lunes, 14 de septiembre de 2020

POEMAS DE NIKOS GATSOS

-tomado de internet-


EL CABALLERO Y LA MUERTE

 

(1513)

 

Dürer zum Gedächtnis

 

 

 

Mientras te veo inmóvil

 

Con el caballo del Akrita y la lanza de San Jorge viajando a través del tiempo

 

Puedo colocar a tu lado

 

Entre las formas oscuras que te asistirán por los siglos

 

Hasta que un día te extingas tú también junto con ellos para siempre

 

Hasta que te conviertas de nuevo en un fuego en la gran Fortuna que te creó

 

Puedo colocar a tu lado

 

Un naranjo silvestre en los campos nevados de la luna

 

Y desplegar frente a ti la mantilla de una noche

 

Para cantar la juventud con el rojo Antares

 

Con el Río del Cielo vertiéndose en un agosto

 

Y con la estrella del norte llorando mientras se hiela

 

Puedo colocar praderas

 

Aguas que antaño regaron los lirios de Alemania

 

Y estos hierros que vistes podría adornártelos

 

Con un tallo de albahaca y un ramito de hierbabuena

 

Con las armas de Plaputas y los alfanjes de Nikitarás

 

Pero yo que he visto a tus descendientes como pájaros

 

Rasgando el cielo de mi patria un amanecer primaveral

 

Y que he visto los cipreses de Morea guardar silencio

 

Allá en los campos de Nauplia

 

Frente al solícito regazo del herido piélago

 

Donde los siglos luchaban con las cruces de jóvenes valientes

 

Pondré ahora a tu lado

 

Los ojos afligidos de un niño

 

Y sus párpados cerrados

 

En el fango y la sangre de Holanda.

 

 

 

Este negro lugar

 

Reverdecerá de nuevo un día.

 

La mano férrea de Götz hará volcar los carruajes

 

Los cargará de gavillas de cebada y de centeno

 

Y en las oscuras espesuras de los amores muertos

 

Allí donde el tiempo petrificó una hoja virgen

 

En los pechos donde temblaba un rosal compungido

 

Lucirá una estrella silenciosa cual margarita de primavera.

 

 

 

Pero tú continuarás inmóvil

 

Con el caballo del Akrita y la lanza de San Jorge seguirás viajando

 

por el tiempo

 

Inquieto cazador de la estirpe de los héroes

 

Con esas formas oscuras que te asistirán por los siglos

 

Hasta que un día te extingas tú también junto con ellas para siempre

 

Hasta que te conviertas de nuevo en fuego en la Gran fortuna que te creó

 

Hasta que de nuevo resuenen en las grutas de los ríos

 

Los pesados martillos de la paciencia

 

No para fabricar anillos y espadas

 

Sino para crear podaderas y arados.

 

 

ELEGÍA

 

En el fuego de tus ojos seguramente sonrió una vez Dios

 

Seguramente cerró su corazón la primavera como perla de una antigua playa

 

Ahora mientras duermes radiante

 

En los helados campos donde las clemátides

 

Se volvieron alas embalsamadas palomas marmóreas

 

Mudos niños de la espera

 

Querría que vinieses una noche como nube lacrimosa

 

Rocío de la piedra escarcha del olivo

 

Porque en tu cándida frente

 

Alguna vez habría yo de ver

 

La nieve de las ovejas y de los lirios

 

Pero pasaste por mi vida como lágrima de mar

 

Como esplendor del estío y postrera lluvia de mayo

 

Aunque una vez fueses también una ola de geranio suya

 

Un amargo guijarro suyo

 

Una pequeña golondrina suya en un bosque desierto

 

Sin campana al alba sin candil al anochecer

 

Con tu cálido corazón vuelto al extranjero

 

A los dientes estropeados de la otra orilla

 

A las derruidas islas del cerezo silvestre y de la foca.

traducción al español de

Manuel González Rincón

Tomado de:

https://www.revistaaltazor.cl/nikos-gatsos-2/

 

Agua de rosas

 

Cuando llegues a ese otro mundo, no te conviertas en nube,

no te conviertas en nube, y en la amarga estrella del alba,

para que te conozca tu madre, esperando en su puerta.

Toma una varita de sauce, una raíz de romero,

una raíz de romero, y sé un frescor iluminado por la luna que

cae en la medianoche en tu sediento patio.

Te di a beber agua de rosas, me diste veneno,

aguilucho de la escarcha, halcón del desierto.

 

Canción de los viejos tiempos

 

Para George Seferis

Los

tiempos cambian, pasan

los años el río del mundo es fangoso

pero salgo al balcón de un sueño

al verte inclinado sobre tus

barcos bordados de barro y golondrinas.

El mar es amargo, nuestra tierra pequeña

el agua en las nubes querida

el ciprés envuelto en desnudez

la hierba se reduce a cenizas en silencio

y la caza del sol es interminable.

Y viniste y esculpiste una fuente

para el viejo náufrago del mar

que desapareció pero un recuerdo de él

sigue siendo

una concha reluciente en Amorgos,

un guijarro salado en Santorini.

Del rocío que sacude un helecho

He tomado la gota de una granada

para poder en este cuaderno

deletrear los anhelos de un corazón

con la primera estrella de una fábula.

Pero ahora que llega el Martes Santo

y la Pascua llegará lentamente

, quiero que vayas a Mani ya Creta

con tu compañía allí perpetuamente

el lobo el águila y el áspid.

Y cuando veas la estrella fugaz

de otro tiempo brillar en tu rostro en

secreto con un delicado brillo, ponte de pie y

trae de nuevo un manantial

que brota en tu propia roca

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Los tiempos cambian, los años pasan

el río del mundo se nubla

pero salgo al balcón de un sueño

para ver que se inclinó sobre su arcilla

encaje barcos y golondrina

Tomado de:

https://www.poemhunter.com/nikos-gatsos/

 

 

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