lunes, 12 de diciembre de 2016

POEMAS DE BRAULIO ARENAS

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(4 de abril de 1913, La Serena, Chile - 12 de mayo de 1988, Santiago de Chile, Chile)


Juegos de dormitorio



La lámpara reía a los ángeles
sangrando por las narices
la lámpara semejaba un cerezo
(un cerezo no sé porqué)

Yo abrí los brazos como quien
cierra con prisa una ventana
en un abrazo aprendí a nadar
en un beso aprendí a vivir

Yo dormía una bandada
de palomas voló de súbito
estas palomas provenían
de un internado de hechiceras

Las jovencitas en corpiño
frente al espejo alucinante
se habían clavado la cabeza
con un pernicioso alfiler negro

Pronto en palomas convertidas
por este infantil acto mágico
salieron volando por el cielo
rumbo a mi abierto dormitorio

Yo dormía como quien
vive una noche para siempre
la noche semejaba un alfiler
(un alfiler no sé porqué)



Poema de memoria


Para embellecer al cerezo
con un papiro nigromántico
esta mañana se ha vestido
una silente alondra roja

Yo llevé esta alondra un día
entre mis manos enguantadas
hasta un Café en el que solía
reunirme con mis amigos

Lejano tiempo ya el cerezo
se tumbó al ímpetu del hacha
la alondra roja es un recuerdo
en mi vida de un solo día.

Esta mañana se ha vestido
con un papiro nigromántico
una silente alondra roja
para embellecer al cerezo


Poesía


Primero tracé un círculo,
hice crecer un árbol,
puse un nido en su copa,
más arriba una nube:
hice brotar el agua,
apenas un arroyo,
para que árbol y nube
y pájaro bebieran.

El árbol, es fatal,
se propagó en un bosque,
y los pájaros pronto
volaron en bandadas:
la nube se hizo inmensa,
se hizo la tempestad,
y el arroyo en un río
se desbordó de súbito.

Y en medio de la selva
yo tracé una cabaña,
y una mujer adentro
para sentirla mía:
la choza se hizo pueblo,
pronto, una gran ciudad,
en la que busco a ciegas,
a la joven perdida.



TU ROSTRO TE DESNUDA

(El mundo y su doble, 1940)

Te inclinas para mirarte
en todo mundo,
te inclinas para vivirte
en toda muerte,
te inclinas para negarte
en todo sueño.
Un hombre te rodea:
él es tu propio párpado.

Reposas en el sueño
tu cabeza,
tu belleza la entregas
a la muerte.
Vives para este mundo.

Vives para el presente,
sin pasado,
tu porvenir lo entregas
al amor.
Nada quieres saber,
todo lo sabes,
sabes que eres amor
y eso te basta,
tu rostro te desnuda,
poesía.

AZUL

(Memorándum mandrágora, 1985)

La curiosa manera de la lluvia:
cerrar, abrir los párpados.

La increíble costumbre
de atisbar por los vidrios
la chimenea adentro
como una mariposa:
según dice la lluvia,
mariposa de fuego.

Abrir, cerrar los párpados,
lluvia con ojos negros,
la de reírse a gritos
si alguien (acaso) piensa
en el color azul
en medio del invierno.




SIGNIFICADO

“En los tiempos de la Mandrágora, nosotros nos alucinábamos fácilmente con la palabra desvinculada del concepto, y encontrábamos numerosísimos ejemplos para apoyar nuestro entusiasmo, entre los cuales el famoso aforismo de Fabre d’ Olivet (uno de los iluminados, contemporáneos de la Revolución Francesa) ejercía su máxima enseñanza: Las consonantes son el cuerpo, y las vocales son el alma de las palabras”. Braulio Arenas, 1982.-

ESPERANZA

“¿El hombre, necesariamente deberá ser la presa constante del hombre, o llegará un día en que rotas las cadenas de su servidumbre, el hombre podrá alzarse magnífico y libertador, para dar a la vida su más claro enunciado total, superadas ya todas sus antinomias, y no solamente el enunciado parcial de su liberación económica, política o religiosa? (…) Hoy como ayer creemos que llegará un día en que el hombre será dueño de su destino, de una vez para siempre (…) Nuestra razón de vivir no está perdida. Vuelvo a pensar en mis amigos de la mandrágora…”. Braulio Arenas, 1958.-


La Casa Fantasma


Casa para vivir,
casa que el hombre busca
desde que el mundo es mundo, desde que el hombre es hombre,
desde que el techo es cielo.
¿Es la casa este techo,
es esta viga
que sale afuera como un hueso puro,
es la ventana
para aguardar el tiempo de su vidrio?
¿Es la casa esta noche,
es el ave que trina la trinidad del vidrio,
es el jardín de la caverna loca,
es la huella del niño
que siembra la aventura a cada paso?
Desde que el mundo es canto: la aventura,
desde que el hombre es viaje: la morada,
desde que solo estoy: la compañía;
puesto que el hombre está, como transido,
siempre entre la intemperie y la muralla.
La casa está en la tierra, está como la fruta
esperando que el sol nutra su cáscara,
nutra su techo y lo perfume
con toda la experiencia del espacio.
La casa está en el mar,
llena de espumas,
la casa choca y se transforma en blanca
lección de cortesía:
ella que fue arrecife.
La casa está en el cielo,
arraigada en la nube y en el orden
del loco génesis de las escalas:
como un Valparaíso en miniatura
ella dice el adiós, la bienvenida.
La casa sí, la casa está naciendo,
misteriosa ella va, de oscura noche
vestida, rumbo al día que la aclama,
ella es pura, y por tanto va al cimiento,
queriendo ser la casa, no el fantasma.
Ella, la casa, es pura,
y por tanto se orienta a las paredes,
se orienta al coro juvenil del vidrio,
se orienta al subterráneo,
a la techumbre.
Ella está al exterior, como nosotros,
y busca su razón, como nosotros,
es su propio fantasma
y quiere ser la casa, en la medida
que nosotros queremos habitarla.
Ella, la casa, es pura
y quiere ver la criatura humana,
quiere latir su corazón al ritmo
del corazón del niño, y busca, busca
corazones que quieran habitarla.
La casa está en su casa,
casa, casa, ¡cuántas casas ausentes para el hombre,
cuánta miseria atroz, cuánta intemperie,
cuánta casa fantasma!
No comprende la casa su silencio,
su vacío de barco abandonado,
no comprende esta paz de cementerio,
¿dónde está mi habitante, se pregunta,
dónde está mi habitante, se pregunta,
dónde el niño sin techo del que hablaban?
La casa yace, yace sin remedio,
fantasma de sí misma, yace, yace,
la casa pasa por sus vidrios rotos,
penetra al comedor que está hecho trizas,
anida en las paredes desplomadas.
Penetra al dormitorio y se detiene,
¿quién duerme aquí?, pregunta,
nadie, nadie,
ni un dedal en la pieza de costura,
ni un plato en la cocina abandonada.
¿Y dónde están los hombres?,
no han venido,
no han llegado más bien,
pero a lo lejos: llegaremos, se oye,
llegaremos un día hasta la casa.
Llegaremos un día,
y tanta ruina
de la fantasmal casa
será esplendor, puesto que el hombre entonces
vendrá a morarla.



La sien transportable


Figurad paredes absortas
Tal a vosotras mujeres en corpiños
Salidas recién de vuestros sueños
Creáis el alba con una sola orden.

La muerte había pasado el agua estaba bella
Recién yo atinaba a observar la isla.
La isla en que regentas millares de albas sucias
Y que de lejos parecen noches resplandecientes.

de La mujer Mnemotécnica, Ediciones Mandrágora, Santiago, Chile, 1941


Estrella útil


Bajo el peso del amor
Los rostros caen.

La luz del caos los dientes del pillaje
Sale de un pudridero de pianos betarragas
A dónde vas agua perdida por la muerte de paso
A una estatua de solos pelirroja a una estatua inmune.

En este reposo de la sangre invisible
El amor desaparece por la estrella útil
Alguien pregunta en la noche del porqué
Alguien sueña al oír crepitar un vampiro.

Todavía en 1941 te recuerdo.

Hemos dormido en la igualdad de un gran poder.

Como base invitación simulacro
Yo me entretengo en copiar las palabras aisladas que escucho
A mi alrededor
Corresponden en realidad
A
Esté poema yo no lo sé.

de La mujer Mnemotécnica, Ediciones Mandrágora, Santiago, Chile, 1941.


San Juan de la Cruz 


Pájaro sin color determinado
de tanto unirte al cielo a toda hora,
baja hasta el mundo tu fascinadora
canción, y canta en todo fascinado.

Opera con la gracia y el pecado,
con la sombra del mundo en esta hora,
opera con el alma encantadora
y con el cuerpo del mortal anclado.

Es la hora ésta, pues, que ya levante
el alma la canción como su vuelo,
rumbo al oriente de su paraíso.

Ayúdala, por fin, que no la espante
dejar esta miseria de su suelo,
¡oh San Juan de la Cruz, uno y diviso!




Cáceres


Sin recurrir a las ventanas
sin asomarse a las panoplias
sin colgar frutos de los árboles
sin cortar en dos la noche
sin esperar el buen consejo
sin recurrir a las ventanas
sin propender a los relámpagos
sin asomarse a las panoplias
sin atisbar el mes de enero
sin decidirse a abrir la puerta
cuando se fue Jorge de viaje.




 Tantas lunas


Tantas lunas pasadas en limpio
rayas y más rayas tigres y más tigres
y el hotel era lujoso para dormir

Suecos y más sueños besos y más besos
qué quedará de tanta luna
qué quedará de tanta agua de tanta sed de tanto
vaso

Ventana destinada para ti
para que en ella te apoyes más perfecta
tú haces con tu belleza
lo que otros hacen con el cielo




A MERCED DEL SUEÑO


El mar quemante
Todas sus costas son de hielo.

Ahí se apaga
El fuego con delirio
El nombre con memoria 
Y se sueña
Con tormentos del día.

El mar quemante
En una representación misma 
De piraguas
Detrás de su pecho
Su cabeza es un corazón terrible.

Su amor está en el día
Como el tigre en la calle
Con sus ojos de grisú.

Todas las costas son de hielo
Su cabeza misma es de hielo
Su amor es lúcido es fascinante 
Un paso más y el amor se cambia 
En memoria terrible 
Aún en orgullo en olvido 
La que se ve lo que se escucha.

En pleno fuego
Es un ser humano
Es una gaviota humana 
Con su frente intacta 
En pleno aire 
Es un ser humano.



DESTELLO SÓLIDO


Estar perdido
Mirar con fijeza
Soñar cruelmente
Recuerdos que veo pasar
En ojos de otros seres.

Nunca me des
Esos emblemas cotidianos
Un resplandor los hace vivir
Un resplandor los hace girar
Un resplandor los hace perecer
En torno a los pozos
Lejos de las ciudades.

Los recuerdos pasan conmigo
Los recuerdos pasan purificantes
Las mujeres pasan rayanas en el sueño
La niñez el terror pasan fijamente
Obsesionantes como un espejo.

De luz a paraíso
De agua a secreto
Permanecer y amor no es real.

Viva de boca en boca
Para llegar a ti
Para llegar ciegamente
A su isla saturada.



EL MALBARATADOR DEL BOSQUE


Dejarse examinar
Por un fantasma inalcanzable de la respiración
Por una estrella que corre por los dientes
Dejarse examinar
A un nivel de pulmón y relámpago invasor
Relámpago cuyas referencias son el desierto el agua corre
Al revés
A falsa mano de los ojos de creta
De los parterres donde alguien se quema o se apresura
Para llamar los ecos de la nieve
En una estepa inmóvil en un lobo inmóvil
Que corre por la ciudad inmóvil de la inteligencia
Ahí donde se espera
El término transparente de la luna
La febril manera del viento él disemina un rostro de terciopelo o gres
Un rostro ahogante
Un rostro de la mañana que cae al río y se disuelve en los molinos
Mientras su mano de terciopelo se abre con generosidad
Diseminando su propio cuerpo convertido
En arena de mar de azúcar
Su cuerpo entero se vacía por esa mano con lentitud de estalactitas
En el recreo de una captura de muebles.







LA NOCHE REPRESENTATIVA

 
Aves desposeídas y océano que todo amaban
Que velas negras roncean la memoria
Un perdido resplandor barniza el cielo
Con su alquifol su pira su púrpura de almártaga
Sus pedernales que salen del rehén de las esfinges
De extrañas bóvedas caen los ojos y los pies
Y una lluvia de azores blancos de todo fósforo
Acongojantes rayos buenos como faláricas
Escritas para la miel y el serpol y el río helado
Y el terror y el murmullo y la quimera
Y el serinete los canarios caían
Mudos de unos papeles de cristales caen
Gargantas manos cegadas atraídas
No se insertan figuras al torrente amarillo
En provecho la pura sed de cera y sangre
De redoma y de lecho la estrella de arroz
De azafrán los lobos y castillo secreto individual
Espera el buen litargirio de las lúas
Las fumigaciones de la nieve al espacio
Al sol al anillo para todo el silencio
Son reos de pórfidos ventanas
Dones naturales y otra aleación de espera
Según el mundo según el placer y todo
Los descubiertos error según el cerco y cerca
Del amor en su plan de reductor profético
Por mandato de alguien que guarda
Que presiente sus ideas en peligro
Y que todo abandona entonces por reserva
Por dejar vivir algunos peces domésticos aún
Que tu sombra los tiñe de placer.





EL MUNDO Y SU DOBLE


Comienzo del mundo
Manos demasiado ardientes
Bocas interiores que a todo ademán se duermen
Partes del cuerpo
Tú partes del cuerpo
Tú partes de las manos y de sus pupilas
Muestras con un ademán las gemas del encanto
Tú duermes reflexionas.

Sales al encuentro de un monstruo
Al bello día donde la piedad se hechiza
Piedras fulminantes del día de la espera
A ti a tus hombros producen estupor
Ver otros hombros en una sucesión de ahogadas
Bellas mujeres sobresalen del placer
Todavía estupefactas por la realidad
Aun dormidas por el sueño
Encantadas por amor ausentes por piedad
Sus hombros que laten
En sus ojos que encuentran a ciega
No vivas a ciega no vivas a respiración
Un fatal rayo atraviesa tus pestañas
Un cielo te acaricia
Muda entre la sangre y la piedad





COMO SI LA VELOCIDAD

 
Como si la velocidad se manifestara
En el amor que nunca se detiene
Sorprendido por los vientos da la costa
Por les soles que yo veré
Dentro de un momento.
 
Algunas veces los días solares
Se unen a las noches lunares
O bien los días lunares
So unen a los pájaros transitorios.
 
Es para pensar en aquellos días de la muerte
En los días de la velocidad perdida por el amor.
 
Quién impedirá arrojar a la faz solar
Arrojarse a manos llenas
De otra oportunidad
Que escuchamos en los oídos
Llenos de horizontes.






LA SIMPLE VISTA

 
La mujer netamente interior
Yo la miré en sus ojos
La estreché en su cuerpo y la besé en sus labios
Y en cuanto a sus pies yo los descalzo
Y en cuanto a mi vida ella la responde
Nosotros dos en cuanto. a la razón teníamos razón
Teníamos el sueño
Teníamos el placer y el valor de su respuesta
Toda la vida
Yo tendré toda la vida tu juventud entre mis brazos
 
En tus ojos un pescador remendaba sus redes
Como la tarde es bella y como por un sueño yo rompí mi frente
Como sacudí con mis manos la noción de la esclavitud
De la realidad que ahora quiere llamarse sueño
 
Aquella tarde
Todas las tardes dirán aquella tarde
Todos los besos de amor se repetirán en aquel beso
El amor latente en la vida manifiesta
 
Pequeña mano que entre todas fue tu destino servir de luz a mi destino
Pequeño sueño que vas de aquí para allá como un relámpago en plena tempestad
Pequeño sueño que llevas de la mano esta pequeña mano
Pequeña mano que llevas del sueño este pequeño sueño
Sueño y mano vinculados a todo mundo
 
Todos los diamantes corren a verificar el cielo raso del carbón
Ellos tropiezan y se esparcen en un dormitorio fascinado
Esta casa existe desde hace tiempo
Entre las otras casas del cielo
Entre la alta y la baja marea
Con el beneplácito de la luna
 
Ella abría sus manos y todas las flores corrían del parterre a secundar su cuerpo
Ella me sonreía y todos los labios de todas las mujeres reflejaban su sonrisa
Yo la recordaba y todas las estrellas de todas las noches me señalaban su presencia
 
En el sentido de la luz en el agua
En el sentido del papel que corre a la aventura de la llama
En el sentido de los senos que hacen crujir la seda de los sueños
En el sentido de la pared que mastica la cal y la resume
En el sentido de tus labios porque los he besado
En el sentido de la luna cuando intercepta la tierra
En el contrasentido de los cinco sentidos
En el sentido de tu noche y también en el sentido de tu día
En el sentido del paraíso que se escurre en tus ojos
En el sentido del árbol y en el del nido
En el sentido de la liberad humana es decir del amor
En el sentido de la llama
¡Qué esperas chimenea!
Sí yo también yo era ese viento a la deriva
Antes de pasar por tu molino
El sueño del amor giraba sin albergue
Girasoles de siempre vivaqueaban en un jardín de nunca
Y ese plato de Barcelona era nada menos que un gallo estrepitoso
 
En una densidad de sueños la vida se hacía múltiplo de placer
La calle corría loca a entregarse a sus transeúntes
Las golondrinas estallaban en un verano apenas contenido
El viento había detenido a medio terror su canción pordiosera
Medianoche y mediodía unían sus mitades en honor de los amantes
Prontos a declarar que el amor era una estrella errante
Una estrella de toda dicha
Una estrella doble como el tú y el yo
 
El tiempo ha pasado con ese ruido de latas de galleta
El tiempo ha pasado y sólo el amor es su sobreviviente
Sólo por ti mujer yo he sobrevivido
 
En la frente temprana de la dicha
En la playa que estaba dispuesta siempre a jugarse su verano
Es decir su verano por el todo
 
Yo nada más bello he visto en el mundo que ese cuerpo de mujer cuando sobre el jardín aparecieron las primeras estrellas
Solos los dos estábamos cuando las primeras estrellas aparecieron
La tarde subía su balde lleno de agua desde el fondo del pozo
El balde se entrechocaba en las paredes
Y hubo un instante en que creímos que esto podía durar eternamente
Aquel instante lo era todo para nosotros
 
La boca de la mujer amada
Me ha dicho en un sueño este poema
El sol giraba contra tu belleza toda la oscuridad del mundo
Ese barco lleno de nidos era a su vez un pájaro
Los dientes de leche de la aventura
En una ráfaga de sábanas
El invierno por fin se había desprendido
Como la portada de papel de un libro de aventuras
 
Esa mujer había soltado sus cabellos en aquella mañana voluptuosa
Ella puso gravemente su mano en la mía
Todo nos reunía
Su mano era una mañana eterna
Yo pensé entonces en cuanto la vida me había hecho esperar por esa mano
 
Rocas con cadencia de nubes
Pensativas frente a un mar jadeante
Mar espiritual con ese gusto de pipa bien quemada
En la osatura de la casa




LA MUCHEDUMBRE SIN OJOS

 
obliga auditor de árbol
noche más acústica
seno más infernal
que una gigante ignota
 
sobre la palabra que acecho
que tiemblo desconocida
más aprisa que una gigante
que un vidrio hecho trizas de vidrio
 
aquí la piedra en un circuito
de veneno que aire de molino
revienta a mi frente inexacta
a mi frente que ya no piensa
 
piedad no pido piedad no escucho
piedad la piedad es tan sangrante
piedad por la sangre que corre
del cerebro de una gigante
 
la sangre se une a la soñadora
la soñadora huye por un halo
huye por un pasadizo
de propiedad de una gigante
 
ojos en un llegar a ser
en un gatillo de limón
para mirar para oler la llave
la cisterna que se supone
 
la soñadora llega a pantera
obliga auditor de árbol
noche más acústica
seno más infernal
que una gigante ignota
 
 
XIX
 
yo estoy aquí desde hace un momento
desde toda mi vida
en el fondo yo te amo
quisiera esperarte un momento más
pero me es imposible
 
 
XXVI
 
La noche de un vampiro
las horas desplazadas por la muerte
se combate desde el atardecer
son las tres de la mañana
aun está obscuro
hace frío
mademoiselle
 
XXVII
 
a que ver de cualquiera emancipación
de los labios directos de las copas cosmopolitas
o de molinos de quien sabemos muy bien este es el pecado
ésta es la juventud éste es el restaurant
Este es el cadáver
Este es el espejo




BIEN LÚDICO

 
a Raquel Echaurren
 
El escrúpulo de la sombra
Expresa la luz a su manera
Sangre de antorchas mariposas
Que viven sólo una noche
 
El jardín sube la escalera
Con el periódico en la mano
La ventana abre la puerta
Ya vestida para el baile
 
El clavel veía el mar
De un unánime color noticia
Las estrellas veían la noche
De un semejante color día
 
Del semejante color amor
Yo te vi dormida en el lecho




EL DIVULGADOR A LÁMPARA   

I  
Los que fijen sus ojos
Los que renueven sus manos y su garganta
Pérdida de los bosques
Salen a la noche del furor
Al misterio opaco
Salen de sus sentidos
Los que pidan una coincidencia
Semejante a toda horrible búsqueda
A toda intoxicación de ala librada
A toda presencia que escucha el amor
A toda intransigencia en el azar frenético
  
Ella no suprime las encrucijadas
Ni la desconocida fuerza del relámpago
Inútil disidencia
Ella no entra en la copa
Siguiendo el agua
  
Este valor nos queda reservado
Este valor de dobles espinas
Y mirar y mover las manos y apretarla garganta
En abismo y pureza
En bosque isleño
Este valor este amor esta respuesta
Esta errante profecía esta memoria esta pregunta 
Este día esta noche que hace lucir la daga
Nadie da un paso en medio del sopor de las cascadas
Nadie responde nadie pregunta
Nadie veda la respiración a la muerte
  
Yo sé la precisa mujer olvidada
Yo sé la que hace estallar el mundo como una moneda
La estación feliz por sus ventisqueros
La estación desgraciada
La estación angélica y la que fluye
Con eternidad y error de una pequeña razón humana
Y amorosa
  
 
II  
Las mujeres yo te amo
Cruza su rostro aire diametral
Duerme hasta romper sus propias facciones
Sus propios vestidos que el aire rompe a reír
Rompe a desafío de paloma y cerdo
A facción de magia
De estrella que se azota con delicia,
Con descubrir un castillo al pie del alba
Yo entro sin ramajes de alfombra
Mi pie mi mano te amo
Subes con el furor silencio
Subes con tu rostro extiende
En el aire desamanece mientras un niño duerme
  
 
III  
Sólo un fanal de fuego
Un abismo que llega a las visiones
Tú abusas de la vida
Tú ríes sin ceder
Tú disipas los-rayos
  
Piedad bella anarquía
Piedad que acoges
Que compartes que sueñas
Una mujer similar
Sin que tú pongas nada de mi parte
  
Tus ojos como un medio de reír de sobrevivir
En un instante fusionado a un siglo
A un golpe de muerte adorada tuya sobrenatural
A un desdén de pasión te repites de fuego
  
Brotas de tus ojos el mar se hace de piedra
La estatua se hace de éter el hombre se hace múltiple
Mujeres reunidas os conozco
Mujeres únicas os encanto
Nadantes os conduzco
Muertas os fascino
Vivas os hiero ausentes os reclamo
Pensativas os interrumpo dormidas os perfumo
Dame tus ojos con prisa de muchedumbre 






LA PALABRA DEL ENIGMA

 
I
 
En la muralla en el espejo
En la cabellera que anuda la noche
En el espejo
En el tránsito torturarte de aceite a pájaro
En la muralla
Y en este palco de toda luz
De toda sombra de toda soledad de toda compañía
Hecho a la medida de los dos
 
Tú andas de nube en nube como si fueras lluvia
De enigma a enigma como única respuesta
Andas entre miradas como si fueras lágrima
 
No hallas las horas de verte en alma sobre la tierra
De ver una nación de aves bajo el océano la nube a la intemperie
No hallas las horas que perdí te por tu éxtasis
Cuando frotabas la sortija para saber la hora
Del amor
 
II
 
De acuerdo con tus labios yo he definido la palabra alma
Yo esperaba la noche porque solamente entonces aparecías
Y otras un rato al alba y otras otras
A veces por contados segundos
Y era una fiesta cuando podías permanecer toda la tarde
Yo atisbaba tu recuerdo a través de ti misma
Y atisbaba tus ojos a través de tu recuerdo
 
Por contados segundos
Cómo es posible
Que contados segundos
Puedan contar la vida
 
Pero esos instantes
Me han corregido en siglos la existencia
Me han perfeccionado cuando no hallaba las horas de besarte
Las horas no pasaban cuando te recordaba
Poniéndose a latir cuando venías
 
Tan distintas las unas de las otras
Horas del corazón de los labios del alma
Horas del pájaro
Como una mancha de aceite en el océano
 
III
 
Madrugada feliz de la cual el yeso trataba de sacar todo el partirlo posible
Ciertas estalactitas en una jaula con barrotes negros cantaban el eterno grito de las chimeneas.
Pasaron tres muchachas, las tres apretando un ramo de flores contra sus senos.
Yo iba a partir, faltaban sólo algunos minutos para la partida.
Era imposible ser más extremadamente dichoso.
Incluso la mañana se presentía que sería luminosa y clara.
¿Esas tres muchachas tendrían alguna significación en mi vida?
-Bah, dije, como cuando uno no piensa en nada. Pero después de haberlas perdido de vista, pensé por qué razón había afirmado con tanta seguridad que todas apretaban un ramo de flores contra sus senos.
Bah, repetí, y entonces pensé en aquellos misterios a los cuales no conseguimos  acertadamente darles un nombre, y que parecen flotar como abejas entorno de esos ramos de flores que, en las madrugadas, jóvenes mujeres estrechan contra sus senos.
 
IV
 
Acantilado como un insecto áptero
La bruma te transporta sin perder una ola
La bruma aprovecha las últimas hebras de la luz
Para acabar con ellas su tapiz radiante
 
En ese tapiz tú ensayas aun tu desafío
Persistes en atraer a la armadía
Te obstinas en ser acantilado y náufrago
La vida unta de olas tus labios
 
Vuelve al verano a tu último verano
Las mujeres con sus ojos hervidos[1] cruzan la terraza
De tanto ir por la vida sólo el amor les traza
Su camino de tanto ir por el sueño este poema es tuyo
 
Sus ojos fueron hervidos por el sol y la luna
Y sus miradas hacen el resto
Sus miradas completan el dibujo
De este tapiz conmovedor donde la vida se representa
Un barco atravesaba el horizonte
Lentamente
Lentamente tal como se va formando el dolor dentro de la lágrima
 
V
 
Para un mejor destino
Con ese olor a café que despierta en las mañanas al viajero
Al punto que el torito negro cruza la pradera
Y todo lo que supe esa mañana
Era un tirar proyectos como quien pasa el hilo por el fuego
La pradera se doblaba en punta y venía de golpe contra el tren
Con estrellas y tazas de café con toritos y todo
Tarareando una vieja canción
“Cuántas veces el ayer”
Si ese ayer que ya ha dejado de ser proyecto
Ese ayer torturante “se hizo grillo hasta la aurora”
Sí hasta la aurora y durante toda la noche sin saltarse una hora
Sí hasta la aurora el grillo repitió inexorable
El tiempo como la nata sobre esa taza d café ya frío
 
Y otra será la hora que ya ha devorado todos sus segundos
Esa hora en que no hallo las horas de besarte
La hora de rostro puro al cual el tiempo no pudo poner ninguna arruga
El rostro de esa hora libre en el espacio
Espejo de tu amor en el cual no hallo las horas de mirarme
 
VI
 
La boca sobre el tiempo
Las palabras lamidas por el fuego
Y la noche sirviendo de pasto al sueño
Como un mar innecesario
Para un náufrago imprescindible
Cielo sin parapetos
Sin abismos sin ojos
Llevado por la mano
Del amor
 
Llueve a torrentes
El vidrio se hace noche para engañar a la ventana
La selva se hace pájaro para engañar al cielo
El amor se hace miga de pan para atraer a los gorriones[2]
El hombre se hace sueño la mujer se hace párpado
 
¿Y a que seguir?
Sigamos
Sigamos hasta el punto que este poema devore todas sus palabras
Y llegue a quedar como una hoja en blanco
La cual cambiaremos gustosamente
En una cuaderna vía
Por un trago de aguardiente
 
VII
 
De aquel ojo llorado por veinte generaciones de cíclopes ya no quedaba una mirada. Los ojos azules de la joven bicíclope decían siempre veinte años a los sueños. Almohada de la realidad, al otro lado una avenida de eucaliptus mimetizaba sus pájaros en corpiños blancos, y las jóvenes tricíclopes se los ponían alborozadamente, corpiños todavía palpitantes, corpiños todavía tibios, y que aún tenían la ansiedad de plumas antas para el vuelo.
Estos corpiños y estas cabelleras eran todo lo que la noche permitía ver al joven cíclope, a este ser ya ciego para siempre. Porque actualmente los cíclopes son ciegos, así como ya las rosas no cantan como antes. Hubo un tiempo en que las rosas cantaron y los niños lloraban, y no coro ahora que se quedan con sus ojos abiertos cuando tienen hambre. Hubo un tiempo en que los peces mascaban tabaco y escupían, un tiempo en que las casas de la ciudad tenían tejados de oro para que se posaran en ellos las gárrulas golondrinas.
El cíclope ciego podía entonces guiarse por el oído y reconocer entre todas, la isla natal. Ahora sólo distingue algunos corpiños fosforescentes que se deslizan por la noche agria. Algunos corpiños y las cabelleras de algunas mujeres que se congregan en la avenida, bellas mujeres, volantes y felices. A ellas se aproxima, pero las oye borrarse súbitamente. Entonces vuelve a tender su almohada en el suelo para soñar con ellas, mas su sueño ahora es otro. Un diamante ardiente se ha clavado en el ojo de su frente, y él grita y se despierta, pues hubo un tiempo en el cual el amor lo era todo, un tiempo en el cual el sol era un espejismo, ya que se veía de lejos pero no de cerca.
 
VIII
 
Adiós adiós palabra del enigma que has llegado
Por ti todas las palabras han cumplido la palabra
Todos loa labios han cumplido sus besos
Todos los párpados han cumplido sus sueños
 
En la muralla en el espejo
En la cabellera
E n el rumor del árbol para calmar el vuelo de los pájaros
En el espejo que refleja este palco donde el amor anuda la vecindad de la pareja
Para meter en claro todos los enigmas
 
Enigma del amor que se mantiene enigma para dar su claridad
Y que hace su cielo a costa de su tierra
Oh día innecesario
Para una noche imprescindible
 
Un lúcido carbón
Cuando no hallaba yo las horas
De Diamante


[1] Pensando en lo que fueron los ojos de la dama de Elche. (Nota del Autor)
[2] El amor se hace nación de olas se hace faro perenne hoja de verano machacada se hace vidrio roto en mil pedazos se hace noche y simultáneamente día se hace ausencia se hace bienvenida se hace todo se hace nada se hace resueltamente todo o nada para atraer a las mujeres. (Nota del Autor).



MÉXICO ADIÓS

 
a Octavio Paz
 
Para llegar a estanque
De luna con su alcurnia de número romano
Alguien a quien se designa
Matiz de cisne
Basta pasar grito por silencio
Frente al silencio de una mujer azteca
Gritada por el sol
 
Su cuerpo perforado por la estrella
Flota como un juipil sediento del maguey
Mientras sus manos
Planean por el suelo de la noche
Recogen su propio cuerpo
Su cuerpo más reciente que este calendario
Que acabamos de fijar en la pared
 
Su lluvia sus mejillas
Sus sandalias sus senos
Su noche entera su alba en un latido
Su corazón sus ojos su obsidiana
Sus volcanes donde la nieve graba su cuchillo
Su azúcar su tabaco y también sus relámpagos
Su adiós su bienvenida
 
Y ahora los relámpagos
Que no son otra cosa
Que puntas del rebozo
Anudadas para recordar su corazón
Su corazón demasiado canción para llegar a ser sirena
Y que no obstante
Sabe nadar en las lágrimas de mis ojos
 
Sangre cual pasamano de pirámide
A línea de flotación completa
Saturada de dioses
De lago en lago cual de amor en mirada
Águila se ha posado y serpiente ha volado
Día cual ojo y noche cual pestañas
Cual de sueño en placer
 
Sobre cánones de aguas el adiós
Mientras yo nado en pleno paraíso
Tlaloc violento disuelto en una gota
Mujeres agrupadas formando isla de amor
Yo salgo a sus riberas me tiendo en esas playas a dormir y a vivir
Y observo tierra y mar que se fusionan
Como de labio a labio bebiéndose en un beso
 
Y ahora por fin el aire
La tierra el fuego el agua
Me hundo en un calendario que gira para siempre
Gira fundiendo el águila el espacio
La serpiente y el tiempo
Adiós adiós y al son de un organillo
Que en esta noche se abre como naranja mágica





TABLA DE MULTIPLICAR

 
a Leonora Carrington
 
Al reír el rey de Bohemia
Balancea sus siete castillos
Siete aleros siete golondrinas
Siete veranos le hacen reír
 
Las nubes apuestan contra el sol
Y el sol apuesta contra el desierto
Yo he deambulado sin edad
Por un bosque de efemérides
 
El ha reído como un puente
Sobre su propio abismo insomne
El ha reído para saber
Las golondrinas han volado
 
Yo he visto siete golondrinas
Venidas de siete veranos
Algo traían en sus alas
Algo así como un telégrafo
Y ese algo predecía
La prueba de mi corazón




RECUERDO DE INFANCIA

 
a Enrique Gómez Correa
 
Ojos azules en la teoría del error
El mar en mangas de camisa
Recorta revistas ilustradas
Para un collage de todo encanto
 
Tú recuerdas el paraíso
Ese colegio de sirenas
Esa atravesada de la calle
Acompañado del ave roe
 
Qué sirena sin esperanza
Disolver mar franquear recuerdo
Una armadura sin instinto
Se arrojaba a la batalla
 
Panteras de alcurnia feérica
Diletantes de toda vida
Se incrustaban en la selva
Para encontrar al ave roc
 
Mar en la tierra como uña
Mar vivido como placer
El mar jugaba su oro
Por un puñado de hojas verdes
 
Galeones en la avenida
Con pasajeras de sirenas
Con un colegial rumbo al sueño
Corred tranvías a mi infancia
 
Unas flores desarraigadas
Y el calendario del año 13
Ya devorado por el mar
Corred tranvías al naufragio



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