez mil insurgentes
(Como los ojos de la mosca
reflejar objetos)
Y cuando uno de ellos vuela
el cuerpo en los mástiles
y escudriñar el fondo del mar
Todo el barco cabalga
(como en el espacio las estrellas)
Desde el principio del mundo
hasta el fin del mundo
A 10.000 metros de profundidad.
Yves Tanguy
II
A 10.000 metros de profundidad
el rostro andante
del soldado
que no quiso morir
grita su radiante secreto:
Abre las puertas de tu corazón Es
tan fácil perder
al hombre de las águilas
que nunca cambia
Él está
realmente
solo
y nunca se le
ha escuchado.
I.
Habrá gente con nombres que les caigan bien.
No así yo.
Cada vez que alguien me llama Mário
cada vez que alguien me llama Cesariny
cada vez que alguien me llama de Vasconcelos
se produce en mí una contracción en los dientes
hay contra mí una imposición violenta
una cuchillada atroz por atrozmente desleal.
¿Cómo así Mario, cómo así Cesariny, cómo así, oh dios
mío de Vasconcelos?
¿Por qué quieren introducir en mi cuerpo
una caricatura a todas luces extraña?
Qué andaban haciendo por entonces los curas en los
baptisterios
para que yo recibiese en plena cara semejante haz de
estructuras
tan incalificables como inadecuadas
al acto en mí solo como la vida puro
yo no sé de vosotros yo no tengo en las manos yo vomito
yo no quiero
yo nunca me he adherido a las comodidades prácticas de
clavar con clavos
las partes
más vulnerables de la materia
Yo estoy solo en este avance
de cuerpos
contra cuerpos
Inexplicables.
Mi nombre si existe debe escrito en algún lugar
"tenebroso y cantante" suficientemente helado y horrible
para que sea imposible encontrarlo
sin de alguna manera encaminarse por la carretera
del Valor
porque a este respecto -creo que digo bien-
ninguna garantía de lectura gratis
se ofrece al viandante.
Por otro lado, si yo tuviese un nombre
un nombre que fuese
verdaderamente mi nombre
eso provocaría
calamidades terribles
como un temblor de tierra
dentro de la piel de las cosas
de los astros
de las cosas
de las heces
de las cosas.
II.
Habrá una edad para nombres que no sean éstos
habrá una edad para nombres
puros
nombres que magneticen
constelaciones
puras
que hagan irrumpir en los nervios y en los huesos
de los amantes
inexplicables construcciones radiantes
prontas a circular entre el hollín
de dos bocas
puras
Ah no será el esperma torrencial diuturno
ni la locura de los sabios ni la razón de nadie.
No será incluso quién sabe oh único maestro vivo
el fin de la pavorosa danza de los cuerpos
donde pontificaste
el martillo en la mano
Pero habrá una edad en que serán olvidados por completo
los grandes nombres opacos que hoy damos a las cosas.
Habrá
un despertar.
De Pena capital
Tomado de:
http://elbatiscaforojo.blogspot.com/2012/12/a-antonin-artaud-por-mario-cesariny.html
A lo largo de la muralla
Entre nosotros y las palabras, sordamente,
Las manos y las paredes de Elseñor
Y hay palabras y nocturnas palabras gemidos
Palabras que nos saben ilegibles a la boca
Palabras diamantes palabras jamás escritas
Palabras imposibles de escribir
Porque no tenemos cuerdas de violín
Ni toda la sangre del mundo ni toda la amplitud del mar
Y los brazos de los amantes escriben bien alto
Muy lejos del azul donde oxidados mueren
Palabras maternales sólo sombra sólo hipo
Sólo espasmos sólo amor sólo soledad deshecha
Entre nosotros y las palabras, los sándwiches
Entre nosotros y las palabras, nuestro deber hablar.
Pastelería
Al final lo que importa no es la literatura
ni la crítica de arte ni la cámara oscura
Al final lo que importa no es el negocio
ni tener dinero al lado de tener horas de ocio
Al final lo que importa no es ser joven y elegante
–él tiene tantas maneras de acomodar un estante
Al final lo que importa es no tener miedo: cerrar los
ojos frente al precipicio
y caer verticalmente en el vicio
¿No es cierto, muchacho? Y mañana hay partido
antes de haber cine madame blanche y palabrerío
Que al final lo que importa no es que haya gente con
hambre
porque así como así todavía hay mucha gente que come
Que al final lo que importa es no tener miedo
de llamar al gerente y decir bien alto al pie de mucha
gente:
¡Gerente! ¡Esta leche está agria!
Que al final lo que importa es acomodarse el cuello del
tapado
al salir de la pastelería, y ya afuera –¡ah, afuera! –
reírse de todo
Con sonrisa admirable de quien sabe y le gusta
tener limpios y muchos dientes blancos a la vista.
Tomado de:
https://buenosairespoetry.com/2020/08/16/tres-poemas-mario-cesariny/
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