Para todos los que conozco
(canción
por Billie Holiday)
Cariño la
noche se envejece
Cariño
Mi amor no
se declara todavía
como el perfume de gardenia marchita
o el brillo vago de un viejo 78
algo de juveniles callejeos
en esa voz cansada
ahora
cari blanqueada
como la muerte su último amante
acaricia su garganta
y aquella juventud
aquella vida
toda vida
se convierte en adiós
Epitafio
Tom Egan no yace aquí
ni el calor de su dedo meñique
ni su risa que rebosaba de vida
ni su espíritu que saludaba desde la puerta
entre la calle los años
ni nuestro amor más duradero que el granito
A Samuel Beckett
¿qué tenemos nosotros que ver con este hotel
con su cristal y sus boutiques y su cromo giratorio
y su camarero negro buscando propina?
donde nuevamente estamos sentados frente a un café doble
conservando cual exiliados entre los años
tu voz tan suavemente dublinesa como la de Yeats
y más ágil que unas manos como las de mi padre
sumidas en la vejez.
austero y amable como un monje en su día libre
dispuesto a
considerar cualquier tema para variar
¡incluso el de los escritores! Joyce y la máscara de la
muerte
el verso de Auden acerca del cual albergamos nuestras dudas
un encuentro con Patrick Kavanagh en París
los quince minutos que estuviste sentado de sobremesa
en los que ni tú ni Pound articulasteis palabra
¿las exposiciones de París?
sólo con encoger los hombros
quedan ya más lejos de lo que queda Irlanda
(¿y quién podría imaginarte en cualquier caso
escudriñando al acecho catálogo en mano?)
La compañía con la faz amada y leal de tu mismo padre
llamándote desde las olas de Cuarenta Pies.
Marihuana en Ballymahon -¡ahí tienes un poema a tu medida!
y aún me sorprendes cuando te inclinas
sobre la superficie de mármol con un rostro desgastado
y ojos azules que nos hacen responsables de citar aquellas
frases de Watt
del vacío corazón y de las manos vacías
de la mente oscura y tambaleante
entre las tierras baldías…´
y mi mente otra vez se anuda en soledad
y no estamos ya en el bar sino en algún sitio
en el espacio exterior de tus palabras
ese silencio casi intolerable en el que
debemos intentar aferrarnos a algún modo de dignidad
en la oscuridad cegadora que jamás eludiste
después nos abrazamos y llevas tu paso firme
a las calles ochenta años envejecidas
que Dios te bendiga Desmond
y a ti Sam nuestro navegante valiente y necesario
vagabundo nuestro por los bordes de este mundo interpretado
que Dios te bendiga
Dún An Óir (Fragmentos)
III.
tú puedes sentir todavía
la desolación
de españoles italianos mientras comprendían
que la muerte había zarpado con ellos desde casa
a la que nunca volverían a ver de nuevo
de nativos irlandeses exilados por el sufrimiento
refunfuñones estoicos Ár nAthairs
de mujeres y niños rodeados por
la fe de Grey y la misericordia de Raleigh
puedes escuchar las hojas segando
el sonido que una cabeza hace o una garganta
el porrazo que con el hueso se oye sordo
escucha
la arena se fila en derredor tras la piedra
y hay otras presencias que no escaparán
los listos generales de Isabel sus soldados
tan propensos a revelar y estropear antes
de descender a serios negocios
el torvo Diputado de Isabel tan ventripotente
poeta mascota de Isabel
la calva Isabel ella misma una glosa sobre
esta última empresa ejecutada por ustedes
tan grandemente para Nuestro placer
luego las pocas mujeres fueron violadas
una vez más y decapitadas como pollos
la última cabeza dio vueltas hasta la cueva
y el cuerpo desatado anduvo
después que el último niño fue atravesado a espada
las almadanas cayeron hicieron
escolta a Grey, Raleigh y Macworth
a través de la tierra esponjosa
para inspeccionar la obra póstuma de lo acordado y
¿advirtieron ellos a la belleza invernal como Febo
oculta sus húmedos vellones más allá
de las multitudes de cadáveres?
en los gritos de estos campos
Ár nAthairs: Nuestros padres
Revelando...
carta de Bingham a Lane, 1580
Tomado de:
https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/68_69/egan.html
ELEGÍA PARA UNA NIÑA DE SEIS AÑOS
(En
memoria de Eimar Cullen)
I.
tu esquela sobre mi escritorio
nos susurra a los tristes adultos su propio
secreto infantil
el campo en el que te arrodillas
con vestido de flores amontonado de
atentas amapolas
y parece en cierto sentido pequeña que
tú y ellas sois la desapercibida belleza del mundo
que todo lo que eres
juguetea en la flor carmesí hacia la que extiendes el brazo
en el espacio que abarcan los pocos
años humanos
tu cabeza perturba
los bosques oscuros misteriosos
veo a tus padres en tu rostro
II.
una ventosa mañana de junio chispeando
en que hacen más ruido los árboles que los pájaros
bajo un gris inmenso
tu aniversario
el día es el modo en que sentimos
es el tiempo que ha escapado
la espera de la luz
III.
¿qué nos dejarás en herencia?
tu bicicleta en la puerta
las ropas colgando con su vacío
libros de cuentos un legado de muñecas
la bolsa de la escuela arrastrando sus correas
tus certezas de seis años y medio
pero también una valentía que no tuvo que crecer bajo la
cama
para ser encontrada más tarde como un par de zapatillas
un todo de amor absoluto
a lo largo de aquellos años preciosos
has dejado algo para cada uno
IV.
trenzas que nunca cortaste
un infantil deleite en
las cosas ordinarias
demasiado profundo para nosotros
simple e incomprensible como
una flor oscilante entre el barro
Eimear tu mano confiada suave
cruzando nuestra calle
V.
precoz en sus maneras
la yaya pensaba
¿y había algo en ti
algo más triste más feliz
años más allá de tus años
algún indicador de plenitud un
orden que empecé a sentir
a medida que la vida de mi propio padre se acortaba?
tu mirada en aquella última foto
una desaparición
como si
VI.
pero cuando el coche fúnebre quedó vacío
y la oración se hizo amén
y la caja blanca comenzó a deslizarse
más allá de la esperanza e incluso del amor
fuera de nuestro alcance
entonces el alto haya la nube
el mirlo los pájaros por doquier
las mismas briznas de hierba y
todo aquello en lo que consistía la plenitud del verano
cesó
y algo en todo ello
en nosotros
descendió
con
ti
go
VII.
nos dejaste de pie Eimear alrededor
de tu delicada tumba
sin llegar a inferir el reconocimiento de que
parece simplemente más fácil no creer
y de que si cada segundo es una despedida
una muerte en resumen
entonces el tiempo mismo es pura ilusión
una exhalación en lo eterno
ese estrecho montículo de coronas de flores
la nublada luz de las tierras del interior
las hojas la distancia de los bosques
el río Barrow desplazándose invisible subterráneo
la paloma fuera de la iglesia
demasiado lleno de un misterio confrontado
y que hace de tu familia y tus mudos amigos
observadores a un tiempo
en algún lugar solo el amor puede proseguir
VIII.
¿cómo es que igual que uno
descubre su casa sólo desde la distancia
así hemos sido arrastrados más cerca de ti
desde que te fuiste
o así lo parece?
ahora estás jugando persiguiendo
haciendo requiebros por el salón donde estamos
sentados charlando con Paul y Bernadette
tu cabello y nuestras niñas intentando alcanzarte
tan real como Cristo
que murió hace 2000 años
IX.
los meses corren como el río
ya ha pasado algún tiempo
y ahora hay una cruz celta
un motivo ondulante y los versos
Que seamos recogidos
en las redes de Dios*
tu nombre entre rosas
el mismo haya lanzándose hacia el cielo
otro mirlo cantando a
los bosques atentos
y una abeja avanzando lentamente y con cuidado como Dios
entre las flores que ya crecen
X.
y puesto que sólo el espíritu es real
todos nos volveremos a encontrar de nuevo en
algún otro Monasteverin
el verano estará subiendo por el Barrow
con árboles y altos campos
amapolas el ascenso de la canción de una alondra
y tú con tu vestido favorito
toboganes y lazadas mariposas en tu
cabello largo y brillante
y tu sonrisa nos explicará
el significado de todo el universo
* irlandés en el original, recogido de un poema: I líontaibh
Tomado de:
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5961714.pdf
PAZ
Sólo para salir a caminar por el camino
Sólo eso
bajo los profundos árboles
que susurran paz
Para partir el pan de las palabras
con alguien que pasa
Sólo que
cuatro de nosotros alrededor de un cochecito
y los dedos del bebé dormidos.
Sólo para unir la armonía
los campos, las
colinas azules de todos los días,
los charcos de luz del día y
Es posible que escuches el
eco de un faisán en el bosque.
o el chorlito puede vacilar
mientras la tarde se posa
con un mirlo
en su mesa de seto
Solo eso
y aquí y allá una puerta, la
ventana luminosa de un bungalow,
el olor a humo de leña de vidas
Solo eso
pero Dulce Cristo, eso
es más de lo que la mayoría de la humanidad puede permitirse
con el globo todavía trenzado en su propia
corona de espinas
. Demasiados ojos hambrientos .
Demasiados niños ancianos
acuclillados entre moscas.
Demasiadas reservas de miedo. Demasiadas cárceles
para perros. Demasiados generales.
Demasiados bajo tortura. por los
gritos impotentes en el aire que respiramos
Demasiados sueños atrapados en apuros de dinero
Demasiadas montañas de egoísmo de mantequilla
Demasiados pobres ahogándose en las calles
Demasiados barrios marginales en las afueras de la vida
Muchos de nosotros no estamos seguros de lo que queremos
, por lo que tratamos de alimentar un hábito para todo
hasta que el ego marionetas los militares
reflejar nuestra propia cara en guerra
muy poca paz.
Tomado de:
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