viernes, 9 de diciembre de 2016

POEMAS DE SALAH HASSAN

Resultado de imagen para SALAH HASSAN
(1964, Jartum, Sudán)


HUIR DE LA FAMILIA


No era mala idea.
Soñé con una casa y la habité.
No era mala idea.
Soñé con una mujer y me casé con ella.
No era mala idea.
Dibujé cuatro niños y los tuve.
Tampoco era mala idea
cuando dibujé una puerta trasera de la casa
y por ella me escapé.

BAGDAD


Bagdad
¿Eres una patria o un campo de tiro?
¿Eres un paisaje que hay de destruir
o una escalera de víctimas
que no se sacia de su muerte?
Bagdad
¿Eres una cesta que se hunde
y no se llena sino de vida?
¿Acaso es ésta tu fiesta
o tu muerte?
¿Estos caramelos de fuego
son para tus niños muertos
o para la última fiesta de tu degollación?
Entonces, muérete.
Volvámonos adonde hemos venido,
a los desiertos y al infinito
esperando un nuevo profeta.

 VELAS


Aléjate de mí, mujer.
No soy un enamorado
ni soy un poeta, ni un caballero.
No soy más que un grito...
No soy más que una vela.
Sigue durmiendo, mujer.
No soy tu amante,
soy su vela.

Oh, vela, quiero besarte
pero,
¿dónde está tu boca?

Oh, enamorado,
¿dónde está tu vela?
Mujer,
la maternidad es una vela,
no un saco de leche.

No me importa el número de hermanos,
lo importante es:
¿cuántas velas hay en ellos?

De verdad, eres bella e impresionante,
te mereces todo elogio
pero, ¿dónde está tu vela?

¿Ves aquel hombre anciano?
Lleva cincuenta años siendo una vela.
Él es el maestro del alfabeto.

ERRAR


Vestidos de harapos
llegamos tarde a las limpias ciudades.
¿Ha salido el sol
cuando estábamos en el bosque?
Y estas manos blancas
que nos llevan de la muñeca
¿habrán pensado en la oscuridad?
¡Oh, Dios mío, qué tarde hemos llegado!
¿Estábamos desconcertados frente a la nieve,
con nuestras extrañas voces
y nuestros desérticos recuerdos?
¡Oh, Dios mío, ya hemos llegado
pero aún estamos errados!


VIDA BOMBA

… a los mártires de Babilonia e Irak
Con la sangre empiezo
Y con ella finalizo cada día.
Cada mañana bajo
            al almacén de las chatarras,
Quito mi cabeza y la vacío de las astillas
                      de las bombas de ayer.
Luego, lavo la sangre seca
                      de mi imaginación.
Tengo la sensación de que todo está minado.
Pulso el teclado del ordenador
y me escondo rápidamente tras la pared
                         antes de que explote.
No puedo encender un cigarrillo
                         Sin pensar en las explosiones.
Para mí, todo puede explotar.
El teléfono, la cafetera,                         el timbre de la puerta, las cartas.
Siento que mi cuerpo también es una bomba
                                    y puede explotar. Con la sangre empiezo
y con la sangre finalizo cada día.
Cada noche me voy a mi cama arrastrándome.
Deseando no despertar. No quiero seguir viviendo
            En esta vida bomba.

FIESTA DE RECEPCIÓN

Perpleja, maquillada a la antigua
como un personaje de Shakespeare
mi muerte me persigue.
A pesar de su dura apariencia 
y su preocupación por los detalles
sus pasos, por alguna misteriosa razón,
parecen inciertos
-quizá sean los zapatos nuevos.
Es doloroso verla confundida
de esta manera.
Para que se relaje 
voy a invitarla esta noche
a tomar un trago conmigo…
Cerraré los ojos
para que ella pueda poner el veneno 
en mi copa…
Fingiré ir al baño
-no quiero ver 
como tiembla su mano-
para que pueda terminar su labor...
Mi vida ha fracasado
no quiero que mi muerte 
fracase también.

UN JARDÍN EN EL INFIERNO

Todo está negro en el jardín.
Las flores son de piedra,
Beben alquitrán y respiran ceniza.
     Tienen el olor del fuego.
¿De qué infierno habla Rimbaud?
Los árboles aquí tienen aspecto de incendio
Y las frutas negras de dolor,
Inclinadas hacia el abismo.
Cada rosa es un incendio que anuncia la resurrección
En el jardín del diablo.
Los pasillos son estrechos 
               como una parcela entre dos nulidades,
Y cada paso es una equivocación
          que lleva a un infierno como el infierno.
La flor del paraíso, tal y como quería el diablo en su jardín…
Una piedra fundida
Tiene la forma de una pesadilla negra
Del tamaño de un desastre,
Y tiene el sabor del asfalto.
¿De qué infierno habla Rimbaud?
En las Islas Canarias
La gente vive en sus estatuas oscuras,
Y cuando se mueven
El mar da marcha atrás
Y se esconde detrás de su idea
En el jardín del diablo
(¿Sería en las Islas Canarias?)
La flor del carbono está en pie con sólo una pierna
                    y fumando la historia
Todo está negro en el jardín del diablo
                    y el humo es el idioma habitual
Las expresiones hierven
y las palabras se evaporarían cuando el aire las pronunciara
Cada paso es una equivocación
                    que lleva a un infierno como el infierno
No es fácil que alguien
          pueda salir del jardín del diablo
                         sin que se ennegrezca
y me estaba preguntando
     ¡si estaba negro
          antes de mi entrada al jardín!

ERRAR

Vestidos de harapos
Llegamos tarde a las limpias ciudades.
¿Ha salido el sol
cuando estábamos en el bosque?
Y estas manos blancas
Que nos llevan de la muñeca
¿Habrán pensado en la oscuridad?
¡Oh, Dios mío, qué tarde hemos llegado!
¿Estábamos desconcertados frente a la nieve,
con nuestras extrañas voces
y nuestros desérticos recuerdos?
¡Oh, Dios mío, ya hemos llegado
mas aún estamos errados!


Pereza 

Estaba pensando en escribir un poema 
sobre la pereza.
Pero, como esto necesita 
un bolígrafo y un papel 
abandoné la idea. 

Madre 

Oh, madre mía 
Tú, que diste a luz doce hijos 
Cada vez que miro tu foto 
Yo, el joven que soy 
Deseo ser una mujer 
Para ser una madre 
Como tú. 

Correo Electrónico 

Querido Alá,

No tengo que hablarte a ti 
como lo hizo Mohammed al Maghout 
ni tampoco como Fadhil al Azzawi.
Ahora tengo correo electrónico
y me puedes contestar 
seleccionando la opción responder.
Muchas preguntas me inquietan
y tú debes darme una respuesta.
Entretanto ya cumplí cuarenta y cinco 
y creo ser lo suficientemente sabio
como para decirte cuáles son tus deberes
¿Qué te la pasas haciendo todo el día?
¿Lees los periódicos?
¿Escuchas la radio?
¿Escuchaste algo de las Oraciones del Viernes?
¿Algo sobre Irak, 
la tierra en que se alaba tu nombre?
¿Por qué no haces nada?
¿Estás muerto?
¿Es sólo una estatua tuya la que vemos?
Sólo quiero saber
porque entretanto ya cumplí cuarenta y cinco
y todavía no sé cuál es tu función en mi vida.
Aquí encontrarás la información necesaria para contactarme:
número de fax y teléfono 
y mi correo electrónico.
Quedo en la espera de una exhaustiva explicación tuya.
No tengo más tiempo que perder.
Contigo
con todo mi respeto,
Salah Hassan

EL HUÉRFANO

Ah, 
es el sueño, el sueño, 
mi carroza dorada y fuerte 
se destruyó, 
y sus ruedas quedaron 
desperdigadas, como los gitanos, 
por doquier.
Soñé una noche con la primavera 
y, cuando desperté, 
las flores cubrían mi almohada.
Soñé una vez con el mar 
y, por la mañana, 
estaba mi cama llena de conchas y 
aletas de peces.
Pero cuando soñé con la libertad 
La soga 
rodeaba mi cuello como un halo de 
luz.
Ya no me encontraréis a partir de 
ahora 
en los puertos o entre los trenes;
me encontraréis allí... 
en las bibliotecas públicas, 
durmiendo sobre los mapas de 
Europa, 
como un huérfano sobre la acera, 
tocando con mi boca ríos y ríos, 
fluyendo con mis lágrimas de un 
continente a otro.

OIGA, TURISTA

Mi infancia y mi vejez están 
lejanas; 
mi patria y mi exilio, también.
Turista, préstame tus prismáticos, 
tal vez fugazmente una mano o 
un pañuelo 
que me hace señas en este universo.
Hazme una foto mientras lloro, 
mientras me siento sobre mi 
trasero con mis harapos, 
frente al umbral del hotel, 
y escribe en el reverso de la foto: 
éste es un poeta de oriente medio.
Pon tu pañuelo blanco en la acera 
y siéntate a mi lado bajo esta tierna 
lluvia.
Voy a revelarte un peligroso 
secreto.
Despide a tus guías y a tus 
acompañantes 
y tira al barro o al fuego, 
todas las notas e impresiones que 
has escrito. 
Cualquier viejo campesino 
puede relatarte, en una tonada de dos 
versos, 
toda la historia de oriente medio 
mientras se lía un cigarrillo delante 
de su tienda.



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