lunes, 28 de noviembre de 2022

POEMAS DE HWANG BYUNGSNG



Comimos galletas juntos

 

Cuervos que se parecen a sus madres…

 

Coche amarillo-calabaza y galletitas dulces… arcoíris… calle nocturna…

 

Este es el mundo que encontré al final de la belleza y el pesar.

 

Éramos cinco entre todos.

 

Cuervos felices por haberse hecho cuervos

 

me hablaban de vez en cuando

 

pero yo no lograba oír lo que decían. Parecían decir:

 

¿Comemos galletas juntos?

 

¿Comemos galletas juntos?

 

Eso era lo que yo entendía y asentí con la cabeza.

 

Del mofle del auto salía un humo color arcoíris,

 

rociado como pintura.

 

Ninguno de nosotros miró hacia atrás

 

pero todos lo sabíamos, y nos hicimos más cercanos e íntimos,

 

como hermanas reconciliadas después de una amarga disputa,

 

y en nuestros corazones entró la calidez del amor.

 

Nos tomamos de las manos, y yo sonreí como la hermana menor del cuervo.

 

Los cuervos se preocupaban por mi futuro y me alentaban,

 

como hermanas amables y atentas… el tiempo del sueño,

 

las lágrimas corrían tímidamente por mis mejillas, esto es

 

lo que llaman el aroma del arcoíris,

 

esto, una historia de amor entre hermanas que viajan juntas en auto,

 

una calle color negro sin nada más que desear, esto es

 

la familia, la comida caliente, el tiempo del afecto,

 

y el futuro que hemos anhelado tanto.

 

Sentí odio y temor de abrir mis ojos.

 

Este es el mundo que encontramos al final de la belleza y el pesar,

 

mientras como galletas junto a mis cuatro hermanas,

 

dulces palabras que resuenan en mis oídos:

 

Hoy comimos galletas juntos,

 

Hoy comimos galletas juntos.

 

Autos que murmuran mientras corren,

 

hermanas, sentí amargura por haber nacido con ojos,

 

y sentí odio y temor de los hombros caídos, los brazos, el torso,

 

de estas dos manos y piernas que se van a podrir y descomponer.

 

Al final de la belleza y el pesar de comer galletas juntos,

 

hay otro sucio y maloliente mundo de carne, sangre, semen y excremento

 

que yo odio.

 

Mientras comíamos galletas juntos,

 

mascando galletas juntos,

 

ya no pude seguir llamando hermanas a los cuervos,

 

eventualmente salté fuera del coche, que corría a gran velocidad.

 

Sangre, sangre, sangre, me sangraba la rodilla. Aléjense,

 

hermanas… aquellas hermanas que realmente se alejaron, este es

 

el sonido del tañido de una promesa que se desprendió y se fue.

 

Este es el olor de una familia irrevocablemente fisurada,

 

una calle color sangre que no podría ser más conspicua,

 

esta es la guerra, la comida fría y rancia, el tiempo del odio,

 

el tiempo presente que tanto odiamos,

 

ya no sentía odio o miedo de cerrar mis ojos.

 

El carro donde iban los cuervos desapareció en la distancia,

 

se fue el arcoíris,

 

un mundo donde cosas como las galletas para compartir

 

no pueden ser encontradas.

 

En el tiempo en el que las hermanas desalmadas,

 

las galletas desmoronadas,

 

rodaron y cayeron del toldo color calabaza,

 

como el olor a sobaco de los cuervos que se pega a la punta de la nariz,

 

Comimos galletas juntos,

 

Comimos galletas juntos,

 

una voz que huye,

 

un arcoíris, una calle nocturna, un tiempo que ya nunca vendrá.

 

Traducción de Eduardo Padilla

Tomado de:

http://grafografxs.uaemex.mx/?p=hwang 

 

Dos corazones nacidos muertos

Como un payaso empujado a esta tierra boca abajo

Doce años con demasiados dulces

Dos pies caminan en el aire vacío continuamente

 

El tiempo, como un ladronzuelo, muere en la oscuridad

, poco a poco, con hipo, los

gorriones lo disfrutan.

 

Hasta que el demonio de treinta y seis años se me acerca y me señala

(con hipo)

 

Hasta que el diablo con un cuchillo negro hiere el cuello del niño de doce años

 

Como un payaso que tiembla de ansiedad

(hipo, hipo)

 

¡El hijo de esta tierra, vivo o muerto, no lo sé!

 

Doce años empujados a esta tierra,

 

 La cigarra dentro de mi oído no puede dormir.

 

(Publicado originalmente en Azalea: Journal of Korean Literature and Culture , volumen 5 [2012])

 

 

Canción del pez

 

Un pez en el tanque escucha:

el canto de un pájaro fluye junto a la ventana

y el pájaro saluda:

"¿Cómo está, Sr. Pez?"

 

El pez responde

Flexionando sus branquias:

Dos burbujas de agua .

 

El pez en la pecera escucha:

El canto del pájaro entra por la ventana

Y el pájaro pregunta:

"¿Tú también tienes un canto?"

 

El pez escucha:

El pájaro se despide,

“Cuídese, señor pez”

 

El pez responde

Sacudiendo sus aletas:

Dos burbujas de agua.

 

(Publicado originalmente en Azalea: Journal of Korean Literature and Culture , volumen 5 [2012])

 

 

Su rostro es un campo de batalla

Como el momento en que la manecilla de segundos da el sexagésimo paso

Empujando la parte posterior de la manecilla de minutos que ataca la manecilla de horas

 

Su cara es un campo de batalla.

 

Como niños en un cementerio público donde pasa un desfile festivo

Que beben diez copas de empujones y tragan veinte copas de disputas

Cuyo objetivo es derribar

 

Su cara es un campo de batalla.

 

Ella es rápidamente amada y rápidamente olvidada.

 

En medio de la oscuridad, una mujer llora, una segunda mujer llora

Una tercera sale corriendo

 

Como toses interminables dos mujeres se escupen en la cara con un espejo de por medio

 

(Publicado originalmente en Azalea: Journal of Korean Literature and Culture , volumen 5 [2012])

https://jaypsong.blog/2012/06/04/her-face-is-a-battlefield-by-hwang-byeong-seung/

 

 

Saliendo del armario

 

Tal vez mi verdadero yo sea la parte de atrás de mi cabeza

Te vuelves más honesto detrás de mí

Yo, que quiero saber más sobre ti

Tal vez debería caminar hacia atrás

Después de frotar mi cara contra el suelo desnudo

 

Otro yo real es mi ano

, pero para ti mi ano es absolutamente repugnante

. Yo, que quiero saber más sobre ti,

tal vez debería hablar con mi ano

, desgarrando mis labios, diciendo por favor, ámame.

 

Me da vergüenza

Llevas muchos animales vergonzosos como yo

Dentro de tus bolsillos y en lo profundo de tus cajones

 

Cada vez que te avergüenzas

De odiar tu vergüenza

Escribes y borras una postal

Te cortas y atas la muñeca

Te vuelves abuelo o tía abuela que murió hace cien años

 

¿Estás avergonzado? vamos a darnos la mano

 

Tu mano está dentro de la primera página que arrancaste

 

(Publicado originalmente en Azalea: Journal of Korean Literature and Culture, volumen 5 [2012])

Tomado de:

https://jaypsong.blog/category/hwang-byeong-seung/

 

 

Primero

 

El niño entra

y sale

vacilante

como una cabeza de rata

que inspecciona el exterior de su agujero

 

¿De qué sirven las piernas?

La niña

espera

como la nuera de la rata

Tumbada boca abajo bajo el suelo

 

Tic tac tic tac

 

El sonido del segundero del reloj

Va y viene

Como una pelota de ping pong

Golpeando sus cabezas por turnos.

 

****

¿De qué sirven las piernas?

La niña

espera

como la nuera de la rata…

Tomado de:

https://theamericanreader.com/first-other-poems/


No hay comentarios.:

Publicar un comentario