lunes, 27 de abril de 2015

EN UN PROCESO DE PAZ REAL ES MÁS IMPORTANTE LA VERDAD Y LA REPARACIÓN QUE LA PRISIÓN

EN UN PROCESO DE PAZ REAL ES MÁS IMPORTANTE LA VERDAD Y LA REPARACIÓN QUE LA PRISIÓN


1.   / PROCESOS ANTERIORES


A esta conclusión he llegado. Luego de meditar, y ver procesos pasados en Colombia, como fueron los ocurridos en los llanos orientales, con los liberales en los 50, y posterior a estos, los de los 80 y 90 con el M-19, Quintín Lame y EPL.
En el caso de las guerrillas liberales de los llanos, al poco tiempo de su amnistía, la mayoría por no decir todos fueron asesinados, y por este motivo considero que de ahí en adelante los procesos de negociación han estado cubiertos por un grueso manto de desconfianza. Y luego, cuando las FARC intentaron negociar, y bajo el amparo de la U.P. fueron exterminados la mayoría de sus dirigentes no podemos exigir confianza, solo tratar de llegar a acuerdos que beneficien a todas las partes en conflicto. 


2.   / LA CÁRCEL NO ES SINÓNIMO DE JUSTICIA.


De esto estoy convencido, está claro que en ningún caso, por más años que pague un ser humano de cárcel, jamás será esta una pena real, y menos aun garantía de no repetición.





3.   / LA VERDAD

La verdad, o mejor el esclarecimiento de la verdad histórica si puede convertirse en una suerte de reparación, más aun si se tiene en cuenta, la carencia de veracidad en la verdad oficial, en donde todos aquellos actores contrarios al estado, no dejan de ser más que simples delincuentes, para mantener el statu quo el país, y de esta manera quitar el valor real al derecho al levantamiento, que tenemos todos los ciudadanos.

Llamo, a todos los colombianos, a no seguir con esta ceguera, de que la única justicia real y posible es la de la cárcel.

Pues está demostrado, que la mejor justicia es la verdad, y la mejor reparación es la memoria, y la única garantía de no repetición es el mejoramiento de las condiciones sociales del pueblo.

4.   /LA JUSTICIA NO SE MIDE EN AÑOS DE CÁRCEL

A esta conclusión he llegado, pues muchos se rasgan las vestiduras y agitan de manera convulsiva sus extremidades pidiendo que la guerrilla pase una temporada razonable en la cárcel, esto a mi me parece una posición no solamente equivocada, sino anacrónica; Foucault, ya nos lo había mencionado en su obra Vigilar y castigar, que la cárcel realmente no hace bueno o convierte a un preso en mejor persona, lo único, que yo veo, y que no lo leí en este filosofo, lo aprendí, del relato en primera persona de algunos amigos de juventud que tuvieron que purgar alguna pena, ellos estaban convencidos que la cárcel, y menos en un sistema tan corrupto como el colombiano, jamás les hizo arrepentirse de sus actuaciones, y por el contrario encontraron un excelente sitio de encuentro, y de reforzamiento de relaciones con las personas al margen de la ley. Muchos me refutarán, y dirán que hago apología al delito, nada más lejano de mi verdadera intención.


5.   /LA CÁRCEL NO ES GARANTÍA DE JUSTICIA


Esta es la certeza que tengo, pues hasta ahora nadie ha podido comprobar que el hecho de que un delincuente, o un alzado en armas, que es alguien muy diferente, pues no se pueden equiparar al alzado en armas, con un delincuente común, pues el delincuente común delinque sin justificación política, en tanto que el alzado en armas es una persona que ha tomado la decisión de levantarse por razones políticas e ideológicas, contra el establecimiento, intentando la toma del poder para hacer un cambio de raíz del estado.

6.   / ¿HABRÁ ENTONCES IMPUNIDAD?

Por supuesto que no, lo que sucede es que debemos ir más allá de la simple y tonta idea de que la justicia es colocar a un sujeto, o grupo de sujetos a sufrir castigos de cualquier índole, no, la justicia tiene bastantes y diversos trajes que podemos confeccionar, y así evitar que este punto aleje a las partes, y por las mismas vías al proceso de paz.

7.   /CONCLUYENDO


Para dar por terminada esta breve columna, quiero hacer un llamado al entendimiento y a mirar con otros ojos a quienes hasta ahora nos han vendido la idea de que nuestros enemigos son nuestros compatriotas que desean un cambio, no, no podemos dejar que los medios de comunicación nos cieguen con sus cantos de sirena, y mucho menos lo hagan los discursos llenos de odio y veneno de algunos líderes políticos, sociales y militares, quienes solo desean sacar partido de este conflicto, bien sea para llenar sus bolsillos, o para erigirse como falsos profetas del triunfo de una guerra de la cual tan solo han sido testigos temerosos con ansias de poder así ya lo hayan ostentado en un pasado cercano y de cuyas heridas aun no nos reponemos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario