lunes, 30 de octubre de 2023

POEMAS DE LEONEL LIENLAF


Baile sagrado

El mar ha vuelto

elevándose grueso

sobre el solitario cerro tren-tren

y sobre las piedras

va dejando su palabra

 

Bailan las culebras,

allá arriba

esperando a la luna,

 

Bailan las olas allá abajo,

esperando el rocío de kai-kai.

 

Y el sol cae pesado

sobre su espalda

 

Tras la hilera de las piedras

kalfukura sueña

 

 

A pie

a la caída del sol

me descolgué

por la tierra de los árboles

quinquen

y el miedo de mi sombra se durmió

abrazado por el canto del estero.

 

 

 

Extiende su manta

la madrugada sobre el lago

un viento suave

me despierta

weyeltue

gritan los pájaros al amanecer

weyeltue

y mis sueños galopan

tras las montañas

 

Bajan gritando

Bajan gritando

ellos sobre los campos

silbando por los esteros

corro a ver a mi gente

a mi sangre

pero ya están tendidos

sobre el suelo

sobre ellos pasan los huincas

hiriendo de muerte la tierra

dividiendo mi corazón

 

Entré en busca de mi calor

A mi casa ardiendo

Brotó el estero de mis lágrimas lloviendo sobre mis pies

Ustedes ¿entienden mis lágrimas?

Escuchen al aire explicarlas

 

Están pasando los años,

Están pasando los nidos

Sobre el fuego

Está pasando la tierra

Y ya me estoy perdiendo entre las palabras

Escuchen hablar a mis lágrimas

 

 

Temuco-Ciudad

El río Cautín

en el medio

baja llorando

por Temuco

llora.

 

El cerro Ñielol

sentado mira

grandes casas

Casas que no son

de mapuches,

piensa.

 

Temuco-ciudad

debajo de ti

están durmiendo

mis antepasados.

 

Soñando en su sueño

están ellos

y corre en el río

su sangre.

 

 

Amanecer

Di vueltas en torno a mi vida

y me miré en una laguna,

más azul se puso entonces el

cielo

y a lo lejos

más roja aún se veía mi sangre.

Pero llega la mañana

y las diucas

me sobresaltan inquietándome.

 

 

Pasos sobre tu rostro

Madre, sobre tu rostro, con un

traje desconocido

apareció el murmullo del agua.

Todos los recuerdos presentes

envolvían ese sonido

y algo me miró.

Yo era un tronco formado

por miles de caras

que salían de tu rostro.

Por el tronco caminé a través

de cientos de generaciones

sufriendo, riendo,

y vi una cruz que me cortaba la

cabeza

y vi una espada que me bendecía

antes de mi muerte.

Soy el tronco, madre

el que arde

en el fuego de nuestra ruka.

 

 

Palabras dichas

"Es otra tu palabra"

me habló el copihue,

me habló la tierra.

Casi lloré.

"Tus lágrimas debes

dársela a las flores"

me habló el pájaro chucao.

 

 

Wüdko

Los pájaros wüdko

le contaron mis sueños a los

bosques

le dijeron que yo era el silencio

que los había despertado

y que me habían visto correr

detrás de mi sombra fugitiva.

 

Le contaron también a la noche

que me vieron dormir en el día

y que muchas veces mi canto

se perdía entre las espinas.

 

 

El sueño de Mañkean

Hace muchos pasos atrás

(cuando estos años aun no se soñaban)

bajaron mis pies en un segundo.

Bajaron un día

con el suave canto de la brisa

a buscar el beso de la piedra.

 

Cerca de la madre de las aguas

me miró la piedra en flor

y en el choque incesante de las olas

me abrazó su espíritu.

 

Acaricié entonces mi corazón

y encendí con fuego mi camino

para vigilar el sueño del sol

y el baile de las estrellas.

 

Mi risa es el sol del mediodía,

mis lágrimas las vertientes,

mi dormir es el descanso del amor

y mi despertar la vida de los peces.

 

Es así mi existir,

es así mi palabra

y las aguas me continúan cantando.

Tomado de:

https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/57_58/lienlaf.html

 

 

Niño

 

Hoy volví a ver de nuevo

las aguas del estero

(esas que algún día bebí)

corriendo

junto a los altos konkillos

donde me bañaba.

 

Ellas guardan mi cuerpo de

niño

ellas aun guardan al amigo

que invisiblemente jugaba

en la tarde,

con mis antiguos ensueños.

 

 

Transformación

 

La vida del árbol

invadió mi vida

comencé a sentirme árbol

y entendí su tristeza.

Empecé a llorar por mis hojas,

mis raíces,

mientras un ave

se dormía en mis ramas

esperando que el viento

dispersara sus alas.

Yo me sentía árbol

porque el árbol era mi vida.

 

 

Camino

 

He corrido a recoger en las llanuras,

en la playa,

en la montaña,

la expresión perdida de mis abuelos.

He corrido a rescatar

el silencio de mi pueblo

para guardarlo en el aliento

que resbala sobre mi cuerpo

latiendo,

haciendo vibrar mis venas

sobre el sol que se levanta

sobre las altas cordilleras

para que el espíritu sea viento

entre el vacío de las palabras.

 

He corrido a recoger el sueño

de mi pueblo

para que sea el aire respirable

de este mundo.

 

 

Estoy

 

Estoy suspendido en el aire

como el canto de los pájaros

como el olor de las flores

que llena los espacios.

Voy como agua

por este río de vida

hacia el gran mar de lo que

no tiene nombre.

 

Yo soy la visión

de los antiguos espíritus

que durmieron en estas pampas.

Soy el sueño de mi abuelo

que se durmió pensando

que algún día regresaría

a esta tierra amada.

 

Él se fue de viaje

más allá

del horizonte de los sueños.

 

 

Volveré

 

Volveré a decir que estoy vivo

que estoy cantando

cerca de una vertiente

¡Vertiente de sangre!

 

Le preguntaré al sol de dónde

viene

y si pasan los años repetiré

lo mismo.

 

Vengo de las tierras de Alepue, diré

avanzo, avanzo

quiero llegar muy lejos

más allá del umbral de las estrellas.

Tomado de:

https://www.angelfire.com/nj/poesia/etnica/lienlaf/lienlaf2.html

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