El soneto es tan ágil como un brinco...
El soneto es tan ágil como un brinco,
nadadora de noches perfumadas;
aquí, tu voz, tu risa, tus miradas,
esta rama de amor tejen espesa.
Desde el pálido gris a la frambuesa,
del cálido tabaco hojas doradas,
todas tus sombras rinden concentradas
aguas de una corriente que no cesa.
Oh lento surtidor que sombras mana,
tranquilas formas de figura humana,
en líquidos topacios ya resuelto.
Esta tu oscura piel de alga morena
cambia la espesa rama en fuerte vena,
y en yodo creces: surtidor esbelto.
En otro octubre
María, a nuestro lado, ¿qué rugía?
Luz de octubre encendía la mañana.
Mas luz de primavera en ti dormía,
y luz en mí, de primavera humana.
El Parque del Oeste en guerra ardía.
¿Qué importaba la muerte en tu ventana?
Amor era el fusil que pretendía
quitarnos vida con la más lozana.
¿Quién en la primavera, di, se muere?
¿Quién bajo de esta luz se moriría?
La muerte no era nada dentro y fuera.
Decías: Moriré por quien me quiere.
y yo: Por quien me quiere, repetía.
No hay muerte -ni aun muriendo- en primavera.
Esta tierra
No me busques en los montes
por altos que sean,
ni me busques en el mar
por grande que te parezca.
Búscame aquí, en esta tierra
llana, con puente y pinar,
con almena y agua lenta,
donde se escucha volar
aunque el sonido se pierda...
Esta vejez reposa...
Esta vejez reposa
sobre un aire de luna.
mónde huyeron los soles?
Apenas si se ve,
andas, ¿tropezarás?
Bien abiertos los ojos.
Esta vejez mil cimas,
subes, no llegas nunca.
Subir, ramo de rosas.
Esta vejez, mil simas,
bajas, ni te aproximas.
Bajar, un crisantemo.
Cimas, abismos llaman.
Quieres abrirles, mas
nunca encuentras las llaves.
Vejez, el detenerse
en el volar: vilano.
Que no le soplen nunca.
De "Claro decir" 2002
Generosa luz
¿Qué importa cuanto no es azul o rosa,
pequeño violeta o rojo suave?
¡Ay, lo que pasará, tal vuelo de ave,
conmueve la mirada más ansiosa;
lo que no volverá!... Tan nimia cosa
como el rubor de un rostro, que se sabe
que se habrá de olvidar, con la más grave
emoción sella el alma. ¡Oh generosa
luz del olvido y de la muerte: sombra
que da el volumen lírico a la vida,
nimiedad por la que el vivir asombra!
Di, en lo que ya no volverá ¿no anida
el porvenir más grato? ¿No se nombra
con lo que muere toda nuestra vida?
La cintura
Cicatriz de los hálitos; censura
como trémulo párpado; un rocío
del insomnio esculpido, tu cintura
de diminutas flores albedrío.
Es, tu cintura, tálamo de un río
exhausto en un suspiro sin holgura
-un gorjeo, una lágrima y un brío-
de minúsculos besos mordedura.
Su corriente me arrastra arrolladora,
nardo angustiado de sedosidades,
donde el pistilo es sol, dedal la aurora.
Son huellas de jilguero sus edades
y en un copo de nieve arde su flora
compuesta de rubor de eternidades.
La nariz
Aquí, sí, pulcritud de pulcritudes,
perfil al vuelo afin, nivel de ardides,
estás, oh mariposa que divides
cielos de nieve y rosas de laúdes.
Oh cuán lírica maga de altitudes
que fiel de reinas majestades mides,
oh muda augusta, en soledad, que impides
junto a ti, rosa impar, similitudes.
¡Ay, primorosa reina de jazmines
entre dos verdes fuegos encumbrada
a ser espada-atril de serafines,
símbolo de existir, nota encarnada,
la breve humana majestad defines,
dije de orgullo con revés de nada!
Las cejas
¿Quién ha escrito en tu frente esas leales
frases tan misteriosas, tan oscuras?
Fronteras para el nácar, nervaduras
de ónice en unos cielos aurorales.
¿Qué dicen, qué dirán esas geniales
de dos noches curvadas miniaturas?
Palabras bien trazadas, bien seguras
como dos de azabache arcos triunfales.
¿Firmas son o son sombras o son rejas?
Sólo sé que un dios niño entre esas cejas
se debate en prisión, ¡rejas morunas!
¿Qué firman? ¿Qué sombrean? ¿Qué aprisionan?
¡Qué importa! ¡Para el cielo que coronan,
blanco y verde, ellas son dos negras lunas!
Las huellas
¿Habrá algo más hermoso que quedarse sin huellas?
Sólo el pájaro sabe de esta gracia
y el horizonte aquel que de la luz se arranca
sin dolor, con un leve marcharse ajeno al tiempo,
al calendario triste que siempre deja huella.
Andar, andar, andar esperando que un día
la tierra no nos sienta; querer la lejanía
donde el hombre se evade de los ojos.
¿Así será la muerte? Si es así será dulce.
Diluirse en el aire, ser el después sin rastro
de una nube. Y andando seguir y ver la tierra,
al fin sin nuestras huellas, con nuestros propios ojos.
De "Cuaderno salvaje" 1983
Lenguaje
¿Dónde está la voz del aire?
Tú la escuchas. Es silencio.
Sus palabras son las nubes,
la luz y el viento sus verbos.
Los otros ojos
Mirar, pero no ver,
colocar otros ojos,
quizá los de aquel niño
que viejísimo mira.
Unos ojos perdidos
y hallados a diario
ciegos como ese río
que viejísimo mira.
Mirar es eso mismo,
un dolor, quizá un agua
que no ve y que, reciente,
qué viejísima mira.
De "Cuaderno salvaje" 1983
Los pies
Milagros de cristal, ciegos delirios
en rubios mares de fervor mojados,
rocíos de la aurora coagulados
en párpados de luz, silentes irios.
Broches del cielo, presurosos lirios
donde acaban dos ríos nacarados;
de plumas y de pétalos candados
para cerrar caricias y martirios.
Sellos blancos que firman tu figura,
llaves rosadas, rúbricas de albura:
¡oh dos recuerdos de ala disecados!
Aquí están, versos míos, rosas tuyas,
para siempre tenerte y que no huyas,
por la misma esperanza atenazados.
Metáfora imposible
Viene del paraíso
un
pájaro sin cuerpo
llora
vaho vive
cilicio
qué caer ay sin peso
da en la tierra
inconcebible
víspera
esa luz que tú ves tan siempre sola
vestida
(desnudísima)
presente terrenal paradisíaca
ave
real gigante
en qué nido
pupila
cabe
duérmese
No cabe historia
Has de quedar, así, dominadora
del tiempo y muy presente, aunque recuerde;
yo te digo, mujer, que no se pierde,
si fue de hermoso amor, ninguna aurora.
Como ahora has de quedar; no en otra hora;
los mismos años en tus ojos verdes;
las mismas primaveras que ahora muerdes
morderás para siempre como ahora
Porque la gloria de tu edad señala
como un ala en el aire, como un ala
un peligroso azar que no peligra.
No pienses que caerás en la memoria.
En gloria de verdad no cabe historia.
Juventud con amor jamás emigra.
No las oyes...
No las oyes
aunque corren...
(¿Llevan envueltos
sus pies en flores?)
No las oyes
aunque cantan...
(¿Llevas envuelta
su voz en alma?)
No las oyes
aunque gritan...
Callan sus lenguas.
¡Voz infinita!
Perdido
No sé de dónde venía,
ni nada me sostenía.
En sólo huir me entendía.
¿De un orto que no era un orto,
yo
remoto?
¿De una tierra, mas sin tierra,
yo,
una estela?
¿Aguilucho, mas sin nido,
yo,
perdido?
No s é de dónde venía,
ni nada me sostenía.
En sólo huir me entendía.
Perfección
Esa nube fue y se fue.
¡Qué limpio ha dejado el aire
la pureza de ese ser
que existió para negarse!
Ramo de lilas
Me han traído
unas lilas...
...son blancas... y dan tan hondo olor...
...me llevan hasta mi mujer ya muerta...
...las
plantamos los dos juntos al fondo
...del jardín.
...Sobre mi mesa están ¡Qué camafeo!
{unidas
... {cortadas en
un búcaro
{dolidas
...penden, como ella misma, hacia el dolor...
...en mi dolor y el dolor
...del
jardín...
...ya sin ellas..., ¡Sí, como ella, sí, este ramo!...
...el amor que la tengo a lilas huele tanto...
...a las lilas que blancas plantamos los dos juntos...
...para el recuerdo de hoy, el pulso
...del
jardín...
De "Claro decir" 2002
Símbolo
Te adoro nube porque eres
símbolo mío en la tarde,
púrpura que acaba en nieve,
nieve que acaba en el aire...
¡nada entre tanto combate!
Sangre que afluye a las sienes,
sienes que en sueño se abaten...
- ¿Quién te venció sin rehenes?
Suite de amor
1. Amor naciendo
Arpa
deshojándose
2.
Amor en concepción
Timbal
no hay clámides
3. Amor constante
Violín
¡qué estela!
4. Amor sin sol
Platillos
bodas blancos
5. Amor oscuro
Lira
clavicémbalos
6. Amor a tumba abierta
Su silencio
esa orquesta
7. Amor
Ese tobillo
el Himalaya
arrodillándose
con cítaras laúdes alabadle
De "Así que"
1987
Tiempo
Cielo,
pino,
agua,
Dios.
Cuatro
para
sólo
dos:
la
tarde
y
yo.
De "Versos para distraerme" 1982
Tiempo hacia el hombre
1. Tiempo-caricia
El dolor
de una
piedra
aún más hondo que un sueño
quejido
de unos siglos
bien tocados
bien
dormidos
el
siempre es su deseo
le tienes en la mano
piensas
crees
2.
Tiempo-susurro
Hora
las seis
alcoba de la tarde
se desnuda una diosa
¿lo sabían
las hojas?
puntillas de ese cielo
piernas abajo líricas
el eco
de un azul que se quita
los oídos
gozaban
el reloj
sedas íntimas
ruidos
de algunos
hilos encajes
las enaguas
sí
esas hojas
sabían
lo sabían
Recuento
Ay susurros en flor fru-frus de olimpo
unas piernas lascivas feminizan el tiempo
3. Tiempo-intimidad
Suavísimas miríadas
de palabras
moviéndose
sin deslizar ideas
te
dijeron su nombre
¿repetirle?
imposible
supiste que latían
el
corazón
la casa
los enseres
la muerte
lo supiste
¿su nombre?
¿quién lo oyó?
4. Tiempo-cerco
El laberinto ¿qué?
moríase en
estela
mas ¿salidas? ninguna
vagar vagar el mundo
mirar mirar el orbe
el tímpano
el tic tac
insistía la huella
un
nido
una amalgama
tierra tiema ese pulso que caía
frenético
frenética
El
hombre estaba hecho
evasivo
estridente
áncora de sí mismo
en él mismo enterrada pero huía
gimiendo
De "Así que"
1987
Transmutación
Escarcha tuya
brasa
de pronto
siento
que me ha besado
tu muerte
soy
relámpago
Tomado de:
Tiempo
Cielo,
pino,
agua,
Dios.
Cuatro
para
sólo
dos:
la
tarde
y
yo.
Tomado de:
https://www.poeticous.com/francisco-pino?locale=es
Perfección
Esa nube fue y se fue.
¡Qué limpio ha dejado el aire
la pureza de ese ser
que existió para negarse!
Sima de amor
Resbalando por esta sima umbrosa,
yendo sin freno el pie tras la mirada,
la mano tanteando en piedra helada,
y presa la mirada en lumbre hermosa,
por esta sima voy. ¿Qué luz undosa
de antorchas te me muestra, mi ignorada?
¡Oh inofensiva unión y peligrosa
la de la llama a la pupila atada!
Todo al revés se ve, y a la deriva,
por esta oscuridad que luz trasciende
donde el misterio del amor estriba.
Y si la muerte siento que en mí prende,
también me gozo al verla ardiendo viva
si los caminos de tu alma enciende.
Tomado de:
https://www.isliada.org/poetas/francisco-pino/
EL MENDIGO
Algo se muestra claro, nítido: Pedir.
He de pedir.
Aprenderé a pedir.
Mi oración arrancará de Dios mi persona.
Mi figura será revelada por mi oración.
Sin que las figuras del retablo colaborasen para salir al
alba, ¿salieron al alba?
Como las figuras salí.
Del mismo modo que las figuras que trabajó otra mano y dibujó
la luz, yo salí sin mí a mí.
Solamente en la oración trabajo mi persona y fraguo mi figura.
El mendigo soy. Sólo soy cuando extiendo mi mano a tu dádiva.
Como el mendigo, mi tarea es pedir.
Pediré habitar en la casa de Yavé todos los días de mi vida.
ERRATAS FUNDAMENTALES
Méquina dalicada
máquina delicada
lo infernal celestial
el arúspice el nilo
de donde viene todo
adonde corre todo
el error el milagro
la espuma esa simiente
Justamente lo justo
la poesía siembra
cien mil niños un viejo
Sal la sal esa gracia
¡Dos erratas! ¿Edén?
un azul esa noche
el sembrado el barbecho
¡Máquina delicada!
el punto el corazón
redondez esa mota
el polvo y el ombligo
¡Méquina delicada!
EL PASEO CON MI HIJO
Porque
nunca más sentiré este pasado próximo
del paseo que tú y yo, hijo, por los pinos
acabamos de dar en la tarde de marzo
hundidos en la esencia del tomillo
y en el níscalo que crecen a la sombra dae los troncos
robustos
me he venido a escribir.
Porque
se irá por el olvido, queriéndolo, esta dicha
que todavía siento de haber ido contigo,
viviendo entre los pinos, y en él perecerá
ella que sólo fuera de voz y de latidos
cima leve, levísima, más con fuerza sublime
me he venido a escribir.
Porque
si más fuerte que piedra pudo entonces alzar
lo más grande, la dicha de coincidir, difícil,
en el tiempo y en la sangre y el sitio, ese paseo
que dimos y ahora erige sólo ya a aquel suceso
de paz, como a otra paz, de desdén otro templo
mehe venido a escribir esta extrañeza, hijo.
A LA DERIVA
Flotar;
no se tiene la sensación de flotar.
Pero cuando recordamos fluidamente,
pero cuando no recordamos fluidamente;
en las horas en que dormidos;
allá, a la deriva,
allá, en la calma corriente de un río...
Nuevamente en la ribera, entre los verdes juncos descansa mi
corazón.
¿Qué mano le acercará?
¿Qué mano se le acercará?
¿Por donde ha venido mi corazón?
Flotar...
Tomado de:
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