La inicial
Polvo fino y seco en el viento,
te llamo, te pertenezco.
Polvo, rasgo por rasgo,
que tu rostro sea el mío,
inescrutable en el viento.
La línea de ruptura
Destruir la escritura de este espacio opresivo y
perderse escribiéndolo
para la indivisión en el fuego contra el letargo de las
fuentes
las migas del festín están de pie sobre el mantel
irreprochable
mimando lo que vuelve ejemplar su execración, el “yo”
hostigador y plural, diezmado
se mezcla con el agua legamosa de las incorruptibles
parcelas
en el cuarto contiguo su sacrificio o su sueño, y el
refugio
los bloques aparejados a su comitiva, y sustraídos a la
interpretación
***
El prisionero
Tierra mal abrazada, tierra yerma,
contigo comparto el agua helada de la jarra,
el aire de la reja y el camastro.
Sólo el canto insumiso
se vuelve más pesado aún con tus gavillas,
el canto que es guadaña de sí mismo.
Por una grieta en la pared,
el rocío de una sola rama
nos devolverá todo el espacio vivo,
estrellas,
si tiráis de la otra punta
La elipsis del cuerpo en el cuerpo
del poema
obsequiosa obscenidad
del trabajo de las placas de las caídas de las canicas
contra la turba de magma
trabajo del prisma
de las bielas de los silbidos
de los espirales de flores de aceite entre
el murmullo de las vocales
de la explosión del número y de la agonía
de los flujos de los parásitos de los estertores
de los abismos y de la piedra
de la síncopa de los procedimientos
y del endurecimiento de los cálculos y de la sombra
durante su asunción lunar
obsequiosa obscenidad
de las tramas
sibilinas
del signo – canceroso
en el aliento fuera del aire
cuerpo vacante
excluido del azul
que yo inyecto a su videncia
sobrevuelo sin alas por una superficie
sin tierras
minúsculos tintineos en el aliento
de mi muerte fuera del aire
como una irrupción del aire
Traducción de Lucrecia Arcos Alcaraz
Tomado de:
https://www.isliada.org/poetas/jacques-dupin/
El arnés
El manantial donde nos bañábamos los ojos
En lugar de secarse, se agriaba.
Llevo su sajadura en el rostro,
El reflejo que desconcierta.
Desde que en él cualquier flor
Te oprime, luz, hermética luz.
Al brusco asentamiento del cuerpo, de la voz,
Responde, húmeda todavía, la hierba de un rostro
Cuya oscuridad se desgarra.
Mi pie se arquea lentamente
Como el mar
Antes de retomar el sendero,
La milenaria estrofa,
El sol creciente.
Tomado de:
http://www.puntodepartida.unam.mx/index.php/1411
HISTORIA DE LA LUZ
A punto de convertirse en su denegación
su torniquete
él dobla
senil
el cuerpo destruido
en el aire
contra el espacio
él parpadea
no se borra
no renuncia
a disolverse en la lengua
————————————————
Ella
enigma
en el calor
derramada
brota
su lectura
culmina
cae
contra una peana chorreando
de inscripciones
por la pérdida de sí siempre futura siempre
parte conmovedora y gélida
————————————————
Sencillez de figura
su movimiento un brillo gris
de sílex o cadera
la escoria
de mi deformidad en el ciclo
conjetural
que la subrogación del fuego rectifica
ensancha
restituye
aria de la noche y del asentimiento
más allá
la iluviación de la hoja
————————————————
El triángulo del antifaz se desgarra
al contrario
la peana narrativa tambaleando
por un brusco desgaje del suelo
o por un cálculo
de sonoridades y alturas
por este ángulo del pliegue la rémora
ella
de destruirse
la rémora
de conmover la cifra
un estremecimiento de hojas
bajo el agua negra
me une a su respiración
a su filo
la peana se mueve bloque negro
desgarre
————————————————
Nada más que una hoja presiona la piedra
y la hoja pisada que la piedra
sin inscripciones
macla
de un deslumbramiento enmarañado bloque
negro
desgarre
como una ecuación de simios
en el disparo de la espina
araña la ornamenta
el peso del humor la acritud
de una lengua desinfectada.
————————————————
Son cuchillas sin mar
chillas sin tejas
y la prohibición
un niño
elevado con el fuego
que sube en nuestras vértebras
de pronto roto el nudo
reventado el sello
despedido
el garfio de hierro
hacia el antepasado y su encubrimiento
para arrancarle el hijo
difunto
una sombra en la luz
cortante en su centro el libro
cortante
el cielo y el sentido
————————————————
ninguna palabra alternativa
o agonía
ni los granos de la luz
siembran los bajíos
donde los asesinos se hunden
lentos
y definitivos
————————————————
Entonces comienza el color
el viaje
multitud en resonancia con
lo unánime
rotura
cuya instrumentalidad
desmienta la locura libera
el cuerpo
distingue la danza
y el cuerpo
y une el rechazo
de la ojera
y del ensombramiento
en el tiro/rayo de la línea abierta
a la simplicidad que rompe el cuerpo
y la tierra
con una ausencia agorera de sentido
por crueldad del entendimiento/acuerdo
————————————————
Línea desocupada
línea abierta
a lo que se juega mortalmente
en el espacio escrito
por un desarme de nudos
y la tergiversación
del oído/la escucha
línea abierta múltiples líneas
como su barbarie
se enciende contra el mar
y reaviva
otra frescura
por debajo
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Y arden
dos cuerpos devastados unidos
a la celebración de un escombro
donde el viejo bosque corrido deja
brotar
las
venas las líneas
de cúmulo y dispersión
líneas de magnitud de los astros
líneas
de consunción del glaciar
————————————————
Y sobre el reverso sedoso del viaje
un cuerpo distante resurgido
poda
sus rastros y la muerta
de su nativa ficción estallara
se juega el espacio y
lo imposible suspendido
por un instante claro
a su labio negro
en el bisel de mi flauta de hueso
en exceso de sentido
y de cielo
————————————————
Solsticio
calco y preceder
del amor
único
en la distancia del cuerpo apretado nebulosa
esquiva y reglada
de grieta en escarpa sobre la tierra
el calco y la precesión
del amor único
impersonal
como la serpiente
y el grito
cuando nada pasa en el aire
salvo el grito
los golpeteos
de alas de pájaros de noche fumarolas
sobre los escombros
chillidos
de la pluma sobre la hoja —
música para acabar que se ensambla
y reniega
a la muerte
a la luz
a través de la estopa
de una mordaza de palabras ensangrentadas
contra la boca
contra la piedra explosionada
de la larga intriga
de tu boca en mi lengua
de una mordaza de palabras contra la boca
fluye el color
— madrasta ya leída
depurada
rodante
entre mis dientes los cadáveres
y el antiguo imperio
Tomado de:
https://www.vallejoandcompany.com/historia-de-la-luz-por-jacques-dupin/
La reprimenda
La apariencia de la vida, mi máscara ya descorrida, me
falta. Convertida, a fuerza de delicadeza, en el estricto esbozo de mi raza
acabada, vengo del lugar donde va el viento, quiebro tu caricia… Tu brazo ya no
tiembla, mis extravagancias son imperceptibles.
En este éxodo en el que tantas miradas dudaron, en el
que tantos puños sólo golpean el cerco de jardines huidizos, estoy cerca de
vos. Te doy la fuerza para entrar en tu ciudad y el orgullo de no reinarla. En
mi luz caminás, mi ala es la que acrecienta el viento. Mi transparencia es la
de los monstruos benéficos, mi perfume aquel de la rosa después del diluvio.
Fuente cegada
Mutilan sus rasgos para que retrocedan los espejos, y
es una máscara la que grita. La tierra ya no sufre. Una breve humareda se
abisma en la máscara. Afuera, con oscuras precauciones, se abre el agua
corrompida, el agua apaciguada, el agua minúscula…
La fatalidad que ilustro no es ejemplo de ruptura, de
felonías, de temblores: mis imprecaciones, mis tachaduras. Pero ya la raíz del
templo perforó el pie del caminante que se pudre. Ya el destello cambió de
prisión.
El palimpsesto
Los sapos son estados de ánimo, no existen. Sólo
estanques, melopeas… El niño instruido en la amargura de los brotes, el niño
privado de la leche oscura, frágil como el cristal. Una nieve irreprochable
cosecha los sollozos, los brillos de una elevación lunar tal. Y la maquinaria
alegre de la primavera se aloca, se exilia…
Vestido ridículamente con jirones de un crimen
perpetrado por manos extranjeras en un cuerpo entumecido, progresás,
interrumpís las claridades y los signos, temblás en el elogio, morís de
sequedad en los alrededores de la pirámide. Dentro, tu pesadez, tu exégesis
embalsaman. La felicidad ruge, es de noche.
Hay que crecer con suavidad y desmesura. Rejuvenecer
los abismos, hacinar a los reyes, enorgullecerse. Las ventanas salvajes y los
amores postrados dan hacia un perfume.
Tomado de:
https://opcitpoesia.com/jacques-dupin-versiones-de-carolina-massola/
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