(Camagüey, Cuba, 1937 - París, 1993)
PÁGINAS EN BLANCO
(CUADROS DE FRANZ KLINE)
I. wax wing
No hay silencio
sino
cuando el Otro
habla
(Blanco no:
colores que se escapan
por los bordes).
Ahora
que el poema está escrito.
La página vacía.
II. shenandoah wall.
La pared cruje.
Grieta en lo blanco.
Allá va, desunido,
el cuarto.
Detrás del tragaluz
un rostro, otro,
mirándose,
mirándonos.
III. étude pour crow dancer
Un cubo despegado.
Pegada la oreja a la pared.
Oye.
Algo va a romperse. Algo
crece.
Lo que en el muro
hierve.
IV. harley red
El sueño no:
la pérdida.
El blanco roedor,
que ciega.
Pierdo pie. Todo es compuerta.
Mira:
el muro sangra.
V. zinc door
Abierta, no,
entrejunta.
Esa ranura mira.
Detrás de lo blanco,
blanco.
Ahora el silencio.
Las paredes se cuartean.
El cuarto desmoronado,
navega. Y ese brillo.
La puerta transparente.
VI. black and white
La raya negra y el battello,
el monte siamo tutti,
el barco blanco sobre el agua blanca
y la fijeza
de los pájaros sobre la Salute.
Pase,
il fait beau del otro lado
del otro lado, digo,
del río.
Estamos todos.
De Big Bang (1974)
PÁGINAS EM BRANCO
(QUADROS DE FRANZ KLINE)
I. wax wing
Não há silêncio
senão
quando o Outro
fala
(Branco não:
cores que escapam
pelas bordas).
Agora
que o poema está escrito.
A página vazia.
II. shenandoah wall.
A parede range.
Fenda no branco.
E lá vai, o quarto
desconstruído.
Detrás da clarabóia
um rosto, outro,
observando-se,
observando-nos.
III. étude pour crow dancer
Um cubo dividido.
A orelha colada à parede.
Ouça.
Algo vai romper-se. Algo
cresce.
Aquilo que no muro
ferve.
IV. harley red
O sonho não:
a perda.
O roedor branco,
que cega.
Oscilo. Tudo é comporta.
Olha:
o muro sangra.
V. zinc door
Aberta, não,
entreaberta.
Essa ranhura olha.
Por trás do branco,
branco.
Agora o silêncio.
As paredes se dividem.
O quarto navega,
desmoronado. E esse brilho.
A porta transparente.
VI. black and white
A raia negra e o battello,
o monte siamo Tutti,
o barco branco sobre a água branca
e a fixidez
dos pássaros sobre a Salute.
Passa,
il fait beau do outro lado
do outro lado, digo,
do rio.
Estamos todos.
De Big Bang (1974)
trad. Joca Reiners Terron.
ORQUESTRA TÂNTRICA
Cootie Williams a la trompeta-fémur.
Joe Nanton al trombón: para obtener un buen wa-wa
orine en la boca de cobre
Johnny Hodges al sax alto: un gran lama, sí señor. Quién si no
podría expulsar por la boca
el aire aspirado por el ano?
Harry Carney al saxo barítono, un gran lama, sí señor. Quién si no
podría expulsar por el ano
el aire aspirado por la boca?
Sonny Greer al drum: los tamborines:
cráneos de niño serruchados por la mitad
cuero de yack legítimo.
Duke al piano em llamas.
con el trombón de Benny Morton
y la trompeta de Dizzy Gillespie
probado por expertos catadores
com suor negro
droga
en la cala de un barco
danza
en un barco de ruedas
otra vez fetiche
de tan sofisticada
tan de oro e dobles arabescos
de piedras y plumas incrustada dios
cubo de marfil puntos negros dado
una trompeta oxidada
De Big Bang (1974)
ORQUESTRA TÂNTRICA
Cootie Williams no trumpete-fêmur.
Joe Nanton no trombone: para obter um bom wa-wa
dente de ouro na boca de cobre
Johnny Hodges no sax alto: um grande lama, sim senhor. Que outro
poderia expulsar pela boca
o ar respirado por todo o ano?
Harry Carney no sax barítono, um grande lama, sim senhor. Que outro
poderia expulsar por todo um ano
o ar aspirado pela boca?
Sonny Greer na batera: os tamborins:
crânios de criança serrados pela metade
couro de iaque legítimo.
Duke no piano em chamas.
com o trombone de Benny Morton
e o trumpete de Dizzy Gillespie
apreciado por experts
com suor negro
droga
em um buraco de um barco
dança
em um barco de pás
outra vez fetiche
de tão sofisticada
muito ouro e arabescos duplos
de pedras e plumas incrustada deus
cubo de marfim pontos negros dado
um trumpete oxidado
De Big Bang (1974)
trad. Joca Reiners Terron.
Aunque ungiste el umbral y ensalivaste...
Aunque ungiste el umbral y ensalivaste
no pudo penetrar, lamida y suave,
ni siquiera calar tan vasta nave,
por su volumen como por su lastre.
Burlada mi cautela y en contraste
-linimentos, pudores ni cuidados-
con exiguos anales olvidados
de golpe y sin aviso te adentraste.
Nunca más tolerancia ni acogida
hallará en mí tan solapada inerte
que a placeres antípodas convida
y en rigores simétricos se invierte:
muerte que forma parte de la vida.
Vida que forma parte de la muerte.
El émbolo brillante y engrasado...
El émbolo brillante y engrasado
embiste jubiloso la ranura
y derrama su blanca quemadura
más abrasante cuanto más pausado.
Un testigo fugaz y disfrazado
ensaliva y escruta la abertura
que el volumen dilata y que sutura
su propia lava. Y en el ovalado
mercurio tangencial sobre la alfombra
(la torre, embadurnada penetrando,
chorreando de su miel, saliendo, entrando)
descifra el ideograma de la sombra:
el pensamiento es ilusión: templando
viene despacio la que no se nombra.
El émbolo brillante y engrasado...
El émbolo brillante y engrasado
embiste jubiloso la ranura
y derrama su blanca quemadura
más abrasante cuanto más pausado.
Un testigo fugaz y disfrazado
ensaliva y escruta la abertura
que el volumen dilata y que sutura
su propia lava. Y en el ovalado
mercurio tangencial sobre la alfombra
(la torre, embadurnada penetrando,
chorreando de su miel, saliendo, entrando)
descifra el ideograma de la sombra:
el pensamiento es ilusión: templando
viene despacio la que no se nombra.
Las húmedas terrazas dominaban...
A Octavio Paz
Las húmedas terrazas dominaban
el templo, la planicie entre dos mares,
superpuestas, azules, triangulares.
Simétricas estatuas deslizaban
sus fragmentos de mármol por la nieve
-fueron torsos de Apolo, manos anchas
que el musgo ha devorado con sus manchas-
fresca, trazando un laberinto breve.
Los cuerpos arrastrados por el río
han quedado en la arena sepultados
bajo las piedras nítidas del lecho.
En el delta una mano, el globo frío
de unos ojos han sido rescatados.
y más allá una frente, un brazo, el pecho.
No por azar, por gusto del dislate...
A Luce López-Baralt
No por azar, por gusto del dislate
ni por obedecer a una figura,
habló de una cegante noche oscura.
Que toda exaltación o disparate
aparente, se indague, y no se ciña
-el lenguaje no basta- a un simple juego:
de granadas y lámparas de fuego
bebió un vino, de antes de la viña.
No percibió ni forma ni sonido,
mas con la sangre lo irrigó un sentido
ajeno a la palabra y a la imagen.
Dejemos, de esa heráldica, que viajen
los símbolos, el mudo abecedario:
agua y sed, brasa y luz, cuerpo y sudario.
La letra con sangre entra...
A Arturo Carrera
La letra con sangre entracomo el amor.
Mas no duraen el cuerpo la escritura,
ni con esa herida encuentra
paz el amante. Se adentra
en el cuerpo deseo
soy más aumenta su gozo
con su mal. Alegoría
de nuestra postrimería:
jeroglífico morboso.
El mar con destructora música invocando la helada quietud...
El mar con destructora música invocando la helada quietud,
la ciudad que la luz redescubre jubilosa.
El ave gritando toscamente hacia un círculo que el agua desdibuja.
Todo su amplia vigilia lo gobierna -a tientas sus señales conjuro, sus palabras invoco-
menos el agua amenazando desde un duro jardín, menos el agua.
El hombre está solo frente a la luz soñada por Dios.
Los gritos de los ángeles, las aguas de la tierra por él han sido nombradas.
He aquí que él se descubre soñado y acepta su señal:
la furia de los ángeles, la nada, el olvido de Dios.
La cuarta noche
Oye, qué acordeones falsos.
La lucidez, el muro blanco,
(la voz gangosa del disco)
rayado, un leopardo arisco
preso entre los hilos rojos.
(las agujas de sus ojosme miran).
La hoja en blanco,
la mano que escribe, temblando.
Poema 3
Incrustarte cascabeles en las mejillas
con cal escribirte en la frente
con rayas espirales pintarte el sexo
las nalgas con discos fluorescentes
líneas de puntos blancas
agrimensor de tu cuerpo negro
firmarte la cabeza
cubrirte los pies de yeso
flores de oro en las manos
ojos egipcios en el pecho
ideogramas blancos
un mapa negro tu cuerpo
Zinc door
Abierta, no,
entrejunta.
Esa ranura mira.
Detrás de lo blanco,
blanco.
Ahora el silencio.
Las paredes se cuartean.
El cuarto desmoronado,
navega. Y ese brillo.
La puerta transparente.
III
ISOMORFIA
El astrónomo americano Allan R. Sandage reveló, en el congreso
de astrofísica que se desarrolla actualmente en Texas, que en
junio de 1966 los astrónomos de Monte Palomar habían sido testigos
de la más gigantesca de las explosiones de un objeto celeste jamás
observada por el hombre. El objeto celeste de que se trata es un
quasar que lleva el número 3C 446. Los quasars, descubiertos en
1963, pueden ser astros jóvenes, extremadamente lejanos — varios
billones de años-luz — y muy luminosos. La explosión observada,
que multiplicó por veinte la luminosidad del quasar 3C 446 pudo
haberse producido hace algunos billones de años, tal vez poco
después de la explosión inicial que, según la teoría del profesor
Sandage, dio nacimiento al universo.
De la lucerna manchada, alta — contra los cristales el golpe de la arena —, la luz cae, cono mostaza. La sombra del tubo de la ducha en la pared rosada. En los baños del Hotel de la Confianza apareces, aguador desnudo.
(Afuera : sandalias arrastradas sobre el suelo cubierto de aserrín, la radio marroquí, y más lejos —jinetes que borra el resplandor naranja —, cascos, turbantes que se deshacen al viento.)
Rompes contra el suelo los cantarillos de agua podrida, te sacas el sexo, hueles a oliva, te aprietas el glande, lo marcan tus dedos manchados de azafrán, de tintura púrpura. La leche en la pared: punto denso, signo blanco que se dilata. Un silencio.Una risa.
Te pones la chilaba.
Yo, el impermeable.
(Afuera : el audio de la película : « Mañana, al alba, César atacará Alesia », y más lejos, el parpadeo del neón — « Luxor » —, el metro.)
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