El pobre
Mañana y noche, todo el día,
muchedumbres de ancianos,
de huérfanos y viudas,
de puerta en puerta van pidiendo
por el amor de Dios una limosna.
Cargados con la alforja
de la necesidad
las desganas se toman por tarea.
¡Dura, amarga es tu suerte,
multitud harapienta, sin asilo!
Pero nadie te niega la limosna,
y no mueres exangüe en el invierno.
¡Cómo mueven, Señor, a compasión
los hombres que creaste,
qué miserables van de puerta en puerta!
Más mísero es el pobre campesino:
él no pide a la puerta,
pero toda la vida, desde el pan a la ropa,
trabaja noche y día.
Duerme en mísera choza, en sucia paja,
héroe de infortunio irremediable,
más fuerte que la roca en la fatiga
y más que el cobre en la pobreza extrema.
Hasta la muerte siembra trigo,
hasta la muerte siega; pero vende pobreza.
Sobre él vierten sus lágrimas las nubes
y la tormenta canta su tristeza.
Ivan Savic Nikitin, incluido en Poetas rusos del siglo XIX
(Ediciones Rialp, Madrid, 1967, selec. y trad. de María Francisca de Castro
Gil).
Tomado de:
https://franciscocenamor.blogspot.com/2014/07/poema-del-dia-el-pobre-de-ivan-savic.html?m=1
En una choza campesina
Humedad bochornosa: astillas de pino humeantes,
restos de fregado a lo largo de un palmo,
telas de araña en los rincones,
tizna en platos y bancos.
Negra como el hollín la pared desnuda, manchada de barro,
Agua, pan duro y seco;
Gemidos, toses, gemidos de niños, ¡
¡Miserable amarga necesidad!
Y la muerte de un mendigo durante años de
la más dura monotonía.
Aprende aquí a poner tu confianza en Dios,
y a ser paciente.
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por el propietario. proporcionado sin costo para fines educativos
Chisme
Aunque vivas sin culpa
como el destino de
un anacoreta,
los chismes te encontrarán
, ya sea temprano o
tarde.
Por el ojo de la cerradura entra
y se pone a tu lado,
Puertas de madera ni de piedra
se abren contra él.
Él hace sonar la alarma
a la menor excusa,
y hasta tu tumba
te perseguirá con
insultos.
En defensa propia nada te protege,
tu huida será peor.
A la tierra te pisoteará, ¡
oh chismosa, maldita
sea!
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Norte y sur
¿Conoces la tierra de la fragancia ardiente y
resplandeciente?
¿Dónde la noche brilla sublimemente sobre el fluir
del mar? Murmurando a la luz de las estrellas...
¿Tejiendo en el corazón un sueño maravilloso?
Refulgentes en los blancos rayos plateados de la luna,
En la suave semioscuridad, los jardines adormecen la luz;
Sólo la espuma iridiscente de la fuente
cae chapoteando sobre la hierba,
e imágenes de dioses con labios de silencio
hundidos en profundas miradas pensativas por todos lados,
mientras, elocuentes de la majestad caída, ¿
ruinas entrelazadas con zarcillos de hiedra?
Suavemente retratados en las verdes praderas del valle.
Los cipreses oscuros reflejan sus esbeltas sombras;
El seno de la Tierra florece en fecundidad...
Y la libertad aquí es el gozoso destino del hombre.
Sin embargo, más que la suave abundancia cautivadora del
trópico, ¡
mi tormentosa tierra salvaje del Norte está llamando!
Sus bandadas de copos de nieve, sus relucientes heladas de
medianoche,
La gloria de los sombríos bosques en sus costas,
Estepas teñidas de verde con distantes bordes azulados...
Las nubes que desfilan en los espacios del cielo se
oscurecen.
¡Hasta el corazón cómo llora lo familiar!
El pueblo significa que en el valle se encuentra,
La majestuosidad imponente de las ciudades ricas,
Los límites interminables de los campos nevados vacíos,
Los estados de ánimo cambiantes que todos desenfrenados se
aglomeran;
¡Espíritu de Rusia y de la canción rusa!
Con alegría ahora brotando, con dolor ahora resonando,
cantando irresistiblemente al corazón del oyente.
¡Tú, imagen más bella! mi pecho con arrobamiento suspira, ¡
Mis espíritus libres, ¡victoriosos se levantan!
Una canción brota para alabanza y gloria de Rusia,
y lágrimas de alegría, mientras reflexiono, fluyen.
Y jubiloso el corazón encendido debe gritar: ¡
¡Salve Rusia, Salve! ¡Tu hijo leal soy yo!
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La pala está cavando profundamente una tumba en el molde.
La pala está cavando profundamente una tumba en el molde...
Oh Vida, tan rebosante de dolores indecibles,
Mi vida, tan sin hogar, solitaria y cansada,
Vida, como una noche de otoño silenciosa y lúgubre,
Amarga en La verdad es tu destino bajo el cielo, ¡
y como el fuego del campo morirás!
Muere entonces, ninguna lágrima triste que caiga te
recordará,
Rápido el techo de tu ataúd de pino te tapiará,
Pesada la tierra cae sobre los corazones tristes.
Sólo uno más de la humanidad se separó;
Aquel cuyo regreso a casa no le desgarra el corazón, ¡
¡Aquel por quien ningún alma se aflige y desespera!
¡Escuchar con atención! ¡Qué música tan plateada suena!
¡Escuchar con atención! ¡Qué canto tan descuidado y
jubiloso!
Mira cómo se balancean las etéreas olas azules, ¡
¡Ahora la alegre alondra vuela hacia su tierra del Sur!
Silencio, oh Vida llena de dudas y temores, ¡
¡Silencio ante todo el canto de las lágrimas de los hombres!
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