sábado, 16 de mayo de 2020

POEMAS DE FRANZ WRIGHT


Franz Wright, Pulitzer Prize Winner for Poetry, Dies at 62 - The ...
(18 de marzo de 1953, Viena, Austria - 14 de mayo de 2015, Waltham, Massachusetts, Estados Unidos)



ENTRADA EN UNA MANO DESCONOCIDA


Y todavía no pasa nada. No me llevan preso.
Por un descuido sónico inexplicable
nadie se burla de mí cuando voy por la calle.

Me dejan seguir viviendo en este
cuarto. No se me pide que explique mi presencia
en ningún lugar.


¿Qué sugestiones posthipnóticas se hicieron?
¿Quedó alguna sin ejecutar?

¿Por qué me angustia tanto la idea de aceptar
ciertos trabajos?

En el banco no tienen vergüenza--
Parece que para ellos mi nombre no fuera nada.
Indiferentes, me alcanzan la suma que les pedí,

pero los conozco. Es así en todas partes---
se creen que me van a sorprender: a mí,
que no hago nada más que esperar.

Una vez atendí el teléfono y el que llamaba colgó --
qué astuto.

Se creen que me pueden asustar.

Yo siempre estoy asustado.

Qué coraje hace falta para levantarse y vestirse
a la mañana ¡Y nadie te felicita!

En ningún momento del día puedo dejarme caer
de rodillas y negarme a seguir, no se terminó.

Sigo

esquivo autos que suben el cordón para darme en la cadera,
entre carcajadas
en blanco y negro y aplausos,

paso delante de un millón de ventanas oscuras por donde espían
jubilados con sus perros de ataque --

voy hasta mi puesto,
al final del mostrador,

con el escalpelo envuelto en la servilleta.

(De Entry in an Unknown Hand, 1989)

POEMA SIN TÍTULO


Era la primera vez que me arrodillaba
y con mis labios besaba, asustado, esos labios
como pétalos de rosa iluminados por dentro.

Fue como tocar con la lengua
el corazón expuesto de un pájaro.

El amanecer de verano entró en la habitación cortando las cortinas en dos
—las luces se apagaron—la brisa
se volvió visible. Un relámpago,
y después el aplauso suave
de las hojas…

Casi unos chicos, nos dormimos enamorados escuchando
la lluvia.

Nosotros no pedimos nacer.


PENSAMIENTOS DE UNA GRANJA SOLITARIA


Y no sentirse mal por morir.
No tomarlo como algo tan personal –

es solamente
el esfuerzo que hacemos toda la vida

para excluir la muerte de nuestros pensamientos
lo que nos enfrenta, cuando llega,
con el horror de ser excluido-- …
algo así, el viento canadiense

que entra por el lago Erie
haciendo tintinear las ventanas, la nieve horizontal
que aparece de ninguna parte
cruzando la carretera negra y los campos como un millón de abejas blancas.


(De The Night World & The Word Night, 1993)

CATEDRAL VACÍA


Está ese banco
al fondo
que
estuvo
esperándote
toda la vida, como tu lecho de muerte.
Cristo Criminal
cuelga
arriba, ojos y boca
cerrados, sugiriéndote
antes de que entres vos también
en la tercera persona, que enciendas
una vela
para los de acá,
¿sí?

RECETA


Mientras estás en la cama
mirando la película
de las últimas cosas
terribles que hiciste,

examinás con gran admiración
y envidia al de la
cara sin miedo
y viene la conciencia

con su papel
a proclamar
el derecho incontrovertible
a dormir del portador,

a solicitar
y recibir
de inmediato
en nombre sideral.


TRADUCCIÓN


   La muerte es la forma que tiene la naturaleza
de decirte que te quedes quieto.

   De decir que es hora
de desconectarte, pulida tu conflagración
hasta ser un diamante.

   Te voy a dar algo por qué llorar.

   Y lo que deletrearon las copas de esos árboles
mientras oscilaban débilmente con el viento.


MEMOIR


   Rogá que se haya olvidado de la dirección
y por una semana

   no atiendas el teléfono:
apagá todas las luces

   de la casa--
hacé como que no estás

   si alguna noche
de ventisca ves

   a Franz Wright acercarse
por tu calle con su valija

   de pastillas de codeína,
llevando ese manuscrito

   negro y pesado
de textos en blanco.




ESCRITO CON UN LÁPIZ DEL TAMAÑO DE UN BATE DE BÉISBOL


Acá los podés encontrar a todos,
esta es la gente
que no vuelve más:
la chica que vive en el cuarto
enfrente de la sala, la rubia linda
que entra con una furia sin palabras
a husmear tu maletín
mientras estás en la cama y se lo negaste
cuando te preguntó por qué, le negaste
que se quedara (“no vayas por ahí contando historias sobre mí”).
El adolescente que tuvo un ataque
y sigue llenando con su ropa
el cesto de la ropa sucia de la madre
en casa, el tacho de basura
de plástico negro
en la cocina brillante y
esterilizada que tenemos prohibida cuando nos da hambre
entre comidas vuelve
a hacerlo cada vez
y se la mandan de vuelta. Después
está la virgen maníaca de setenta años
a la que le cuesta trabajo sacarte los ojos
del culo, meneándose detrás tuyo, flotando
por el pasillo vengas de donde vengas
detrás tuyo
podés reírte
hasta que se te pare el corazón, pero nada
va a persuadirla
de que no sos la respuesta a sus plegarias;
la que abre en secreto tu puerta
una hendija en la oscuridad, y se queda toda la noche parada
mirando con ojos de cadáver,
o lo haría
si no fuera porque el tipo de blanco viene
cada media hora y te enciende
la linterna encima de los ojos abiertos para ver
si te mataste. Y quién sabe,
a esta altura
podrías ser
uno de ellos
cosas más raras se han visto.

(De The Beforelife, 2001)

AÑO UNO


   Estaba parado
en una esquina del norte.

   Nubes invernales de luz de luna del color de la desesperación de los lobos.

¿La prueba
de Tu existencia? no hay nada
más.

SOBRE LA TIERRA


La resurrección del pequeño manzano detrás

de mi ventana, la luz
de las hojas de la tarde
en el abril
de sus ojos, olvidate
olvidate-
pero cómo
¿Cómo se hace
para morir?
Quién sobre esta tierra
me va a enseñar-
El mundo
está lleno de gente
que nunca se murió.


UN CORAZÓN


Es tarde y recién vuelvo de
la versión más larga que se conozca de caminata.
Primera vez en casi un mes,
y cambió todo. Estamos a fines de marzo, sobreviví
una vez más. Esta mañana una mujer joven
describía cómo es aspirar coca con un bebé
en los brazos. La luz increíble, ventosa y cambiante,
las nubes y el agua eran, en ciertos momentos,
Vos.

En mi cuerpo hay un solo corazón, tengan piedad de mí.

Las hojas pardas enterradas todo el invierno, los pies sin criaturas
que corren sobre el pasto seco que empieza a reverdecer, las primeras
violetas sin perfume de vuelta aquí y allá, la primera estrella que se advierte
de golpe al pararse a mirar el agua negra.

Gracias por dejarme vivir un rato como uno de los
sanos; gracias por dejarme saber cómo es.
Gracias por dejarme mirar tu cielo azul aterrador sin miedo y tu mundo espantoso
sin terror, y a tus ovejas psicóticas, descarriadas y sin esperanza
con este amor

TORMENTA DE JUNIO


   Voces en las primeras hojas del verano, acorazonadas,
color verde oscuro, de la lluvia;
de los pájaros.
Cómo se llaman,

Me voy y todavía no sé.

   Sin embargo, voy allá,
donde están-
Eso siento.

   Siento que antes
estuve ahí.

   De chico
lo sentía, y ahora
lo sé.


LA PALABRA


   Como un tercer juego de dientes
o las piezas de una partida de ajedrez

   el Pensamiento

y lo más misterioso
de todo,
   la materia del pensamiento

   La mente mortal que piensa
en cosas inmortales,
sineine

   Mirala examinar
los granos negros de la vida
y la muerte— que son la misma
cosa
es su mano abierta

   Dulces granos de arena sombreados en verde y negro:
cuando nadie te vea

mirá a escondidas

probá uno

RESBALÓN


El globo negro
atado otra vez a la muñeca, la mano delgada
flotando
a tres centímetros de la blanca
sábana blanca

El cuerpo
una palabra por decirle
a la muerte, una
palabra
que nadie más conoce
completamente de ella--

La noche, solo la sombra de su infierno

PD


Cierro los ojos y veo
una gaviota en el desierto,
alto, contra el cielo azul insoportable .

Hay esperanza en el pasado.

Te estoy escribiendo
todo el tiempo, estoy escribiendo

a dos manos,
día y noche.


CÓMO ME VAS A CONOCER


Para días
como este, de sombras sepia,
un buen abrigo

impermeable al frío de este mundo, con capacidad para albergar eso
que solo puede llamarse insignificancia propia, absoluta e indivisible
(incontemplable en su pequeñez y enormidad) antes de que por fin se revele.

En mi año cuarenta y ocho, en el día treinta del segundo mes, mientras caminaba entre los exiliados a orillas del río Charles bajo anestesia general, con una crucecita gris manchándome la frente, los cielos se abrieron como un libro, como una manzana cortada en dos, y vi no me acuerdo qué

Si la ventisca lo permitía
el barco de ella tenía que aparecer
cerca de las cuatro de la mañana
como la fama solitaria
de un poeta.

(De Walking to Martha’s Vineyard, 2003)

EMPEZAR DE NUEVO


"Si pudiera parar de hablar, dejar de hablar
por completo durante un año, puede ser que
empezara a mejorarme", balbuceó.
Otra vez solo, practicándose
él mismo una cirugía de cerebro
en una habitación chiquita y mal
iluminada, sin espejo. Una habitación
con piso, techo y paredes
todos de espejos, qué desastre
Oh Dios mío---

Y todavía
la pregunta
sigue siendo
no cómo empezar
de nuevo, sino más bien

¿Por qué?

Entonces nos sentamos ahí
juntos
la montaña
y yo, dijo
Li Po, hasta que solo queda
la montaña.

DEDICATORIA


Es verdad que no te escribo nunca, pero con gusto me moriría con vos.
Con gusto bajaría, solo con vos, hasta la enorme boca
que espera, pasada la juventud, más allá de cada instante de éxtasis, acordate:
nos íbamos a pintar la cara el uno al otro antes de la batalla, y a cepillarnos el pelo
diciéndonos que somos inconquistables, que somos terribles y espléndidos--
la boca que espera, espera con paciencia. Y te voy a encontrar ahí otra vez
pasando las espinas sangrantes, la dilatación eterna, el fuego que no altera nada;
Ya estoy ahí, pasando las nubes de nieve, el musgo pelado, el enjambre tenue de las estrellas que hasta podemos pisar, esta vez es más fácil, te prometo--
Ya estoy esperándote en tu cielo privado, acá tenés mi mano, yo te ayudo a cruzar. Con gusto me moriría con vos, aunque nunca te escriba
desde este hospital gris. Mirá
qué ocupados están tratando de curarme,
y, perdón, pero estoy condenado. Me dieron el trabajo
de pasarle la aspiradora al desierto para siempre, bueno, nada más ocho horas diarias.
Y de veras queda como a un kilómetro de la cafetería;
por lo menos es una grande. Con sus cuchillos de plástico en miniatura,
su ensalada de atún y sus genitales envueltos en film, por favor
alguien podría
sacarme de acá, perdón. Me alegra decir que
todos los métodos, los fármacos masivos, la terapia artística
y las películas edificantes tanto como las otras que prefiero
no mencionar— quiero decir, cada una de las técnicas
conocidas hasta la boca—¡perdón!— hasta nuestra ciencia más
bondadosa y compasiva están empleándose
para restituir mi bienestar general
y mi estabilidad risueña. Yo sigo aspirando
hacia una lucecita de diamante que se quema
en la distancia. Acordate de mí
¿Te acordás
de mí?
En la oscuridad de la noche sin ventanas
cuando estoy frío y adormilado
y nadie juega con la vía, ni
me ilumina los ojos,
aunque no te escriba, secretamente
quiero morirme con vos,
¿eso cuenta?

(De God’s Silence, 2008)


HOTEL GIRATORIO



Las aguas fluyen vastas en el patio trasero
¡En los bares se puede conseguir un pack de seis!
Tammy Wynette está en la marquesina

a una cuadra. De esto hace veinticinco años:
vos te fuiste a la muerte y yo a la vida,
solo Dios sabe quién tuvo más suerte.

Está ese verso en un poema inédito tuyo.
El río es así,
un conocido ciego.

El viento va a amainar cuando yo diga,
la luz plomiza y menguante
sobre la corriente.

Después va a salir la luna
como la palabra reconciliación,
como Walt Whitman interrogando a la lágrima en el rostro de un muerto.

(De Hotel giratorio, 2009)


DORMIR EN INVIERNO


Tenía problemas para dormir. No sé cuánto tiempo llevaba acostado escuchando la nevisca cuando tuve la viva impresión de que esa nevisca era en Minneapolis en 1959. Y me resultó terriblemente perturbador. Supe que ahora eso iba a tener que encender la luz, salir de la cama y tratar de escribir acerca de mí; y claro, sin importar lo que escribiera, yo iba a sonar como algo que eso inventó. Pero al final decidió quedarse, darse vuelta y guardarme para sí. Creo que fue lo correcto. Después de todo, hubo una sola nevisca en Minneapolis en 1959. ¿Cómo se supone que se describe algo como yo? Y si uno se pone a pensar, ¿por qué intentarlo?, ¿por qué siquiera importaría?


CARTA


Enero 1998

No conozco a nadie,
si me hablaran
no sabría qué hacer.
Pero, ya sé, hasta ahora nadie lo intentó
y yo, sin duda, no voy a hacerlo.
No participo, no me lo permiten,
escucho nada más, y todas las mañanas
tengo un instante de tal felicidad, que respiro
y respiro hasta que vuelve el terror. En cuanto al momento
en que se supone hay que saludar
en realidad, dos personas se miran a los ojos
y se dan la mano un segundo, pero
la iglesia es tan grande y los pocos que son
se sientan muy separados. Así que no es problema.
Mantengo los ojos fijos en el gran cadáver desnudo, el cadáver vertical
que dicen que es amor
y le habló de serlo
al mundo, antes de venir
para que lo torturen y lo ejecuten.
Yo no sé qué hago ahí. Me doy cuenta
de que cuanto más pierdo el contacto
con lo que antes veía como mi vida
más verdadera se vuelve mi parcela en el invierno oscuro del banco—
es infinita. Lo que concebimos
como espacio, el cielo
o sea, el sol y las estrellas
es íntimo y pequeño en comparación.
Cuando salgo, la fealdad es tan aplastante
que se me hace preciosa, querible
como un chico retardado,
Si solamente pudiera contarle a alguien.
La humillación que sufro
cuando pienso en mi pasado
solo se puede describir como gracia.
Somos creados por la destrucción.


GAVIOTA MUERTA


Gaviota en el maizal, campo de maíz del tamaño de una estampilla, en el bosque,
en medio del estado, y cómo llegaste acá. El clima
del paraíso, Massachusetts en julio; el cielo azul, una despedida interminable.
Denme un segundo, adelanto del futuro enjambre de gusanos, denme
un minuto. Podés afilar una hoja hasta que no quede hoja,
podés obsesionarte tanto tiempo con la lupa encima de una palabra que al final se oscurece,
no es, y el fuego consume al mundo en círculos que se dilatan. Por un instante
nada más, quedate conmigo, misterio. Antes de que te transformes por completo
en otra cosa, nube lenta, entrada, conjuro, nombre que todavía
no se recuerda, quedate; decime lo que significás. Un pájaro muerto no es un pájaro muerto
me dijo una vez alguien que sabe.

(De Kindertotenwald, 2011)


SOÑÉ QUE CONOCÍA A WILLIAM BURROUGHS


Conocí a William Burroughs en un sueño.
Era una especie de granja bohemia
y él estaba coronado, chiquito y esquelético,
en un sillón rojo gigante de verdad.

Cuando le pregunté cómo estaba, me contestó,
Bueno, ya sabés lo que dicen –para un resultado mejor
siempre hay que burlarse y asustar a la langosta antes de hervirla.
Franz—Me gusta ese nombre, Franz. Niño Franz,

a la torre oscura y algo más, o el otro...Hey,
¿tenés un cigarro? Y dejá de procuparte tanto;
ni ellos se pueden ayudar, son como perros maltratados
que reaccionan al afecto y a la amabilidad

con un salvajismo incontrolable, deciles
que estás fuera de mi cabeza, amigo. Que estás fuera
de mi cabeza. O que yo estoy fuera de la tuya.
Eso los va a mantener encadenados al árbol.


ROADSIDE GRAVE:LA MISA DEL INVIERNO


En lo blanco hay un nombre
parado sobre los tres
mundos. Suena
el viento, un mundo de un
color.
El nombre es pronunciado,
una vez
cruzando el campo que oscurece,
el nombre se hilvana,
muy chiquito, en hilo blanco
sobre ropa blanca.

 (De F, 2013)

Las versiones en castellano son de Sandra Toro.
Tomado de:


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