Ceniza
Traducción
del inglés al español de Radina Dimitrova
Tempestades retumbaron al pasar igual que tanques
alemanes
y los bueyes negros de las nubes aplanaron el clima
con sus vientres;
sólo el caballo del viento que galopa por encima de
cercas y campos
avanza suavemente acompañado de carros campesinos que
del más allá retornan.
La iglesia en la colina
canta alabanzas a él, que no huyó a la ciudad
sino quedó atrás.
Blusón de mujer, ah, como nieve atrasada sobre un
prado verde –
abedules en medias blancas y faldas cortas
color de porcelana verdiazul y aire –
las únicas mujeres de este paisaje.
Los hombres que quedaron en las aldeas
son robles jóvenes doblados sobre la hondonada,
olmos y majuelos, con nidos entre sus ramas espinosas
aún no revestidas por la cortina verde.
Y aquellos de los campesinos que siguieron en las
aldeas
son unos sacerdotes tan solemnes de los acres propios
y de otros
que las arácnidas cruces por los campos se inclinan
ante ellos desde lejos
cuando, a trancos lentos y enormes, como en época de
siembra,
desde linderos lanzan sus miradas a ver si el grano
crece igual que antes.
Un hombre solitario y viejo, como vicario insumiso,
en el valle está sembrando, esparciendo ceniza blanca
y fina
–su última– sobre el difunto campo.
Tomado de:
http://www.archivopdp.unam.mx/index.php/4895
"Kolumbowie"
[El término Kolumbowie proviene de una novela de Román
Bratny (Cracovia, 1921) titulada Kolumbowie, Rocznik 20 (Kolumbowie, la Quinta
del 20) del año 1957. Designa a la generación de jóvenes polacos cuya juventud
transcurrió durante la II Guerra Mundial y en cuyas acciones bélicas tomaron
parte activa.]
Hace tiempo
encargamos ataúdes.
Cuando llega el otoño los llevamos arriba
y en el fondo ponemos manzanas olorosas.
De momento nos sirven de despensa
y huelen a manzana
y se las vamos dando a nuestras nietas
para que se las lleven a la escuela.
Alguno con dos sables
cual alas sobre sordos y agrietados oídos
suelta su perorata
junto a las largas mesas
de torpes bebedores de cerveza
y aprieta con las manos el corazón inquieto.
Le diré que lo suelte,
que ya no nos engaña,
que los sables de junco cuando están en sus manos
no se transforman raudos en acero.
Que sobre la cabeza
haga batir las alas
hasta que con el féretro lo esparzan.
Nosotros
tenemos ataúdes de madera
pero los reservamos para la Fiesta Grande.
De momento subimos con escalas de mano levantamos
sus tapas y olemos las manzanas.
Tomado de:
https://franciscocenamor.blogspot.com/2016/08/poema-del-dia-kolumbowie-de-jan-bolesaw.html
de Rusia
La hora de la gloria divina
arriba y abajo y en el cielo -
y enredadera en el barranco y en el barranco -
quínoa, enebros, pata de caballo!
¡Alrededor u-ha, u-ha! -
una abundante y elegante panícula,
como salvaje y silencioso, horrible
nena pagana!
Tan desnudo regazo de cáñamo
y la boca floreció, el aliento del lirio,
y la vulva diestra y la salvaje,
y labios que son musgosos y suaves
como los labios de una yegua de dos años.
Entre los labios como las alas de las mariposas
grueso, hinchado, rojo
dos panales de gallina.
Narciso parece somnoliento debajo de sus rodillas,
el viento la observa desde debajo del endrino.
Este pueblo con una iglesia cosaca.
Dos viejas detrás de la estepa
y arados y cercas de mimbre.
de la avellana
parloteo de dos guadañas
y se ríen y ríen y lloran
semidesnudo en las nubes del cielo.
rutenia polaca y clima sagrado -
un pueblo tan fuerte como las vísperas rusas,
el campo está desnudo, salvaje y joven.
Sophie
Noche clara, las estrellas brillan plateadas,
la casa y el mes y el huerto alrededor -
hay un olor a cerezas en flor en la valla.
Silencio - dichoso - ventanas cerradas,
un perro debajo de la perrera con una cadena,
madre en casa ya profundamente dormida.
Estaba respirando pesadamente como si fuera por todo
su pecho.
permaneció en el lugar de su corazón
caparazón de piedra dura.
¿Está en casa? ¿Y me está esperando?
¿Saldrá al jardín? - Temblando como agua helada
estaba agarrado a la rejilla de la sombra de hierro.
Sus ojos eran solo intensos.
la pared de la casa y una pendiente del techo
y la puerta del desván como el fondo de un cáliz.
Sintió un aplastamiento repentino en la manzana de su
corazón,
cuando el ojo alcanzó la escalera -
ella estaba firmemente apoyada contra la puerta del
ático.
¿Es tan difícil entender lo que esto significa?
¡Oh bromista! - risa como un escarabajo en el labio.
Se agachó y buscó la hierba con la mano.
Toc, toc: un guijarro en el azulejo a mano.
Sal, sal, Sophie, despierta - de debajo del pozo
los ojos vuelan como grullas.
seamos el uno para el otro
con un solo recuerdo muerto,
estrellas, campos y nubes,
acarició con peines de mi amada cabeza
entre el pelo verde de tilos y arces
tan inocente
como nuestras hermanas menores
en nuestros huertos - nuestras cerezas
con panículas blancas para la boda.
Crujió como la puerta de una capilla.
desde el cielo del ático una puerta de alerce -
una sombra desciende por la escalera, una sombra
dorada.
¿Eres tú? - corrió hacia arriba en una repentina
ilusión.
Haciendo nidos
trabajé en el campo
, y una golondrina blanca
me hizo un nido
sobre el velo del arado. Hoy un cernícalo negro
asoma de la arena de la ciudad, una larga víbora
cuelga del techo de su rascacielos.
Tomado de:
https://pisarze.pl/2018/12/07/jan-boleslaw-ozog/
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