CANTO A CHANGÓ, ORICHA FECUNDO
¡Changó!
Voz forjadora del trueno.
¡Oye, oye nuestra voz!
Siéntate, descansa tu descomunal falo
tu gran útero,
la vida tenga conciencia de la muerte.
¡Oye, oye nuestro canto!
Oye la palabra del Muntu
sin el truenoluz de tus relámpagos.
¡Dame tu palabra saliva
dadora de la luz y de la muerte
sombra del cuerpo
chispa de la vida!
¡Oye, oye nuestra voz!
¡El tambor ahogado en la sangre
habla a los primeros padres!
¡Changó poderoso!
¡Aliento del fuego!
¡Luz del relámpago!
¡Dame tu trueno!
¡Oricha fecundo,
madre del pensamiento
la danza
el canto
la música
préstame tu ritmo,
palabra batiente,
acomoda aquí tu voz tambor
tu ritmo, tu lengua!
Changó, tu pueblo está unido en un solo grito.
El cervatillo amarrado desde anoche te llama
por tu nombre.
No temblará mi daga cuando corte su garganta.
No lloramos, ni tememos.
¡Gran Manga!
Solo esperamos que nos mantengas unidos
como los dedos de tu mano.
Caiga tu maldición sobre nuestras espaldas
renazca en cada herida nueva llama,
pero revélanos, Changó, tu rostro mañana
hacia donde corre el desconocido río del exilio.
ORUNLA, VIGILA TUS TABLAS
¡Orunla, primer dueño de las Tablas de Ifá
adivinador de los destinos,
te invoco, para que vigiles los partos de nuestras
mujeres!
Que cada hijo tenga un nombre
que su nombre sea una sombra
que su sombra sea una hermana
por los caminos inciertos.
¡Pero sobre todo, Orunla
pídele a Changó
herrero de la risa y el dolor,
no nos arrebate la alegría
la risa chispa que salta
al golpe de su martillo sobre el yunque!
¡Donde quiera el Muntu se renueve!
¡Donde dirija los pasos se anude!
Se multiplique en sus mujeres y no muera en el mar de las
sangres.
(Tomados de Changó el Gran Putas. Como homenaje al maestro)
Tomado de:
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¡Por voluntad de los Ancestros
esta noche te consagro!
Abre los brazos
quédate inmóvil en el ritmo
que la vertical de tu cuerpo
sobre tus brazos abiertos
sea la cruz de Elegba
vida y sombra de nuestro pueblo
en el país desconocido.
La cruz, símbolo que te nombra
será tu palabra, tu lanza y tu sombra.
Levanta la tenaza del herrero
forjada en las fraguas de Ogún
y crúzala sobre tu lanza cazadora
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la ponderosa lanza de agudo rostro
regalo de Ochosí.
Serán tus armas y escudos
sobre cadenas y amos vencedoras.
Hijo de Jalunga el Grebo
dos serpientes mordiéndose las colas
identificarán tu presencia
en la tiránica tierra del exilio.
Por voluntad de Elegba
serás su símbolo y mensajero
capitán de las revueltas tribus
su combatiente compañero.
Toma tu lanza
a tus hermanos hará fuerte.
Cierra la boca,
los oídos oigan tu pensamiento.
Escucha la palabra de Elegba
en el ritmo invisible de las cosas
solo oyéndolo conocerás el aliento
latente de la vida
que se agita
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que se esconde
en el polvo, los mares y el aire.
Tu lengua oiga los sabores
en las aguas diluidas
en los poros y en el grano
en los jugos de las flores
y en la sal de las piedras.
Que tu piel parche de tambor
sea sensible a la lluvia percutora
al minúsculo respiro de la gota
y a la palabra trueno de la nube.
La telaraña de tu oído
capture el vuelo de la luciérnaga
y el sueño de los huevos en su nido.
Solo viendo los invisibles sonidos
descubrirás los mensajes escondidos.
Tu corazón
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permanente llamarada
alegrará la rebelde sonrisa del ahorcado
y la lágrima de la madre
que deje embarazada.
En el grito de su hijo
estarás en su sombra
cubriéndole la huella.
¡Eía Nagó hijo de Jalunga
biznieto de Sassandra!
Caminante sin reposo
los Orichas te dejan mirar
la cristalina fuente del futuro
el porvenir que corre hacia tu encuentro
desde el más remoto confín hasta tus ojos.
Habitante en otros cuerpos
sembrarás el sol en sus noches
sabiduría en las palabras
fuego en la ceniza
vida en la muerte
risa en el dolor
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risa en el dolor
belleza en la fealdad
y constancia en el rencor.
Por un camino cerrado
abrirás siete puertas.
Libre, al hijo que te maten
le nacerán siete cabezas.
Herrero de la vida
bala de la muerte
vencerás la angustia.
Mágico cuerpo de serpiente
cada anillo de tu cola cascabel viviente.
Protegido de [Tachado: Elegba. Escrito a mano: Changó]
caminante sin retorno
presente memoria
pasada experiencia
vivo recuerdo de los sabios
verbo creador
la vida sale
al golpe de tus labios.
Tomado de:
https://revistas.unicartagena.edu.co/index.php/visitasalpatio/article/download/2611/2188
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