MUERTE
Los asientos se retirarán
cuando los abandonemos
seguros de que estamos de acuerdo.
Los asientos
nos perseguirán para ver nuestro silencio.
en las camas
o alrededor de las mesas.
ADVERTENCIA
Hay algunos asientos
quizás no les gusten algunos poemas pegajosos
ni la riada de las charlas pesadas.
Presta atención,
quizás van a tirar a los sentados.
A quienes se sienten encima de sus corazones,
los tirarán hasta el fondo del infierno
dentro de poco.
EXTRANJEROS
¡Qué oscuros hijo!
¡Qué tontos hijo!
¡Qué cabreo tienen sus pequeñas y las mujeres!
¡Éstos han venido extranjeros!
Y han vuelto a sus casas extranjeras.
Así, se han sentado a pensar tranquilamente.
Los asientos.
Al atardecer.
Traducción del árabe por Muhsin Al Ramli
Información de: https://www.poesiaarabe.com/ibrahim.htm
Tomado de:
https://www.mahmag.org/espanol/poesia.php?itemid=72
TRAMPA
Un asiento
va a invitar a mis pasos libres
a que descansen
para que él ande en mi lugar
y conozca el sabor del correr con el viento.
UN DESCANSO
Los asientos no se acuerdan de nada
pero se han sentado igual que nosotros,
aquí descansan
para contar las hojas de este otoño.
El otoño es amplio
y cuando llega la cuenta al cuarenta
el viento vendrá y volverá de todas partes,
se meterá con ellos y los desordenará.
Los asientos no se acuerdan de nada
pero se han sentado aquí igual que nosotros
… descansan.
SEPARACIÓN
Un asiento en el jardín
y un frío negro.
Un silencio inmenso ha caído
desde la altura del espacio,
llegando al sorprendido momento.
Estaban aquí los dos,
hace cinco minutos,
han hablado mucho
y no han dejado
más que el frío de dos manos en su pecho
y el llanto de una rosa marchita.
UN FIN
Unos asientos de piedra
en la arena.
Aquí… desde hace siglos
ha pasado por encima de ellos la oscuridad,
y han pasado épocas.
¡A cuántos reyes y emperadores vieron entronar
como si el tiempo no fuera a cambiar!
Eran unos asientos orgullosos de la seda
y de las nubes de perfume,
ahora sueñan con cualquier gente,
gritan…
lloran.
RESIDENCIA
Un asiento
paseando
entre la gente,
y la gente en el autobús.
El asiento se alegrará igual que yo
cuando venga
y lo elija de entre muchos asientos
para que habite en él
una mujer impresionante.
Tomado de:
https://ficciondelarazon.org/2016/02/08/ibrahim-nasrallah-ocho-poemas/
La ausencia
¿Quién ama el invierno como tú?
¿Y se fascina con árboles que resisten al viento como tú?
¿Y quién como tú perfecciona la vida
Con tan inocente gozo?
¡Dios!
Si tan sólo estuvieses ahora conmigo
Lo he preparado todo
Las castañas y el fuego,
He corrido las persianas
Y alzado mi oración a la lluvia gitana
Rogando que persista en su discordia
Y sus ritos eternos
¡Dios!
¡Si tan sólo estuvieses ahora a mi lado!
He preparado mis poemas
Y recuperado mi mano
Del combate de la calle
De los mercaderes
Y los corredores
Y los guardias,
Y de una escarcha que a menudo ha intentado
escurrirte fuera de mi corazón
De balas que han pretendido repetidamente
tragar el anillo de tu voz
Mientras comulga con los capullos
O enciendes el fuego
¡Dios! Si hubieses estado conmigo
Ya habríamos cantado nuestra canción
Aquella que el viento casi desarraiga de mi voz
Cada vez que la canto en soledad
Confesión
Sí
La casa es una tumba con una puerta y una ventana
La camisa de dormir es mitad mortaja
Y la cama, mitad ataúd
Usted, señora, y nadie más
Puede cambiar la escena
Desconcertado
Al principio
Los caballos dijeron, nosotros necesitamos las planicies
Las águilas dijeron, nosotras necesitamos las cimas
Las serpientes dijeron, nosotras necesitamos las madrigueras
Mas los humanos permanecían desconcertados.
Fe
Cada vez que oigo hablar acerca de un tigre
Que devora a su entrenador en el circo
O a su guarda en el zoológico
Me elevo en alegría
Dentro de mi jaula
Inmigrante
A todos lados adonde sus pies caminaron
ellos llegaban,
pero él
no.
Maternidad
Una gota de sangre
tropieza en la oscuridad;
Una lágrima se apresura
para iluminar su camino.
Deseos
Para soñar con él
no con nada más,
la pequeña niña se fue a dormir finalmente.
Asustado
de que sus heridas rasgarían la inocencia de sus sueños,
y que ella despertaría,
el espectro
se yergue ante la puerta sangrante
y llora.
Esperando
La mujer joven
circunda altivamente alrededor de la flor
y silenciosamente
en las ramas
los cuchillos crecen.
Una pregunta
¿Qué encolerizó a los árboles
para que excavaran sus raíces
como garras
en el cuerpo de la tierra?
Imitación
En vano los alambres
alrededor del jardín tratan de imitar a los árboles.
Espinas crecen en ellos
hiriendo más intensamente
mas siempre
sin flores.
Tomado de:
https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/71_72/nasrallah.html
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